lunes, 22 de abril de 2019

Venganza de Lenin Moreno por los pestilentes Ina Papers


Las graves acusaciones del gobierno de Ecuador contra Julian Assange son imposibles de verificar. ‎Pero las revelaciones de Wikileaks sobre la corrupción del presidente ecuatoriano Lenín‎ Moreno ‎están muy bien documentadas. El analista mexicano Alfredo Jalife pasa revista al sistema de ‎enriquecimiento personal imperante en Latinoamérica.

Atenta a las costumbres de las civilizaciones milenarias entregar a un asilado político por el país anfitrión, lo cual pisoteó el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, que deshonra a Latinoamérica.

La entrega de Assange a Estados Unidos ya estaba decidida desde 2017 cuando Trump envió a su representante especial Paul Manafort, hoy encarcelado, para operar un trueque con Lenín Moreno: Assange a cambio de retribuciones pecuniarias y acuerdos comerciales.

Sólo faltaba el catalizador, en lo que contribuyeron los sulfurosos “Ina Papers” que implican al presidente de Ecuador, a su hermano Edwin y a sus hijas en un operativo de lavado de dinero por 18 millones de dólares en el paraíso fiscal de Belice.

La nada gloriosa entrega de Assange, icónico fundador de Wikileaks, pone en peligro de muerte la libertad de expresión en la era del totalitarismo orwelliano cibernético y pone en tela de juicio la Primera Enmienda del Bill of Rights de Estados Unidos .

Los 18 millones de dólares que recibió Edwin Moreno, hermano de Lenín Moreno y mandamás de INA Investments Corp, fueron blanqueados en un conjunto de 11 empresas fantasmas: Espíritu Santo Holdings, Fundación Amore, Fundación Esmalau, Fundación Pacha Mama, Inversiones Larena, Inversiones Maspal, Manela Investment Corp, Probata Investments, San Antonio Business Corp, Turquoise Holdings Ltd, Valley View Business Corp.

El nombre INA fue tomado de las tres letras finales de los nombres de las tres hijas de Lenín Moreno: Ir(ina), Crist(ina) y Kar(ina). Al fundador de Wikileaks no le perdonan haber publicado el 26 de marzo pasado las tratativas de Trump con Lenín Moreno vía Manafort hace dos años.

Lenín Moreno inculpó a Assange, quien estaba totalmente desconectado del mundo, con su Internet bloqueado, de haber hackeado sus correos y su teléfono.

Lo más hilarante provino de la ministra María Paula Romo quien afirmó que Assange y Wikileaks estaban implicados en una conspiración (sic) para desestabilizar al gobierno de Lenín Moreno mediante dos “hackers rusos”. Ya lo de la fanstasmagórica intervención de Rusia se ha vuelto una broma muy aburrida.

Antes de la entrega ignominiosa de Assange, Lenín Moreno había descendido a los avernos de la impopularidad con menos de 17% de aceptación.

Más allá de la personalidad impía de Lenín Moreno, resalta su giro radical a la extrema derecha y su subordinación a Trump cuando concluyó créditos con el FMI y el Banco Mundial por 10 000 millones de dólares, al precio de severas medidas de austeridad y la supresión de 10 000 empleos del sector público.

El arresto de Assange era una coreografía cantada: hace 5 meses adelanté la secuencia de la expulsión/detención/deportación de Assange en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

Los INA Papers de la corrupta familia Moreno no son novedad: forman parte de la aplicación mafiosa del neoliberalismo global en Latinoamérica que resultó en un vulgar lavadero en los paraísos fiscales para comprar las conciencias de sus dirigentes y/o de los manipuladores de la opinión pública, como fue el caso de PanamaPapers –que mancillaron a Mario Vargas Llosa y al presidente argentino Mauricio Macri [6]–; del Bahama Leaks –con Pinochet, Macri y el partido PAN de cada día de México–; la estafa del Banco Stanford, donde blanqueaba el cártel del Golfo con el ex canciller mexicano Castañeda Gutman; etcétera.

Resalta que en Latinoamérica no hay neoliberalismo sin lavado de dinero.

La trama rusa, más bien el trauma ruso del plagiario Krauze Kleinbort (socio de Banco Santander y Televisa), es otro lavado de la Operación Berlín de acuerdo a la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno mexicano.

El ex presidente Rafael Correa estima que el haber divulgado el caso fétido de “Ina Papers” le valió que le bloquearan su cuenta en Facebook. Según Correa, el arresto de Assange fue a cambio de un préstamo del FMI y como venganza a la publicación por Wikileaks del escándalo de los “Ina Papers”

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