El Gobierno de Egipto ha rechazado la demanda de las Naciones Unidas que pidió a El Cairo la reapertura del paso fronterizo de Rafah, en la Franja de Gaza.
"Egipto reabrirá el paso fronterizo de Rafah cuando vea una situación humanitaria urgente", afirmó el miércoles el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Shokri en una rueda de prensa mantenida en Nueva York, EE.UU.
Además, afirmó que algunas partes de Gaza están bajo el control del régimen de Israel, razón por la cual este régimen tiene la responsabilidad de brindar ayudas humanitarias a los residentes del enclave costero.
Egipto reabrirá el paso fronterizo de Rafah cuando vea una situación humanitaria urgente", afirmó el miércoles Sameh Shokri en una rueda de prensa mantenida en Nueva York, EE.UU.
El canciller egipcio hizo estas declaraciones después de que en la misma jornada del miércoles el portavoz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Stephane Dujarric, pidiera a Egipto y al régimen de Israel reabrir de forma permanente el paso de Rafah para facilitar la entrada de ayudas humanitarias a los palestinos afectados de la zona costera.
El ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Sameh Shokri.
Asimismo, añadió que más de 30.000 palestinos, entre ellos, 9500 pacientes y 2700 estudiantes están esperando para cruzar el paso de Rafah hacia Egipto.
La Franja de Gaza está en bancarrota, con medio millón de sus habitantes desplazados por el impacto de la última ofensiva israelí en 2014, que disparó la tasa oficial de desempleo hasta el 44 %.
Las ofensivas israelíes han deteriorado la calidad de vida de los gazatíes, ya que la mayoría de la población depende ahora de la ayuda humanitaria internacional, algo difícil de alcanzar por el cierre de los pasos fronterizos por parte del régimen de Israel y Egipto.
Según estima la ONU, la destrucción causada por la barbarie israelí afecta total o gravemente a 20.000 viviendas, 148 escuelas, 60 hospitales o centros de salud, 247 fábricas y 300 zonas comerciales.
Las guerras y el bloqueo han acabado también con las exportaciones y debilitado las infraestructuras básicas. La única planta eléctrica de la Franja quedó gravemente dañada el año pasado y solo funciona unas horas al día, y el 95 % del agua potable está contaminada.
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