El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha pronunciado un discurso con motivo del Día de la Victoria y la liberación del sur del país, que se produjo el 25 de mayo de 2.000, cuando las tropas israelíes abandonaron el sur del Líbano.
En este año, Hezbolá escogió la localidad de Nabichite, en la Bekaa, para llevar a cabo la celebración.
He aquí los principales puntos de este discurso
Mis sinceras felicitaciones por la conmemoración del nacimiento del salvador de la humanidad, nuestro soberano el Imam Mahdi, el descendiente del Profeta (Muhammad). Que Dios acelere su reaparición.
En mi discurso voy a abordar varios temas. Voy a hablar en esta ocasión poco después de que se celebraran las elecciones municipales. Evocaré también las elecciones legislativas y las presidenciales. Y me referiré brevemente a la coyuntura regional.
Una fiesta nacional para todos
En este día, queremos celebrar esta fiesta al lado de nuestro comandante, el secretario general mártir de Hezbolá, Sayyed Abbas Musawi, de su esposa la mártir Umm Yasser y de su hijo el mártir Hussein, sin olvidar a los otros mártires de la localidad de Nibichite y de las otras regiones de la Bekaa.
Hemos querido venir a esta tierra fiel y honorable para conmemorar esta ocasión.
El vínculo con los mártires es esencial y nosotros insistimos cada año en celebrar esta conmemoración. Esto muestra que somos un pueblo vivo y una nación vinculada a nuestra historia y orgullosa de ella y de su cultura, de sus logros y de sus victorias, de sus mártires y de sus sacrificios y que desea inculcar esta cultura y este orgullo a sus hijos y a todas las generaciones futuras.
El pasado 9 de Mayo, Rusia conmemoró el 71 Aniversario de la victoria nacional contra el ejército nazi. Cuando los gobiernos mundiales son conscientes de que en su país ha logrado una gran victoria, la festejan a nivel de toda la nación a fin de inculcar su importancia en la consciencia de su pueblo.
Este éxito forma parte de nuestro pasado, ciertamente, pero él marca también la vía hacia nuestro futuro. Esta victoria es una enseñanza que beneficiará a las generaciones futuras para aprender a afrontar los desafíos y los peligros y, sobre todo, para saber aprovechar las ocasiones que se presenten para conseguir éxitos.
Cada año llamamos a los libaneses a considerar esta celebración como un día nacional y una victoria para todos.
En el año 2000, ofrecemos esta victoria a todos los libaneses, a todos los palestinos, a todos los árabes, a todos los musulmanes y a todos los pueblos libres del mundo. Nunca hemos monopolizado esta victoria y no cesaremos de llamar a celebrarla como una fiesta nacional.
Quiero agradecer a nuestro primer ministro, Tamma Salam, por haber declarado este día del 25 de mayo un día de fiesta nacional y por haber pedido a los centros educativos que consagraran las primeras horas de clase de ese día a hablar de la liberación.
Nos dirigimos a todos los libaneses que ignoran este día y que se niegan a admitir su grandiosidad y su importancia. Les pedimos que dejen de lado sus rivalidades políticas y partidarias y su fanatismo confesional y sectario y que revisen sus puntos de vista en relación a esta ocasión que deseamos se convierta en una fiesta nacional para nuestro pueblo.
Una celebración para el presente y el futuro
¿Por qué insistir en esta celebración? Por su valor nacional, cultural y de civilización, que supera incluso el valor político.
Hoy en día, en 2016, tenemos una nueva generación que se interesa en lo que sucede la región. Algunos eran muy jóvenes cuando se produjo este éxito en 2000 y no eran conscientes de su importancia. Otros no lo vivieron y no saben lo que ocurrió.
Necesitamos revisar aquella fase para extraer lecciones de ella para el futuro, porque los desafíos que nos aguardan necesitan que estemos armados de sabiduría, de fe, de voluntad, de perseverancia y de resistencia.
Hace falta que los medios aborden esta etapa, las razones de la humillante derrota israelí, de cómo un ejército considerado invencible se transformó en otro que se batía en retirada y cuáles fueron las consecuencias de esta victoria para el Líbano, para Palestina y para la región.
Esta experiencia debe continuar viva en la memoria y en los espíritus.
Hace falta recordar algunos puntos esenciales:
En primer lugar, el enemigo israelí usurpador ha cometido desde su creación y hasta nuestros días las peores masacres, puesto en práctica sin cesar sus proyectos de ocupación e infligido sin piedad las peores humillaciones a nuestros pueblos. Y esto sin olvidar los centenares de miles de personas que continúan prisioneros, las innumerables guerras que ha desencadenado, las infraestructuras que ha bombardeado, las localidades y los pueblos que ha destruido y los convoyes interminables de personas desplazadas y de refugiados que ha causado.
Los nombres de los mártires, que están siempre vivos entre nosotros, son conocidos de todos.
Ahora, sin embargo, algunos quieren que los libaneses olviden los crímenes terroristas de Israel.
Cabe recordar también que Israel es el enemigo principal puesto que no cesará jamás de ambicionar nuestras riquezas, nuestros recursos y nuestras tierras.
Nuestro pueblo en el Líbano, como sucede en Palestina, cree sinceramente que la única vía para recuperar nuestros territorios y garantizar la estabilidad y la seguridad del país, no es otra que una resistencia total y completa. Una resistencia en todas sus dimensiones y en todos los campos: militar, mediático, económico y social.
Nosotros conseguimos la victoria gracias a los sacrificios importantes que fueron respaldados por diferentes partidos y organizaciones y por nuestro pueblo, paciente y perseverante. Nadie puede negar que fuimos apoyados por todos ellos para lograrla.
La debemos sólo a Dios y a la paciencia de nuestro pueblo y a su ardua resistencia. Esto supone la plasmación de la promesa divina acordada a todos los combatientes y a todos aquellos que se han sacrificado y que han tenido paciencia.
Nosotros en el Líbano podemos a través de nuestra ecuación Resistencia, Pueblo y Ejército proteger y defender nuestro país y mantener la cabeza alta.
Éstos son los valores grandiosos que hace falta inculcar a la nueva generación. Ellos son útiles tanto para nuestro presente como para nuestro futuro.
Elecciones municipales
El domingo pasado, hubo elecciones municipales en el sur de Líbano. Queremos constatar que ellas se desarrollaron en total seguridad y estabilidad a lo largo de la frontera. Es la primera vez que esta región se encuentra en una situación semejante. Desde la implantación de Israel, ella era objeto de bombardeos y ataques israelíes de forma regular.
Esta seguridad que el Sur disfruta, no nos ha sido dada de forma gratuita.
Ella no es el fruto de los esfuerzos de la Liga Árabe, ni del Consejo de Seguridad de la ONU, ni de la Unión Europea. Ella es el fruto de los sacrificios llevados a cabo por innumerables movimientos y facciones. Ella es el fruto de la sangre de los mártires y de los sufrimientos y la resistencia de los detenidos, de los heridos y de los mutilados. Ella es el fruto de la paciencia de aquellos que perdieron en varias ocasiones sus viviendas, que fueron destruidas y arrasadas, y aquellos que fueron desplazados. Es, pues, el fruto de una ardua resistencia, plagada de dolor y sacricifios.
Visitad las localidades de esta región de la Bekaa y hallaréis que sus cementerios rebosan de tumbas de mártires. Esto es lo mismo en el Sur del Líbano, en el Suburbio del Sur de Beirut y otros lugares.
Ella es el fruto de la Gracia Divina, aquella que Dios concede a los que observan sus preceptos y confían únicamente en Él. Dios otorga su victoria aquellos que le son fieles. Sayyed Abbas Musawi lo ha sabido siempre. él siempre prometió la victoria aunque los hechos sobre el terreno no parecían muy alentadores en aquella época. Él tenía fe en la Palabra Divina y en las Promesas de Dios.
Hace falta consolidar nuestra confianza en Dios, en nosotros mismos y en nuestras propias capacidades. Todos nosotros podemos defender nuestro país, mantener la cabeza alta y hacer frente a todos los peligros.
Que nadie desmoralice a la gente diciendo que necesitamos garantías del exterior. ¿De quién vamos a obtener esas garantías? ¿De EEUU, de Occidente, de los regímenes árabes que han sacrificado a sus pueblos para lograr su propio interés, de sus tronos y de su odio execrable?
Sí, ciertamente, en nuestros días, la ecuación que ha dado al Líbano su potencia está siendo atacada más que nunca. Ella lo está siendo desde hace varios años en el propio Líbano.
Algunos en el Lïbano no quieren un ejército potente y eficaz. A nivel del pueblo, las incitaciones al odio interconfesional han alcanzado su nivel más alto.
Sin embargo, todos tenemos necesidad de preservar nuestros factores de poder.
Aquellos que no creen en nuestro proyecto deben abstenerse de conspirar contra el Ejército y el pueblo.
No cabe olvidar en el plano nacional libanés, que tenemos tierras bajo ocupación: las Granjas de Shebaa, los Altos de Kfar Shuba...
Tenemos personas cuya suerte es desconocida, restos de mártires que aún están en manos del enemigo.
También existe una responsabilidad libanesa en relación a cuatro diplomáticos iraníes, secuestrados en la década de los 80 del pasado siglo por los israelíes, y cuya suerte aún no es conocida.
Desgraciadamente, mientras la traición árabe perdura, somos testigos de las crisis desencadenadas y de la complicidad internacional con el régimen de Israel.
Unas palabras al pueblo palestino
Me gustaría decir unas palabras al pueblo palestino.
En el año 2000, nosotros os ofrecimos nuestra victoria. En aquel momento, ella era nuestra victoria más feliz porque pudimos ver con nuestros ojos como el peor enemigo, que es la fuente de todos los problemas de la región, fue derrotado y humillado.
Me gustaría dirigirme a los palestinos para ponerles en guardia contra todos aquellos que intentan beneficiarse de la confusión que reina la región y cambiar la dirección de la batalla para transformar a Israel en un aliado. Os pido que no confíes en aquellos que os han estado traicionado durante décadas, durante los últimos 70 años, y no contéis nunca con ellos.
Vuestra salvación depende de vuestra unidad, vuestra resistencia y vuestra perseverancia.
Todos aquellos que han estado con vosotros en el Líbano, en Irán y en Siria estarán con vosotros sea cual sea la situación.
Os aseguro con toda serenidad que en esta batalla en la región el eje de la resistencia nunca será vencido y que la causa palestina volverá a convertirse en la causa central, la sola causa, de la región.
La Bekaa: la nueva línea del frente
Me gustaría volver a la cuestión de porque hemos decidido conmemorar este año la victoria en el Valle de la Bekaa.
Durante la lucha contra el enemigo sionista en el Sur, esta región fue la retaguardia de la resistencia. Ella participó en todas las etapas de la lucha e invirtió en ella todas sus capacidades. Esta es la razón por la que esta región está intrínsecamente vinculada a la victoria de la Resistencia.
Esta tierra fiel se ha convertido en estos años en el el frente de un nuevo campo de batalla en el que se combate contra otro peligro que amenaza a nuestro país: el peligro takfiri, que Siria sufre. La Bekaa se encuentra así en la primera línea y ella es la que defiende a todo el Líbano.
Los mártires que han sucumbido en estos años, y el último de los cuales es el Comandante mártir Mustafa Badreddin, han defendido a todo el Líbano y lo han protegido del peligro takfiri. Las victorias que ellos consiguen nos hacen avanzar hacia la victoria final. In sha Allah.
Las municipales: una alianza entre Hezbolá y Amal
Deseo reiterar mi agradecimiento a todas las regiones: la Bekaa, Hermel, Beirut, Monte Líbano, el Sur del Líbano y Nabatiyyeh por la gran participación en estas últimas elecciones.
Los resultados, aparte de unas pocas excepciones, ha mostrado una victoria abrumadora de la alianza entre Hezbolá y el movimiento Amal.
Esta alianza fue objeto de críticas en algunos medios en estos últimos días. Sin embargo una lectura objetiva de los comicios ha confirmado su solidez.
Todos saben muy bien que las elecciones municipales son las más difíciles debido a la mezcla de factores familiares, clánicos, partidarios, confesionales etc.
Que nuestros movimientos políticos puedan lograr un gran éxito en tales comicios es una muestra de que su alianza es sólida.
Nuestras listas han obtenido victorias en todas las grandes localidades. Decenas de pueblo dieron la victoria a las listas Hezbolá-Amal de manera anticipada debido a la ausencia de otras listas.
Esto es una prueba de que Hezbolá y Amal disfrutan de un apoyo popular incontestable.
Por una nueva ley electoral
Uno de los resultados de las elecciones municipales es que ellas han arreglado dos problemas: el vinculado a la situación de seguridad y el de la prórroga del Parlamento.
Las elecciones municipales son ciertamente más complicadas, pero ya se han hecho en las mejores condiciones y a su debido tiempo.
Con respecto a la ley electoral, nosotros reclamamos una nueva. El presidente del Parlamento, Nabih Berri, ha desplegado sus esfuerzos para lograrlo. No apoyamos la ley actual, que lleva en vigor desde la década de 1960.
Apoyamos una nueva ley basada en la distribución proporcional que garantice la mayor representatividad posible.
En lo que se refiere a la elección presidencial, algunos quieren imputar a Hezbolá la responsabilidad por el bloqueo de este tema. Esto forma parte de la guerra psicológica llevada a cabo contra nosotros y de las presiones ejercidas sobre nosotros para que renunciemos a nuestros compromisos morales y políticos, pero Hezbolá no lo hará jamás. Todas las acusaciones serán inútiles. Nosotros deseamos que la elección presidencial tenga lugar en el más breve plazo posible y llamamos a otros a mostrar responsabilidad en ese asunto.
Las premisas de una victoria en Siria y en Iraq
Una última palabra para hablar de la coyuntura a regional actual. Hace falta ser vigilantes y prudentes frente a los acontecimientos que van a surgir. Hasta el mes de noviembre, fecha de las elecciones presidenciales en EEUU la región va a sufrir una escalada de la violencia. Cada vez que hay unas elecciones presidenciales en EEUU la sangre corre por motivos electorales.
La administración demócrata norteamericana actual necesita logros políticos y militares para usarlos como cartas en la batalla electoral.
Está claro que la administración norteamericana no busca logros que sean el interés de los pueblos de la región sino a sus expensas. Esto quiere decir que la región se dirige hacia una escalada de presiones y violencia en varios escenarios.
Las fuerzas del eje de la resistencia debe permanecer alerta y dispuestas a afrontar todos los desafíos para preservar sus adquisiciones y abortar las maniobras de los enemigos.
Cada protagonista permanecerá adherido a sus cartas a la espera de las elecciones en EEUU. En Siria, no hay una nueva cita para la continuación de las negociaciones. La tregua está amenazada y los grupos armados actúan para abortarla. Hace falta esperar nuevos atentados brutales con coches bomba como los que explotaron en Jableh y Tartus.
En Iraq, la batalla ha sido lanzada y va a proseguir.
En ambos casos, las premisas de una victoria son claramente visibles.
El principio del fin del EI
Y el EI, este grupo que es el más sanguinario y el más feroz, pero que comparte ideología y métodos con otros grupos, está en el principio del fin. In sha Allah.
En Yemen, a pesar de las negociaciones de Kuwait, los enfrentamientos continúan en la frontera.
Y en Palestina, todo el mundo se pone a analizar el hecho de que el arrogante Lieberman se haya convertido en al ministro de efensa del gabinete de Netanyahu. Esto precisa de un análisis sosegado y no quiero adelantar acontecimientos.
Esta etapa va a determinar el destino del Líbano, de Siria, de Iraq, de Bahrein, de Palestina y de otros países para las próximas décadas e incluso para los próximos siglos. La neutralidad o la pereza serían fatídicas. Vosotros sabéis cuál es la verdadera naturaleza de la batalla en curso.
En esta región golpeada por un huracán inmenso, hemos logrado preservar nuestro país y debemos a hacerlo aún más.
En este Día de la Victoria, renovamos nuestro compromiso y nuestra promesa de preservar el recuerdo de nuestros mártires y proseguir la resistencia. Produciremos victorias, una tras otra, sean cuales sean los sacrificios. Continuaremos el camino hasta la victoria final, una victoria que erradicará para siempre las amenazas takfiri y sionista y que permitirá a los pueblos de la región construir sus estados, vivir juntos en libertad y desarrollar su cultura.
Ésta es la promesa de Dios a todos los desheredados y a todos los combatientes. Una parte de esta victoria fue lograda al 25 de mayo de 2000. Ella se ampliará en un día que no tardará llegar. In sha Allah.