sábado, 29 de noviembre de 2014

Como Irán y Hezbolá ayudan a Iraq a derrotar al Estado Islámico

Reproducimos artículo del Grupo de Comunicación Libanés “Al Manar” que refleja las características internacionales del conflicto en el llamado Medio Oriente y  abre perspectivas a las fuerzas revolucionarias  en otras latitudes sobre cómo enfrentar al imperialismo estadounidense y sus lacayos. 
Los iraquíes han demostrado que el EI no es una fuerza invencible. Con el asesoramiento, a nivel de organización y táctica, del general Qassem Soleimani, los iraquíes han obtenido una victoria relevante en la batalla “épica” de Yarif al Sajir (el Precipicio Rocoso), en la provincia de Babel, que a los iraquíes les gusta llamar ahora Yarif al Nasr (el Precipicio de la Victoria).
Los medios occidentales y estadounidenses no se han molestado en hablar sobre esta importante batalla ni sobre el importante papel jugado en ella por las milicias populares iraquíes. Sin embargo, fuentes iraquíes han señalado que se trató de una “batalla épica” similar a la que tuvo lugar en Qusair, en Siria, hace más de un año.
La batalla de Yarif el Sajir fue una victoria histórica del grupo Movilización Popular, que incluye a multitud de milicias, incluyendo las Brigadas de Hezbolá, Liga de los Virtuosos, la Organización Badr, Saraya al Salam (el movimiento sadrista) y otras.

Seún  general iraní Qassem Soleimani, líder de la Fuerza Al Quds del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica, fue el héroe de la batalla. Ha habido fotos de este hombre en diversos lugares de Iraq en los pasados meses. Su papel de asesoramiento al Ejército y las milicias iraquíes, desde el punto logístico y organizativo, ya no es un secreto.
La lección de Yarif al Sajir es que las fuerzas iraquíes tienen éxito cuando están bien organizadas y motivadas y pueden derrotar al EI y obligarlo a retirarse humillado. Esto es lo que el Líder Supremo de la República Islámica de Irán, Ayatolá Ali Jamenei, dijo al primer ministro iraquí, Haider al Abasi, el pasado mes: “Creemos que Iraq, su gobierno y su pueblo, en especial la juventud de ese país, tienen la capacidad de derrotar a los terroristas y restaurar la seguridad. No hay necesidad de una presencia extranjera en el país”.
Yarif al Sajir está situada entre Bagdad y Kerbala, en un punto que permitiría al EI lanzar una ofensiva contra el sur shií, en especial contra la ciudad santa shií de Kerbala. Es también una extensión hacia el sur del área de Faluya, uno de los bastiones del EI en Iraq. El EI fortaleció su presencia en Yarif al Sajir y otras zonas rurales cercanas en los últimos meses.
Los ataques contra los peregrinos que acuden a Kerbala han sido frecuentes. Cientos de inocentes han sido asesinados por bombas, disparos, decapitaciones y crucifixiones. Muchas masacres están fijadas en la memoria de los iraquíes de la región, aunque reciben poca cobertura en los medios internacionales.
En una ocasión, los terroristas del EI obligaron a un convoy de peregrinos dirigirse a Yaref al Sajir. Allí, tuvieron lugar espantosos crímenes contra hombres, mujeres, niños y ancianos. Algunas mujeres fueron violadas y muchas de ellas fueron asesinadas poco después.
Poco antes de que la localidad fuera liberada, el Ejército estadounidense había comunicado al lado iraquí que no podía llevar a cabo un ataque contra la localidad. Para los norteamericanos “el problema de Yarif al Sajir era difícil de resolver militarmente dada la configuración geográfica boscosa de la zona y la presencia de una gran fuerza del EI allí”. Lo que los norteamericanos no hicieron o temían hacer fue logrado por las fuerzas de la Movilización Popular, asesoradas por el general Soleimani.
Comienza el asalto
El asalto contra la ciudad comenzó desde tres ejes. En el norte, el ataque se inició desde la localidad de Fadiliyah, con el fin de cortar las comunicaciones de Yarif al Sajir con Faluya. En el sur, las Brigadas de Hezbolá avanzaron directamente desde la localidad de Al Bahbahan. En el centro, el resto de la fuerza atacó para tomar varias localidades controladas por el EI, incluyendo Abed Wais y Al Farisiya.
La batalla dio lugar a feroces combates cuerpo a cuerpo. Decenas de cuerpos de militantes del EI quedaron tendidos mientras otros trataban de huir de la zona de la batalla. Los terroristas del EI habían establecido sus líneas de defensa utilizando francotiradores y colocando explosivos en gran cantidad, pero las milicias iraquíes, bien organizadas y siguiendo un plan preciso, rompieron las defensas. Al cabo de unas horas, la fuerza entró en las áreas controladas por el EI. En menos de 48 horas, un área que no pudo ser tomada por el Ejército de EEUU durante sus siete años de ocupación de Iraq (2003-2010) había sido liberada.
Durante toda su campaña contra el EI en Iraq, la coalición liderada por EEUU no ha podido liberar ni un solo pueblo. Sin embargo, las unidades de la Movilización Popular iraquíes están tomando la iniciativa en múltiplices regiones como ocurrió en Yarif al Sajir y antes en Samarra (en junio) y Amirli (en agosto), y está sucediendo ahora en Sad al Azim Yalaula y Al Saadia.
Fuentes vinculadas a esta batalla señalan que la moral entre estas milicias es muy alta y que la barrera psicológica de temor construida por el EI a través de las masacres contra sus oponentes ha quedado rota.
“El hombre más poderoso de Oriente Medio en la rama de la seguridad”
Estos logros del general Soleimani han llevado a que la publicación estadounidense The Atlantic le haya calificado como “el hombre más poderoso de Oriente Medio en el terreno de la seguridad”. Según la publicación, él ha estado detrás del fracaso de la ocupación estadounidense de Iraq y detrás de la derrota de Israel en la Guerra de Julio de 2006 contra el Líbano. Su papel es también relevante en Siria, donde ha destacado en la lucha contra los grupos terroristas, e incluso en la Guerra de Gaza.
Soleimani ha ayudado al Ejército iraquí, que estaba al borde del colapso, a convertirse en un nuevo ejército, y a las milicias populares iraquíes a fortalecerse tanto en el campo del armamento, del entrenamiento y de la ideología. En un período que no excedió de dos meses, Iraq logró absorber el golpe que supuso la pérdida de Mosul y adoptar una estrategia ofensiva para ir recuperando paso a paso los territorios perdidos a manos del EI.
Comandantes de la milicia de Iraq, que hablaron bajo la condición del anonimato, describieron a Soleimani como “un hombre sin miedo”. Ellos dijeron a AP que él nunca lleva un chaleco antibalas ni siquiera cuando visita el frente. “Soleimani nos han enseñado que la muerte es el principio de la vida y no el fin de ella”, dijo un jefe de milicias.
Periódico israelí: el Hezbolá libanés participa en las contraofensivas militares iraquíes
Por su parte, el periódico israelí Yedioth Aharonot señaló que el Hezbolá libanés participa en las contraofensivas llevadas a cabo por fuerzas gubernamentales iraquíes contra el EI y asesora y entrena a las milicias shiíes que luchan contra este grupo.
El periódico israelí afirma que decenas de miembros de Hezbolá participaron en la batalla de Yarif al Sajir asesorando y planificando la operación.

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