Mañana se cumplen 105 años de la heroica resistencia veracruzana a la ocupación militar de Estados Unidos que estuvo a punto de generar una guerra total con México, por la ambición conquistadora imperialista.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dirigirá desde el puerto un mensaje a la nación por aquel hecho que ha trascendido en el tiempo y es ejemplo de la rebeldía mexicana en defensa de su identidad nacional y de su soberanía.
Según los historiadores, la ocupación estadounidense de Veracruz del 21 de abril de 1914 tuvo el propósito de evitar la llegada de un gran cargamento de armas a manos del Ejército Federal mexicano de Victoriano Huerta -entonces adversario de Estados Unidos- para usarlas contra las fuerzas constitucionalistas de Venustiano Carranza, en su lucha revolucionaria quien, contradictoriamente, era más aceptado por Washington.
El antecedente más inmediato fue el llamado incidente de Tampico del 9 de abril de 1914 por el cual el gobierno estadounidense 'se sintió ofendido' por el gobierno de Victoriano Huerta cuando un grupo de marines del barco insignia USS Dolphin, fueron detenidos en el río Pánuco y el Canal de la Cortadura.
Aunque la detención duró menos de una hora y se pidieron disculpas el comandante naval estadounidense, Henry T. Mayo, protestó por esa detención y, para perdonar la ofensa, exigió saludos a la bandera estadounidense, a lo cual se negó el gobierno. Este altercado sirvió de pretexto a Washington para declararse 'ofendido' por el gobierno de Victoriano Huerta y ordenar la ocupación.
Fue un acto muy imperialista. La agresión se inició con la toma del puerto de Veracruz el 21 de abril de 1914 y culminó con la salida de las tropas estadounidenses el 23 de noviembre del mismo año después de una heroica resistencia popular en la que se destacaron los cadetes de la escuela naval militar.
En 1914 estaban en crisis las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y México, y estaba en su apogeo la Revolución mexicana con próceres como Francisco I. Madero, Emiliano Zapata y Pancho Villa muy mal mirados por Estados Unidos.
Varias facciones se oponían al gobierno de Huerta quien, contradictoriamente, había subido al poder apoyado por el llamado Pacto de la Embajada, promovido por el embajador estadounidense Henry Lane Wilson. Sin embargo, a la llegada de Woodrow Wilson a la presidencia, Estados Unidos retiró a su embajador y desconoció al gobierno huertista.
Sin mediar declaración de guerra de Estados Unidos al gobierno mexicano, la batalla por el puerto comenzó el 21 de abril de 1914, cuando infantes de marina y otras fuerzas ocuparon la aduana y otros edificios de importancia estratégica.
Hubo una muy desigual y poco efectiva defensa mexicana integrada por un centenar de soldados del ejército federal, varios centenares de voluntarios civiles, algunos presos liberados de las cárceles y un centenar de cadetes de la Escuela Naval Militar.
La batalla duró sólo un par de días. Para el día 30 de abril, las tropas de la marina estadounidense, que habían capturado el puerto, fueron reemplazadas por el ejército yanqui, que se encargó de mantener la ocupación durante casi siete meses.
Estados Unidos usó una fuerza exagerada con numerosos buques de guerra en la desembocadura del Pánuco y frente a Tampico, en el Golfo de México, y el Secretario de Marina estadounidense, Josephus Daniels, decidió concentrar toda la flota del Atlántico en Veracruz para consumar la ocupación. A las 10.10 entraron a la bahía interior, a las 11.45 toman la aduana, la estación de trenes y otras dependencias en medio de una resistencia heroica de los mexicanos por toda la ciudad.
Al día siguiente, a las dos de la tarde, llegan los refuerzos de la Flota del Atlántico y desembarcan cientos de soldados. Se estiman en tres mil los invasores mientras los cañones de los buques destruyen la ciudad. Llueve metralla en los muelles mientras columnas de tropas cruzan frente a la Escuela Naval donde la resistencia es particularmente heroica a pesar de ser blanco de los cañones.
La resistencia se extiende hasta el barrio sur donde se ven flotar, junto a la bandera mexicana, una uruguaya y otra venezolana. Los invasores disparan indiscriminadamente sin importarles los civiles. El ataque definitivo a la Academia Naval fue al amanecer del día 22, con numerosa tropa terrestre apoyada con intenso bombardeo naval. Fue un espectáculo horrible, según los cronistas.
Los chicos habían tomado los colchones de las camas, los pusieron en las ventanas, y dispararon por encima de ellos; pero cuando comenzaron los buques a disparar sus cañones esas endebles defensas no les sirvieron de nada. Hubo muertos valientes ese día. Sin embargo, los invasores se quedaron con las ganas de tomar prisioneros a los cadetes quienes lograron abandonar el recinto antes de su ocupación.
Veracruz quedó en manos de los invasores, que se mantuvieron hasta el 23 de noviembre del mismo año cuando se retiraron y entregaron la plaza al general Cándido Aguilar, representante de las fuerzas constitucionalistas de Venustiano Carranza. Desde entonces se le confirió a la Ciudad y Puerto de Veracruz el título de Heroica.
Según los historiadores, la ocupación estadounidense de Veracruz del 21 de abril de 1914 tuvo el propósito de evitar la llegada de un gran cargamento de armas a manos del Ejército Federal mexicano de Victoriano Huerta -entonces adversario de Estados Unidos- para usarlas contra las fuerzas constitucionalistas de Venustiano Carranza, en su lucha revolucionaria quien, contradictoriamente, era más aceptado por Washington.
El antecedente más inmediato fue el llamado incidente de Tampico del 9 de abril de 1914 por el cual el gobierno estadounidense 'se sintió ofendido' por el gobierno de Victoriano Huerta cuando un grupo de marines del barco insignia USS Dolphin, fueron detenidos en el río Pánuco y el Canal de la Cortadura.
Aunque la detención duró menos de una hora y se pidieron disculpas el comandante naval estadounidense, Henry T. Mayo, protestó por esa detención y, para perdonar la ofensa, exigió saludos a la bandera estadounidense, a lo cual se negó el gobierno. Este altercado sirvió de pretexto a Washington para declararse 'ofendido' por el gobierno de Victoriano Huerta y ordenar la ocupación.
Fue un acto muy imperialista. La agresión se inició con la toma del puerto de Veracruz el 21 de abril de 1914 y culminó con la salida de las tropas estadounidenses el 23 de noviembre del mismo año después de una heroica resistencia popular en la que se destacaron los cadetes de la escuela naval militar.
En 1914 estaban en crisis las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y México, y estaba en su apogeo la Revolución mexicana con próceres como Francisco I. Madero, Emiliano Zapata y Pancho Villa muy mal mirados por Estados Unidos.
Varias facciones se oponían al gobierno de Huerta quien, contradictoriamente, había subido al poder apoyado por el llamado Pacto de la Embajada, promovido por el embajador estadounidense Henry Lane Wilson. Sin embargo, a la llegada de Woodrow Wilson a la presidencia, Estados Unidos retiró a su embajador y desconoció al gobierno huertista.
Sin mediar declaración de guerra de Estados Unidos al gobierno mexicano, la batalla por el puerto comenzó el 21 de abril de 1914, cuando infantes de marina y otras fuerzas ocuparon la aduana y otros edificios de importancia estratégica.
Hubo una muy desigual y poco efectiva defensa mexicana integrada por un centenar de soldados del ejército federal, varios centenares de voluntarios civiles, algunos presos liberados de las cárceles y un centenar de cadetes de la Escuela Naval Militar.
La batalla duró sólo un par de días. Para el día 30 de abril, las tropas de la marina estadounidense, que habían capturado el puerto, fueron reemplazadas por el ejército yanqui, que se encargó de mantener la ocupación durante casi siete meses.
Estados Unidos usó una fuerza exagerada con numerosos buques de guerra en la desembocadura del Pánuco y frente a Tampico, en el Golfo de México, y el Secretario de Marina estadounidense, Josephus Daniels, decidió concentrar toda la flota del Atlántico en Veracruz para consumar la ocupación. A las 10.10 entraron a la bahía interior, a las 11.45 toman la aduana, la estación de trenes y otras dependencias en medio de una resistencia heroica de los mexicanos por toda la ciudad.
Al día siguiente, a las dos de la tarde, llegan los refuerzos de la Flota del Atlántico y desembarcan cientos de soldados. Se estiman en tres mil los invasores mientras los cañones de los buques destruyen la ciudad. Llueve metralla en los muelles mientras columnas de tropas cruzan frente a la Escuela Naval donde la resistencia es particularmente heroica a pesar de ser blanco de los cañones.
La resistencia se extiende hasta el barrio sur donde se ven flotar, junto a la bandera mexicana, una uruguaya y otra venezolana. Los invasores disparan indiscriminadamente sin importarles los civiles. El ataque definitivo a la Academia Naval fue al amanecer del día 22, con numerosa tropa terrestre apoyada con intenso bombardeo naval. Fue un espectáculo horrible, según los cronistas.
Los chicos habían tomado los colchones de las camas, los pusieron en las ventanas, y dispararon por encima de ellos; pero cuando comenzaron los buques a disparar sus cañones esas endebles defensas no les sirvieron de nada. Hubo muertos valientes ese día. Sin embargo, los invasores se quedaron con las ganas de tomar prisioneros a los cadetes quienes lograron abandonar el recinto antes de su ocupación.
Veracruz quedó en manos de los invasores, que se mantuvieron hasta el 23 de noviembre del mismo año cuando se retiraron y entregaron la plaza al general Cándido Aguilar, representante de las fuerzas constitucionalistas de Venustiano Carranza. Desde entonces se le confirió a la Ciudad y Puerto de Veracruz el título de Heroica.
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