Decenas de palestinos se enfrentaron este miércoles a las fuerzas de seguridad israelíes en Beit Jala, cerca de Belén, para intentar impedir que Israel construyera el Muro de Apartheid en un sector cristiano, comprobó un periodista de la AFP.
Los palestinos en Beit Jala han protestado mucho los planes de Israel para dividir sus tierras. Foto: Ryan Rodrick Beiler, ActiveStills
Los manifestantes, sobre todo cristianos palestinos, aunque también había activistas extranjeros y al menos tres curas, se reunieron para protestar contra la obra que comenzó el lunes, tras años de dura batalla legal.
Los curas intentaron ir a rezar entre los olivos que las excavadoras israelíes estaban arrancando, pero fueron detenidos por el amplio dispositivo policial desplegado en la zona.
Un manifestante fue arrestado mientras intentaba plantar un olivo ante una de esas excavadoras.
Las fuerzas israelíes intervinieron para dispersar un grupo que había empezado a cantar "Israel es un Estado terrorista. No nos da miedo".
La construcción del muro comenzó en 2002, en plena Intifada, con el objetivo, según Israel, de proteger a la población de los ataques procedentes de Cisjordania. De momento se han erigido dos tercios de esa barrera, que debería alcanzar unos 712 kilómetros de largo.
Los habitantes protestan contra la confiscación de sus tierras y la fragmentación de su espacio. Foto/AFP.
Los palestinos lo llaman el muro del "apartheid" y es uno de los símbolos del conflicto israelo-palestino.
La obra dificulta la vida diaria de los palestinos, y se acusa a Israel de utilizarla para trazar nuevas fronteras de facto: el recorrido del muro se encuentra en un 85% en Cisjordania, aislando un 9,4% del territorio palestino, según la ONU.
Su paso por el sector de Beit Jala y el valle de Cremisan provocó una feroz resistencia de la comunidad cristiana local, que consiguió incluso el apoyo del papa.
El caso suscitó muchas reacciones en la Iglesia ya que el muro debería pasar entre un monasterio y un convento de los salesianos.
El Tribunal Supremo israelí había decidido bloquear el 2 de abril la construcción del muro en esa zona y había pedido al Estado que se planteará cambiar de trazado.
El alto tribunal acabó autorizando la construcción del muro el 6 de julio, tras precisar que su dictamen de abril sólo se refería a unos centenares de metros cerca del monasterio y del convento.
Los habitantes de Beit Jala se llevaron una sorpresa el lunes al comprobar que las excavadoras israelíes empezaban a arrancar los olivos al este del convento y del monasterio.
Los habitantes protestan contra la confiscación de sus tierras y la fragmentación de su espacio. Los palestinos también acusan a Israel de aprovechar el muro para extender aún más las colonias adyacentes de Gilo y Har Gilo, ilegales según la comunidad internacional.
El 9 de julio de 2004, la Corte Internacional de Justicia determinó que la construcción del muro es ilegal y exigió su desmantelamiento.
Fuente: Agencia AFP
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