Los "progresistas" occidentales fueron incapaces de asimilar el respaldo de Hugo Chávez a Muamar al Gadafi. Una unión contra el colonialismo occidental que estos "progresistas" siguen deplorablemente censurando; y tristemente, directa o indirectamente, continúan también apoyando la política colonial que como un lastre del pasado gran parte de la izquierda occidental ayuda a renovar y mantener.
En la primera parte sobre el papel de los denominados "progresistas" occidentales en la recolonización de África, tras la apodada en occidente como "Primavera Árabe", les comentaba como estos, en este caso medios o personas anglosajonas, querían hacer ver que existía una revuelta popular real en Libia que combatía a un dictador tiránico que los oprimía y ahora los mataba. Ocultando, claro está, que tales revueltas realmente populares solo existían en su imaginación, o lo que es peor, en el plan estratégico diseñado por las corporaciones y el poder militar occidental con el fin de convencer a la población de Europa y de Estados Unidos de que había una causa justa que debía apoyarse. Además, se ensañaban con un líder al que se le atribuían crímenes horrendos y al que se calificaba, cómo no, como "dictador brutal" o "dictador sanguinario", términos también inventados por el poder económico occidental que la "izquierda progresista" repite al dedillo haciéndoles el juego y prestándoles valiosos e impagables, en realidad algunos muy bien pagados, servicios.
Es curioso ver como la misma izquierda toma como propios y propias nombres y estrategias que ha marcado el poder económico, nombres y estrategias que favorecen a este y que por ello fueron creados y difundidos. Lo hemos visto con la denominación de "Primavera Árabe", 1 pero también con la denominación de "dictador brutal", palabra acuñada por George Bush hijo para demonizar a Saddam Hussein, 2 y que se aplica a todos los dirigentes mundiales que no sean del agrado de este mundo económico, sean o no dictadores, por ejemplo, Saddam lo era, aunque no peor (en realidad mejor, porque Irak era el país con mayor nivel de vida de Oriente Medio en un país árabe) que Bush, Cameron o Obama, pero ciertamente no lo eran ni Milosevic, ni Chávez, ni Gadafi, ni tampoco Assad, el presidente sirio. La estrategia de la demonización de un líder es efectiva, ya que luego prácticamente nadie se atreverá a defender a este, aunque haya sólidas razones políticas, morales e intelectuales para hacerlo. Para ver como la izquierda cae en esta trampa, bien por cobardía mezclada con intereses personales o bien por incluso desconocimiento, recomiendo este artículo: La demonización de un líder o de un gobierno.
Este extracto corresponde a este necesario informe que es bueno tener en cuenta: La postura de Hugo Chávez ante el ataque a Libia: la que debió tener la izquierda occidental y no tuvo.
También, en esa primera parte sobre este tema, les comentaba cuales eran los motivos reales y no los ficticios por los que se atacaba a Libia y en concreto a Gadafi. No por su tiranía, no por ser ningún sanguinario, sino por ser precisamente una persona abierta y dispuesta a mejorar no solo a Libia, sino especialmente a África. Liberándola de las ataduras y del yugo impuestos durante siglos al país africano. Eso no se lo perdonaron nunca, por ese motivo Gadafi era querido por la gente de su país y de África, y odiado por los dirigentes de Europa y Estados Unidos. La culpa es nuestra, no de él.
La propia embajada estadounidense reconocía el importante papel no solo político sino económico de Libia en África, especialmente también en el África subsahariana, por lo que no hay que ver a Libia relacionada exclusivamente con el mundo árabe, sino con más razón con África, Gadafi era un firme defensor de África, un verdadero panafricano.
Libia tiene significativos proyectos de desarrollo e inversiones comerciales en el África subsahariana.
Está [Gadafi] vivamente enfocado en los asuntos africanos y parece genuinamente aspirar a ser el padre fundador de unos Estados Unidos de África.
(Forte. Slouching Towards Sirte. p.137 -ver páginas 156-166 para analizar el grado de inversión de Libia en muchos países de África-)
Respecto a las acusaciones de los medios de comunicación occidentales, ¿qué hubo de las supuestas matanzas del "dictador" Gadafi contra su pueblo al que, también supuestamente, bombardeaba y disparaba? Como lo decía Público:
No había nada, el Ejército libio no bombardeó ni disparó al pueblo, vean este informe que ya expuse en su día: Los medios de comunicación y la guerra en Libia.
Por el contrario, el Ejército libio, y también la población libia, sufrían un ataque brutal a cargo de los yihadistas de Al Qaeda que el poder económico occidental había contratado para destruir al país africano y a su gobierno. Y no hubo en ningún momento ninguna revuelta ni popular ni pacífica.
En Libia no hubo una revuelta o una revolución para acabar con una supuesta tiranía, inexistente, e instaurar la libertad y la democracia, ya bien presentes, hubo algo bien diferente que los analistas y expertos internacionales conocían perfectamente, el ataque premeditado contra un país soberano:
Es evidente que los militares de EE.UU. y el gobierno de EE.UU. eran bien conscientes de la fuerte presencia de Al Qaeda en la Cirenaica desde ya 2007. Cuando la violencia estalló en 2011, estaba claro para muchos analistas geopolíticos que era el resultado de Al Qaeda, no de “manifestantes pro-democracia.” El gobierno de EE.UU., sus aliados y sus cómplices de la prensa occidental, deliberadamente mintieron al público, tergiversaron su caso a las Naciones Unidas que intervino en Libia en nombre de los terroristas internacionales, derrocando a un gobierno soberano, y garantizando la concesión de una nación entera como base de operaciones para el Grupo islámico Combatiente libio (LIFG).
La historia que sigue creo que ya la conocen: matanzas, violaciones, fanatismo, destrucción de las infraestructuras del país, de su economía, robo del Banco de Libia, con unas reservas enormes, destrucción del nivel de vida, el primero en África, destrucción del patrimonio artístico, de la educación, de la tolerancia y la convivencia… Y en esta orgía de fanatismo y barbarie se ensañaron también y especialmente con los libios de raza negra, gracias a las campañas acusadoras de Amnistía Internacional y de los medios de comunicación occidentales. Las muertes pueden superar los 50.000, tanto las causadas por los seguidores de Al Qaeda como por la propia OTAN, y los desplazados pueden llegar a los dos millones de personas.
Cualquier gobierno del mundo, y especialmente en Europa o en Estados Unidos, ante un ataque a su país y a su gente tan contundente, peligroso y despiadado hubiese reaccionado de forma mucho más virulenta a como lo hizo Libia. Hasta un rival de Gadafi en Libia, como el presidente de Uganda Yoweri Museveni, expresaba lo sucedido de forma bien clara y como se debía actuar:
Cuando los alborotadores están atacando las comisarías de policía y las instalaciones del ejército con el objetivo de tomar el poder, entonces no son ya manifestantes; son insurreccionistas. Tendrán que ser tratados como tales. Un gobierno responsable tendría que hacer un uso razonable de la fuerza para neutralizarlos.
Tal y como los mismos hechos atestiguaban:
La realidad muestra que los "manifestantes" eran en realidad insurgentes fuertemente armados que arrasaron secciones enteras de las paredes de hormigón armado de una base militar de Bengasi, y después se hicieron con el control de artillería pesada y de vehículos blindados antes de apoyar a los rebeldes armados en las ciudades y pueblos cercanos.
Los manifestantes, los "rebeldes", tuvieron una actitud muy violenta desde el mismo inicio:
En realidad, la imagen completa de "manifestantes pacíficos siendo masacrados" estaba invirtiendo la realidad. De hecho, Forte indica, los rebeldes "quemaron comisarías de policía, entraron por la fuerza en los edificios de los servicios de seguridad, atacaron oficinas del gobierno y quemaron vehículos" desde el mismo comienzo, a los cuales las autoridades respondieron con "gas lacrimógeno, cañones de agua y balas de goma -muy similar a los métodos frecuentemente usados en las naciones occidentales contra manifestantes mucho más pacíficos que carecen del elemento de sedición". Solo una vez que los rebeldes habían ya ocupado los edificios del ejército en Bengazi, robando sus armas y empezando a usarlas contra las fuerzas del gobierno, las cosas empezaron a intensificarse. (Dan Glazebrook. "Slouching towards Sirte" review. Divide and Ruin. 2013. p. 74.)
Que la "revuelta" comenzase en localidades como Bengasi o Darnah era algo lógico, pues eran los centros desde los que ya partían yihadistas para formar las filas de Al Qaeda en Irak, Es decir, ya estaban destruyendo otro país en beneficio del poder occidental antes de destruir Libia o antes también de comenzar a hacerlo con Siria.
A la izquierda gráfico del informe de Combating Terrorism Center (CTC) de West Point 8, donde se indica que los extremistas islámicos partían fundamentalmente de localidades del este de Libia hacia Irak los años 2006 y 2007, por ejemplo: Darnah o Bengasi.
A la derecha mapa donde se muestra las zonas de sublevación de Al Qaeda en Libia en 2011, fundamentalmente la de Bengasi, y donde se iban extendiendo tras el apoyo occidental.
Hay una clara coincidencia entre ambos.
Y ahora bien, ¿qué decían los "progresistas" occidentales sobre lo que ocurría en Libia?
Ignacio Ramonet:
Los insurgentes libios merecen la ayuda de todos los demócratas.
La insurrección de las sociedades árabes constituye el mayor acontecimiento político internacional desde el derrumbe, en Europa, del socialismo autoritario de Estado en 1989. La caída del muro del Miedo en las autocracias árabes es el equivalente contemporáneo de la caída del muro de Berlín.
Aquí, ya en pleno desvarío:
Mucho más sorprendente fue, durante esta primera fase (de mediados de diciembre a mediados de febrero), el silencio de los gobiernos progresistas de América Latina, considerados por toda una parte de la izquierda internacional como su principal referente contemporáneo. Sorpresa tanto más grande puesto que estos Gobiernos tienen mucho en común con el movimiento insurreccional árabe: habían llegado al poder mediante las urnas, aupados por poderosos movimientos sociales (en Venezuela, Brasil, Uruguay y Paraguay) que, en varios países (Ecuador, Bolivia, Argentina), después de haber resistido a dictaduras militares, también habían derrocado pacíficamente a gobernantes corruptos.
Y aquí tienen una respuesta, ya expuesta, a su cretinismo:
¿La diferencia entre Hugo Chávez y Ramonet? Junto a que el primero era honesto, valiente, sensato y con una enorme humanidad, virtudes que no posee Ramonet, además de eso, Hugo Chávez tenía bagaje político e histórico, sabiduría en ambos terrenos, algo de la que también es carente Pablo Iglesias, el líder de Podemos (ver el artículo Gadafi y Chávez, donde es incapaz de entender el motivo por el que occidente atacó a Libia, ni tampoco por qué Chávez se opuso con toda razón y fundamento a ello).
En el contexto latinoamericano algunos líderes han adquirido un un conocimiento avanzado y acumulado del imperialismo de EE.UU., tanto a través del tiempo pasado en confrontación directa con él, como a través de la experiencia personal.
Lo fundamental es que individuos como Chávez estaban bien "entrenados" para reconocer patrones, para juntar diferentes elementos de información, para analizar críticamente acontecimientos sobre el terreno en el contexto de acciones y proclamaciones pasadas, y para situar acontecimientos aparentemente azarosos en una imagen coherente. En el caso de Libia Chávez estuvo acertado en ver que EE.UU. buscó la primera oportunidad para intervenir militarmente, y el correctamente se opuso a eso y fue consistente sobre ello desde el principio. Chávez estuvo acertado incluso cuando aquellos que debían haberlo sabido mejor afirmaron que los EE.UU. no iban a intervenir militarmente.
No voy a perder más tiempo con Ramonet, porque es la misma falta de honestidad intelectual y moral de siempre, palabras huecas y vacías, sonoras, llamativas y emotivas, pero carentes de cualquier rigor, de cualquier información y de cualquier conocimiento con peso y fundamento, y lo que es más grave, cargadas con el sufrimiento, tortura y muerte de muchas personas en África.
En este mismo bajo nivel o incluso todavía peor tenemos a Santiago Alba.
La última semana de agosto, tras la entrada de los rebeldes en Trípoli, el mundo árabe estalló en un grito de alivio y júbilo.
Gadafi era un monstruoso tirano y los “rebeldes libios” eran realmente rebeldes libios.
Gadafi es un dictador; la revuelta libia es popular, legítima y espontánea.
Alba celebraba en realidad la llegada al poder de Al Qaeda en Libia y recurría a los tópicos infantiles y faltos de rigor ya comentados del "dictador brutal", "dictador sanguinario" o "monstruoso tirano". Además, como otros, falsificaba el hecho de que la revuelta fue popular, que no lo fue; sí fueron populares en cambio las manifestaciones y lucha del pueblo libio en contra del ataque exterior al país a cargo de mercenarios y a cargo de la OTAN, como veremos a continuación; no fue legítima la revuelta, porque fue violenta y antidemocrática desde el origen; y en modo alguno fue espontánea, sino bien preparada desde hace años, al menos desde el 2007, como explico en este artículo anteriormente mencionado:
Ya saben que las mentiras tienen las patitas cortas, tan cortas como las de Alba, vean:
En los últimos seis meses, en todas las capitales árabes donde la gente protestaba contra los dictadores locales, a menudo jugándose la vida, se han celebrado manifestaciones de solidaridad con el pueblo libio; nos guste o no, aún siendo una de las zonas más anti-imperialistas del mundo, no ha habido ninguna protesta contra la intervención de la OTAN. 12
Apoyar al pueblo libio significaba y significa estar contra la OTAN. Las manifestaciones tuvieron lugar donde debían y podían darse, principalmente en África; en países como Libia o Siria fueron masivas apoyando a sus dirigentes y en contra de la intervención extranjera, bien de los mercenarios, soldados a pie yihadistas, apodados por los "progresistas" como "rebeldes", o bien de la OTAN.
En Libia:
Enorme manifestación anti-OTAN y anti-"rebeldes" en Tripoli, 1.07.2011.
Las manifestaciones, que eran inexistentes para los medios y "progresistas" occidentales, superaban el millón de participantes en un país de apenas seis millones de habitantes:
En Siria:
Manifestación de apoyo en Damasco en oct. 2011
Manifestación de apoyo en Aleppo. oct. 2011 Enlace
En la deriva amoral "progresista" tenemos también a Alberto Arce, que en el medio "alternativo" Diagonal expresaba lo siguiente:
Pero es importante repetir que, si bien las bombas de la OTAN también matan, como siempre, en nombre de la mejor poesía pero con la crueldad que las caracteriza, lo que se lucha en Libia es una rebelión popular contra una dictadura de décadas.
Basta ya de repetir que la acción militar de la OTAN contra el régimen libio es una invasión y todo estaba planificado de antemano. Porque no lo es. Es un bombardeo selectivo, selectivo y limitado.
La planificación, como he expuesto al comienzo del informe, estaba claramente estudiada de antemano, colocando a hombres clave en los cargos de responsabilidad de la nueva Libia colonial. Como era el caso de Abdul-Jalil, puesto como jefe del Consejo Nacional de Transición al comienzo de la insurrección. Este topo fue el ministro de justicia (Secretario del Comité General Popular de Justicia) de Libia desde enero de 2007, y en su periodo es cuando se liberaron centenares de miembros de la rama de Al Qaeda en Libia (el LIFG), incluyendo a su jefe, Abdulhakim Belhadj, que se convirtió tras la invasión y derrota como estado de Libia en gobernador militar de Trípoli. Jalil amenazó con dimitir si no se aceleraba la liberación de yihadistas en enero de 2010, es bastante evidente que tenía prisa por tener el máximo número de combatientes liberados para cuando se detonase la revuelta ya pensada.
Abdul-Jalil fue capaz de usar su posición para ayudar a preparar el marco legal para la toma de poder de los recursos libios por las corporaciones, que fue rápidamente promulgado después de la creación del CNT. Aunque su papel oficial era de jefe de la judicatura, una gran parte del diálogo entre Abdul-Jalil y los representantes de EE.UU. grabado en los cables diplomáticos de EE.UU. filtrados se centraba en la privatización de la economía. Estos informaban sobre el entusiasmo de Abdul-Jalil por la "participación del sector privado" , y revelaban que su creencia de que esto requeriría de cambio de régimen, o como los cables eufemísticamente lo ponían, "ayuda internacional", para conseguirlo completamente.
Otra figura clave, otro topo importante en el gobierno de la jamahiriya, fue Mahmoud Jibril, que fue Primer Ministro del Consejo Nacional de Transición, de marzo a octubre de 2011, y que en la época de Gadafi fue jefe del Consejo de Planificación Nacional y después jefe de la Junta Nacional de Desarrollo económico. Jibril se había formado en la universidad de Pittsburgh, en Pensilvania (Estados Unidos).
... de acuerdo a los cables de EE.UU., él también ayudó a "preparar el camino" para la privatización de la economía de Libia y "dar la bienvenida a las compañías estadounidenses".
Quien no quiera ver que lo de Libia estaba bien preparado para someter al país, y también al resto de África, a los intereses extranjeros es que no sabe prácticamente nada de la economía y política que ha funcionado y funciona en el mundo.
Está claro y es evidente que este elemento, Arce, no estuvo o no quiso saber nada de lo que ocurría en Sirte, completamente devastada, como lo fue Faluya en Irak, ni en Tawergha, donde se eliminó por completo a la población libia de color que la componía, llevada a cabo por insurgentes procedentes de Misrata, a los que los medios y las ONGs occidentales defendían, y que eran ayudados por la OTAN. 15
Como Arce, Santiago Alba carecía de todo sentido de la realidad y de la moralidad al no querer ver los crímenes masivos y contra la humanidad cometidos por la OTAN
La intervención de la OTAN salvó vidas.
-tal y como recuerda Gilbert Achcar- ha bombardeado muy poco Libia con el propósito de alargar la guerra y tratar de gestionar una derrota del régimen sin verdadera ruptura.
Decía Alba, no queriendo entender que lo que realmente se pretendía en Libia era su destrucción, la división y el caos, para que no pudiese formarse un gobierno que mirase por el propio país.
La respuesta que daban los lectores, por ejemplo a Alberto Arce, es aleccionadora:
Hay, Alberto... ¿Y no te da vergüenza aunque sea con el paso del tiempo lo que escribías no hace tanto tiempo? Mira donde están tus revolucionarios esos que comparabas a los anarquistas de la CNT del 36, torturando y asesinando al pueblo libio 3 meses después de ejecutar a Gadafi. Estarás contento con tu participación cómplice en este genocidio...
Los artistas y sindicatos también salieron a la calle, pero esta vez no para decir "No a la guerra", sino para justificarla:
...el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha asegurado que le parece "muy bien" que se entre en Libia porque significa que la comunidad internacional, a través de la resolución de la ONU, va a dar amparo a todo el pueblo libio. "Ojalá no llegue tan tarde como para que la masacre se haya consumado ya", ha señalado Toxo, quien ha aplaudido la decisión del Gobierno español de intervenir en Libia porque es una defensa de la democracia y de los derechos del pueblo libio.
Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha asegurado que le parece "adecuado" que España apoye la resolución de Naciones Unidas, aunque ha resaltado la importancia de actuar "con mucha rapidez" porque la matanza "puede seguir". "En este momento lo segundos son preciosos", ha indicado.
El cantante Miguel Ríos ha asegurado que ve "bien" la intervención en Libia porque el "sátrapa" de Gadafi está "masacrando" a su propio pueblo y porque todo el mundo, con independencia de su ideología ha coincidido en la necesidad de parar el problema libio con el mínimo daño posible.
Bien pueden ver que la incongruencia e ignorancia (interesada) de estos sindicalistas y artistas es monumental. Aquí hay pocos inocentes, más todavía porque no escucharán apenas claras rectificaciones al respecto.
Y no tardarían, otra vez más, los elementos de la izquierda e intelectuales en hacer lo mismo contra Siria: La justificación del colonialismo por motivos humanitarios, expresándolo en un medio tan poco honesto con los hechos como Rebelión.
También los sindicatos, incluidos los no considerados "controlados", como la CGT: Solidaridad Libertaria. A los que los lectores respondían con cierto fundamento:
Verdaderamente lamentable y vergonzoso este comunicado de la CGT que, de facto, supone un apoyo y legitimación del intervencionismo imperialista. Sin duda cuando se parte de un análisis burdo y simplista, la conclusión no puede ser otra que la barbaridad que aquí recogéis a través de vuestro comunicado.
Fíjense, que ninguno de todos los anteriormente mencionados se molestó en escuchar la opinión directa y real de los libios, no les interesó, como no les interesó tampoco la opinión de los habitantes de Siria. Todos estos pagaron muy cara la irresponsabilidad, la falta de criterio y la inmoralidad de los "progresistas" occidentales, que apoyaban precisamente a sus verdugos, a los que encima ensalzaban como grandes libertadores o benefactores. Fue y es el colmo de la hipocresía, de la maldad y de la perversión intelectual.
Además, verán que todos estos "progresistas" hablan ellos mismos en nombre del "pueblo", del pueblo libio, del pueblo sirio y del pueblo que haga falta. Claro, como he dicho antes, sin molestarse realmente por saber qué piensa la mayoría de la gente de aquellos países. Y no olvidemos que incluso la OTAN, los neocons y todo el poder corporativo también hablan del pueblo, de la gente, de la democracia, de los derechos humanos... Ya saben, palabras vacías. Es fácil hacerlo y encima quedas bien, aunque todo sea una gran falsedad. Sin embargo, arremeten contra los gobernantes de países que mantienen cierta independencia económica y política, a los que denigran como dictadores y sanguinarios, sin aportar ninguna evidencia realmente contrastada; también denigran a quien puede defender a esos países, a la gente de esos países, como es el ejército, al que acusan, también falsamente, de atacar a su propia población, cuando en realidad los estaban defendiendo, como ocurría en Libia y ocurre en Siria, por ese motivo las poblaciones de esos países, como en Siria, respaldan a su gobierno y su ejército. Lo hemos visto en Siria en las elecciones libres y plurales llevadas a cabo, con amplia victoria del presidente que no quería el poder económico occidental ni sus venales servidores, pero sí quería Siria.
Podría seguir más, pudiéndome ensañar realmente con estas personas y tantas otras más tan carentes de moral como de conocimientos, pero no lo haré, no ocuparé, por ahora, más tiempo.
Juzguen ahora ustedes el grado de degradación al que ha llegado la izquierda occidental hoy en día, incapaz de ser una alternativa seria, incapaz de defender a los trabajadores, a los jubilados, a los jóvenes, incapaz de hacer nada de fundamento. ¿Se extrañan de que así ocurra viendo lo que son capaces de hacer en otros lugares, instigando a crueles y despiadadas guerras coloniales que matan miles y miles de personas, y arrasan la esperanza de vida, progreso y paz en países enteros durante décadas?
Como oportunamente observa el profesor Jean Bricmont:
A diferencia de la izquierda de América Latina, la patética versión europea ha perdido todo el sentido de lo que significa hacer política. No trata de proponer soluciones concretas a los problemas, y es solo capaz de tomar posiciones morales, en particular denunciando dictadores y violaciones de los derechos humanos en grandilocuentes tonos [algo que no se atreven por cierto a hacer en sus propios países, cuando hay muchas más razones para hacerlo, pues son los dirigentes de sus países quienes actúan como reales dictadores de todo el mundo y quienes se dedican a bombardear otros lugares de este mundo]. La izquierda socialdemócrata sigue a la derecha como poco con unos años de retraso y no tiene ideas propias. La izquierda "radical" a menudo denuncia tanto a los gobiernos occidentales de cualquier forma posible y pide que esos mismos gobiernos intervengan militarmente a lo largo del globo para defender la democracia. Su falta de reflexión política les hace ser muy vulnerables a las campañas de desinformación y de convertirse en animadores pasivos de las guerras de EE.UU. y la OTAN. Esta izquierda no tiene un programa coherente y no sabría que hacer incluso si un Dios los pusiese en el poder.
Creo que comprenden que toda esta vorágine de mentiras y de desinformación no es fruto de la casualidad, de algo que ha ocurrido por azar, viendo tantas opiniones marcando una dirección determinada, que coincide -tampoco casualmente- con los intereses del poder económico de nuestras sociedades, y que dista ciento ochenta grados de lo que dicen los hechos. Y todo esto no es fruto de la casualidad, porque realmente tiene un objetivo, llevan a cabo una misión -aunque haya algunos que lo hagan de forma no muy consciente- muy bien definida y preparada, que consiste en una guerra "no convencional" oculta. La forma en la que si no se convence a toda la gente, si por lo menos se consigue bloquear los movimientos de protesta que ante tal barbarie surgen naturalmente de lo que se conoce como izquierda política, aunque tal oposición a tal barbarie no deba ser y sea algo exclusivo de la izquierda, sino de toda persona moralmente e intelectualmente sana.
Comprenderán, creo también ,que con estos amigos no hacen falta muchos más enemigos.
Y comprenderán que si quieren un mundo mejor deberán ustedes trabajar para conseguirlo, porque de otro modo ya ven lo que tienen. Y esto empieza por estar bien informado, la buena información se consigue con criterio, sentido común, experiencia histórica y política y trabajando para conseguirla. No hay que dejar de trabajar, pues la pereza es la ruina a todos los niveles de las personas.
Aprendan realmente y no olviden tan fácilmente las lecciones que como estas que les he contado, nos muestran de forma tan clara como contundente el presente y el reciente pasado.
PS:
Para un análisis más extenso y pormenorizado sobre el papel de la izquierda en el nuevo colonialismo pueden seguir este enlace: La tragedia de la izquierda.
Aquí tienen algunas cosas que deberían conocer sobre Libia:
Democracia en Libia
La guerra en Libia y los derechos de las mujeres
O sobre Siria:
¿Por qué la izquierda apoya el ataque a Siria?