Ma Zhanshan, hijo de una familia pobre de origen musulmán, nació el 30 de Noviembre de 1885 en Fengtian, región de Huaide, China.
Desde muy joven, con solo 20 años, Ma Zhanshan demostró su espíritu guerrero convirtiéndose en bandido al servicio de los señores de la guerra al norte de China. Debido al odio que sentía por la Dinastía Qing, trabajó para Japón en la Guerra Ruso-Japonesa de 1905 bajo las órdenes de un grupo paramilitar en Heihushan al mando de su amigo Yu Chonghan. Terminado el conflicto, Ma Zhanshan se pasó al Ejército Imperial Chino hasta conseguir el mando de un batallón de defensa en Mukden en 1908. Cuando se produjo la Revolución China de 1911 que instauró la República, Ma Zhanshan otra vez volvió a servir para los señores de la guerra, en este caso para el bandido Wu Junsheng, que en 1920 le promovió al rango de coronel.
Sin duda alguna sus tácticas en la caballería contra ejércitos modernos le granjeó su fama de gran jinete.
Al mando de la 5ª Brigada de Caballería del Ejército del Noroeste del señor de la guerra Zhang Zuolin, las tropas de Ma Zhanshan se enfrentaron al Kuomintang de Chiang Kai-Shek durante las campañas contra el bandidaje. Durante estos años Ma Zhanshan se convirtió en un maestro de la caballería y en las cargas de jinetes contra unidades compactas de infantería. En 1927 se le cedió la jefatura de la guarnición de Heilongjiang, responsabilidad que gestionó tras la muerte de su líder Zhang Zuolin en un atentado organizado por los japoneses en 1928. Por fin con el grado de comandante, Ma Zhanshan mantuvo a raya a las tropas del Kuomintang en la región de Heihe junto a la frontera de la Unión Soviética durante casi tres años y apenas sin sobresaltos.
Inesperadamente Japón invadió Manchuria el 18 de Septiembre de 1931 tras el Incidente de Mukden, un suceso que hizo que Ma Zhanshan decidiera coaligarse con el Kuomintang en un acto de patriotismo por defender la patria del invasor nipón. Su área de operaciones fue Heilongjiang, zona en la que junto al general Zhang Haipeng concentró a soldados del Kuomintang y bandidos para aguantar la embestida japonesa. Sin embargo en el último momento Chiang Kai-Shek ordenó a Zhang Haipeng abandonar Heilongjiang por motivaciones políticas, algo a lo que Ma Zhanshan se negó para quedarse a resistir. La batalla tuvo lugar contra los japoneses al mando del general Yoshihide Hayashi los días 6 y 8 de Noviembre junto al Río Nonni, orillas que los soldados de Ma Zhanshan defendieron bien hasta verse obligados tras muchas pérdidas a iniciar la retirada. Sin embargo Ma Zhanshan se negó a aceptar la derrota y después de reorganizarse lanzó una contraofensiva contra Heilongjiang sobre la capital de Qiqihaer. En esta ocasión Ma Zhanshan estuvo a punto de conseguir una victoria de no ser porque la minoría manchú instigada por su líder nacionalista Liu Shengyun traicionó a los chinos y se pasó al bando japonés. Muy superiores en número los manchús y japoneses, apoyados por tanques y aviación, rompieron el cerco en Qiqihaer, lo que inevitablemente forzó a Ma Zhanshan a retirarse para siempre y cruzar la frontera de Manchuria con China para ponerse a salvo.
Mientras todavía se desarrollaban los combates en Manchuria, Ma Zhanshan envió telegramas a Nankíng para presionar a Chiang Kai-Shek a que resistiera antes de que negociara con los japoneses un alto el fuego desfavorable para China. Al mismo tiempo envío órdenes a su subordinado que aún combatía en Manchuria, Xu Baozhen, para asegurarse de que no cesase el fuego en su área de despliegue en Daxing. Pero sus medidas de nada sirvieron porque en el invierno de 1931 a 1932 fue obligado por Chiang Kai-Shek a colaborar con los japoneses ante la posibilidad de alcanzar una paz justa. Debido a estos sucesos fue de nuevo enviado a Manchuria para encabezar un gobierno provisional con él mismo, Zhang Jinghui, Zang Shiyi y Xi Qia. Incluso el general japonés Kenji Doihara le ofreció 3 millones de dólares para comandar el Ejército Imperial Manchú. Por suerte para él no tuvo que soportar más la humillación porque los incumplimientos de los japoneses y el anuncio de la formación del Estado títere de Manchukuo reactivó la guerra fronteriza con el Kuomintang, lo que hizo que definitivamente Ma Zhanshan el 10 de Abril de 1932 volviera a ponerse al mando de un grupo bandido al servicio de Chiang Kai-Shek.
Desarrollada la rebelión de Ma Zhanshan, los japoneses y manchús emplearon 30.000 tropas para aplastar a los 3.500 sublevados. Sin embargo no pudieron capturarles porque utilizaron tácticas guerrilleras y pactaron en Longmen con el Ejército de Salvación Nacional de Heilungkiang del señor de la guerra Su Bingwen, lo que incrementó sus efectivos. Entre algunas de las acciones perpetradas por Ma Zhanshan estuvo la breve incursión al aeródromo de Hsinking en la que sus hombres destruyeron 6 aviones japoneses.
A lo largo de los años siguientes Ma Zhanshan viajó por el extranjero intentando sin éxito buscar apoyo de potencias extranjeras como Italia, Alemania y la Unión Soviética. Precisamente en Rusia recibió financiación a cambio de que les ayudase en la Guerra de Sinkiang para contener el levantamiento musulmán de los iugures. De regreso a China Ma Zhanshan fue clave en el Incidente de Xian para llegar a un acuerdo de paz entre el Kuomintang y los musulmanes.
Cuando se produjo el Incidente del Puente Marco Palo en 1937 que derivó en la invasión de Japón a China, Ma Zhanshan tomó el mando de la Fuerza de Avance del Noroeste del Kuomintang para proteger la ciudad de Liaoning, en Jilin. Durante algunas semanas sus hombres aguantaron la acometida japonesa, pero al final fueron expulsados y puestos en retirada. Poco después Ma Zhanshan reorganizó sus fuerzas y entre 1937 y 1939 combatió encarnizadamente a japoneses y colaboracionistas mongoles en Rehe, Chahar, Shanxi, Datong y Suiyuán.
Sorprendentemente, al inicio de la Segunda Guerra Mundial, Ma Zhanshan se cansó de las constantes retiradas del Kuomintang y prefirió sumarse en secreto a la guerrilla del Partido Comunista Chino (PCCh) en el Yenan. Allí Mao Tse-Tung le recibió con gusto y le ofreció el mando de la provincia de Heilongjiang, todavá en manos japonesas, para cuando terminase la guerra. Ma Zhanshan aceptó, aunque continuó durante todo el resto de la Segunda Guerra Mundial trabajando para el Kuomintang en oficinas del Alto Mando.
Finalizada la Segunda Guerra Chino-Japonesa en 1945, el Kuomintang premió a Ma Zhanshan con la comandancia de Shenyang. Aquello fue un error fatal, pues Ma Zhanshan cumplió su tratado secreto con los comunistas y aprovechando el descalabro del Kuomintang en la última etapa de la Guerra Civil China, traicionó a Chiang Kai-Shek en 1949 y regaló en bandeja la provincia a los maoístas.
Como recompensa por la ayuda, Mao Tse-Tung ofreció a Ma Zhanshan un puesto de honor en el Consejo de la nueva República Popular de China. No obstante, una inesperada enfermedad, puso fin a la vida Ma Zhanshan el 29 de Noviembre de 1950 en Pekín. En esta ocasión, el veterano caudillo no pudo recoger su nuevo premio por cambiarse de bando por décima vez en conflicto.