Hace un mes surgió la noticia que las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia estaban utilizando la base aérea iraní de Hamadán a 47 km al norte de la ciudad del mismo nombre, Hamadán,
Hace un mes surgió la noticia que las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia estaban utilizando la base aérea iraní de Hamadán a 47 km al norte de la ciudad del mismo nombre, Hamadán, la antigua ciudad persa de Ecbatana, como base de operaciones de bombarderos de teatro de operaciones Tupolev Tu-22M3 llamados “Backfire” (“fuego trasero” por el cañón bitubo de 23mm de autodefensa en la parte posterior del avión) por la organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y de bombarderos tácticos Sujoi Su-34 para misiones de ataque a blancos en Siria de los grupos terroristas radicales sunitas Daesh y antiguo Frente Al-Nusra de Al-Qaeda, éste ahora llamado Jabhat Fatah Al-Sham.
Empezando el 16 de agosto pasado y por espacio de menos de una semana, al menos tres bombarderos rusos Tu-22M3 y por lo menos cuatro aviones de ataque tácticos Su-34, operando desde la base aérea iraní, realizaron misiones de bombardeo en Siria contra blancos terroristas en las provincias sirias de Alepo, Idlib y Deir al-Zur, destruyendo centros de mando y control, depósitos de municiones y campamentos de entrenamiento de los terroristas.
Empero, el 22 de agosto el Gobierno de la República Islámica de Irán anunció que la misión de los bombarderos rusos operando desde territorio iraní había concluido, anunciando Moscú a su vez ese mismo día que la misión de sus bombarderos operando desde Irán contra blancos terroristas en Siria había sido completada, y que los aviones ya habían regresado a Rusia. Los críticos en Irán a la posibilidad de una base aérea rusa formal en suelo iraní argumentan que la Constitución de la República Islámica de Irán en su artículo nº 146 prohíbe el establecimiento de cualquier tipo de base militar extranjera en territorio de Irán.
Empero, se ha argumentado en Irán que la presencia de los bombarderos rusos en la base iraní de Hamadán se debía a la necesidad de permitir escalas técnicas a las tripulaciones de los aviones rusos, en su larga ruta desde sus bases en Rusia hasta sus objetivos a atacar en Siria, permitiendo el gobierno iraní así que los aviones rusos se beneficiasen de las “capacidades técnicas” de uno de sus aeródromos. La escala técnica en Hamadán le permitiría por ejemplo a las tripulaciones de los bombarderos rusos a reaprovisionarse de combustible y a tomar un breve descanso en sus rutas de ida a Siria y de regreso a sus bases en Rusia. Dicha asistencia técnica no era considerada en Teherán una concesión de una base a Rusia. Como el Ministro de Defensa de Irán, el general Husein Deqan, explicó: Rusia “necesitaba reaprovisionarse de combustible en un área más cercana a la operación [militar en Siria]. Es por esta razón que ellos usaron la base de Nojeh. Pero nosotros definitivamente no le hemos dado a ellos una base militar”. El general Deqan había en este sentido explicado en una entrevista televisada que los rusos “decidieron traer más aviones y potenciar su velocidad y precisión en operaciones [militares]” contra blancos terroristas en Siria.
Con todo, la puerta ha quedado abierta para futuras paradas técnicas de los bombarderos rusos de autorizarlo el Gobierno de Irán. Así, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi, declaró tras el retorno de los bombarderos a Rusia y en referencia a sus operaciones desde suelo iraní, citado por la BBC británica, que “era una misión específica, autorizada y ha terminado por ahora”. A su vez, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el Mayor General Igor Konashenkov, declaró, citado por Sputnik International, que “el uso continuo de la base aérea de Hamadán en la República Islámica de Irán por las Fuerzas Aeroespaciales rusas se llevará a cabo en base a acuerdos mutuos para combatir el terrorismo y dependiendo de la situación desenvolviéndose en Siria”. También en este sentido el embajador de la Federación Rusa en Teherán, Levan Dzhagaryan (de origen armenio), expresó que “si los líderes de nuestros dos países lo consideran necesario y llegan a los acuerdos relevantes”, Rusia podría usar la base aérea de Hamadán nuevamente.
El hecho que bombarderos rusos han podido operar desde suelo iraní, aunque haya sido por menos de una semana, tiene tanto una importancia operacional como también una simbólica potencialmente de gran trascendencia. No solamente ha probado la disponibilidad, aunque haya sido inicialmente momentánea y según la situación militar en Siria, de territorio de Irán para paradas técnicas de bombarderos rusos en su travesía de ida de Rusia a Siria como de retorno en misiones de bombardeo contra blancos terroristas radicales suníes, pero también ha demostrado la estrecha colaboración estratégica iranio-rusa en el Cercano Oriente y particularmente en el teatro de operaciones sirio.
El uso de bombarderos rusos de la base iraní de Hamadán podría indicar la voluntad de Rusia de utilizar sus fuerzas armadas no solo para defender a Siria de las amenazas foráneas a las que está expuesta, por el patrocinio que EE.UU., Israel, Turquía, Arabia Saudita, el Reino Unido, Francia, Alemania, Catar, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait y la Libia post-Gadafi dan a grupos terroristas radicales suníes operando en suelo sirio, pero también el propósito de Moscú de defender a Irán contra un futuro ataque desencadenado tanto por los tres miembros permanentes occidentales del Consejo de Seguridad de la ONU mencionados, como por Israel y los países árabes del Golfo Pérsico citados. Esto sería así si la lógica estratégica del Kremlin y el alto mando militar ruso se basa en la siguiente proposición: La defensa de Siria por Rusia pasa por Irán, la defensa de Irán por Rusia pasa primero por Siria y la defensa del flanco sur de Rusia pasa primero por Siria y después por Irán.
Debe de tomarse en cuenta en este sentido que la Guerra de Siria es tanto un conflicto bélico material como un conflicto psicológico. Rusia no solo interviene militarmente en Siria para salvar a su aliado de su completa destrucción y del avasallamiento o invasión de sus fragmentos por parte de sus enemigos ya mencionados, pero estaría manifestando con sus acciones su actual voluntad de intervenir militarmente a favor de todos sus aliados en la región, sean Siria, Irak o Irán, de ser necesario. En este sentido, con su proyección de fuerzas más allá de sus fronteras Rusia pretendería disuadir a Estados como EE.UU., Israel, Turquía y Arabia Saudita de que no intenten operaciones militares en gran escala contra sus aliados, ya que Moscú podría intervenir de manera proporcional al tipo de agresión.
La operación de bombarderos Tu-22M3 desde suelo iraní mandaría un mensaje disuasorio a Washington y Tel Aviv, de que un ataque desde portaaviones de EE.UU. contra Siria e Irán desde el Mediterráneo Oriental y el Golfo Pérsico o un ataque nuclear por el Estado de Israel contra Irán, podría desencadenar una respuesta flexible rusa proporcional a cada acto de agresión que podría incluir un ataque de bombarderos Tu-22M3 armados con misiles crucero.
Rusia puede estar ya utilizando en misiones de bombardeo sobre Siria la última versión modernizada del Backfire reportada, el Tu-22M3M, que se informó entró en servicio en 2012. El bombardeo Tu-22M3M iría armado con uno, dos o con hasta tres misiles crucero supersónicos Kh-22 (X-22 en cirílico) Buria (“Tormenta”, “Tempestad” en ruso), cuya versión modificada Kh-22PSI estaría armada con una ojiva nuclear de 350 kilotones (equivalente a 350 mil toneladas de TNT) o termonuclear de 1 megatón (equivalente a 1 millón de toneladas de TNT), pudiendo ir armado con una ojiva convencional de unos 1,000 kg (1 tonelada) de peso. El misil tiene una velocidad máxima supersónica de Mach 4.6 (4.6 veces la velocidad del sonido), un alcance de hasta 600 km y la capacidad de volar a una altura de 25 km para de ahí descender en picado a velocidad supersónica sobre el objetivo. Según la publicación británica de defensa IHS Jane’s Weapons: Air-Launched 2012-2013 por Robert Hewson, el misil Kh-22 puede ascender hasta 27 km de altura para después descender en picado sobre su objetivo a una velocidad de Mach 2.5. Según Jane’s una versión anterior del misil, el Kh-22MA, fue diseñada para vuelo rasante a la altura más baja posible para evitar su detección por radar en ataques contra navíos enemigos.
Bombarderos Tu-22M3M armados con misiles crucero Kh-22 dotados de ojivas de 1 megatón podrían incinerar en holocausto termonuclear a ciudades israelíes como Tel Aviv y Haifa, de Rusia o inclusive Irán ser atacados por el Estado de Israel con armas nucleares. Como mínimo, los vientos del oeste (Westerlies) llevarían la radioactividad producto de un ataque nuclear judío israelí desde suelo iraní hacia el norte, por encima del Paralelo 30 Norte hacia Asia Central (zona de influencia rusa, habiendo sido antes parte del Imperio Ruso de los zares y después de la Unión Soviética) y hacia Rusia, contaminándolas. Tan solo por ello, Rusia no tolerará un ataque nuclear a Irán venga de donde venga, de Israel, Arabia Saudita o EE.UU. Un ataque de portaaviones por parte de la Armada de EE.UU. sería enfrentado con bombarderos Tu-22M3M armados con misiles Kh-22 armados con ojivas convencionales o nucleares, en una respuesta flexible rusa según el nivel de escalada. La presencia de bombarderos rusos en la base iraní de Hamadán sin duda habría enviado un claro mensaje de apoyo de Rusia e Irán a Siria, y de Rusia a Irán.
El uso del misil Kh-22 en misión de ataque naval contra portaaviones no ha de descartarse, en vista de la escalada experimentada en la guerra de Siria con el bombardeo este sábado 17 de septiembre de un puesto defensivo del Ejército Sirio en la ciudad de Deir al-Zur, por aviones de la coalición liderada por EE.UU. contra el grupo terrorista radical sunita Daesh. Al menos dos de los cuatro aviones – 2 F-16 y 2 A-10, todos de fabricación americana - pertenecen a la Fuerza Aérea de EE.UU. (USAF), los A-10 Warthog, que solo los tiene el USAF. De EE.UU. desencadenar una ofensiva aérea en gran escala contra las Fuerzas Armadas Sirias, es casi seguro que Rusia responderá militarmente a esta agresión contra su aliada Siria. De la Armada de EE.UU. realizar ataques contra el Estado Sirio desde sus portaaviones, probablemente los bombarderos Tu-22M3M responderían, cumpliendo una de las misiones para la que fueron diseñados, que es la de ataque a portaaviones. Jane’s reporta que en pruebas realizadas por los rusos, un misil crucero Kh-22 armado con una ojiva convencional podría causar un boquete de 20 metros cuadrados de ancho y una profundidad de 12 metros en el casco de un navío atacado. De acuerdo a Jane’s, el bombardero Tu-22M3 original armado con un misil Kh-22 tenía un alcance de 2,200 km sin reaprovisionamiento de combustible en el aire, en un perfil de vuelo primero a gran altura y después de vuelo rasante.
La Voz de Rusia reportó que a partir del 2020 se espera que Rusia introduzca en servicio el nuevo misil crucero Kh-32, que reemplazará al misil Kh-22 y que probablemente se deriva de éste, según el libro de referencia IHS Jane’s Weapons: Strategic 2012-2013 por Duncan Lennox.
El misil Kh-32 puede alcanzar una altura operativa de 40 km en la estratosfera y podría tener un alcance máximo no de 1,000 km, como reportó la prensa rusa, sino realmente de 1,500 km, como el antiguo proyecto de misil crucero soviético Kh-45 Molniya mencionado por Hewson como inicial sucesor del misil Kh-22. Se espera que el misil Kh-32 tenga capacidad de ataque tanto contra blancos terrestres como marítimos, como también indicó Lennox. Es probable que el Kh-32 posea un sistema de sensores dual de radar activo/pasivo, lo que le permitirá atacar blancos como navíos y puentes guiado por el radar activo, y destruir radares enemigos usando el sistema de guiado pasivo de detección de ondas de radar enemigo. Se ha reportado también que el nuevo misil Kh-32 será capaz de evadir las defensas de misiles antiaéreos y de aviones caza enemigos. Probablemente la velocidad de crucero del misil Kh-32 no será menos de la del Kh-22, pudiendo ser no menos de Mach 4.6 en cuanto a velocidad máxima de crucero. Para evitar ser detectado por radar, el misil Kh-32 podría estar revestido de material absorbente de radar (RAM) y de un sistema de cancelación activo contra las ondas de radar enemigo.
Finalmente, el bombardero Tu-22M3 podría ir armado de un misil crucero pesado de muy largo alcance que podría ser sucesor del misil Kh-80, éste también identificado bajo la designación 3M-25 Meteorit-A según Hewson. De acuerdo a esta fuente, el misil Meteorit-A tenía un motor ramjet o de estatorreactor, con un alcance máximo de 5,000 km volando a una altura de 20 km, a una velocidad de Mach 2.5 a Mach 3 y con la reportada capacidad de llevar dos ojivas nucleares autopropulsadas de ataque independiente, con una potencia de 90 kilotones cada una (en comparación, la potencia de las bombas atómicas americanas que destruyeron las ciudades japoneses de Hiroshima y Nagasaki en 1945 se estimaba en 20 kilotones cada una), pudiendo ambas ojivas atacar objetivos separados el uno del otro por hasta 100 km de distancia.
Un nuevo misil crucero ruso de largo alcance podría ser sucesor del misil crucero hipersónico Kh-90, conocido también bajo la designación de GELA de acuerdo a Hewson. El Kh-90, con un sistema de propulsión de estatorreactor (ramjet), tendría un alcance máximo de no menos de 5,000 km. Según Hewson, algunos expertos indicaron que tanto el misil Kh-80 como el Kh-90 habrían servido de plataforma de pruebas del sistema de ocultación al radar de plasma frío, de nombre código Marabú. El bombardero Tu-22M3M podría potencialmente llevar al menos un misil sucesor de los Kh-80 y Kh-90, sino un máximo tres, si se toma en cuenta que el misil Meteorit-A tenía un peso de lanzamiento de 2,800 kg comparado a los 6,000 kg del misil Kh-22, y una longitud de 10.5 metros en contraste con los 11.67 metros de largo del misil Buria, según datos de Hewson.