Las autoridades sirias confirmaron hasta ahora la cifra de 100 muertos y el doble de heridos en nueve atentados suicidas casi simultáneos en las localidades de Tartus, en la provincia de igual nombre y en Jableh, en la de Latakia.
Según los partes oficiales, la terminal de ómnibus de Tartus fue atacada por cuatro lugares diferentes en un momento de alta concentración de personas por medio de un coche bomba y cuatro suicidas que dejaron un lamentable saldo de al menos 32 muertos y más de 80 heridos, según la agencia Prensa Latina.
Mientras en Jableh, cinco atentados con similares características ocurrieron en la compañía de electricidad y en el hospital de la localidad, donde se reportan más de 65 muertos y casi un centenar de heridos.
De acuerdo con las fuentes, el centro de urgencia del hospital y la central de ambulancias quedaron completamente destruidos por los atentados, cuya autoría se la acreditó el llamado Yaish al Islam, aliado al Frente al Nusra.
EEUU, Francia y el Reino Unido rechazaron la pasada semana una propuesta rusa en el Consejo de Seguridad para incluir al Yaish al Islam en la lista de organizaciones terroristas de la ONU.
Los datos recogidos señalaron que cuando llegaban heridos al centro hospitalario, otro terrorista suicida infiltrado hizo detonar una carga explosiva que causó víctimas entre el personal de salud y personas que los auxiliaban.
El ministro del Interior, Mohammad Shaav, preside desde Latakia, a 348 kilómetros al norte de Damasco, una comisión investigadora especial sobre los hechos, condenados por el Gobierno sirio y la entidad religiosa de Los Ulemas del Levante, entre otros.
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