sábado, 29 de noviembre de 2014

Los kurdos de Kobane dejan al descubierto la hipocresía de la Coalición contra el EI

La fuerza oscura del EI aparentemente es un gigante invencible que está asesinando sin piedad para establecer un Estado Islámico en Iraq y Siria. Pero la realidad es que, de hecho, está controlado y dirigido por sus creadores y partidarios, es decir, por EE.UU. y sus aliados en la región, esos que ahora pretenden haber formado una coalición para luchar contra él.

La pretendida lucha de la coalición contra el EI se parece mucho a un padre intentando disciplinar a un adolescente problemático y desobediente. No importa lo duro que sea el castigo para la conducta indisciplinada del joven, jamás contemplará asesinarlo. El EI es demasiado útil para los intereses nefarios de los miembros de la coalición –y de quienes se benefician de los dividendos de la guerra en general– como para ser eliminado.
La fuerza oscura del EI aparentemente es un gigante invencible e imparable que está asesinando y conquistando sin piedad para establecer un Estado Islámico en Iraq y Siria. Pero la realidad es que no está tan fuera de control como parece. Está, de hecho, cuidadosamente controlado y dirigido por sus creadores y partidarios, es decir, por EE.UU. y sus aliados en la región, esos que ahora pretenden haber formado una coalición para luchar contra él. EE.UU., Arabia Saudí y otros aliados en la zona no necesitan luchar contra el EI para (supuestamente) destruirlo; todo lo que tienen que hacer para apagar sus infernales llamas es dejar de echar más leña al fuego, es decir, dejar de suministrarle financiación, mercenarios, entrenamiento militar y armamento.

La defensa de Kobane une a todos los kurdos

José Miguel Arrugaeta y Orsola Casagrande
La primera declaración conjunta, del pasado 1 de noviembre, de los comandantes de las YPG (Unidades de Defensa Populares kurdo-sirias) y de la unidad de combatientes kurdo-iraquís, peshmergas, se produjo apenas un día después de la llegada al terreno de los 150 hombres que refuerzan las auto-defensas en Kobane. Sus palabras podrían ser también el inicio de un futuro diferente para el pueblo kurdo. 
Los comandantes kurdos han transmitido un mensaje de “unidad nacional”. No podía ser de otra manera. Las relaciones entre los peshmergas y la YPG (y más allá aun, de los kurdos de Siria y Turquía) sufrieron un marcado “enfriamiento” desde que en agosto de este mismo año las fuerzas armadas del Kurdistán iraquí abandonaron inesperadamente sus posiciones dejando indefensos, frente a las implacables fuerzas del Estado Islámico, a más de 20.000 kurdos de la minoría yazidi en Sengal.
El resultado de esta “retirada” fueron cientos de personas capturadas, numerosas masacres de civiles, secuestros de mujeres y niñas, y miles de personas huyendo precipitadamente de sus casas buscando refugio en las montañas, siempre fieles aliadas de los kurdos.

La guerrilla en Kobane, una nueva era para el feminismo

Se hace evidente que están renaciendo unas nuevas condiciones de equidad e igualdad bajo las chaquetas de las mujeres guerrilleras de las YPJ (Fuerzas de Protección de la Mujer), a la vista de la resistencia ejercida por parte de éstas en Kobani, una pequeña ciudad-estado situada en la frontera artificial entre dos estados colonialistas. Las mujeres kurdas combatientes de Cezire, Al-Hasakah, Afrin, Alepo y Qamishlo, y en todas las demás áreas en el Oeste de Kurdistán, Rojava, lograron mantener sus propios derechos individuales en esa lucha despiadada y brutal, y al mismo tiempo, ha supuesto una explosión moral y social para las próximas décadas, no sólo en la cultura kurda, también para todo el Oriente Medio. Este nuevo fenómeno en el cambio de rol hacia la igualdad va a modificar el esquema de la masculinidad soportado en la ética religiosa y en los valores y normas morales imperantes en la cultura. La  mujer kurda está dispuesta a dejar de ser invisible. El rol de la mujer en la sociedad kurda por mucho tiempo se resumía en ser ama de casa, realizar labores domésticas y el cuidado de los niños, además del trabajo en el campo, también se le reservaba puestos como oficinistas. El papel de la mujer está delimitado por una cadena de fronteras sociales y religiosas que prohibe incluso el derecho más íntimo como las ganas de reir y de hablar en voz alta, obligándolas a mantenerse socialmente ocultas y a tener una personalidad introvertida como si de una virtud femenina se tratara. Hoy en día, las mujeres combatientes están tratando valientemente de cambiar esta cultura y se niegan a ser unas meras beatas calladas, se niegan a ser un juguete sexual de los hombres,  preparadas para cumplir bien sus deberes en la cama en las largas e interminables noches. Las combatientes kurdas le dieron otro sentido a la vida. Luchan por cambiar el sistema moral de la sociedad y tratan de formar uno nuevo con nuevos significados.

La lucha contra el ISIS desde una perspectiva histórica

Hace más de dos meses el nombre de Kobane era virtualmente desconocido fuera de Siria y de la región de Kurdistán. Hoy, como resultado de la heroica lucha y resistencia de Kobane contra Daesh (ISIS), su nombre ha inspirado a personas de todo el mundo. Se han realizado acciones de apoyo a la lucha de Kobane desde lugares remotos. Lejos de cualquier estimación la resistencia de Kobane ha sido formidable y están resueltos en no ceder.
Los kurdos se preguntan por qué ISIS gasta tanto empeño en tomar Kobane, por qué ISIS está poniendo todo su esfuerzo en conquistar esta recóndita ciudad. Es cierto que Kobane es un lugar estratégico, fronterizo y de vital importancia para el control de Siria, pero existen muchos otros lugares en Siria e Irak donde el ISIS puede prevalecer.
Claramente el ISIS es capaz de luchar en varios frentes a la vez. A finales de Octubre ya empezó a constituir una amenaza en el Líbano, incluso tiene presencia en Finlandia. Pero en el ataque a la pequeña ciudad de Kobane, ISIS no actuaba solo, al menos no actúa solamente por su propio interés. La caida de Kobane agradaría enormemente a Ankara, que está muy preocupada por el éxito obtenido por los kurdos en el establecimiento de una estructura democrática que ha funcionado con éxito en Rojava, de la cual Kobane forma parte.

Construiremos un Kurdistán libre bajo el liderazgo de las mujeres

http://www.firatnews.com/media/cache/gallery_full/media/174432e52e5ba5d1b0047a52e748f4b6_urf-25-11-14-kadin-mitigi-sonlandi14.JPGDirigiendóse a miles de mujeres que habían marchado desde Dewser hasta el pueblo de Mehsar (provincia de Urfa) en la frontera con Kobanê, con el fin de conmemorar el 25 de Noviembre, Día de la Eliminación de la Violencia en contra de las Mujeres, la co-presidenta del PYD (Partido de la Unión Democrática), Asya Abdullah, dijo que ellas como mujeres kurdas daban la bienvenida más calurosa a todas aquellas mujeres que se habían reunido en la frontera en solidaridad con las combatientes de las YPJ.

Deutsche Welle: “Las líneas de suministro del Estado Islámico salen de Turquía”

Deutsche Welle: “Las líneas de suministro del Estado Islámico salen de Turquía”



La emisora ​​internacional alemana Deutsche Welle (DW) publicó un informe en video con inmensas implicaciones – posiblemente la primera cadena nacional en Occidente en reconocer que el llamado “Estado Islámico” se suministra no por el “mercado negro del petróleo” o por el “rescates de rehenes”, sino a través de miles de millones de dólares del valor de los suministros realizados en Siria a través de las fronteras de un miembro de la OTAN: Turquía, a través de la que entran y salen cientos de camiones al día.
El informe titulado, “Los canales de suministro del Estado Islámico a través de Turquía“, confirma lo que ha sido reportado por los analistas geopolíticos desde por lo menos 2011 – que un miembro de la OTAN, Turquía ha permitido un torrente de suministros, combatientes y armas cruzar sus fronteras sin oposición para reabastecer las posiciones del Estado Islámico dentro de Siria.
En una escena surrealista del informe de DW, terroristas anti-Siria son vistos caminando a través de la frontera y, literalmente, muertos a tiros justo al otro lado por combatientes kurdos.
Los residentes locales y los comerciantes entrevistados por DW de Alemania admiten que el comercio con Siria que les estaba beneficiando a ellos había terminado desde que comenzó el conflicto y que los suministros de camiones que fluyen a través de la frontera se origina desde “el oeste de Turquía.” El informe de DW no entra en detalles sobre lo que significa “Turquía occidental”, pero muy probablemente se refiere a Ankara, varios puertos utilizados por la OTAN, y por supuesto la base aérea de la OTAN en Incirlik.

Como Irán y Hezbolá ayudan a Iraq a derrotar al Estado Islámico

Reproducimos artículo del Grupo de Comunicación Libanés “Al Manar” que refleja las características internacionales del conflicto en el llamado Medio Oriente y  abre perspectivas a las fuerzas revolucionarias  en otras latitudes sobre cómo enfrentar al imperialismo estadounidense y sus lacayos. 
Los iraquíes han demostrado que el EI no es una fuerza invencible. Con el asesoramiento, a nivel de organización y táctica, del general Qassem Soleimani, los iraquíes han obtenido una victoria relevante en la batalla “épica” de Yarif al Sajir (el Precipicio Rocoso), en la provincia de Babel, que a los iraquíes les gusta llamar ahora Yarif al Nasr (el Precipicio de la Victoria).
Los medios occidentales y estadounidenses no se han molestado en hablar sobre esta importante batalla ni sobre el importante papel jugado en ella por las milicias populares iraquíes. Sin embargo, fuentes iraquíes han señalado que se trató de una “batalla épica” similar a la que tuvo lugar en Qusair, en Siria, hace más de un año.
La batalla de Yarif el Sajir fue una victoria histórica del grupo Movilización Popular, que incluye a multitud de milicias, incluyendo las Brigadas de Hezbolá, Liga de los Virtuosos, la Organización Badr, Saraya al Salam (el movimiento sadrista) y otras.

El iraní General Qasem Soleimani, "el hombre más poderoso en Irak"

Qasem Soleimani

Estados Unidos ha estado bombardeando al autodenominado Estado Islámico desde agosto, para apoyar a la coalición entre el ejército iraquí, combatientes kurdos de las fuerzas peshmerga y milicias chiitas.

Pero en el terreno, es Irán el que parece estar extendiendo su influencia, jugando un rol cada vez más activo bajo el liderazgo de Qasem Soleimani, un reservado general iraní.

Gabriel Gatehouse de la BBC estuvo tras el rastro del iraní que ha sido descrito como "el hombre más poderoso de Irak".

En el sofocante calor en Jalawla, en la frontera con Irán, las fuerzas kurdas batallan contra Estado Islámico (EI) en el lugar en el que las peshmerga frenaron el avance de los yihadistas, a meros 160 kilómetros de Bagdad.

Mientras Estados Unidos las asiste desde el aire, en tierra es Irán el que esta proveyendo la mayor parte del apoyo.

No se trata sólo de una batalla contra unos yihadistas brutales: Teherán está llevando a cabo una campaña por el control de Irak y por su influencia en Medio Oriente.

En el corazón de esa campaña, aunque en las sombras, está un hombre: el general Qasem Soleimani, el líder de la fuerza iraní de élite Quds, brazo exterior de la Guardia Revolucionaria.


Poder en el terreno

Soleimani cuenta con la confianza del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei.

En Irak se le ha visto tomando el control de grupos de milicias chiitas y los políticos palidecen al oír mencionar su nombre.

Quienes lo conocen lo describen como un hombre que dice poco y logra mucho 

"Se ha ganado su poder porque trata directamente con las unidades en el terreno. No le atemoriza viajar por Siria e Irak para asegurarse de que las milicias son capaces de enfrentar la amenaza de EI", le explica a la BBC Hayder al Khoei, del Instituto Real de Asuntos Internacionales.

"Tiene credibilidad en la esfera política y también en la militar", agrega.

Soleimani rara vez aparece en público. Pero, a veces, en los funerales de algún miembro de su fuerza Quds, se le ha visto soltar una lágrima o dos.

Quienes lo conocen lo describen como un hombre que dice poco y logra mucho.
Se siente pero no se ve

En el frente de esta guerra, los combatientes kurdos nos mostraron cuán anticuadas son sus armas, y es difícil entender cómo lograron ganarle terreno a EI por sí solos.




 
Los milicianos no parecen estar muy bien equipados. Cuando le pregunté a uno de los coroneles si Soleimani los había ayudado, la respuesta fue que no... que por ahí nadie lo había visto... absolutamente nadie.


Nadie había siquiera oído hablar de él, a pesar de que es "el hombre más poderoso de Irak".

Pero un comandante local kurdo le confirmó a la BBC que Qasem Soleimani efectivamente había visitado ese frente de guerra en varias ocasiones, y aceptó revelar el grado de participación iraní en el esfuerzo.

"Irán envió 16 camiones cargados de armas, artillería pesada y monitores, dos lanzadores de misiles grandes, tres o cuatro más pequeños y un batallón de morteros", le dijo a la BBC el comandante peshmerga Jafar Mustafa Marouf.
Un arma potente

Las batallas por Irak y Siria son parte de una campaña más amplia por el control de Medio Oriente entre el chiita Irán y los poderes sunitas del Golfo Pérsico.


Se le atribuye haber definido la estrategia que le ha ayudado a al Assad a cambiar el curso de la guerra 

En Líbano, Soleimani ha cultivado al grupo chiita Hezbolá; en Siria, ha fortalecido al presidente Bashar al Asad.

Se le atribuye haber definido la estrategia que le ha ayudado a al Asad a cambiar el curso de la guerra contra las fuerzas rebeldes y recobrar ciudades y pueblos claves.

En esta guerra no muy fría, Soleimani es una de las armas más potentes de Irán.
La invasión removió barreras

Hasta 2003, Irak era un obstáculo geográfico y político entre Irán y sus aliados chiitas hacia el occidente, en Siria y Líbano.

Pero luego vino la invasión liderada por Estados Unidos, que al derrocar a Saddam Hussein removió esa vasta barrera a las ambiciones expansionistas iraníes.


 
Se cree que Irán está alentando a los chiitas a que se unan al desmoralizado ejército iraquí. Ahora, "Soleimani quiere asegurarse de que los grupos armados en Líbano, Siria e Irak dependan de Irán para sobrevivir", indica Ayder al Khoei.

Un alto oficial iraquí le dijo a la BBC que cuando la ciudad de Mosul cayó, la rápida reacción de Irán, más que los bombardeos estadounidenses, fue lo que evitó un colapso más extendido.

Sin embargo, muchos iraquíes temen que su país se esté volviendo un sometido de Teherán, que las milicias que proveen la seguridad se estén tornando en un instrumento de control político iraní.

"La inestabilidad de Irak lo hace débil y muchas de las decisiones se están tomando en Teherán, no en Bagdad", señala Atheel al Najaifi, el gobernador en el exilio de Mosul.
Archienemigos juntos

La crisis en Irak ha puesto a dos archienemigos del mismo lado: Irán y EE.UU.

Pero aunque suene extraño, sucedió antes por Irak y por Afganistán.


Hace 7 años, los iraníes y estadounidenses se reunieron porque Irak estaba batallando con la violencia sectaria. Irán le proveyó inteligencia militar a EE.UU. para apoyar la invasión que derrocó al Talibán en 2001, y en 2007, Washington y Teherán enviaron representantes a Bagdad para discutir sobre el deterioro de la situación en Irak.

El ex embajador de EE.UU. en Irak y Afganistán Ryan Crocker recordó en una entrevista con la BBC el año pasado cuán crucial era el rol que tenía entre bambalinas el general Soleimani.

"Mis interlocutores iraníes dejaron claro que aunque mantenían a la cancillería de su país informada, al final era Soleimani quien tomaba las decisiones".
Washington y Bagdad necesitan a Teherán

Tras ocho años de ocupación y millones de dólares de inversión, a los estadounidenses les están ganando la partida.

A finales de agosto, fueron los bombardeos de EE.UU. los que ayudaron a ponerle fin al sitio que había mantenido EI en la ciudad de Amerli.

Pero, ¿quién hizo la entrada triunfal y se llevó el crédito por la victoria?

Qasem Soleimani.


Las banderas con íconos chiitas dejan claro quién se llevó la gloria por la liberación de Amerli. "Qasem Soleimani vino a visitarnos. Él vio cuál era la situación y su visita nos subió el ánimo", recuerda "Abu Ali", un comandante chiita.

En la frontera con Irán, el avance de los yihadistas está controlado, pero EI no ha sido vencido.

Irak se está convirtiendo en un estado satélite, dependiente de la fuerza de las milicias chiitas y las armas de Teherán.

Y, en la batalla contra EI, los estadounidenses dependen ahora de Irán tanto como los iraquíes.


 
La lucha contra EI está lejos de llegar a su fin. Antes de las conversaciones entre Irán y EE.UU. en 2007, los estadounidenses arrestaron a cinco iraníes en Irak, acusándolos de estar entrenando a las milicias chiitas.


Siete años más tarde, Soleimani puede operar mucho más abiertamente dentro de Irak mientras los estadounidenses, una vez más, recurren a su ayuda para sacar al país del borde del abismo.

Cuando el general Soleimani aterrizó en Bagdad...

Fuentes iraquíes han relatado a Al Manar lo que ocurrió realmente después de la ocupación de Mosul, en el norte de Iraq, por el EI.

“Apenas algunas horas después de la caída de Mosul, un avión privado a bordo del cual viajaba el jefe de la Fuerza Al Quds iraní, Qassem Soleimani, aterrizó en Bagdad”.

“Soleimani estaba acompañado de expertos militares iraníes y libaneses. La delegación fue recibida por los jefes de las milicias populares”, que están apoyadas por Irán.

Se trataba de Asaib Ahl al Haqq (Liga de los Virtuosos), las Brigadas Badr, las Brigadas del Hezbolá iraquí, las Brigadas del Imam Ali (P), las Brigadas del Imam Hussein (P) y el Movimiento Risalat.

“Todas las brigadas estaban dispuestas y no necesitaban más que una persona que pudiera dirigir la batalla contra el EI. El Ejército iraquí no se había hundido tampoco, como han propagado los medios de ciertos países que querían arreglar cuentas con el gobierno de Nuri al Maliki”, dijo la misma fuente a Al Manar.

viernes, 28 de noviembre de 2014

La Guerra de Chechenia

 

Ningún checheno habla de odio hacia los rusos; el sentimiento compartido por todos los chechenos, de los más jóvenes a los más viejos, es mucho más fuerte que el odio
Lev Tolstói

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La Guerra de Chechenia generalmente se suele dividir en 2 periodos distintos; la Primera Guerra de Chechenia que tuvo lugar entre 1994 y 1996 y la Segunda que tuvo lugar entre 1999 y 2009. Sin embargo Chechenia tuvo conflictos mucho antes. Ya en 1230, primero con las invasiones Mongoles y mucho más tarde con la Guerra del Cáucaso entre 1817 y 1864. Tiempo después en la Segunda Guerra Mundial con las insurgencias ocurridas entre 1940 y 1944. Muchas de estas batallas son pobremente documentadas, debido a la falta de información y los intereses para que no se conozcan los detalles del conflicto.

El Origen de Chechenia

La actual región del Caucaso, fue lugar de muchas invasiones, primero por los Álanos, luego por los Hunos, para que finalmente y ya entre los siglos VIII y XI los Jázaros y el Califato Abasí se disputasen la región, fue aquí, cuando el idioma Checheno fue escrito por primera vez empleando carácteres árabes. En el siglo XIII y XIV los Mongoles invadieron y dominaron Chechenia. Cuando en el siglo XV las distintas tribus caucásicas lograron liberar la zona. Muchos chechenos e ingushetios fueron cristianos, pero la influencia del Islam fue creciendo hasta que los sunitas fueron mayoría religiosa de esta zona.
Desde el siglo XVI tanto los turcos, persas como rusos se disputaron esta zona. En este mismo siglo, Iván el Terrible fundo Tarki, asentando a los primeros cosacos en la zona. El ejército ruso desplegado en la zona estaba pues formado por una mayoría de cosacos Terek que no entrarían en conflicto con los chechenos de las montañas por cientos de años.

La Guerra del Cáucaso y expansión del Imperio Ruso

En 1783 Rusia firmó con el reino georgiano de Kartl-Kakheti (devastado por invasiones turcas y persas) el tratado Georgivsk, haciendo Kartl-Kakheti un protectorado de Rusia. En 1794, se unificó la resistencia de los pueblos del Cáucaso contra el Zar, pero estos pueblos fueron derrotados, aunque sin llegar a conquistar Chechenia. Esto era considerado un mal ejemplo para el Imperio Ruso, pudiendo considerarse la independencia y rebeldía de Chechenia como un ejemplo a seguir para otras zonas del Cáucaso. En 1814 el Gobernador ruso responsable del Cáucaso, Alekséi Yermólov pronunció las siguientes palabras “No tendremos paz, mientras un sólo checheno siga con vida“.
Es momento de dibujar este mapa para hacernos una idea de la situación en el Cáucaso antes de proseguir:

Imperio Ruso, Persa y Otomano en disputa por la zona del Cáucaso en el siglo XVIII

Por una parte, teniamos lo que hoy se conoce como Daguestán, Chechenia y Azerbayán, de mayoría religiosa musulmán, unidos y que intentarían frenar el modelo expansionista del imperio Ruso en la zona del Cáucaso. Por otra parte Georgia, de mayoría católica, que claramente querían la protección del Imperio Ruso desde el norte, ya que estaba el gran imperio Otomano en el sur, que junto con Daguestán y Chechenia, eran también de mayoría musulmana. Gran parte de Azerbayán (a excepción del norte de esta) sería conquistada por el Imperio Ruso, y quedaría Daguestán y Chechenia como último reducto a conquistar. Recordemos que el Cáucaso fue disputado por el Imperio Ruso, el Otomano y el Persa e independientemente de las influencias religiosas que tuviesen, los Chechenos estaban ahí mucho antes de que llegasen los primeros ataques de estos 3 imperios a la zona del Cáucaso, por supuesto esto no justificará las tácticas y atrocidades que comenterían ambos bandos durante el tiempo que dura el conflicto.

El Imán Shamil

Las batallas comenzaron en 1818 las tropas rusas invadieron Chechenia y crearon el fuerte de Grozni. El imán Shamil, encabezó la resistencia chechena contra los rusos.
En la Guerra del Cáucaso, es donde se podría marcar la línea de conflicto donde comenzó el odio profundo entre Rusos y Chechenos, pausado pero no parado, el conflicto tuvo distintas guerras que aún continuan en la actualidad. Es por ello por lo que incluyo un documental que se centra en el imán Shamil ya algo lejano en tiempo, pero como origen cercano del conflicto actual.


Finalmente y después de terribles batallas y masacres sanguinarias de la Guerra del Cáucaso, desde el principio del siglo XVIII, Ingushetia se había unido voluntariamente a la Rusia Imperial en 1810 y en 1859 Chechenia fue anexada a Rusia, a pesar de que la Guerra del Caucaso no terminaría hasta 1864. Así pues, Chechenia fue oficialmente incorporada a Rusia tiempo más tarde, ya en 1870.

Revolución Rusa e influencia en Chechenia e Ingushetia

Después de la Revolución Rusa de 1917, en 1921, Chechenia e Ingushetia se unió a la República Autónoma Soviética de la ASSR. La división de dicha República comenzó poco después de su formación, y su distrito checheno se independizó en 1922 con el nombre de Oblast Autónomo de Chechenia. En 1924, los restos de la ASSR fueron divididos entre el Oblast Autónomo de Osetia del Norte y el Oblast Autónomo de Ingusia. En 1934, los Oblasts checheno e ingusios se unieron para formar el Oblast Autónomo Checheno-Ingusio.
Ya durante el mandato de Iósif Stalin y en 1936, dicho Oblast alcanzaría el rango de República Autónoma Socialista Soviética de Chechenia-Ingushetia.

La insurgencia de Chechenia de 1942 a 1943 y deportación de toda la nación

Haría falta la gota que colmó el vaso y revivir un conflicto de la peor manera posible. En la Segunda Guerra Mundial cuando los nazis expandieron su imperio, llegaron hasta la zona de Chechenia. Y aquí hay dos versiones del conflicto, por un lado se dice que los chechenos combatieron ferozmente contra los nazis (al menos 40.000 chechenos lucharon en el ejército rojo), pero por otro lado, había otra versión en que los chechenos junto con los ingusetios se unieron a los nazis en rebeldía contra los soviéticos con fines desestabilizadores y separatistas. Existen distintos argumentos sobre esto dependiendo de la versión de los hechos: la cantidad de chechenos luchando para el frente nazi era mucho menor que otros grupos como cosascos, la cantidad de deserciones luchando para el ejército rojo por parte de los chechenos en cambio sí fue muy alto (alrededor de 2.300 chechenos fueron ejecutados por desertar). Por otra parte espías soviéticos que se infiltraron en Chechenia descubieron y arrestaron a nazis en esta región. No ayudaría en nada dichas ejecuciones de chechenos unido al pasado turbulento entre ambas naciones (la rusa y la chechena).
Según las fuentes oficiales, los soviéticos enviaron 110.000 soldados contra los 5.000 chechenos, entre unos 6.500 y 18.000 ingusetios y cientos de alemanes. Como resultado y en 1944, todos los chechenos e ingusetios fueron deportados a campos de trabajos forzados en Kazajistán. La deportación de una nación entera que se estima entre 500.000 y 1.000.000 de personas donde 1 de cada 4 murió en el primer trayecto.
Los deportados chechenos que sobrevivieron, no pudieron volver hasta 1957 a su tierra y la república fue instaurada gracias a Nikita Khrushchev y el proceso de desestanilización.

Primera Guerra de Chechenia (1994 – 1996)

“Prisión en Bahréin: una Historia de Tortura”

Agencia de Noticias de Ahlul Bait (ABNA) — Él gritaba mientras lo golpeaban. Los prisioneros podían oír sus gritos. La autopsia mostró un rostro desfigurado, un cráneo fracturado, costillas rotas y un riñón reventado. Se trata de Hasan Alshaikh, de 36 años de edad, que murió como resultado de torturas en una prisión en Bahréin. Él cumplió más de la mitad de su condena.
El 6 de noviembre de 2014 el Ministro del Interior de Bahréin tuiteó que un prisionero había muerto en prisión:


— Ministry of Interior (@moi_bahrain) November 6, 2014 Sospechas de delito en torno a la muerte del preso Hasan Alshaikh se suma a la lista de al menos cinco presos más que murieron a causa de torturas en Bahréin en 2011, y comparto con él algo que desafortunadamente es habitual en mi país—ambos fuimos víctimas de tortura.
En la noche del 30 de julio de 2013, me fui a dormir pensando en cosas triviales como lo que haría el fin de semana, y si debía seguir con mis clases de piano. Nunca me imaginé que tales decisiones pronto no estarían en mis manos.

La lucha por la sucesión de Khamenei ya comenzó

La lucha por la sucesión de Khamenei ya comenzó



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Durante su último viaje a Nueva York, el presidente iraní, Hassan Rouhani, organizó una cena privada para un reducido número de ex funcionarios estadounidenses, ejecutivos de negocios petroleros y empresarios de la industria energética. Según varios de los participantes, Rouhani trató de transmitir un mensaje simple: si EE.UU. no ayuda a Irán a alcanzar un acuerdo sobre la cuestión nuclear, las próximas elecciones en Irán podrían ser la antesala a una grave crisis política interna. Un día antes, el canciller Javad Zarif había transmitido el mismo mensaje al Council on Foreign Relations en Nueva York. “Si no nos ayudan, ustedes podrían sufrir las consecuencias”, advirtió.
¿A qué se refirieron Rouhani y Zarif con sus dichos intentando presentar “algo o alguien” como una bête noire? ¿Quién es el hombre que intentan presentar como tal cosa para Occidente? La respuesta es sencilla, es el ex presidente Mahmoud Ahmadinejad. Sin embargo, éste no tiene una circunscripción electoral propia con gran caudal de votos cautivos en la población iraní, y es poco probable que gane unas futuras elecciones sin tener el apoyo del aparato militar, el sector religioso más radical y el aval de grupos de la comunidad empresarial local. No obstante, Rouhani y su mentor político, el ex presidente Hashemi Rafsanjani, esperan que un acuerdo con los EE.UU. les daría impulso para tomar el control del Majlis -Parlamento- el año próximo, y luego, ganar la Asamblea de Expertos, que a su vez, elige el “Guía Supremo”.

La historia de Maryam Rajavi, la mujer que lucha por la democracia en Irán

 

Maryam-Rajavi
Apoyó la Revolución Islámica hasta que descubrió la brutalidad del régimen cuando le mataron a una hermana. Hoy lidera la resistencia e impulsa un modelo de país con respeto a las libertades individuales y los derechos humanos
Maryam Rajavi es una de las tantas personas que pensó que, con la Revolución Islámica, Irán encontraría un nuevo despertar y quedó desilusionada. Hoy, 34 años después de ese hito, lidera desde París la resistencia al régimen impuesto por el ayatollah Alí Khamenei. Rajavi se ha convertido en un símbolo de la defensa de los derechos humanos, las libertades individuales y la democracia en Medio Oriente. Ha dado la vuelta al mundo para demostrar que otra realidad es posible en los países musulmanes; y lo ha hecho cubierta con la hiyab para probar que el problema no es el islam, sino lo que ciertos líderes y extremistas han hecho con él.
Rajavi nació en 1953 y es ingeniera metalúrgica. Cuando era una estudiante de la universidad, se sumó a las filas contra el régimen del shah Reza Pahlavi, quien era considerado por los rebeldes un títere afín a los intereses extranjeros. Con 26 años y tras la brutal ejecución de una de sus hermanas, Narges, no dudó en darle su apoyo a la Revolución Islámica de 1979. Compartía sus consignas para refundar el país bajo un sistema democrático.

El peligro del juego de Irán en Yemen

La diplomacia europea que trabaja en un informe de la OTAN sobre el devastado Yemen dice que resolver el escenario político local es muy simple. “Los saudíes alimentan a los yemeníes y los iraníes los arman”. Así, los yemeníes estarían controlados y todo lo que ellos harán es alimentarse y combatir entre sí.
Como todas las caricaturas, esta caricatura verbal pone la lente en un solo aspecto de una situación harto compleja ignorando su importancia.
Actualmente, el Yemen es una maraña de conflictos que, aunque deben ser examinados uno a uno, no pueden ser plenamente comprendidos sin una referencia a su contexto colectivo.
Desde 2010, Yemen ha estado en una pendiente resbaladiza hasta convertirse en un territorio sin gobierno o semi-gobernado. En este momento, varios países, especialmente la República Democrática del Congo, la República Centroafricana, Sudán del Sur, y, por supuesto, Somalia, están pasando por la misma experiencia en diferentes grados. Ninguna nación es inmune a sufrir ese destino.
Si el Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) no es neutralizado podría convertir a seis de las 18 provincias de Irak en zonas “sin gobierno”. El fenómeno podría propagarse de Siria e Irak pero también hacia sus vecinos, en particular el Líbano y Turquía. Algunos analistas incluyen las llamadas “tierras baldías” del noroeste de Pakistán en la lista de zonas sin gobierno. Partes en disputa de Cachemira, Pakistán y algunas provincias de Beluchistán también están en peligro de avanzar en esta dirección.

Los hijos del Estado Islámico: campamentos para niños que serán ejecutores y suicidas

Los niños que crecen en los territorios bajo control del Estado Islámico (EI) no ven dibujos animados en la televisión, no juegan con la pelota en las calles ni trazan dibujos de familias felices en la escuela. Al contrario, muchos de ellos son obligados a presenciar ejecuciones, patear las cabezas de los decapitados o aprender a recargar fusiles automáticos mientras recitan la shahada o profesión de fe musulmana: “No hay otra divinidad que Dios, y Mahoma es su profeta”.
La organización dirigida por Abu Bakr al Bagdadi es probablemente el primer grupo yihadistas con un claro proyecto estatal desde el triunfo de los talibanes afganos, y ello implica pensar más allá de las victorias militares, es decir, en la continuidad que pueden aportar las nuevas generaciones. “La información recopilada revela que el ISIS (Estado Islámico de Irak y del Levante, por sus siglas inglesas) da prioridad a los niños como vehículo para asegurarse lealtad a largo término, adherencia a su ideología y cuadros de combatientes devotos que verán la violencia como un modo de vida”, señala el último informe de la Comisión Internacional Independiente para la Investigación sobre Siria, vinculada a la ONU, para cuya redacción ha entrevistado a más de 300 hombres, mujeres y niños que huyeron de los territorios del Califato proclamado por el EI.
Se estima que hay unos 800 menores en campos de entrenamiento del Estado Islámico. Otras fuentes creen que cada mes se incorporan entre 250 y 300 chicos para sustituir a los niños-soldado que mueren en el frenteInformes de la ONU, de activistas opositores como el grupo Raqqa is Being Slaughtered Silently o de organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch (HRW) confirman la existencia de campos de entrenamiento de menores en diversos puntos del territorio controlado por el EI como Raqqa, Alepo y Yarabulus, en Siria, o Mosul, en Irak. Los yihadistas “persiguen una política de hacer morir de hambre a la ciudad”, aseguran los activistas de Raqqa, uno de los bastiones del Estado Islámico, “y por ello la gente necesitada envía a sus hijos a los campos de entrenamiento por dinero”. Según un estudio publicado por HRW en junio, los yihadistas pagan 100 dólares mensuales por cada menor mientras que el sueldo de los combatientes mayores de edad es de unos 200 dólares.
Otros niños, en cambio, son secuestrados o llevados a la fuerza a los campos de entrenamiento bajo la amenaza de encarcelar a las familias que no cooperen. Igualmente, según explica a El Confidencial la doctora Shelly Whitman, directora ejecutiva de la iniciativa sobre Niños Soldados Roméo Dallaire, los yihadistas se aprovechan de los “huérfanos” y de los “menores separados de sus familias, que se encuentran en campos de refugiados y buscan venganza”.

La Mortaja Blanca, los cazadores de yihadistas que aterrorizan al Estado Islámico

A principios de este verano, cuando el Estado Islámico comenzaba a apuntalar su hegemonía en la provincia siria de Deir Az Zor, unas misteriosas pintadas aparecieron en los muros: “Al Kafn Al Abyad”, o “La mortaja blanca”, se leía en caracteres árabes. Pocos días después, los miembros del EI comenzaron a ser víctimas de atentados y ejecuciones sorpresa a manos de una fuerza desconocida que respondía a dicho nombre.
El grupo afirmaba haberlo adoptado en homenaje a la prenda mortuoria que aguardaba a sus enemigos (el blanco es el color del luto en la religión musulmana), y en el video en el que se anunciaba su creación prometía “purificar la tierra del régimen ocupante de Asad, y su malvado brazo, la banda de Al Bagdadi y el traicionero Estado Islámico de Irak y el Levante”, haciéndose eco de una teoría muy extendida entre los insurgentes sirios, que acusa al EI de ser una creación del régimen sirio. Además, amenazaba a los combatientes extranjeros reclutados por el EI (hasta 15.000, según varios servicios de inteligencia europeos): “Dejad nuestra tierra. No hay sitio para vosotros entre el pueblo sirio, que se levantó contra la injusticia y que no sustituirá un gobierno tiránico por otro opresor”.
A principios de este verano, cuando el Estado Islámico comenzaba a apuntalar su hegemonía, unas misteriosas pintadas aparecieron en los muros: “La mortaja blanca”. Pocos días después, los miembros del EI comenzaron a ser víctimas de atentados y ejecucionesLos primeros en llamar la atención sobre Mortaja Blanca fueron el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) y algunos medios periodísticos libaneses. Pero los ‘fantasmas’ que combatían al EI en su propio territorio parecían todavía poco más que un mito urbano. Ya no: la agencia estadounidense Reuters consiguió entrevistar recientemente por Skype a su cabecilla, identificado como Abu Aboud.
“El secretismo es el elemento más importante del trabajo de Mortaja Blanca”, explicó Aboud, quien indicó que la organización está formada por células de cuatro personas que operan de forma independiente unas de otras. La organización fue formada por antiguos integrantes de los batallones insurgentes suníes, agrupados bajo la etiqueta genérica del Ejército Sirio Libre, ahora prácticamente derrotados en la provincia, que ante la imposibilidad de hacer frente al Estado Islámico en operaciones militares convencionales optaron por el sabotaje y la guerrilla urbana.

Maestros de la hipocresía: el doble juego de Qatar en la lucha contra el yihadismo



Al llegar a Doha, el extranjero recibe dos sacudidas. La primera, nada más abrirse la puerta del avión, es el clima que escupe la humedad pegajosa del Golfo Pérsico y su calor sofocante en los meses de verano. La siguiente –a tenor del estómago de cada uno- es una sacudida en la conciencia.

El pequeño emirato qatarí –tiene la extensión de Murcia- se ha construido, como el resto de los países de la región, gracias a los hidrocarburos. Y cabe subrayar lo de “construido” porque incluso el propio territorio nacional se está ampliando a expensas del mar.

La riqueza es hoy patente en las altas torres de cristal y hormigón levantadas en pleno desierto, en el lujo extremo de sus interiores, en una vida con un clima marcado por el aire acondicionado –del trabajo, el coche, los hogares y los centros comerciales- mientras en el exterior la temperatura supera los 40 ºC, un decorado artificial que esconde una sociedad de contradicciones e hipocresías y que, no sin razón, la embajadora nepalí en Qatar, Maya Kumari Sharma, llegó a definir como “una cárcel al aire libre”.

El país está organizado en una estructura fuertemente piramidal con, básicamente, tres niveles. De sus aproximadamente dos millones de habitantes, sólo 278.000 son oriundos de Qatar. Les siguen los “expatriados” o inmigrantes de cuello blanco: europeos, americanos, oceánicos y algunos asiáticos (China, India…), en torno a medio millón de personas. Al final del todo se encuentran los inmigrantes procedentes de los más variados rincones del mundo: desde filipinos a sudaneses o eritreos, sobre quienes descansan los trabajos más duros y peor pagados. Son más de un millón.

De acuerdo a un informe sobre la población activa de 2012, elaborado por el Ministerio de Desarrollo, los qataríes recibían un salario mensual de unos 6.285 euros de media (4.618 en el caso de las mujeres), mientras la media salarial de los extranjeros era de 1.192 euros al mes (837 en el caso de las mujeres). Sin embargo, esta estadística está distorsionada por una serie de factores.

Según testimonios recabados por este periodista durante un viaje a Qatar en 2012, sumadas las ayudas estatales, los qataríes se embolsan más de 15.000 euros al mes (sin contar con sus negocios privados). No en vano, uno de cada diez qataríes es oficialmente millonario. Los expatriados reciben salarios bastante competitivos empezando por unos 1.500 o 2.000 euros, mientras que en lo más bajo de la piramide social, los inmigrantes trabajan por sueldos miserables de unos 200 euros.

La Confederación Sindical Internacional clasifica a Qatar entre “los peores países del mundo para trabajar”, no sólo por las malas condiciones laborales, la imposibilidad de reclamar derechos laborales o la falta de sindicatos –están prohibidos- sino también por el llamado sistema de “espónsores” que la organización considera da pie a formas de “esclavitud moderna”.

Este sistema obliga a que cada trabajador extranjero tenga un padrino qatarí, que retiene sus documentos y es a través del cual se gestiona su permiso de residencia lo que, en la práctica, permite que el padrino pueda controlar a su esponsorizado. Además, a cambio de este servicio el trabajdor debe pagar un porcentaje de su salario al espónsor.

Y en la cúspide de esta pirámide social se encuentra la familia Al Thani, que rige los designios del país de forma dinástica desde 1850. Pese al despotismo ilustrado y a las ambiciones reformistas de que han hecho gala algunos de los últimos emires, lo cierto es que Qatar sigue siendo una dictadura en la que se encarcela al que osa opinar en contra de su sagrada majestad, como el poeta Muhammad al Ajami, condenado en 2013 a 15 años de prisión por criticar al emir en sus versos.

Todas las promesas de que, algún día, se celebrarán elecciones democráticas han quedado en agua de borrajas y las decisiones políticas las toma el núcleo más cercano al propio emir, Tamim bin Hamad Al Thani, estando prohibidos los partidos políticos. Algo que no es óbice para que la Qatar Foundation –controlada por la familia real- organice fórums por la democracia y financie numerosas iniciativas por la libertad de prensa, inexistente en el propio Qatar.

Al Jazeera, la cadena y buque insignia del emirato, es la doble cara de esta moneda: mientras sus canales en inglés conforman uno de los medios internacionales de mayor calidad, su versión en árabe muchas veces calla lo que el Gobierno qatarí no quiere mostrar y difunde su particular visión del islam radical wahhabí, imperante en Qatar, donde la sharia sirve de molde a leyes que establecen que el testimonio de una mujer vale la mitad del de un hombre, se prohibe el consumo de alcohol a los musulmanes (aunque los que pueden obligan a sus trabajadores “esponsorizados” a comprarles bebidas alcohólicas) y el adulterio está penado incluso con la muerte si es una musulmana la que se acuesta con un no musulmán.

Y esta hipocresía sobre la que se sustenta el estado qatarí no podía menos que extenderse a su política exterior.

“Qatar no puede continuar siendo un aliado de Estados Unidos los lunes y enviar dinero a Hamas los martes”, se quejaba en 2009 el entonces senador estadounidense John Kerry, ahora Secretario de Estado, haciendo referencia al apoyo prestado por Doha a la organización islamista palestina así como a otros grupos más radicales, a la vez que en la base de Al Udeid acoge uno los mayores centros de operaciones del Ejército de EEUU.

Pero esa ha sido la tónica general de la diplomacia qatarí desde mediados de la década de 1990 con el objetivo de adquirir un puesto de relieve en la política internacional y, más localmente, destinada a destacar en la guerra fría que los estados suníes del Golfo libran contra Irán.

En 2011, cuando las manifestaciones de la llamada “primavera árabe” tomaron las calles de Túnez, Libia, Egipto y Siria, el Gobierno de Qatar se puso rápidamente del lado de quienes reclamaban derechos y democracia, aunque cuando la mayoría chií del vecino estado de Bahrein salió a las plazas para hacer parecidas reivindicaciones, el Ejército qatarí participó en la operación militar en la que, junto a Arabia Saudí, se aplastó el conato de revolución a sangre y fuego.

En Libia, donde la revuelta adquirió pronto carácter de guerra internacional contra el régimen de Muamar Gadafi, los qataríes jugaron un papel esencial, canalizando cientos de millones de dólares a los rebeldes, enviando armas e incluso un pequeño contingente de las fuerzas especiales. El principal peón de Qatar en esta guerra fue la brigada Rafallah Sahati, de la que luego se escindiría la parte más radical para integrarse en Ansar al Sharia, el grupo que asaltó el consulado de EEUU en 2012 y que es considerado una peligrosa organización terrorista de ideas salafistas. Incluso algunas fuentes afirman que, aún hoy, Qatar sigue enviando fondos a los grupos islamistas radicales enzarzados en la guerra civil libia.

En Siria su papel ha sido incluso más polémico. Pese a ser antaño buen amigo del régimen de Bashar al Asad, también fue uno de los primeros estados de la región que retiró a su embajador de Damasco y comenzó a canalizar ayuda, a través de Turquía, para los rebeldes sirios.

“Ellos (Turquía y los estados árabes del Golfo Pérsico) estaban muy determinados a derribar a Asad (…) ¿Y qué hicieron? Suministraron cientos de millones de dólares y decenas de miles de toneladas de armas a cualquiera que luchase contra Asad, el problema es que esa gente era Al Nusra y Al Qaeda y los elementos extremistas de entre los yihadistas que venían de otras partes del mundo”, afirmó recientemente en una conferencia el vicepresidente de EE UU, Joe Biden, aunque posteriormente hubo de retractarse por el revuelo que provocaron sus declaraciones entre sus aliados de Oriente Medio.

Uno de los grupos más favorecido por Qatar en la guerra de Siria ha sido el Movimiento de los Hombres Libres del Levante, más conocido como Ahrar al Sham, la facción principal del Frente Islámico, una coalición de grupos islamistas que lucha contra el régimen de Asad y es aliada –aunque no parte- del Ejército Libre Sirio (ELS), los llamados “rebeldes moderados”, y del Frente Nusra, franquicia de Al Qaeda en Siria.

Ahrar al Sham apuesta por la constitución de un estado islámico suní cuando el régimen –controlado por la minoría chií de Siria- sea derrotado y califica la guerra en Siria como una “yihad” contra los chiíes y contra Irán. Aunque el pasado septiembre el ministro de Exteriores qatarí, Halid Attiyah, calificó a Ahrar al Sham como una organización “puramente siria” y pidió a sus socios occidentales que la apoyasen contra el “terrorismo” de Asad, lo cierto es que hay datos concluyentes de que importantes miembros del grupo tienen conexiones con Al Qaeda.

Por ejemplo, uno de sus líderes, Abu Halid Suri, era considerado por EEUU “el hombre de Al Qaeda en Siria”. El propio Suri reconocía a inicios de este año su pasado en la red yihadista internacional en una discusión en Twitter cuyo objetivo era dejar claro que Al Qaeda había desautorizado al Estado Islámico (ISIL). Cuando, en febrero, Suri fue asesinado en un ataque suicida supuestamente ejecutado por el ISIL, el actual jefe de Al Qaeda, Ayman Zawahiri, publicó un vídeo lleno de elogios en el que afirmaba conocer a Suri “desde los días de la yihad contra los rusos”, en referencia a la guerra de Afganistán de la década de 1980.

Ahrar al Sham fue, junto al Frente Nusra, una de las principales facciones rebeldes implicadas en la captura de la ciudad de Raqqa a inicios de 2013, hasta entonces en manos del régimen. La sociedad civil de la ciudad desarrolló tras su liberación una gran actividad, pero la progresiva retirada de los combatientes de Al Nusra y Ahrar al Sham permitió que el ISIL fuese tomando el control hasta convertirla en capital de su particular “Califato”.

Pese a que Qatar es uno de los países a los que EE UU ha logrado sumar a la Coalición que bombardea las posiciones de los yihadistas del ISIL en Iraq, desde Bagdad, también han llegado numerosas críticas a la actitud del emirato. El denostado primer ministro iraquí, Nuri Maliki, que fue forzado a dejar su puesto en agosto, acusaba en marzo a Qatar y Arabia Saudí de estar detrás del Estado Islámico.

Preguntado por la cadena France 24 por el papel de estos dos estados, Maliki respondió: “Les acuso de incitar y promover los movimientos terroristas (en Iraq). Les acuso de apoyarlos políticamente y a través de los medios de comunicación, de apoyarlos con dinero y de comprar armas para ellos. Les acuso de liderarlos en una guerra abierta contra el Gobierno iraquí. Les acuso de acoger abiertamente a líderes de Al Qaeda y los takfiríes (extremistas musulmanes que acusan otros de apostasía)”. Está claro que el propio Maliki olvidaba mencionar el papel de su propio Gobierno en la opresión de la minoría suní de Iraq, lo que creó el caldo de cultivo perfecto para que Al Qaeda en Iraq –luego reconvertida en Estado Islámico- se hiciese con el liderazgo de las revueltas sunís contra el Ejecutivo chií de Bagdad. Nuevamente, un capítulo más de la ‘proxy war’ (guerra por delegación) por la hegemonía en Oriente Medio entre los estados árabes suníes e Irán, convertida ya en un conflicto religioso.

Pero las denuncias a Qatar no se han vertido sólo desde la región, sino también desde el seno de la Unión Europea. El ministro de Desarrollo alemán, Gerd Müller, acusaba en agosto a Doha de financiar al ISIL: “Hay que preguntarse quién está armando, quien está financiando las tropas del ISIL. La palabra clave es Qatar”. El emir qatarí, Tamim bin Hamad Al Thani, negó este punto alegando que su país “jamás” ha apoyado a grupos terroristas y la canciller alemana, Angela Merkel, dio por concluida la cuestión tras haber hecho “todas las preguntas necesarias” al dictador qatarí.

En un análisis publicado en la web de la BBC, Michael Stephens, director de la sede en Doha del Royal United Services Institute británico, da una de cal y otra de arena: “¿Ha financiado Qatar al Estado Islámico? Directamente, la respuesta es no. Indirectamente, una combinación de política chapucera e ingenuidad ha llevado a que armas pagadas por Qatar y dinero (qatarí) termine en manos del ISIL”.

El Departamento del Tesoro de EE UU incluyó el pasado diciembre al qatarí Abdul Rahman Nuaimi en su lista de “terroristas”, acusándolo de enviar unos 600.000 dólares al dirigente de Ahrar al Sham, Abu Halid Suri, ya mencionado por sus lazos con Al Qaeda, y de haber enviado sumas “sustanciales” a Al Qaeda en Iraq, germen de lo que hoy es el Estado Islámico. Con todo, Nuaimi, exprofesor de la Universidad de Qatar e implicado en la defensa de derechos humanos junto a organizaciones internacionales, negó las acusaciones por estar “motivadas políticamente”.

Más personas acusadas recientemente por el Tesoro estadounidense de financiar Al Qaeda mantienen lazos con Qatar y han sido invitados por el Ministerio de Asuntos Islámicos qatarí a dar charlas y sermones en las mezquitas de Doha, como Hajjaj al Ajmi y Hamid Hamad al Ali. Este último, nacido en Qatar pero de nacionalidad kuwaití, es acusado de recaudar “decenas de miles de dólares” para el Frente Nusra y de ayudar a yihadistas a llegar a Siria para combatir en la guerra civil.

Por su parte Al Ajmi, al que se ha dado espacio en la cadena Al Jazeera, proclamó en uno de sus discursos en Doha: “Dad vuestro dinero a quienes lo gastan en la yihad (en Siria), no en ayuda humanitaria”. Igualmente, teólogos radicales a los que se considera responsables de recrutar jóvenes musulmanes europeos para la yihad en Siria también han sido invitados por organizaciones qataríes a expresar sus ideas ante el público de Doha.

En marzo, el subsecretario de la unidad sobre Terrorismo del Tesoro de EEUU, David Cohen, se quejaba de la “legislación permisiva” de Qatar y otros estados del Golfo, que posibilita a diversas organizaciones supuestamente caritativas y a donantes privados enviar su dinero a grupos terroristas. Sin embargo, y pese a que los occidentales saben de la situación, “su respuesta general ha sido encogerse de hombros” y apenas hacer nada, en palabras de un informe de la Brookings Institution de EEUU.

El problema no es exclusivo de Qatar, sino también del resto de estados árabes del Golfo como Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí, tal y como ha denunciado el exagente de la CIA Robert Baer, uno de cuyos libros lleva por título: “Dormir con el Diablo: Cómo Washington vendió nuestro alma a cambio de petróleo saudí”. Y es que, espoleados por la necesidad de sus hidrocarburos y, últimamente, también de sus inversiones financieras, los Gobiernos de Europa y Norteamérica han decidido mirar para otro lado cuando se trataba de ver en qué se gastaban los petrodólares nuestros amigos del Golfo.


Publicado en El Confidencial

Siria: De la revuelta social a la guerra abierta



Cuando al calor de las revueltas de Túnez y Egipto en el invierno de 2010, surgieron los primeros atisbos de que esta ola de reivindicaciones pudiera prender también en Siria, nuestra entrevistada en esta ocasión, Elisa Marvena, preguntaba a un amigo sirio qué iba a pasar en su país. El hombre, ya mayor, fue claro: “En Siria no pasará nada... no pasará nada o será un desastre internacional”.  Memoria de la represión
En la memoria de este sirio seguía presente la matanza de Hama de 1982. Entonces, el régimen de Hafez Al-Asad, padre del actual dictador, reprimió una revuelta popular matando a unas 40 mil personas en pocos días y dejando la ciudad en ruinas. Para los de su generación, ésta era la verdadera cara del régimen de los Assad y, aunque tal vez ya no lo pareciera, lo seguía siendo. Pero como dicen la juventud es osada (y menos mal que lo es), no sabe de historias ajenas y quiere escribir la suya propia, más aún cuando siente que lleva razón en denunciar injusticias. Así, sucedió que en la ciudad de Daraa, en marzo de 2011, en plena primavera de las revueltas árabes, unos niños de 11 años pintan en el muro de su escuela: el pueblo quiere la caída del régimen.

Los niños desaparecieron durante varios días y las familias fueron a protestar. El jefe de seguridad, Aatef Najib, primo de Bashar al Assad, respondió: “olvidaos de vuestros hijos, si queréis nuevos, traernos a vuestras mujeres.” Tiempo después los pequeños aparecieron con signos de haber sido brutalmente torturados. La gente comenzó a salir a protestar, pidiendo la dimisión de los responsables y reformas en el régimen. “Ni siquiera pedían la caída sino reformas, así eran de inocentes.” Hubo cien muertos en la primera semana y las protestas se expandieron…

"¿Las causas de la Primera Guerra Mundial? El reparto del mundo y el miedo al movimiento social"

Entrevista al historiador Jacques R. Pauwels
¿Fueron el atentado contra el archiduque de Austria o nobles motivaciones de paz, de democracia y de libertad las causas de la Primera Guerra Mundial? No, responde el escritor e historiador Jacques Pauwels. Las grandes potencias mundiales deseaban esta guerra desde hacía mucho tiempo para apropiarse de las colonias y para acabar de una vez por todas con las ideas revolucionarias que cada vez avanzaban más a toda Europa. «En general se suele explicar la Gran Guerra como un trueno en medio de un cielo azul. Se supone que nadie lo ha visto venir ni nadie lo ha deseado. [...] En realidad, hacía veinte años que se acumulaban las nubes de la guerra. Era necesaria una guerra. Y las elites políticas de Europa la deseaban ya que consideraban que una guerra iba a suponer cosas fantásticas para ellas [...].»
Hace años que Jacques Pauwels está totalmente enfrascado en la historia de las revoluciones y de las guerras. Ya ha publicado varias obras al respecto. La editorial EPO acaba de publicar, en neerlandés, su obra De Groote Klassenoorlog. 1914-1918 («1914-1918, la Gran Guerra de las clases», que el 20 de septiembre publicará en francés la Editorial Aden y por lo tanto se venderá en la ManiFiesta*), una obra imprescindible sobre la Primer Guerra Mundial. Considera que hubo dos causas principales de esta guerra, por una parte el imperialismo y, por otra, el miedo a la revolución.
«Las grandes potencias industriales, los grandes bancos y las grandes empresas querían nuevas colonias (o semicolonias sobre las que ejercería un control indirecto) debido a sus materias primas, su mano de obra barata y sus posibilidades de inversión. Es indudable que una de las principales razones de la guerra reside en ello». Veamos la explicación.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Viktor Orban, primer ministro húngaro y nuevo rostro del Enemigo según Washington

por F. William Engdahl

La negativa del primer ministro húngaro Viktor Orban y de su partido, Fidesz, a unirse a la nueva guerra fría que Estados Unidos y Europa han iniciado contra Rusia –negativa que concretó primeramente al aceptar que el gasoducto paneuropeo South Stream pase por Hungría y que reafirmó con su enérgica política hacia los bancos y las compañías extranjeras del sector energético– ha puesto a sonar todas las alarmas en las capitales occidentales. Para F. William Engdahl, la cuestión que ahora se impone es la siguiente: ¿Será Hungría el próximo blanco de un intento de cambio de régimen financiado por Estados Unidos y la Unión Europea?
Hace algún tiempo que Hungría y su primer ministro nacionalista y populista Viktor Orban están en el colimador de las élites políticas de Washington. Pero, ¿cuál es el pecado del señor Orban? Simplemente no haber bajado la cabeza ante los dictados, a menudo destructivos, de la Comisión Europea y tratar de definir una identidad nacional húngara. Pero el más grave de sus pecados es sin dudas su creciente acercamiento a Rusia y su desconfianza hacia Washington, que se han materializado en un acuerdo concluido con Gazprom para que pase por Hungría el gasoducto South Stream, que debe conectar a Rusia con los países de la Unión Europea.
El propio Orban ha recorrido un largo camino político desde 1998, el año en que se convirtió en primer ministro de Hungría, uno de los dos más jóvenes que han resultado electos para ese cargo en ese país. En aquel entonces, y a pesar de la oposición de Rusia, Viktor Orban supervisó la entrada de Hungría en la OTAN –al mismo tiempo que las de Polonia y la República Checa– y en la Unión Europea.

La izquierda “estalibana”

Por Santiago Alba Rico, publicado en Brecha.

El autor, filósofo español, analiza las “solidaridades y condenas selectivas” ante revoluciones, resistencias e intervenciones militares, y denuncia el doble rasero de las izquierdas.

La heroica resistencia frente al Estado Islámico (EI) de la ciudad kurda de Kobani en Siria merece toda nuestra admiración y apoyo, como merece todo nuestro rechazo la administración cruel de la batalla, desde fuera, por parte de un gobierno turco que considera más amenazadores a los kurdos que a los yihadistas. Pero en Oriente Medio hay en estos momentos tantas resistencias que admirar y tantas infamias que condenar, que no deja de llamar la atención lo que la activista siria Leila Shami llama “solidaridades selectivas” y, del otro lado, “condenas selectivas”.
Nada tiene de raro este doble rasero cuando se trata de los estados con intereses en la zona, por no hablar de las potencias occidentales. Nadie puede creer que a Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, Irán o Arabia Saudí les importe lo más mínimo la suerte de los habitantes de Kobani, como no les importa nada la de los habitantes de Homs, cuya heroica resistencia frente al EI y al régimen de Assad –respectivamente– ha sido efectivamente ignorada por todos los gobiernos del mundo y por casi todos los medios de comunicación.

Quién le está lanzando armamentos al ISIS ?

Un número de aparatos no identificados han estado lanzando en paracaídas cargamentos de armas para el grupo terrorista EI en el norte de Iraq. Los aviones fueron vistos lanzando cajas en la provincia de Nínive el domingo.

Según los testigos, los terroristas del EI recibieron armas medias y ligeras, que iban en las cajas lanzadas desde los aviones.

Un vídeo aparecido en YouTube en octubre mostró a militantes del EI en posesión de armas estadounidenses. En él, aparecen terroristas enmascarados inspeccionando el equipo militar, que fue lanzado en zonas controladas por el EI cerca de la ciudad fronteriza de Kobani.

La cara oculta de la intervención francesa en República Centroafricana París intenta resucitar una Françafrique lifteada y coja


La petrolera privada Total exhibe a los centroafricanos la protección militar europea de que goza
Trinidad Deiros
Bangui, verano y otoño de 2014

En la capital de la República Centroafricana ataúdes infantiles aguardan dispuestos frente a una carpintería en la carretera del aeropuerto, la misma que lleva a casa de Claudia, 17 años, madre de un niño con hidrocefalia cuyo único futuro es el que augura uno de esos féretros.

Hace más de un año que Claudia no se mira al espejo. El día que tres hombres del grupo armado Seleka entraron en su casa y la violaron, Claudia rompió con su rostro. Luego supo que estaba embarazada y que había contraído el VIH. El reflejo de su cara de cría casi olvidado, la muerte segura que espera a su hijo y su futuro hecho añicos son la parte de la tragedia centroafricana que le ha tocado llevar sobre sus hombros.

¿Qué es el temible Estado Islámico (EI)?


Punto Final


Aprovechando el debilitamiento estatal sirio e iraquí y el consiguiente abandono de su población, en su mayoría suní, en las regiones del norte de Iraq y noroeste de Siria, el inicialmente autoproclamado EIIL (Estado Islámico de Iraq y del Levante) hoy EI (Estado Islámico)(1), continúa su progresión.
¿Cómo ha sido posible un avance tan rápido y cómo se explica que las fuerzas iraquíes y sirias no hayan logrado poner atajo a la nueva organización, que ha sido descrita por las potencias mundiales como una “banda de desalmados y asesinos terroristas”? El empleo de esta caracterización de orden moral dificulta la comprensión de lo que está ocurriendo en esa amplia zona del Medio Oriente. El conflicto implica a territorios de aproximadamente seis millones de km² y de manera directa o indirecta involucra a 268 millones de personas.(2)La región alberga cuantiosas reservas de petróleo y si agregamos antecedentes de índole étnico o religioso y los intereses de las grandes potencias, tendremos un bosquejo del polvorín del planeta -en el Cercano y Medio Oriente-.
Los antecedentes del EI hay que buscarlos en el Iraq invadido, saqueado y ocupado por las tropas estadounidenses desde 2003. Su fecha de fundación es 2006, cuando un grupo de combatientes de diversas organizaciones ligadas a Al-Qaeda en Iraq decidieron formar un consejo de muyaidines (combatientes) que luchaba contra la ocupación norteamericana y sus tropelías. En octubre de ese año fue proclamado el Estado Islámico de Iraq (EII) que manifestó representar al verdadero Iraq, y desde 2013, al calor del conflicto que se desarrolla en ese país, a Siria. Ese mismo año EII se separó de Al Qaeda. En junio pasado, Abú Bakr al Baghdadí se proclamó califa del EI, con el nombre de “Ibrahim”, en los territorios sirios e iraquís que controla la organización.

Egipto, a la espera de una nueva revolución




El Nilo encierra en una sola palabra el alma del egipcio. Un país en el que sólo el 10% de sus tierras están pobladas, ya que fuera de la ribera del río todo lo demás es desierto. Tiene Egipto una desigualdad económica brutal, una enorme pobreza, mucho trabajo infantil y mucha gente viviendo en la calle. Pese a todos estos problemas, hablamos de un pueblo fuerte y con ganas de luchar.” Así nos define nuestro entrevistado Gabriel Huland, periodista y activista social, el país que ha visitado recientemente donde ha tenido la oportunidad de entrevistarse con varios colectivos de los movimientos sociales que existen en la ciudad de El Cairo.El pasado militar
Antes de analizar la actualidad egipcia nos disponemos, como es habitual, a realizar un pequeño repaso histórico que nos ponga en contexto sobre cómo vienen funcionando las cosas en Egipto. Empezamos en 1952 con la llegada del general Gamal Abdel Nasser al poder. “Formó el Movimiento de Oficiales Libres que mediante un golpe de estado derrocó al rey Faruq I y acabó con la colonización británica. La figura de Nasser sigue siendo muy popular a día de hoy. Nacionalizó el canal de Suez, construyó la presa de Asuán y llevó a cabo una reforma agraria; medidas todas destinadas a acabar con los intereses imperialistas de ingleses y franceses.” Conformó junto a la India de Nehru la liga de los países no alineados, aunque mantuvo fluidas relaciones con la URRS de Kruschev. Con Nasser comienza también la presencia del ejército en todas las facetas de la vida social, política y económica del país. “Hay poca información al respecto pero a día de hoy el ejército funciona como una clase burguesa que acapara entre el 50 y 60% del poder económico egipcio.”

Acerca del Estado Islámico


«Un crimen odioso a cuyos autores hay que castigar» (François Hollande luego del asesinato de Hervé Gourdel) «Un asesinato brutal que pone de manifiesto la barbarie de esos terroristas (…) Haremos todo lo posible para encontrar a esos asesinos y entregarlos a la justicia» (David Cameron, luego del asesinato de Alan Henning). Hace casi diez años que el ensayista suizo Christophe Gallaz constataba que el discurso de los responsables políticos occidentales al día siguiente del 11 de setiembre y después de los atentados de Londres (7 de julio de 2005) circulaba «exclusivamente por dos carriles: el del “estupor” y el del “voluntarismo”».
Es decir, que una parte de las declaraciones de nuestros «responsables» expresaban, al unísono con la opinión pública, «la consternación y la compasión» hacia las víctimas, y por otra parte, con el «voluntarismo» afirmaban su decisión de «acorralar ferozmente a los terroristas». De este modo, escribía Gallaz, nuestros gobiernos -y nuestros medios agregaría yo– se esforzaban en confinar esta opinión «en un contenido de los acontecimientos puramente emocional estableciendo que el Estado –nuestros Estados- acabarían con éxito con toda la malignidad del mundo».

Las milicianas de Rojava son dignas herederas de una tradición de lucha


La líder Sakine Cansiz, a la derecha del líder Abdullah Ocalan, es una de las primeras guerillleras del PKK. Cansiz fue asesinada junto a dos dirigentes del PKK en Paris el 8 de enero de 2013. / Foto tomada hace ya 3 dácadas en la Academia Militar de Mahsum Korkmaz en el Líbano.
por Orsola Casagrande/José Miguel Arrugaeta
Nos las presentan como heroínas salidas de la nada, que armas en mano luchan junto a los hombres, defendiendo la ya épica ciudad de Kobane. Las jóvenes milicianas y sus oficiales mujeres son, sin embargo, continuadoras de lo que ya se ha convertido en una “tradición” entre las mujeres kurdas, luchar por la libertad de su pueblo y por su propia liberación. Detrás de imágenes y noticias se esconde la verdadera historia del proceso de liberación de la mujer en el Kurdistán, en la que el PKK ha jugado un papel casi fundacional.
Resulta curioso y hasta cierto punto morboso el interés que muestran los grandes medios de comunicación occidentales por la marcada presencia de mujeres en la batalla contra el Ejercito Islámico en Kobane. Corren ríos de tinta para explicarnos como las “leonas” kurdas aterrorizan a los militantes del ISIS, o como mantienen su fría mirada al matar islamistas. Incluso han ido apareciendo “leyendas” sobre algunas de ellas, por supuesto falsas.

Chicas guapas con fusil: guerrilleras kurdas más allá del fetiche

La lucha de las mujeres kurdas de Siria está siendo contada por los medios occidentales de una manera superficial, quedándose en la estética y los estereotipos y sin profunditzar los porqués. Detrás de este movimiento, que va más allá de las armas, hay un proceso de trasnformación política en Rojava, de liberación y empoderamiento.
Nora Miralles
Foto: Nora Miralles
Foto: Nora Miralles
Kobanê, una ciudad kurda del norte de Siria, fronteriza con Turquía, está siendo fuertemente atacada por el Estado Islámico, también conocido como ISIS, el último y más reciente grupo extremista islámico. Algunas de las imágenes más recurrentes del conflicto muestran a bellísimas mujeres kurdas combatiendo a los milicianos con los célebres fusiles rusos AK-47. Las guerrilleras han protagonizado, y sobretodo ilustrado, infinidad de reportajes, cuyos autores –hombres casi en su totalidad, pero también algunas mujeres- se muestran sorprendidos porque “hasta las mujeres han cogido las armas ahora que ISIS está tan cerca de tomar la ciudad para luchar”. “Fíjate, ¡incluso combaten juntas madres e hijas y tienen mujeres comandantes!”, resaltan fascinados. En ocasiones, los artículos han alcanzado puntos demenciales como afirmar que ahora las dejan (ojo, las dejan) luchar porque los islamistas tienen pánico a que les dispare una mujer porque ya no pisarán el prometido paraíso. Estas mujeres se han convertido, sin pretenderlo, en el nuevo fetiche de la prensa occidental.