viernes, 2 de febrero de 2018

Invasión turca de Afrin: Nada nuevo en Siria


Afrin, que desde hace poco ha llegado a ser objeto de una invasión por parte de Turquía, es una ciudad al noroeste de Siria, que da nombre al cantón en el que se ubica. Es parte también de una de las tres pequeñas regiones del pueblo kurdo en Siria, junto a Kobane y Jazira.

La región era antes conocida como Rojava, aunque hoy por hoy consta de muchísima más extensión territorial conquistada en el fragor de la Guerra Imperialista contra Siria

Ahora veamos, ¿por qué se habla tanto de Afrin?

Hace unos días Turquía volvió a atacar e invadir territorio sirio, y digo volver, porque ésta no es la primera vez que lo hace. Tampoco ha sido Turquía la única que ha roto con la legalidad internacional al violar la soberanía e integridad del pueblo sirio, compañeros de viaje en la flagrante tropelía son EE. UU., Israel o Francia, por ejemplo. Lo curioso de este dato es que, en occidente tanto gobiernos como movimientos sociales, han callado. Han guardado vergonzosamente silencio e incluso algunos lo han intentado justificar; a veces con auténticos malabares ideológicos para “hacer legítimas” las 14 bases norteamericanas en territorio que han conquistado empotrados con sus aliados kurdos. Ahora en cambio, al entrar Erdoğan en territorio controlado por las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) gritan, chillan y claman a Dios y al cielo por el Derecho Internacional, los mismos que ayer callaban. Y lo hacen con razón, Turquía debe salir de Siria. Inmediatamente. Sin condiciones. ¡Fuera! Al igual que deben salir de la nación todas las fuerzas extranjeras operando en el país ilegítimamente, so pretexto, de lucha contra el terrorismo. Igual que dice hacer Turquía en Afrin “por la seguridad y contra el terrorismo”. Por eso invitar a todo el mundo a expresar la repulsa por los ataques turcos y decir de paso a muchos de los que hoy lloran, que se les ha echado de menos en estos 7 años de brutal invasión e injerencia externa en Siria. Un pueblo que ha resistido heroicamente junto a sus fuerzas armadas y aliados, a la mayor guerra por potencias y proxies que ha sufrido una nación en la historia moderna. Y por aclararlo, Rusia e Irán también están en Siria, pero dentro del marco del Derecho Internacional, por invitación del legítimo Gobierno sirio.

El ataque turco viene como “respuesta” (=excusa) a las declaraciones de su socio de la OTAN, los EE. UU., quien de la mano del coronel Veale reconocería el plan de la creación de una Guardia Fronteriza con 30000 efectivos compuestos por kurdos y árabes del Ejército Libre Sirio (muchos de ellos radicales reaccionarios, como los que atacan hoy Afrin y ayer degollaban al Ejército Sirio). A ese plan habría que sumarle las declaraciones del Secretario de Estado Rex Tillerson que, sin vergüenza ninguna ni complejo alguno, expresaría sus intenciones en Siria. “First ISIS, after Assad”. No hay que saber inglés para entenderlo. Rex reconocería que: “la condición sine qua non para abandonar Siria algún día… sería la celebración de unas elecciones libres donde intentaríamos que el pueblo sirio se sintiese libre para derrocar al tirano Al Assad y su familia”. Añadamos a eso lo mejor: “los resultados no se reconocerían si Assad volviese a ganar los comicios como hasta ahora”. Todo muy al estilo democracia exportada a Libia, Venezuela o Ucrania… Tillerson lo dijo claro, “no matter what, Assad must go (no importa qué, Assad debe irse)”. Siria es una espina clavada para el imperialismo monopolístico norteamericano y el sionismo en la zona, y una aliada primordial del caramelo más codiciado y deseado en el mundo entero… Irán.

La Guardia Fronteriza de la Casa Blanca no era para arrinconar a su socio atlantista turco. Al fin y al cabo, Turquía y EE. UU., aunque aparenten llevarse fatal o se distancien… en el fondo siempre terminan durmiendo juntos. El Ejército Fronterizo de Trump vendría a alejar al Gobierno de Damasco (y el Ejército sirio) de la orilla éste del Éufrates y sus pozos petrolíferos, reservas gasísticas, tierras de labranza y la importantísima presa de Taqba, condicionando las reservas hídricas del país. La otra zona del “protectorado kurdo-americano” a guardar por la nueva formación militar, sería la frontera con Irak. Relacionado con ello fue la carrera que protagonizaron el Ejército Sirio y las Fuerzas Democráticas Sirias en la conquista hacia el importantísimo paso fronterizo de Al Bukamal, que fue liberado del ISIS por los gubernamentales mientras que los kurdos y los Ranger americanos se dedicaron a coleccionar pozos y depósitos de gas y crudo. Dicho esto, personalmente pienso que las YPG/YPJ participaron en esa carrera por tener más poder para negociar en un futuro con Damasco. Y no tanto por anexionarse territorio para la creación de un nuevo Kurdistán más allá de cualquier contexto histórico o para desmembrar el país. Comentando esto quisiera aclarar que para el partido PYD kurdo sirio y todos quienes realmente creen en el confederalismo, jamás ha sido un objetivo la creación de un estado independiente, sino otras formas de gobernanza más descentralizadas. Eso lo aclaro porque son numerosos los reproches a los kurdos y a menudo se les tilda de agentes de la OTAN, que buscan un nuevo país y romper Siria.

Lo que sí creo es que quien quiere utilizar la baza kurda es el Tío Sam, una oportunidad para la creación de una especie de “protectorado” y la partición de la Siria que conocemos. Utilizar el affaire kurdo para romper Siria, como intentaron antes con los mal llamados rebeldes moderados. De hecho, esos planes son conocidos desde hace muchos años,“Balkanization of Syria”. Añadiría como apunte para quien no conoce demasiado el tema, que el confederalismo de Ocalan fue ideado como herramienta para la pacificación de los conflictos existentes en Oriente Medio, muchos originados por la repartición de la zona por las potencias imperialistas de la época a escuadra y cartabón (Francia, Reino Unido…). Una ideología que asumiendo estructuras ecologistas, de democracia directa o del municipalismo libertario de Bockhin, aboga por la descentralización de los países, pero sin modificar los límites de las naciones existentes y rechazando cualquier posibilidad de crear un nuevo estado.

Explicado eso, podemos entender que la idea de la guardia fronteriza es más un sueño y una herramienta yankee para la prolongación del conflicto y debilitamiento de Siria y sus aliados, y no tanto algo que haya buscado el pueblo kurdo sirio. Puede que en la alianza con USA los kurdos se dejaran querer y sucumbieran al encanto y promesas norteamericanas. Aunque en la práctica ambos actúan de igual manera, está claro que en el fondo las agendas son muy diferentes.

Dicho lo anterior, nos posicionamos en la reacción turca, que con un Erdoğan rabioso dijo que no dejaría vivo ningún combatiente kurdo cerca de las fronteras turcas. A eso Tillerson, no tardó ni 25 minutos en declarar que los comentarios fueron mal interpretados y que no iban a crear ninguna Guardia Fronteriza. Así lo dijo, otra vez sin ninguna vergüenza. Desmintió lo que habían dicho un día antes. Ese es el nivel de la Casa Blanca. Patético. Pero ya era tarde, Erdoğan que es un hooligan y el neo-Sultán del futuro Imperio Otomano 2.0 se vino muy arriba y casi echando espuma dijo que haría una zona buffer de 30 kms de profundidad, hasta la frontera iraquí en todo el norte de Siria. Ahí es nada. Además, como veía que las potencias tampoco le paraban los pies, declaró que aplastaría a los “terroristas del PKK” sin utilizar alEjército Turco, solamente con sus aliados del Ejercito Libre Sirio.

La respuesta Siria sobre los ataques a Afrin.

Después de toda la retórica turca, le tocó responder a Siria; quien amenazó con derribar los cazas turcos si atacaban Afrin. Quien siga la guerra desde hace 7 años, sabrá que por desgracia Siria no está en posición de derribar nada. De hecho, son numerosas las veces en la que los imperialistas extranjeros han bombardeado y abrasado vivos a soldados sirios o incluso a la cúpula militar de Hezbollah. En todas ellas, Damasco no ha podido responder ni a Israel, ni a EE. UU., ni a la asesina Coalicion invasora. En 2012 con la guerra ya comenzada, Siria derribó un Phantom turco que entraba en territorio sirio de Latakia, sorpresivamente después de aquel incidente los “rebeldes moderados” atacaron la enorme instalación de radar que detectó al cazabombardero turco junto con las posiciones de artillería y baterías antiaéreas, dejando los cielos de Siria“libres” y permeables como un coladero. Que coordinación más rara la de los rebeldes con Turquía, donde algún mercenario abatido llevaba fotos satelitales americanas… ¿extraña casualidad? No, un hecho más. Siendo esa la situación real de Siria, en el terreno se siguieron dando movimientos peculiares.

Rusia que permanecía en el cantón de Afrin, tuvo conversaciones de alto nivel con Turquía antes habiendo hablado con los kurdos. Todo parecía apuntar a que nada cambiaría, ya que Rusia defendía Afrin y a su vez los EE. UU. protegen los cielos de los territorios controlados por las FDS, derribando todo lo que sobrevuele la zona. Como un caza sirio cerca de la estratégica presa de Taqba, que mientras combatía al Estado Islámico se aproximó a las FDS y fue derribado por cazas de la Coalición, dejando que el piloto fuese apresado por el ISIS. En esta situación, debemos añadir que el Ejército sirio dejó pasar armamento pesado y refuerzos kurdos por su territorio, con dirección a Afrin a pesar de las hostilidades entre ambos y las amenazas turcas por su colaboración con el YPG/YPJ.

Parecía que sería un órdago más, pero… Rusia que se apostaba en Afrin abandona su posición en el cantón tras avisar de lo inminente de los ataques turcos a los kurdos, y mueve sus tropas a zona de su aliado gubernamental. Poco más tarde empezarían los bombardeos aéreos turcos. Acto seguido fuego de artillería desde Turquía a Siria y en total coordinación con Erdoğan las bandas mercenarias o “rebeldes moderados” comenzaron la incursión terrestre. Coordinación absoluta, ¿alguien tiene aún dudas del rol de Turquía y otras potencias como Arabia Saudí, USA o Israel en el conflicto y su vínculo con el Estado Islámico? La retirada rusa de la zona supuso un aluvión de conspiraciones, teorías y dudas sobre lo que estaba sucediendo… pero la cosa no quedó ahí, después de los bombardeos salió el Secretario de Defensa de Trump, Jim Mattis “el perro loco”. Según sus declaraciones; “No hay problema, los turcos han coordinado los ataques previamente con nosotros. Turquía es el único país de la OTAN que tiene insurgencia terrorista dentro de sus fronteras, y es legítimo el empleo de la fuerza en su defensa. Además, ha sido moderado y pedimos que siga conteniéndose. Afrin no es nuestro asunto y las milicias de allí, no son nuestras aliadas”. Y así dos aliados de los EE. UU., los kurdos y los turcos, empezaron la batalla. El posicionamiento yankee está claro cuál es y cuál será (por si acaso lo digo, Turquía) pero hay más críticas hacia Rusia por gran parte del colectivo pro-kurdo que, hacia el aliado kurdo en Siria, los Estados Unidos. Turquía es miembro de la OTAN y Rusia no va a enfrentarse a un miembro directamente, menos cuando “ni le va ni le viene” el asunto. Vale que Afrin fuese su cantón, pero los kurdos rechazaron las propuestas rusas y éstos son un aliado claro de USA al igual que Turquía. Incluso en el ataque turco donde derribaron el caza ruso y asesinaron al piloto, el Kremlin no respondió a la agresión. Menos lo harán por los kurdos, que se han posicionado con USA. El Gobierno sirio por su parte ha condenado internacionalmente los ataques y ha pedido a la comunidad internacional que paren la agresión y responsabilicen a Turquía de la misma, aunque no le harán ni caso. Hasta la fecha ha denunciado todas las injerencias y nadie ha dicho nada ni los medios los mencionan. Por su parte, Irán “cercana” a Turquía, también condenó los ataques y añadió que “vigilamos con atención la vil agresión turca a la soberanía Siria”. Hezbollah, por medio de su portavoz también rechazó tajantemente la invasión turca igual que Siria e Irán. Europa condena pero calla, y Francia ha enviado una Resolución a Naciones Unidas donde pide parar el ataque turco y con astucia a la vez, aprovecha y mete en la misma proposición el detener la ofensiva del Ejército Árabe Sirio contra los terroristas del ISIS y Al Qaeda en Idlib y Ghouta. No son tontos estos de las OTAN, juegan bien sus cartas para intentar salvar a sus mercenarios del ISIS en Idlib de las tropas gubernamentales y sus aliados de Hezbollah y milicias palestinas.

Todo esto está pasando y cambiando mientras escribo o me lees…

No fue casualidad que empezase el artículo situando a Afrin y contando un poco el asilo y recepción de cientos de miles de kurdos por parte de Siria. La hermandad y vínculo son antiguos y fuertes, aunque todos sabemos también de diferencias existentes entre ambas partes. Cuando visitas la zona, unos y otros cuentan de casos en que el opuesto se portó fatal. Un ejemplo podría ser, los presos políticos kurdos tras el acercamiento de Siria a Turquía posterior a la muerte de Hafez Al Assad o la violencia contra los manifestantes en Qamishli por parte del Gobierno entorno al 2005. Por el contrario, en el bando kurdo podría ser su pacto con los rebeldes moderados “rebana-cuellos” que hoy atacan Afrin y que los kurdos tomaron como aliados para atacar y sitiar Nubl y Zahraa y otras muchas poblaciones gubernamentales, o como cuando soldados sirios que huían de Al Qaeda entraron en territorio kurdo y éstos, los entregaron a los mercenarios fascistas… cortándoles el cuello a todos ellos.

Éstos últimos días hubo negociaciones tras la petición de ayuda contra Turquía por parte kurda a Damasco, pero el PYDkurdo fue quien rechazó las ofertas de Rusia y del gobierno sirio esta vez. A los kurdos les pareció inaceptable la idea de una guardia fronteriza siria que asegurase la frontera con Turquía y la entrega de algunos de los campos energéticos sirios conquistados por los kurdos y la coalición de la OTAN más allá del Éufrates. Ése punto geoestratégico y energético, es una línea roja intocable para el principal aliado de los kurdos en el éste de Siria, Washington.

El Ejercito Árabe Sirio por su parte, después de 7 años de brutal lucha contra las potencias regionales e imperialistas y sus mercenarios de Al Qaeda o el ISIS, ha llegado mermado pero con la firme determinación de limpiar el país de los mercenarios extranjeros y sus padrinos. No en vano es la fuerza que más duro ha combatido a los radicales y que mayor sacrificio ha ofrecido por su pueblo y su tierra. Cerca de 140.000 mujeres y hombres, de todas las sectas y etnias que convivían en paz en Siria, han caído mártires en combate contra el fascismo capitalista, el sionismo y el wahabismo takfiri. Junto a ellos caídos también, miles de compañeros del Eje de la Resistencia venidos en solidaridad desde Líbano, Afganistán, Irak, Irán o Palestina. Unos héroes que ahora están luchando en infinidad de frentes, pero con el foco principal puesto en Idlib, la zona con mayor concentración de terroristas y mercenarios del mundo. Será durísimo pero el ejército sirio, las fuerzas tigre, los palestinos de Liwa Al Quds, Hezbollah, Fatemiouh o la Guardia Republicana Iraní están preparados para luchar por Siria y en cierta manera también por nosotros.

¡Viva la resistencia del pueblo sirio (chiíes, árabes, cristianos, kurdos, sunníes, drusos…) contra el invasor (Israel, ISIS, Turquía, USA, FSA…)! ¡No pasarán!



Escrito por Aritz Saidi Olaortua

La utopía se rompió: el asalto de Turquía contra Afrin


El 20 de enero, el Estado turco y las tropas pro turcas del Ejército Libre Sirio (FSA) lanzaron una operación militar transfronteriza en la región mayoritariamente kurda de Afrin, en el noroeste de Siria. Esta invasión a otro país es una violación directa del derecho internacional y ocurre con poco apoyo, incluso cuando la comunidad internacional sólo observa. Además, esta declaración de guerra constituye una atrocidad contra las mismas personas que han formado la primera línea en la lucha contra el fascismo de ISIS, al tiempo que construyen un refugio democrático, secular y de igualdad de género para todas las comunidades en medio de la guerra.

Los Estados Unidos y sus aliados tácitamente aprobaron la operación, alegando que Turquía tiene el derecho de defender sus fronteras y soberanía nacional. Mientras tanto, Rusia aceptó deliberadamente el asalto al permitir que Turquía utilizara el espacio aéreo bajo su control, luego de que se rechazara la oferta de entregar la administración de Afrin al régimen de Bashar Al Assad.

Los mismos poderes que no han logrado organizar conversaciones de paz para Siria en los últimos siete años, aparentemente pueden actuar en conjunto cuando se trata de la supresión de la política democrática alternativa y de satisfacer el interés del segundo ejército más grande de la OTAN, Turquía, independientemente de la completa indiferencia de este último incluso de las preocupaciones geopolíticas de sus propios socios. Los mismos estados, en una coalición conjunta anti-ISIS, no solo usaron a los kurdos como “botas confiables en el terreno”, sino que también han elegido permanecer inactivos deliberadamente ante la evidencia incriminatoria del apoyo turco a las fuerzas reaccionarias como ISIS. Estos enfoques exponen la hipocresía de los actores internacionales, cuyas políticas han contribuido activamente a la escalada de las guerras en el Medio Oriente para sus propios intereses.

Los combatientes del FSA pro-Erdogan y los soldados turcos tratan de establecer una “zona segura” para defender a Turquía del “terrorismo”, y ponen a las fuerzas kurdas y a los nativos, que sufrieron los asesinatos y violaciones de ISIS, en la misma categoría; aunque ISIS ni siquiera tiene presencia en Afrin. Sin embargo, incluso si eso fuera cierto, Turquía no se molestó por años, cuando ISIS controlaba las crucifixiones y los mercados de esclavos sexuales que existían junto a su frontera con Siria.

Aunque varios gobiernos occidentales, incluido el ex vicepresidente estadounidense Joe Biden de la administración Barack Obama, criticaron el papel de Turquía por contribuir al aumento de la violencia yihadista en Siria a través de medios políticos, financieros y logísticos, incluido el llamado Estado Islámico, la importancia estratégica de Turquía para las empresas regionales era demasiado alto como para arriesgarse. Como ahora se sabe, Turquía ha sido la principal fuente de suministros y viajes para los asesinos yihadistas de todo el mundo. Docenas de miembros del Estado Islámico han sido absueltos de cargos en Turquía, mientras que los activistas pacíficos contra la guerra y los disidentes han recibido largas condenas tras ser acusados ​​de delitos penales increíbles, algunos incluso por cargos por lo que publicaban en las redes sociales.

Miles de personas en Afrin y otras partes del norte de Siria y el Kurdistán en general han tomado las calles para protestar contra la invasión turca. A su vez, observan como una traición histórica de todos los estados que los apoyaron en su histórica lucha contra el ISIS. La gente común en Rojava se ha levantado en armas y ha hecho un voto para defenderse de los ataques turcos, del mismo modo que se han movilizado contra ISIS y otros ataques contra civiles.

Un asalto a un proyecto liberacionista y democrático

Desde que comenzó la guerra en Siria en 2011, Afrin ha estado entre las áreas más seguras del devastado país. Negándose a seguir las reglas del régimen de Assad, el Ejército Libre Sirio y los grupos de oposición sirios controlados por las fuerzas regionales, la mayoría del área kurda en el noroeste del país ha estado estableciendo sus estructuras autónomas de autogobierno democrático de base desde 2012, y actualmente acoge a cientos de miles de desplazados internos de Siria. Si bien su lucha militar contra el ISIS ha recibido apoyo táctico de fuerzas externas, especialmente de los Estados Unidos, ninguna garantía política acompañó estas colaboraciones temporales. Por lo tanto, la traición histórica de hoy a los kurdos, después de la derrota de ISIS, se había previsto desde hace mucho tiempo.

Cuando los consejos y comunas autónomas de Afrin decidieron organizarse en la forma de un cantón, como parte de un sistema de autonomía democrática en 2014, ellos, junto con los cantones de Kobane y Jazeera, declararon “un sistema político y una administración civil fundados en un contrato social que concilie el rico mosaico de Siria a través de una fase de transición de la dictadura, la guerra civil y la destrucción, a una nueva sociedad democrática donde se preservan la vida cívica y la justicia social”. Hoy, Afrin es parte de la Federación Democrática del Norte de Siria, que establece un sistema secular de autogobierno federal con un compromiso con la democracia radical, la ecología y la liberación de las mujeres para los kurdos, árabes, turcomanos, siriacos-caldeos, asirios, chechenos y armenios de la región.

En los últimos años, especialmente desde la batalla histórica por la ciudad de Kobane en 2014, la política emancipadora del norte de Siria, que los kurdos llaman Rojava, ha sido un faro de esperanza en una región destruida por la guerra, el caos y el derramamiento de sangre. Las mujeres han tomado la delantera en todas las esferas de la sociedad y establecen una representación equitativa en las estructuras de gobierno a través de cuotas y principios de copresidencia del 50%, junto con un movimiento de liberación popular, masivo y radical de mujeres a través de unidades de autodefensa, comunas y asambleas autónomas , academias y cooperativas económicas.

Esta conciencia política emancipadora fue la fuerza motriz detrás de la resistencia kurda en Kobane, lo que motivó a la administración Obama a cooperar con las fuerzas de las YPG y YPJ, y las fuerzas multiétnicas sirias, formadas posteriormente con sus socios sobre el terreno en la lucha contra ISIS. Las posiciones ideológicas opuestas dejaron en claro que ninguna de las partes podría trabajar con la otra más allá de la cooperación militar contra este enemigo común. Lo que está en juego en Afrin también es el futuro de una propuesta de coexistencia democrática y multicultural para la sociedad y la política de Medio Oriente.

El ataque a Afrin solo aumentará el autoritarismo de Erdogan

Como saben los observadores de la guerra de Erdogan contra los kurdos, el ataque actual contra Afrin debe situarse en el contexto de la hostilidad racista de larga data de Turquía hacia cualquier perspectiva de autodeterminación kurda, incluidos los derechos democráticos dentro de los estados existentes. Al calificar cualquier intento de autodeterminación de “separatismo” y “terrorismo”, Turquía intenta legitimar sus crímenes de guerra a los ojos de la comunidad internacional.

Desde que el proceso de paz entre el Estado turco y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) cesó en el verano de 2015, y especialmente después de un intento de golpe de Estado en julio de 2016, Turquía ha cometido varias masacres contra civiles kurdos, mientras decenas de miles de personas fueron arrestadas, e incluso atacadas, saqueadas, heridas o desplazadas.

Los co-presidentes del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), diputados legalmente elegidos, miembros del partido y alcaldes están actualmente en prisión desde 2016, algunos de ellos aún sin cargos. Cientos de periodistas están en cárceles turcas, lo que, según Reporteros Sin Fronteras, convierte al país en la prisión más grande del mundo para el personal de los medios. Cerca de 150.000 servidores públicos fueron despedidos, más de 100.000 civiles fueron detenidos y unos 50.000 fueron arrestados desde el fallido intento de golpe de julio de 2016. Más de 8.000 académicos han perdido sus trabajos. Mientras que algunos han sido acusados ​​de actividad golpista, la represión contra los académicos se desarrolló especialmente después de que 1.000 académicos firmaran una petición instando al Estado a detener su guerra contra los kurdos y regresar al proceso de paz. Abogados, defensoras de los derechos de las mujeres, activistas comunitarios y otros disidentes están entre las miles de personas encarceladas bajo cargos de terrorismo.

Mientras que todo el país ha estado bajo un “estado de emergencia” desde el intento de golpe en 2016, las regiones kurdas se han militarizado cada vez más y han recibido tratamientos extrajudiciales bajo la ley marcial, legitimando la limpieza étnica, el asesinato indiscriminado y la destrucción sistemática de asentamientos enteros. Según un informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), entre 355.000 y el medio millón de civiles kurdos fueron desplazados por la fuerza, mientras que el ejército turco había asesinado a cientos de civiles. Estas cifras siguen siendo conservadoras, ya que las autoridades no permitieron a la delegación de la ONU un acceso adecuado a las regiones afectadas. El informe describe a las ciudades sometidas al toque de queda con términos como “apocalíptico”.

La caza de brujas contra quienes se oponen a la guerra se hace eco de las políticas de los últimos años. El gobierno anunció una “operación de medios sociales” para buscar y acusar a los usuarios de las redes sociales por expresar su desacuerdo sobre la guerra. Los programas de televisión discuten y se dirigen a celebridades que no han respaldado la guerra ilegal. Cientos de personas ya han sido arrestadas por hablar en nombre de la paz.

¿Dónde está el movimiento contra la guerra?

Como debe quedar claro por la naturaleza de la operación de Turquía y la complicidad de los poderes involucrados en la guerra, mediante la aprobación tácita o directa o el comercio de armas, los ataques contra Afrin constituyen una alianza militar internacional contra un pueblo democrático, multiétnico y multirreligioso, donde se lucha activamente por la liberación de las mujeres y, de hecho, se institucionaliza en todas las esferas de la sociedad. En una región plagada de nacionalismo, extremismo religioso y violencia sectaria, alimentada por un grupo genocida como ISIS, Afrin ha sido refugio de yezidis, cristianos, alevíes y musulmanes de todos los orígenes étnicos. Para que se establezca este sistema, miles de personas en el norte de Siria se han sacrificado y siguen arriesgando sus vidas.

Al igual que durante el asedio de Kobane en 2014, cientos de miles de personas salieron a las calles de todo el mundo desde el inicio del ataque a Afrin. Entre las personas que han estado ocupando calles, estaciones de tren, aeropuertos, plazas públicas y autopistas en toda Europa para protestar por los ataques turcos contra Afrin en la actualidad, hay miles de refugiados que han huido de la guerra y la destrucción en Siria e Iraq. Hoy se manifiestan contra el hecho de que los mismos gobiernos que se describen a sí mismos como defensores de los derechos humanos son los que respaldan a estados antidemocráticos y abiertamente fascistas en Medio Oriente con apoyo político o militar; un acto que solo fortalece aún más a poderes como ISIS, que fueron la razón por la cual las personas huyeron de sus hogares. Pero entre los cientos de miles de manifestantes también hay antiguos refugiados kurdos, que huyeron de las guerras patrocinadas por el comercio de armas en las últimas décadas. Al igual que Turquía utilizó tanques alemanes para destruir 5.000 pueblos kurdos en la década de 1990, para cometer masacres civiles y desplazar poblaciones enteras, y al igual que el Iraq de Saddam Hussein usó sustancias químicas proporcionadas por los estados europeos para cometer genocidio contra los kurdos, hoy en día son tanques alemanes que se utilizan en una invasión transfronteriza en violación del derecho internacional. La comunidad kurda ve la historia repetirse en la complicidad de los gobiernos occidentales ante la muerte de millones de civiles.

El ataque a Afrin es uno de los casos en que los poderes más influyentes del mundo se unen en un frente común para asaltar a los nativos de una región y su intento de organizar sus propias vidas con dignidad, justicia y libertad. Hacer frente a los crímenes de Turquía, debería ser una preocupación ética fundamental para todos aquellos que se oponen a la guerra y al militarismo.

FUENTE: Dilar Dirik

La geopolítica de los kurdos y el caso de Rojava


¿De qué manera la cooperación militar de los kurdos en Rojava y el norte de Siria con los Estados Unidos, Rusia y otras fuerzas afecta su posición en el contexto más amplio?

Hoy en día, con la derrota del llamado Estado Islámico (ISIS) sobre el terreno en Siria, la geopolítica de los kurdos sirios se debate más que nunca. Para ser precisos, deberíamos hablar de las Fuerzas Democráticas de Siria (SDF) y de la estructura política de la Federación Democrática del Norte de Siria (DFNS), de la cual Rojava (Kurdistán Occidental) es una parte. Lo que es interesante para este artículo es la crítica de algunos (o muchos) izquierdistas contra la cooperación militar con los Estados Unidos. Sin embargo, hablar solo de los Estados Unidos sería demasiado limitante, ya que en este conflicto particular, Rusia, Turquía e Irán también están estrechamente involucrados.

La geopolítica de los kurdos sirios solo puede entenderse en conexión con el Movimiento de Liberación Kurdo, de izquierda democrática (KFM). Comenzando con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en Kurdistán del Norte (Bakur, parte turca) en la década de 1970, el KFM se extendió a Rojava y Kurdistán Oriental (Rojhilat, parte iraní) en la década de 1990. Cuando en 2003 se fundó el Partido de la Unión Democrática (PYD), aceptó el concepto político de Abdullah Öcalan de Confederalismo Democrático como base. Debido a la represión intensiva del régimen del partido Baath, el espacio permaneció pequeño, pero la organización de la población nunca dejó de existir.

En 2011, cuando comenzó el levantamiento contra el régimen sirio, el PYD vio la debilidad del régimen para organizar a las personas democráticamente en Rojava y las grandes ciudades de Siria. En los primeros meses, el objetivo era desarrollar la capacidad de autodefensa ya que era difícil prever nuevos desarrollos contra el régimen del Baath, así como contra la oposición reaccionaria armada. En los meses siguientes, el movimiento revolucionario se había organizado como el TEV-DEM, que además del PYD incluía a docenas de organizaciones sociales y personas de los crecientes consejos populares de toda Rojava. El ENKS, vinculado a Barzani, el bloque conservador del partido kurdo en Rojava, permaneció débil mientras que el TEV-DEM se convirtió en el principal jugador en Rojava. En la primavera de 2012, cuando estaba claro que la guerra se estaba intensificando, comenzó la preparación para la liberación de Rojava. El movimiento necesitaba estar listo para el momento correcto.

El TEV-DEM se enfrentó a dos decisiones básicas: o bien Rojava era defendida por sus propias fuerzas o se tenía que abandonar. El segundo resultado significaría que otras fuerzas, como el ENKS o la reaccionaria oposición siria, controlarían Rojava.

Rojava fue más difícil de defender que otras partes de Kurdistán. En el nivel del terreno, el área es principalmente plana y extendida. Además, muchos poderes internacionales y regionales habían armado muchas fuerzas beligerantes en Siria. Los grupos democráticos desarmados en Siria y el TEV-DEM, por otro lado, no tenían apoyo del exterior. El TEV-DEM había declarado que era un deber defender Rojava, de lo contrario sería un gran revés para el KFM en todas partes de Kurdistán. El objetivo era defender la revolución y aprender de las lecciones de anteriores revoluciones en el mundo.

Con el comienzo de la exitosa liberación de las ciudades de Rojava en julio de 2012, los ataques contra el área se hicieron más fuertes. Primero, fueron algunos grupos del Ejército Libre Sirio (FSA) y el Frente Al-Nusra, los que pudieron ser derrotados por las YPG (Unidades de Defensa del Pueblo) y las YPJ (Unidades de Defensa Femenina). Luego vino ISIS y al principio, desde el verano de 2013 hasta mayo de 2014, también fue derrotado. Pero con la ocupación de Mosul de ISIS, su crecimiento fue tan fuerte como para desafiar incluso a los ejércitos estatales. El régimen del Baath también a veces atacó a Rojava, motivado por el régimen iraní.

Actualmente, la mayor amenaza para esta región es el ejército turco, que ha estado lanzando ataques desde octubre de 2015 casi a diario en las fronteras y en las líneas del frente. De hecho, todas las potencias regionales e internacionales no tenían ningún interés en ver una fuerza independiente y democrática en Siria, esto incluye a los estados occidentales, que simplemente ignoraron al TEV-DEM; Rusia que se reunió con el TEV-DEM, pero sin una meta en común. Incluso Turquía, Siria e Irán se reunieron con políticos del TEV-DEM (más tarde la autogestión democrática –DSA- fundada en enero de 2014 como una ampliación democrática), pero con el único objetivo de incorporarlo a su propio bloque.

En el verano de 2014 ISIS estaba en la cima de su poder. El mundo se sorprendió y lo consideró una nueva gran amenaza. Este fue el caso en Medio Oriente y en el resto del mundo. Este fue también el momento en que las fuerzas del KFM resistieron contra ISIS en Şengal, el principal asentamiento de los yezidíes kurdos en Başur. A principios de agosto de 2014, tanto el PKK como las YPG/YPJ rescataron hasta 80.000 yezidíes e impidieron un genocidio mayor: no fue la “comunidad internacional” la que salvó a estas personas, sino los que hasta entonces eran considerados “terroristas” o ignorados. A partir de ese momento, la percepción de los kurdos en general, particularmente de Rojava y el PKK, comenzó a cambiar. Se formó una coalición global liderada por los Estados Unidos contra el Estado Islámico, al principio centrada solo en Iraq.

Luego, el gran ataque de ISIS contra Kobanî ocurrió en septiembre de 2014. Los kurdos resistieron con todo lo que tenían. Decenas de miles de personas en Bakur se reunieron continuamente en la frontera con Kobanî para mostrar solidaridad y protestar por el apoyo del estado turco a ISIS. Alrededor de mil personas cruzaron la frontera para luchar contra el ISIS. Debido a la amenaza global de ISIS y la resistencia exitosa en Şengal, los medios internacionales también estuvieron presentes en la frontera. Nunca antes los kurdos recibieron tanta atención. Fueron reconocidos no solo como sufrimiento, sino como resistencia. Kobanî ahora era bien conocida y bien vista en todo el mundo.

La resistencia fue fuerte, pero no fue suficiente frente a ISIS. Debido al embargo turco, las YPG/YPJ de Cizîre, la región más grande de Rojava, no pudieron unirse a la resistencia. Si ese no habría sido el caso, habría habido un equilibrio de fuerzas y el apoyo internacional no habría sido necesario.

Durante los primeros días de octubre de 2014, los Estados Unidos declararon públicamente que no podían ver ninguna esperanza, incluso si ya estaba bombardeando ISIS en partes de Siria. Unos días más tarde, Estados Unidos comenzó a bombardear sistemáticamente a ISIS en la ciudad de Kobanî y sus alrededores. La resistencia en Kobanî, un gran levantamiento en Bakur (Turquía) y la solidaridad pública mundial de apoyo de Kobanî fueron los principales factores que llevaron a eso. Esta intervención en Kobanî comenzó bajo condiciones políticas específicas y no estaba claro cuánto duraría. Solo después de eso, tuvieron lugar negociaciones serias.

Motivaciones para los kurdos, estadounidenses y sirios

En el corto plazo, la principal motivación para los Estados Unidos fue ver que la derrota de ISIS en Kobanî sería muy beneficiosa para su propia estrategia en Siria e Irak. De hecho, Kobanî se convirtió en un Stalingrado. Para la revolución de Rojava, la defensa de Kobanî fue crucial, de lo contrario podría ser marginada en Siria. Así es como dos fuerzas opuestas ideológicamente terminaron teniendo los mismos intereses a corto plazo.

El bombardeo de ISIS le dio a los Estados Unidos un socio fuerte en Siria. Esto se produce después de que Estados Unidos, junto con Turquía y algunos de los estados del Golfo, hayan estado apoyando a los grupos armados de oposición. Sin embargo, estos grupos no pudieron derrocar al régimen sirio y se debilitaron, o se volvieron cada vez más extremistas en su ideología islámica. Además, estos grupos estaban menos comprometidos con sus patrocinadores occidentales y más con Turquía y sus socios del Golfo, que Estados Unidos vio de forma sospechosa. Esta es la razón por la cual una cooperación con las YPG/YPJ prometió darle a los Estados Unidos más influencia en Siria y tener un papel activo en el diseño de una nueva Siria.

En el comienzo de la cooperación militar, los Estados Unidos planearon subordinar militarmente a Rojava al gobierno de Başur. Las notas de las conversaciones del 14 de marzo de 2015 entre varios parlamentarios del HDP (Partido Democrático del Pueblo) y el líder del PKK encarcelado Abdullah Öcalan afirman que Estados Unidos ejerció presión sobre las YPG/YPJ para aceptar ser parte de la estructura de comando PDK-Peshmerga, y que Öcalan tomó posición contra eso. Esto no sucedió, pero la cooperación continuó.

Ciertamente, hay otras motivaciones a largo plazo para que Estados Unidos inicie la cooperación militar con las YPG/YPJ/SDF. Uno es volver a la escena política del Medio Oriente y aparecer como una fuerza positiva después de la ocupación de Irak y Afganistán que convirtió a los Estados Unidos en una fuerza no deseada en casi todos los países de mayoría musulmana.

Este compromiso militar también sirvió para limitar la influencia de Irán en Irak, que aumentó especialmente hasta 2014. Esto se hizo aún más importante después de que Donald Trump fuera elegido.

Otra razón es presionar al gobierno turco, que se ha estado alejando de sus aliados occidentales en los últimos años. Turquía ha estado tratando de beneficiarse de los conflictos entre diferentes poderes, particularmente los Estados Unidos y Rusia, para aumentar su influencia en el Medio Oriente. El apoyo a Al Nusra e ISIS fue parte de esta estrategia al tiempo que eludía el embargo a Irán. Durante varios años, la OTAN ha considerado estas acciones sospechosas. La principal preocupación de Turquía en sus políticas internacionales son los kurdos.

Además, Estados Unidos apoyó activamente a los grandes partidos PDK y PUK en Başur desde 1991, lo que condujo a un estado de autonomía. Existían expectativas, entre otras, de que las dos partes dominarían las otras tres partes del Kurdistán y rechazarían al KFM. Pero fallaron. En cambio, su corrupción empujó a Başur a una gran crisis económica y política. Además, el PDK ha sido influenciado por las políticas de Turquía, especialmente por la venta de petróleo a través de oleoductos turcos.

La visión de Öcalan, por otro lado, es una inspiración para un nuevo enfoque inclusivo y democrático. El confederalismo democrático es el concepto democrático más poderoso en Medio Oriente. Millones de personas en Bakur y Rojava tuvieron la posibilidad de experimentarlo. Se forman coaliciones exitosas para la democracia con turcos, árabes, asirios y otros pueblos.

Ni los estados occidentales ni el bloque ruso-chino pueden proponer nada ante la crisis multidimensional de Medio Oriente: están fuera de las ideas. La discusión casi trata sobre “derrotar a los terroristas, la estabilidad y construir muros contra los refugiados”.

Estados Unidos quiere instrumentalizar al KFM para sus propios intereses, ya sea domesticando a todo el movimiento o desconectando Rojava del resto del KFM. Esto podría hacerse ofreciendo más apoyo militar y apoyo político internacional a cambio de promesas de un fuerte estatus político dentro de Siria si el DFNS se distanciara de Öcalan, y rechazara al KFM en Bakur (y al PKK), mientras daría más espacio para el PDK de Barzani y el PUK. Sin embargo, desde el comienzo de la cooperación militar en octubre de 2014, no ha habido muchos cambios en el equilibrio de poder y la dependencia entre los dos.

Sería mucho más difícil para el SDF defender su territorio sin la cooperación militar estadounidense. El DFNS sería más vulnerable a los ataques de Turquía y del régimen sirio, ahora que ISIS ya no es una amenaza existencial. Ahora las SDF tienen mucho más combatientes, capacidades técnicas, motivaciones y, por lo tanto, una mayor capacidad de defensa, incluso si hubieran estado defendiendo su territorio antes del apoyo de los Estados Unidos.

La cooperación de Rusia

El DFNS también tiene relaciones importantes con Rusia desde 2012. Rusia tiene múltiples intereses en esta relación, incluido que las SDF no profundicen su cooperación militar con los Estados Unidos.

Para Rusia, esta cooperación limitada con las SDF se puede usar contra Turquía, y lo mismo se aplica a los Estados Unidos. Mientras que Turquía quería derrocar al régimen del Baath en los primeros años del levantamiento sirio, desde 2016 se centra casi exclusivamente en limitar el creciente poder del nuevo proyecto democrático en Rojava/Norte de Siria. Este enfoque del gobierno turco le da a Rusia la oportunidad de jugar con los temores turcos.

Tener fuertes relaciones político-económicas-militares con Turquía, Rusia permitió al ejército turco invadir la región del triángulo entre Jarablus, Al-Bab y Azaz en el norte de Siria, a cambio Turquía cortó el apoyo a los grupos armados en Aleppo. Esta invasión desconectó a Kobanî y Afrîn. Y con el ejército turco en Siria, Rusia puede ejercer presión sobre el SDF. Este es el caso especialmente en Afrîn, el sitio del asalto turco y donde Rusia tiene puntos de observación que usa tanto contra Turquía como contra las SDF.

Rusia también ha estado tratando de buscar un acuerdo entre el creciente DFNS y el régimen del Baath. El DFNS ha declarado en repetidas ocasiones que busca un acuerdo estratégico con el régimen sirio que haría a Siria democrática y federal. Se ha hecho público que las dos partes se han reunido varias veces. En estas reuniones, el régimen sirio solo estaba listo para aceptar los derechos culturales de los kurdos y el fortalecimiento de las municipalidades, mientras que el DFNS insistió en que se aceptaría la realidad de una democracia amplia en el norte de Siria y una democratización básica de Siria. Sin embargo, a fines de octubre de 2017, el Ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Walid Muallim, dijo que las negociaciones sobre la autonomía para las regiones kurdas pueden debatirse, un hecho sorprendente. Pero esta es una propuesta peligrosa e inaceptable porque dividiría las regiones kurda y árabe. Aquí el DFNS se encuentra en una situación más ventajosa y continúa insistiendo para que el régimen del Baath lo acepte como una región federal.

El DFNS considera que sus relaciones con Rusia son beneficiosas en varios términos. Un objetivo es limitar los ataques del Estado turco contra los territorios liberados por las SDF. Otro objetivo es usar la influencia de Rusia para presionar al régimen sirio a negociar una solución democrática e incluir al DFNS en las negociaciones internacionales para poner fin al conflicto armado en Siria. El tercer objetivo no es profundizar las relaciones con los Estados Unidos y beneficiarse de los intereses en conflicto de los dos poderes internacionales y regionales. Sin embargo, ambos estados tienen en sus políticas internacionales el interés de mantenerse en contacto o desarrollar vínculos con los kurdos, que ahora incluye también al KFM, incluso si es táctico.

Características de la cooperación

La cooperación militar a menudo se ha caracterizado por tensiones. Una gran discusión polémica fue sobre Minbiç (Manbij), que las SDF quería liberar mientras los Estados Unidos se centraban en Raqqa. Las SDF iniciaron su operación en Minbiç de todos modos, sin el apoyo estadounidense, y ya estaba en las afueras de la ciudad cuando Estados Unidos dio su apoyo a la operación y finalmente logró su objetivo el 12 de agosto de 2016. Este caso muestra que la cooperación entre las SDF y los Estados Unidos no son unilaterales.

Cuando a finales de agosto de 2016, el ejército turco se trasladó a ocupar Jarablus, las SDF intentaron llegar a la ciudad y devolver el golpe al ejército turco, empujando a ISIS desde el sur. Aunque el ejército turco sufrió pérdidas, pudo tomar el control de la ciudad de Jarablus, mientras que ISIS se retiró en un día sin luchar. Varios días después, los estadounidenses llegaron a un acuerdo de alto el fuego de facto entre las SDF y el ejército turco y entró en vigor. Pero con el apoyo estadounidense a la invasión turca, la coordinación entre las SDF y los Estados Unidos cayó en crisis durante varias semanas.

No obstante, las SDF pudieron resistir con bastante éxito contra las tropas turcas que se movían alrededor de Al-Bab. La pelea solo terminó cuando Rusia y Estados Unidos enviaron soldados al frente en torno a Minbiç.

El número de soldados estadounidenses en el norte de Siria no debe exagerarse ya que no están luchando en el terreno, excepto en la ciudad de Raqqa. Sin embargo, están involucrados en el entrenamiento y la coordinación del equipamiento militar que llega.

Un mes antes de la liberación de Raqqa, las SDF iniciaron la operación “Tormenta de Cizîre” para liberar toda la región al este del río Éufrates, en la provincia de Deir Ez-Zor. Los comandantes de las SDF declararon que iban a llevar a cabo la operación incluso si los estadounidenses se oponían a ella porque era urgente: el ejército sirio avanzaba rápidamente hacia la ciudad de Deir Ez-Zor. La operación fue exitosa.

Aunque existe una cooperación militar entre las SDF y la Coalición Global Anti-ISIS dirigida por Estados Unidos, no es posible hablar de una cooperación política. Estados Unidos hace una clara distinción entre la dimensión política y militar, y no ha insistido en que el DFNS sea parte de las negociaciones de Ginebra. Aunque el gobierno de Estados Unidos rechazó las acusaciones públicas de Turquía de que las YPG son terroristas que usan armas estadounidenses -que eventualmente caerán en manos del PKK-, nunca ha dicho nada positivo en público sobre el proceso político en Rojava/Norte de Siria. Hasta ahora, ninguna figura destacada del DFNS o de las SDF pudo visitar los Estados Unidos.

Aunque la relación militar con Rusia está mucho menos desarrollada que con los Estados Unidos, políticamente Moscú dio declaraciones más directas y positivas sobre los kurdos sirios y el DFNS. Por ejemplo, a principios de 2017, Rusia preparó un borrador para una nueva Constitución que incluía que los kurdos deberían participar en las negociaciones internacionales. Recientemente, Rusia anunció un “Congreso Popular de Siria”, al que se invitaría al PYD y a los kurdos.

Antecedentes de la guerra

El KFM dice que lo que está sucediendo en el Medio Oriente es la Tercera Guerra Mundial, con Siria en el centro, y hay tres fuerzas principales: la primera es el imperialismo internacional, representado principalmente por los Estados Unidos y Rusia; el segundo es que el status quo regional está en el poder con Turquía, Irán y Arabia Saudita como los principales actores con características imperialistas; y el tercero son las fuerzas revolucionarias y democráticas lideradas por la Revolución de Rojava y el PKK. Estas tres fuerzas están peleando entre sí y el resultado es complicado, con el cambio continuo de coaliciones y conflictos armados. Cada fuerza desarrolla relaciones con aquellos que parecen estar opuestos al enemigo, con el fin de lograr sus intereses estratégicos.

Esto está relacionado con la crisis profunda y estructural del capitalismo, experimentado violentamente en el Medio Oriente. No es suficiente tener un enfoque ideológico y político como lo hacen muchas organizaciones izquierdistas y socialistas, sino que es crucial un enfoque organizacional y militar. Sin ser dogmáticos, es necesario luchar contra las amenazas, pero también para poder reestructurar la organización según las condiciones y comprender las dinámicas y contradicciones de otros jugadores para poder beneficiarse de ellos. El objetivo debe ser defender los logros y construir una sociedad fuerte y autoorganizada, siempre que sea posible fortalecer el propio poder. La creación de zonas de libertad no solo es posible con fuerzas amigas. Una posición dogmática conducirá a la derrota, por lo que cada paso debe calcularse bien, particularmente para los kurdos que han sido colonizados por cuatro estados-naciones. Debido a que el KFM actúa sobre este enfoque desde su fundación, podría alcanzar el nivel actual de fortaleza. Hay mucho en juego: las fuerzas del imperialismo y el capitalismo ganan, o se crea un nuevo espacio de libertad para la humanidad en la región, y es por eso que los poderes internacionales y regionales luchan tan violentamente para preservar el status quo.

La gente en Rojava

Independientemente de todos los desarrollos y discusiones, es importante ver cómo la cooperación militar con los Estados Unidos afecta a la sociedad de Rojava. Hay dos preguntas principales. Primero, cómo los activistas políticos y la población consideran esta cooperación militar. Y si las estructuras económico-político-culturales han experimentado algún cambio a través de esta cooperación.

Entre febrero y marzo de 2017, sostuve alrededor de 50 entrevistas con activistas políticos y personas de diferentes órganos administrativos sobre su trabajo político y la situación político-social. Salvo una persona, nadie consideró la cooperación militar sin preocupaciones. Los entrevistados dijeron en su mayoría que esta cooperación surgió debido a las difíciles condiciones, particularmente en Kobanî, y a numerosos enemigos, pero no incluye una dimensión política. Para ellos, los Estados Unidos cooperan para sus propios intereses y la cooperación es táctica. Había una clara conciencia de que la revolución no debería depender de esta cooperación militar, que podría terminar en cualquier momento, sino que debería intentar beneficiarse de ella. Lo mismo vale para Rusia. Estas fueron respuestas importantes basadas en una percepción crítica y clarividente. Los activistas continúan desarrollando y profundizando su trabajo político e insistiendo en una sociedad fuertemente autoorganizada. Observé que en Rojava una sociedad autoorganizada y autosuficiente incluye más y más fuerzas comunes, consejos populares y otras estructuras políticas, una economía comunal que produce sus propias necesidades tanto como sea posible, un sistema de educación y salud independiente y de defensa propia en todos los barrios, comunas y pueblos. Este enfoque está conectado a una experiencia de 40 años del KFM, que nunca dependió de ningún otro poder político. En las discusiones políticas generales, la cooperación militar con los Estados Unidos rara vez era un tema.

Al igual que otras estructuras políticas y sociales, la prensa de Rojava no pone la cooperación militar en el centro de las noticias. Más bien se enfoca en el proyecto político de federalismo/autonomía democrática, defensa, liberación, construcción de nuevas estructuras en la sociedad y manifestaciones públicas.

Conocí a algunas personas que expresaron una gran expectativa sobre los Estados Unidos. El silencio de los Estados Unidos/OTAN cuando el ejército iraquí atacó Kirkuk después del referéndum en Başur el 25 de septiembre de 2017 ha confirmado que un enfoque crítico es crucial.

Los esfuerzos para construir comunas en todas partes nunca cesaron después del comienzo de la cooperación militar con los Estados Unidos; más bien el número de comunas se duplicó. También la creación de cooperativas continuó; hoy hay unas cientos de cooperativas. La economía democrático-comunal continúa desarrollándose. La mentalidad anticapitalista fue más fuerte en 2017 que en 2014, cuando viajé por primera vez a Rojava.

En las conversaciones con los miembros de las YPG y YPJ no hubo mucho valor agregado en las relaciones con los Estados Unidos: ciertamente proporcionó más equipamiento militar, pero el ser humano es siempre el arma más poderosa en una guerra.

Un miembro de las YPG, que está en contacto directo con los comandantes de todas las áreas, me dijo que el ejército de los Estados Unidos nunca intentó imponer nada directamente ni intentó intervenir en el modelo o la vida político-social-económica, porque son conscientes de que las SDF y la DFNS nunca aceptarían ningún tipo de intervención en sus políticas internas. También enfatizó que están preparados para el final de la cooperación militar con el Ejército de los Estados Unidos, que puede ocurrir en cualquier momento. Según él, la cooperación tiene algunas ventajas serias, pero también tiene riesgos. En particular, acostumbrarse al apoyo de los Estados Unidos a lo largo del tiempo es un riesgo que debe discutirse permanentemente, por lo que las YPG deben tomar medidas.

Acerca de si la coordinación de las FDS teme que la cooperación pueda cambiar el interés y la visión política de los combatientes, dijo: “Creemos que tenemos un fuerte proyecto político con el Confederalismo Democrático, que es una herramienta inspiradora para nosotros. ¿Qué tipo de ideas ofrecen Estados Unidos u otros estados? Tenemos una democracia más fuerte, que es directa e inclusiva y una liberación de género en rápido desarrollo. Lo más importante es que tenemos una visión para una nueva vida para la gente de la región. Lo que tienen los estados capitalistas es dinero, armas y democracia en crisis estructural, no más que eso”.

Hablé con docenas de voluntarios internacionales que todavía vienen a unirse a la revolución de Rojava, principalmente de Europa o América del Norte. La mayoría tenía una posición positiva sobre el desarrollo en el norte de Siria y quería quedarse más tiempo y aprender cómo las personas se organizan, debaten y comparten lo que tienen.

Los muchos internacionalistas no consideran que la cooperación militar entre las SDF y Estados Unidos sea un obstáculo para su participación en el norte de Siria. Hay al menos varios cientos de internacionalistas, sin contar los árabes, los turcos y otras personas del Medio Oriente. Este hecho se debe considerar cuando las personas solo ven la cooperación con los Estados Unidos y descuidan todos los demás desarrollos revolucionarios y sociales profundos en el norte de Siria.

Pero si Estados Unidos termina la cooperación militar sin ningún acuerdo de paz con Siria, el territorio controlado por las SDF sería más vulnerable a los grandes ataques militares del ejército turco y el régimen sirio. Esto significaría una nueva intensificación de todo el conflicto sirio con un resultado poco claro. Además, la cooperación continua podría desarrollarse con el tiempo en una dependencia del DFNS/SDF en los Estados Unidos, debido al deterioro de las condiciones en el norte de Siria.

Los riesgos de la cooperación militar con los Estados Unidos se debaten abiertamente. Y la población comprende los aspectos positivos y negativos, que crean una especie de inmunidad contra la dependencia.

Otro mecanismo contra la dependencia es beneficiarse de las contradicciones entre todos los poderes involucrados en la guerra siria. Por ejemplo, manteniendo las relaciones con Rusia, que está interesada en tener relaciones con los kurdos en Siria e Irak por sus propios intereses a largo plazo.

Para el KFM fue posible sobrevivir dentro de la guerra siria gracias a la “diplomacia revolucionaria”, mientras se desarrollaba un nuevo modelo político, primero en Rojava y luego en otras partes del norte de Siria. La diplomacia revolucionaria incluye una evaluación permanente para ver los riesgos venideros, así como las iniciativas para ser activos en estas cooperaciones políticas y militares.

Otro mecanismo importante -por supuesto también un principio- es desarrollar la solidaridad internacional con la revolución de Rojava y en general con el KFM, por ejemplo con los internacionalistas que transferirían la revolución a sus países, o el continuo trabajo político a nivel internacional. La resistencia en Kobanî ha creado un movimiento de solidaridad en todo el mundo, pero no es lo suficientemente fuerte. La solidaridad internacional no debe subestimarse, ya que las fuerzas antirrevolucionarias cabildean contra la revolución en todas sus etapas. Solo una fuerte solidaridad internacional -también en el Medio Oriente- con esta revolución hará que los revolucionarios dependan menos de las cooperaciones militares con los Estados Unidos.

Si la revolución de Rojava fracasara, esto probablemente sería un revés para las fuerzas democráticas y revolucionarias en Kurdistán, Siria y también en Medio Oriente y el mundo. Su supervivencia y desarrollo, sin embargo, tiene el gran potencial de cambiar la mentalidad de millones de personas en Medio Oriente.

Estamos intentando construir una Siria democrática, entonces ¿por qué nos ataca Turquía?


Hace tres meses estaba sentado aquí en mi oficina con mis colegas, celebrando la liberación de Raqqa del Estado Islámico. Los combatientes del Estado Islámico fueron derrotados por nuestras propias Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), con la ayuda de nuestros aliados estadounidenses. Ese día tuvimos grandes esperanzas: eliminar la amenaza a la seguridad significaba que finalmente podríamos comenzar a invertir en educación y servicios sociales. Como mujer, estaba especialmente interesada en empoderar a las de mi género, algo que vi como una parte crucial en nuestros planes para transformar nuestra sociedad en una verdadera democracia tras nuestras vidas bajo el Estado totalitario del presidente sirio Bashar al-Assad. Mis funciones evolucionaron para incluir la supervisión del trabajo de 15 departamentos gubernamentales que brindan seguridad y servicios a personas independientemente de su origen étnico, religión o política. Entre nuestros logros se encuentra una nueva universidad que ofrece instrucción en ingeniería y ciencias sociales y brinda acceso total tanto a mujeres como a hombres.

Hoy estoy sentada en la misma oficina, escuchando y viendo como Turquía bombardea nuestras casas con cazas y artillería. Estamos recibiendo llamadas de funcionarios locales que advierten que Turquía cada vez se adentra más en nuestro territorio, quizás incluso con la esperanza de tomar la ciudad de Afrin. Turquía nos acusa de ser una rama del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Todos los líderes de la región y funcionarios de los Estados Unidos han negado estas acusaciones. No obstante, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan sigue decidido a emprender su guerra contra Afrin. Su invasión en nuestro territorio también le sirve para distraer a su propio pueblo de su poder autoritario en el hogar.

Nuestra región es religiosa y étnicamente diversa. Nuestra población incluye kurdos, árabes, armenios, yazidíes y alauitas. Muchos de nosotros somos descendientes de los sobrevivientes de genocidios cometidos por los estados turcos contra los pueblos no turcos durante y después de la Primera Guerra Mundial. Todas estas comunidades se han negado a abandonar Afrin a pesar de la amenaza del gobierno islámico de Turquía y los grupos yihadistas asociados con él, que públicamente nos amenazan con la limpieza étnica. Todas estas comunidades están trabajando juntas para construir una alternativa democrática en Siria.

Erdogan quiere destruir esta libertad; sus fuerzas ya han matado a 18 civiles inocentes. Aunque supuestamente es un aliado de Estados Unidos, Erdogan no se avergüenza de utilizar a los grupos yihadistas para eliminar Afrin como una alternativa democrática. Erdogan no solo permitió que al-Qaeda creciera a lo largo de la frontera de Turquía con Idlib, sino que también se coordinó con al-Qaeda para facilitar la entrada de las tropas turcas en nuestra región. Erdogan no lucha contra Al Qaeda, él trabaja con ellos.

Desde 2011, cuando el régimen de Assad comenzó a colapsar, las instituciones políticas democráticas de nuestra región han trabajado incansablemente para movilizar a las personas en una lucha por la democracia y la seguridad contra la barbarie del Estado Islámico y el caos de la guerra civil siria. Hemos organizado nuestra autodefensa y hemos hecho cumplir los derechos humanos. Lo que es más importante, nuestras fuerzas de seguridad no llevan a cabo ejecuciones sumarias -con un solo hombre como juez, jurado y verdugo- como sucede con frecuencia en las otras zonas sin ley de Siria. Nuestras fuerzas cumplen con las leyes escritas en nuestra asamblea legislativa.

Irónicamente, el hecho de que el Estado Islámico nunca tomara el control de nuestra región ha limitado la presencia estadounidense aquí, y ahora estamos pagando el precio. A diferencia de otras regiones del norte de Siria, no contamos con bases militares de Estados Unidos ni con observadores militares. Esto ha alentado a Erdogan a librar la guerra contra nosotros con el pretexto de “luchar contra el terrorismo”. Acusa a todos los kurdos de ser terroristas en virtud de su nacimiento. Pero hoy no son solo los kurdos los que están siendo atacados por Erdogan. Las prisiones turcas están llenas de activistas políticos pacíficos de una amplia variedad de orígenes, y sin embargo, todos están acusados ​​de terrorismo.

No debemos ser destruidos porque nuestra lucha por la democracia y la libertad limita las ambiciones de Erdogan. No debemos ser destruidos porque mantuvimos al Estado Islámico y al-Qaeda fuera de nuestra región. Consideramos a Turquía como un vecino y buscamos una mejor relación con su gente. Diferenciamos entre el gobierno de Turquía y su gente, entre Erdogan como un dictador islamista y sus súbditos oprimidos. Creemos que esta es una distinción que nuestros amigos en los Estados Unidos y Europa también deberían hacer.

No es una sorpresa que la diplomacia de Estados Unidos parezca tener poco efecto en Turquía. Erdogan no apoyó una alternativa democrática al régimen de Assad y se negó a ayudar a los Estados Unidos a derrotar a al-Qaeda en Siria. Nuestras fuerzas de defensa han reclutado a muchos sirios con una mentalidad democrática de las áreas donde al-Qaeda se encuentra ahora concentrada, y estamos preparados para trabajar junto con los Estados Unidos para poner fin a esta amenaza a la seguridad global. Para hacer esto, Estados Unidos necesita declarar una zona de exclusión aérea similar a los acuerdos con Rusia para prevenir que la fuerza aérea siria bombardee los objetivos de las SDF, y establecer una cooperación más estrecha con nuestras fuerzas de seguridad en la región. Pero Washington debe actuar pronto. El tiempo se acaba.

FUENTE: Hayvi Mustafa (copresidenta del Consejo Ejecutivo de Afrin, una región en el norte de Siria de 1,5 millones de personas que actualmente incluye a unos 500,000 desplazados internos) 

La batalla de Afrin y el dilema kurdo


El 20 de enero, la Fuerza Aérea Turca iniciaba una ofensiva contra el enclave kurdo de Afrin, al norte de Siria, que ha provocado la muerte de al menos 18 civiles. Turquía ve la Federación Democrática del Norte de Siria (antigua “Rojava”) como un riesgo a su seguridad e integridad territorial.

Más de setenta cazas de la Fuerza Aérea turca bombardearon el 20 de enero el enclave kurdo de Afrin, en la gobernación de Alepo. Según la agencia de noticias Anadolu, la aviación turca bombardeó un total de 100 objetivos de las milicias kurdas, incluyendo una base aérea. En paralelo, el Ejército de Turquía y el Ejército Libre Sirio —apoyado por Ankara y que en la práctica funciona como fuerza proxy— penetraban cinco kilómetros en territorio kurdo.

El domingo, el Ejército de Turquía, siempre de acuerdo con las informaciones de Anadolu, tomaba el control de 11 posiciones kurdas —los municipios de Shankal, Qorne, Bali, Adah Manli y las zonas rurales de Kita, Kordo y Bibno— y bombardeaba dos posiciones desde las cuales las milicias kurdas habían realizado ataques con cohetes. El lunes la operación se extendía al distrito de Azaz, en el este de Afrin. Según el primer ministro turco, Binali Yildirim, la meta es crear una “zona segura” de 30 kilómetros de profundidad. La cifra de civiles muertos en esta ofensiva, según las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), es de 18.

El objetivo detrás de la bautizada como Operación Rama de Olivo no necesita de muchas explicaciones, en parte porque sus responsables políticos y militares son claros al respecto. “Comenzando por el oeste, paso a paso, aniquilaremos el corredor hasta la frontera con Iraq”, declaró el presidente turco Recep Tayyip Erdoğan. La existencia de la Federación Democrática del Norte de Siria (DFNS) —el nombre de “Rojava” fue abandonado a finales de 2016—, bajo control de las FDS, formadas mayoritariamente por kurdos sirios, es vista por el Gobierno turco como un riesgo a su seguridad e integridad territorial.

La existencia de esta entidad, que cuenta con estructuras políticas, militares y administrativas sólidas, así como con una Constitución propia, incomoda a todos los países que cuentan con un importante número de población kurda —Turquía, Siria, Irán e Iraq—, pero también a las autoridades que gobiernan la región autónoma del Kurdistán iraquí, que rivalizan con frecuencia con el Partido de la Unión Democrática (PYD) y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), ambos de orientación socialista.

Según comunicó el Ejército de Turquía, la operación militar incluye acciones contra el Estado Islámico —aunque la agencia Associated Press apuntó rápidamente que el Estado Islámico no tiene presencia en esta zona de Siria— y se lleva de acuerdo con el derecho internacional y las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU, y respetando la integridad territorial de Siria. Cuestiones que en todo caso no parecen preocupar demasiado al jefe de Estado. “Ocurra lo que ocurra, no nos importa —afirmó Erdoğan—; nos importa solamente lo que ocurra sobre el terreno”. Ankara considera al PYD y el PKK como “organizaciones terroristas” y los acusa de organizar ataques contra la provincia oriental de Hatay desde el territorio sirio bajo su control.

La Operación Rama de Olivo puede también obedecer a cuestiones de política doméstica y tener como fin reforzar internamente al Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdoğan, quien ha cosechado varios fracasos y humillaciones a lo largo de su intervención en la guerra siria: desde las revelaciones de la prensa del tráfico de petróleo procedente de zonas controladas por los yihadistas hasta las sanciones económicas impuestas por Moscú luego que un F-16 de la Fuerza Aérea Turca derribase un Sukhoi Su-24 en noviembre de 2015 que había violado su espacio aéreo, pasando por las sospechas de que el Ejército relajó su vigilancia en la frontera para permitir la entrada de yihadistas en Siria con el fin de desestabilizar el país.

Por su parte, las FDS pidieron a través de un comunicado a Turquía el cese inmediato de la operación. “Si se nos ataca no tendremos otra opción que defendernos y defender a nuestro pueblo”, declararon. Las fuerzas kurdas sirias aseguraban no abrigar ninguna “intención hostil” hacia Turquía y recordaban que esta agresión debilita la lucha general contra el Estado Islámico. Según The New York Times, las FDS debatían estos días izar banderas sirias en los edificios gubernamentales para evitar su bombardeo e incluso si debían permitir a las tropas gobernamentales retomar Afrin para poner fin así a la ofensiva turca.

La operación de Turquía fue inicialmente criticada por Washington, que apoya a las FDS mediante un polémico acuerdo militar que los kurdos sirios califican como “táctico”. Damasco presentó objeciones basadas en el derecho internacional: además de su apoyo al Ejército Libre Sirio —al que se suman las simpatías y el apoyo informal a las milicias turcomanas por parte de grupos de ultranacionalistas turcos—, y a diferencia de las tropas de su aliado ruso, el Ejército de Turquía se encuentra en territorio sirio sin la autorización de su gobierno (las tropas turcas entraron en Siria en agosto de 2016 con la Operación Escudo del Éufrates). Por su parte, Moscú expresó su preocupación y retiró a sus tropas de la zona para evitar cualquier conflicto. Francia ha reclamado una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU y la vicesecretaria general de la OTAN, Rose Gottemoeller, llegó el lunes (pasado) a Ankara para una visita de dos días en la que se reunirá con altos funcionarios turcos. En varias capitales europeas se han registrado protestas frente a las embajadas y consulados de Turquía.

El dilema kurdo

En el puzle sirio, la Federación Democrática del Norte de Siria es la pieza clave. Aunque no ha sido reconocida por ningún otro Estado del mundo —el paso conduciría a alienar el apoyo de las potencias regionales arriba mencionadas, y todas ellas forman parte de un delicado equilibrio de alianzas y acuerdos internacionales—, funciona en la práctica como una entidad autónoma, una realidad que es imposible de obviar.

Durante las negociaciones de paz en Astaná —ignoradas en general por la prensa occidental—, un grupo de juristas rusos entregó a la delegación siria una propuesta de nueva Constitución. El texto, que fue difundido días después por las principales agencias de información rusas, parecía redactado para adecuar las demandas de los kurdos sirios, al garantizarles una autonomía cultural —aunque no política— así como la cooficialidad del idioma kurdo en el norte de Siria. Simbólicamente, cambiaba el nombre del país de “República Árabe Siria” y lo dejaba en “República Siria”. Con todo, la propuesta constitucional también declaraba el territorio sirio como “indivisible, inviolable e integral”. La medida fue congelada primero y rechazada por Damasco después.

El Gobierno sirio probablemente considere ahora mismo tener la mano ganadora en esta partida: sus tropas han recuperado el control de la mayor parte del país, aunque no de todo. Siguen en manos de la oposición zonas en el sur, este y noroeste del país, y en esta última región hay una importante presencia de Tahrir al-Sham, una organización yihadista surgida de la fusión de diferentes grupos salafistas, entre ellos la rama regional de Al-Qaeda, que podría ahora ver engrosar sus filas con reclutas a medida que el Estado Islámico pierde prestigio, territorio y fondos. A pesar de sus protestas diplomáticas, el Gobierno sirio seguramente permitirá a Turquía actuar. Tras la derrota del Estado Islámico en Deir ez-Zor el pasado mes de noviembre, su existencia ha quedado asegurada, y para Damasco es más conveniente dialogar con Ankara, de Estado a Estado, antes que con los kurdos sirios.

Rusia se ha desmarcado de esta cuestión. El martes pasado un grupo de oficiales militares turcos encabezado por el jefe del Estado Mayor turco, Hulusi AKar, voló hasta Moscú para informar de sus planes a sus homólogos rusos. Rusia no quiere importunar a su aliado sirio ni tampoco a Turquía, con la que recientemente ha reparado sus relaciones, y ha dado un paso atrás. El mensaje es claro: tras su acuerdo con EE UU, los kurdos sirios son cosa de los americanos, no de ellos. Pero Washington podría retirarles su apoyo en cualquier momento si se tiene en cuenta que Turquía —miembro de la OTAN, aunque haya dado recientes muestras de distanciamiento— actúa con hechos consumados. Yildirim ya se ha atrevido a calificar los comunicados del Departamento de Estado estadounidense expresando su preocupación como una muestra de “confusión”. Además, el secretario de Defensa estadounidense, Jim “Mad Dog” Mattis, fue el lunes claro al respecto. “Turquía es un aliado de la OTAN, es el único aliado de la OTAN con una insurgencia activa dentro de sus fronteras y Turquía tiene preocupaciones de seguridad legítimas”, señaló.

En suma, la situación puede obligar a los kurdos sirios, que se juegan su existencia misma en la batalla de Afrin, a replantearse una reorganización de sus alianzas internacionales. La guerra en Siria, en cualquier caso, está lejos de haber terminado.

Karasu del PKK: La invasión de Afrin será una prueba para la humanidad


Karasu comentó que “Sin oponerse a la invasión de Afrin, es imposible evitar la presidencia de Tayyip Erdogan o el establecimiento de un sistema religioso y hegemónico en Turquía”.

El miembro del Comité Ejecutivo del PKK, Mustafa Karasu, escribió un artículo para el periódico Yeni Özgür Politika sobre la operación de invasión del estado turco contra Afrin, al norte de Siria, que fue traducida por el servicio de inglés de ANF:

Después de meses de propaganda del gobierno de AKP-MHP, comenzó la operación de invasión contra Afrin. Estos ataques constituyen una nueva práctica de la política hostil de AKP-MHP hacia los kurdos. El fascismo de AKP-MHP ve cualquier lugar en la tierra donde los kurdos se organizan a un cierto nivel o viven, como un objetivo para ellos mismos.

Afrin es una ciudad que limita con Turquía y los kurdos tienen una vida libre y democrática organizada en la ciudad. La existencia de tal ciudad en la frontera es una amenaza para la política de genocidio del gobierno fascista del AKP-MHP. Esta es la forma en que Afrin plantea una amenaza. Porque con su carácter democrático Afrin expone el carácter fascista del gobierno AKP-MHP. Esta es la primera razón del ataque de Turquía contra Afrin.

Tayyip Erdogan hizo que ISIS atacara Kobane en 2014. Querían estrangular a Kobane y la Revolución de Rojava con las manos de ISIS. Ayer intentaron estrangular los oasis de libertad y democracia con las manos de ISIS y hoy quieren hacerlo ellos mismos. Los términos “Corredor kurdo” y “Corredor terrorista” son solo versiones de la hostilidad hacia los kurdos.

Cuando ISIS estuvo presente a lo largo de la frontera de Turquía con Siria, el gobierno turco no los consideró como terroristas o como una amenaza. Por el contrario, apoyaron a ISIS. Ellos nunca se sintieron molestos con ISIS. Querían alimentar y criar a ISIS para que puedan ser utilizados para chantajear al mundo. Pero sus planes se frustraron luego de que los Revolucionarios de Rojava y las Fuerzas Democráticas Sirias derrotaran al ISIS.

Pero ahora entendemos que Turquía está comercializando las pandillas que alimentó y apoyó en el oeste del Eufrates y alrededor de Alepo al régimen sirio y Rusia. Turquía entró en Jarablus y al-Bab a cambio de las pandillas de Alepo. Ahora está invadiendo Afrin a cambio de Idlib.

Es depreciatorio y una pena que Rusia y el régimen sirio participen en una negociación tan sucia. En lugar de llevar al gobierno del AKP a dar cuenta de toda la destrucción que ha causado en Siria alimentando a estas pandillas, lo están recompensando. Bashar Assad y Rusia le dan a Tayyip Erdogan el precio final. Lo están llevando al poder una vez más. Mientras un enemigo como Erdogan es recompensado, Afrin, que se resistió contra las pandillas, se presenta al enemigo.

El régimen de Assad y Rusia deberían saber que, si los kurdos no se hubieran resistido contra las pandillas en Alepo, Alepo habría caído, y mucho mas en las otras partes del país. Las puertas de Damasco y Latakia también se habrían abierto. El barrio más estratégico de Alepo estaba controlado por los kurdos. Si las pandillas hubieran roto la resistencia kurda, las fuerzas gubernamentales nunca habrían podido resistir. Como cuestión de hecho, las fuerzas del gobierno toman el coraje de la resistencia kurda. La población kurda en Alepo es en su mayoría inmigrantes de Afrin. Ahora, al abrir el espacio aéreo a Turquía, Rusia y el régimen están ejecutando hostilidad contra la gente de Afrin.

Rusia y el régimen sirio organizaron un complot contra la gente de Afrin. Hace poco tiempo, Rusia dijo que no permitiría un ataque contra Afrin. Había soldados rusos en Afrin. Pero participar en un trato sucio con la gente de Afrin entrará en la historia como una de las relaciones más vergonzosas entre los estados.

Por supuesto, habrá buenas relaciones u hostilidad en política. Pero lo que hicieron Rusia y Siria no se puede describir con estos términos. Cuando actúa hostil contra alguien, debe tener razones para hacerlo. El gobierno del AKP-MHP es hostil contra los kurdos y trata de mantenerse en el poder. Pero qué razón tiene Rusia para actuar hostil contra los kurdos. Si el orgulloso pueblo ruso, que tiene una revolución en su historia, supiera de esto, sus rostros se pondrían rojos. Nadie tiene el derecho de poner esta carga en una nación (rusa) que apoyó los movimientos por la libertad e hizo una revolución.

Rusia y el régimen serán responsables de cada persona asesinada en Afrin. El mundo entero vio que el jefe de gabinete turco Hulusi Akar y Hakan Fidan, el subsecretario de inteligencia turca, fueron a Rusia para obtener permiso para usar el espacio aéreo sirio. El espacio aéreo sirio se abrió a los aviones de guerra de Turquía después de que funcionarios rusos se reunieron con Hakan Fidan y Hulusi Akar.

¿Cómo mirarán los kurdos a Rusia y al régimen de Assad después de todo esto? Rusia y el régimen de Assad se pegaron un tiro en el pie. Quienes se consideran a sí mismos como el régimen legítimo de Siria y quieren reunirse con los kurdos para resolver la crisis en el país, abrieron el espacio aéreo al fascismo AKP-MHP, enemigo no solo de los kurdos sino también de todos los pueblos de Siria. Ahora, ¿cómo dirá el régimen de Assad “ven y resolveremos nuestros problemas entre nosotros”? Cuando los kurdos muestran la actitud de resolver los problemas con el régimen, su manera de hacerlo significa derribar los puentes con los kurdos. ¿Puede un político en su sano juicio dar un paso que confrontará a los kurdos? Esto es pequeña política. Parece que querían manejar a los kurdos con la amenaza de Turquía. Este tipo de actitud solo creará hostilidad con los kurdos. Si creen que disciplinarán a los kurdos vendiendo a Afrin, enfrentarán un resultado opuesto.

La política de los Estados Unidos apunta a hacer que los kurdos dependan de sí mismos mediante diferentes métodos que son más complicados. En lugar de desarrollar una relación con los kurdos al verlos como una nación orgullosa, no se aceptarán trucos políticos mediante el uso de kurdos. Decenas de miles de kurdos fueron martirizados durante la lucha por la libertad. Los kurdos se resisten a los poderes con tendencias genocidas desde hace más de cien años. Y hay una resistencia continua durante los últimos cuarenta años. Mientras los kurdos dan su propia lucha por la libertad, también lo hacen por todo el Medio Oriente y la humanidad. Cinco mil kurdos fueron martirizados durante la lucha contra ISIS en el norte de Siria, Shengal y otras provincias. Los kurdos salvaron al Medio Oriente de la amenaza de ISIS.

EE. UU. es el miembro más grande de la coalición internacional contra el ISIS, pero sus comentarios de “Afrin no es un área de operaciones de la coalición internacional” y alentar a Turquía a entrar en Afrin carece de moralidad. La gente de Afrin resistió contra ISIS y Al Nusra. Si ISIS y Al Nusra no capturaron a toda Siria, eso se debe a la resistencia de la gente de Afrin.

Puede haber diferentes razones detrás de la declaración de los Estados Unidos que expresó que Afrin “era un área no operacional contra ISIS” y su aliento a Turquía para invadir la región. Tal vez querían poner a los kurdos y Rusia uno contra el otro y quieren beneficiarse de ello. “Los países grandes tienen tantas parcelas” como dicen los chinos.

La razón principal detrás del ataque de Afrin es la hostilidad contra los kurdos. Al allanar el camino para la invasión de Afrin, Rusia, el régimen sirio y los EE. UU. se asociaron con el fascismo AKP-MHP. Ahora están en una posición que apoya la hostilidad hacia los kurdos.

La segunda razón detrás de la invasión de Afrin por el fascismo AKP-MHP es que tratan de mantener su posición de gobierno. El fascismo AKP-MHP teme perder el poder en Turquía. Para Tayyip Erdogan, la única forma de proteger su asiento es entrar en una guerra que aumentará el chauvinismo y tratará de obtener más apoyo de la sociedad. No hay forma de que Erdogan continúe gobernando el país. Apoyar la invasión de Afrin significa apoyar el gobierno de Erdogan por otra década. Significa apoyo para un estado religioso y nacionalista.

Quienes apoyan la invasión de Afrin por parte del AKP-MHP han allanado el camino para que Erdogan permanezca en el poder. La apertura del espacio aéreo sirio por Rusia y el régimen es el paso para mantener a Tayyip Erdogan en la oficina. Entendemos que Assad y Erdogan volverán a ser hermanos. Erdogan, que insultó a Rusia después del derribo del avión de combate, pensando que recibirá apoyo de los EE. UU. y la UE, estará en los brazos de la otra parte a partir de ahora.

La UE y EE. UU. tienen la actitud de volver a causarle problemas a Erdogan, a los pueblos de Turquía mientras lo veían como una figura fascista hasta hace poco. Ahora entendemos que las declaraciones de diferentes círculos que dicen que Erdogan es fascista, un dictador, no son serias. Están contentos con el gobierno del AKP. Los funcionarios de EE. UU. y de la UE comentan “entendemos las preocupaciones de Turquía” y demuestran que están en malas relaciones con este gobierno fascista. En lugar de entender las preocupaciones de los pueblos de Turquía y los kurdos, comprender las preocupaciones de Erdogan es hipocresía. Eligen a Erdogan.

Necesitamos enfatizar esto una vez más: si Tayyip Erdogan y el gobierno del AKP-MHP causan problemas a la humanidad, aquellos que los respaldaron serán los responsables. Las políticas de los EE. UU. y de la UE estimulan especialmente a Tayyip Erdogan y al gobierno fascista del AKP-MHP. Es por eso que pueden insultar esos poderes incluso cuando tengan ganas de hacerlo. Porque Erdogan sabe que tragarán esos insultos debido a su visión capitalista oportunista.

Es ejemplar que aquellos que se llaman “kurdos”, “demócratas” o “anti-Erdogan” en Turquía no pueden manifestar una postura clara contra la invasión de Afrin. Nadie está en contra del fascismo AKP-MHP si no están en contra de la invasión de Afrin. Lo primero para quienes están en contra del fascismo del AKP-MHP debería ser oponerse a la invasión de Afrin, cuyo objetivo principal es permanecer en el poder. Es incluso más importante que la hostilidad contra los kurdos. La invasión de Afrin es un paso para que Tayyip Erdogan haga que su decisión sobreviva.

Ni el pueblo de Turquía ni Turquía mismo tienen intereses en la invasión de Afrin. El único interés es mantener el gobierno del AKP-MHP en pie. Por lo tanto, todos los poderes democráticos deben oponerse a la invasión de Afrin, y presionar a la CHP sobre este asunto. Aquellos que apoyan al gobierno del AKP lamentarán profundamente esto. Tayyip Erdogan utilizará la invasión de Afrin como un hito para crear una Turquía hegemónica religiosa. El sistema propuesto destruirá cada poder en su camino.

La oposición de quienes apoyan la invasión de Afrin es falsa. Sin oponerse a la invasión de Afrin, es imposible evitar la presidencia de Tayyip Erdogan o el establecimiento de un sistema religioso y hegemónico en Turquía.