lunes, 5 de junio de 2017

Seis claves para entender el conflicto entre Qatar y los países del golfo Pérsico

El emir de Qatar, Tanim bin Hamad al Thani, rodeado por el emir de Kuwait –a su derecha–, Sabah al Ahmad al Jaber al Sabah, y el ministro de Exteriores de Omán –a su izquierda–, Yusuf bin Alawi, durante una reunión del CCG. Omán y Kuwait no se sumaron al bloqueo de Qatar.

Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos ya habían roto relaciones con el pequeño y rico país petrolero en 2014. Las relaciones con el terrorismo islámico, la influencia de Al Jazeera y el equilibrio con Irán, entre las principales razones del conflicto.

Liderado por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos, un creciente grupo de países árabes cortó el lunes relaciones diplomáticas y cerró las fronteras con Qatar, el rico emirato petrolero ubicado en las costas del golfo Pérsico.

El conflicto sacudió de lleno a la región, normalmente estable y unida dentro del caos de Medio Oriente, pero no es nuevo y tuvo un antecedente en 2014, cuando el mismo grupo de países, excepto Yemen, también eliminó sus vínculos con Doha durante nueve meses, según reportó la BBC; aunque en aquel momento no hubo cierre de fronteras ni suspensión de vuelos.

Tanto en aquel momento como ahora, el principal motivo de disputa ha sido el apoyo financiero de Qatar, un emirato que promueve la versión salafista del sunismo, a diferentes grupos islámicos, especialmente los Hermanos Musulmanes, considerados terroristas por los países del Golfo.

El rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdulaziz al Saud, y el presidente estadounidense, Donald Trump


Pero el inmensamente rico país gasífero y petrolero es también un aliado estratégico de Estados Unidos, que junto con Reino Unido mantienen una base aérea en Al Udeid, la mayor en todo el Medio Oriente y vital para sus operaciones en la región.

La reciente visita del presidente estadounidense, Donald Trump, a Arabia Saudita y las fuertes tensiones internas de la coalición árabe en Yemen, liderada por Riad, parecen haber allanado el camino para el aislamiento de Qatar con base en antiguos conflictos.


1-El financiamiento de terroristas islámicos

Qatar se independizó del Reino Unido en 1971 e irrumpió en los escenarios internacionales, a fuerza de petrodólares, en la década de 1990. Desde entonces, la familia gobernante ha sido criticada por financiar y albergar islamistas y terroristas, y el actual emir, Tamim bin Hamad al Thani, no escapó tampoco de estas acusaciones.

Tal es el caso de Khaled Mashal, ex líder de la organización militante Hamas, considerada terrorista por la Unión Europea y los Estados Unidos, quien se encuentra exiliado en Doha; así como también los talibanes de Afganistán, que mantienen una oficina en la ciudad qatarí.

Pero el mayor apoyo ha estado siempre asociado a los Hermanos Musulmanes, el movimiento islamista más viejo de Medio Oriente y que mantiene una fuerte presencia en Egipto, Siria, Libia y Túnez.

En 2010 WikiLeaks filtró una nota diplomática en la que Estados Unidos designaba a Qatar como el "peor de la región" en materia de cooperación para eliminar la financiación de grupos terroristas, una acusación que reflotó en 2016 en un informe del Tesoro estadounidense, según consignó la agencia AFP.

Al mismo tiempo, sin embargo, el país colabora con Washington en la lucha contra Estado Islámico (ISIS) y es sede de una base aérea estadounidense que alberga a más de 10.000 soldados.


2-La Primavera árabe y el apoyo a Mohamed Mursi

Cuando una ola de protestas masivas amenazó con derrocar a los regímenes militares de Medio Oriente en 2011, un fenómeno llamado en ese entonces Primavera árabe, Qatar apoyó los esfuerzos electorales de los Hermanos Musulmanes en diferentes países y especialmente en Egipto, donde el candidato Mohamed Mursi, ligado al movimiento, se convirtió en presidente en 2013.

Este apoyó irritó a sus vecinos, que además de considerar al grupo como terrorista, lo veían como un elemento islamista desestabilizador.

Mohamed Mursi, presidente de Egipto derrocado por los militares en 2013

El Ejército egipcio derrocó a Mursi y lo reemplazó por el general Abdel Fatah al Sisi, y desde entonces Egipto, que se unió al bloqueo diplomático del lunes, y Qatar mantienen relaciones extremadamente tensas.


3-La cadena Al Jazeera

En 1996 Qatar lanzó la cadena Al Jazeera bajo el modelo de la británica BBC y la estadounidense CNN. Con el tiempo, se convirtió en el medio local más influyente de Medio Oriente, con oficinas en 80 países y transmisión en vivo en varios idiomas.

Al Jazeera se colocó, en un principio, como promotora de la Primavera árabe y cubrió las diferentes protestas que se sucedieron en medio de un creciente clima de violencia y censura.

Por esta razón, sus detractores la han criticado por sus posiciones muy cercanas a los movimientos islamistas y por funcionar, como otras cadenas estatales, como un órgano de la diplomacia qatarí.

Egipto arrestó a tres de sus periodistas en 2014 por "falsificar información", según consignó la agencia AFP. Mientras que en 2016 el Gobierno de Irak cerró sus oficinas en Bagdad por considerar que su cobertura era favorable al ISIS y hostil al chiismo, mayoría en ese país.

La cadena qatarí Al Jazeera apoyó las protestas civiles que fueron conocidas como la Primavera árabe

También Estados Unidos la ha criticado por ser portavoz de extremistas, ya que el fallecido Osama Bin Laden, jefe de Al Qaeda, solía divulgar sus comunicados a través de Al Jazeera.

El lunes el ministro de Cultura de Arabia Saudita anunció que había cerrado la oficina de la cadena qatarí en Riad y que le había quitado su licencia. "Al Jazeera promovió grupos terroristas, como los hutíes en Yemen, y atentó contra la soberanía saudita", dijo el funcionario según Al Arabiya.


4-La guerra civil en Yemen

El lunes Qatar también fue expulsado de la coalición liderada por Arabia Saudita para la intervención en la guerra civil en Yemen, donde el gobierno de Abd Rabo Mansur Hadi intenta recuperar la capital, Saná, capturada por los rebeldes hutíes.

A pesar de haber contribuido con soldados y aviones de guerra contra los hutíes, tanto Arabia Saudita como el gobierno de Hadi citaron el presunto apoyo clandestino a los rebeldes de parte de Qatar como una de las razones para romper relaciones diplomáticas, según estableció la agencia saudita Al Arabiya.

Las acusaciones se dieron en un momento de tensión dentro de la coalición árabe, ya que en abril el gobierno de Hadi acusó a los Emiratos Árabes Unidos de comportarse como un "ocupador" en lugar de un "liberador".


5-Las relaciones ambivalentes con Irán

En su reciente visita a Riad, Donald Trump pidió a los países árabes que aíslen a Irán, adversario regional de Arabia Saudita, al tiempo que firmó un acuerdo militar con el anfitrión.

Esta aparente alineación del mundo árabe y sunita contra Irán pareció friccionar con una relación ambivalente que Qatar, miembro del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), mantiene con con la teocracia chiita, a la que evita criticar con la dureza que suelen emplear Arabia Saudita y los Emiratos.

Qatar mantiene una relación ambivalente con el régimen iraní. En la foto, el recientemente reelegido presidente Hassan Rohani 

De hecho, Doha y Teherán mantienen fuertes relaciones económicas en relación con la industria petrolera y gasífera. Ambos países comparten el yacimiento de gas más grande del mundo, el South Pars-North Dome, ubicado en el golfo Pérsico.

Así, los países del Golfo han acusado repetidas veces a Qatar de compartir la agenda política de Irán, a pesar de que sus relaciones diplomáticas empeoraron en 2016, cuando Arabia Saudita cortó sus vínculos con el país persa luego de que manifestantes atacaran su embajada en Teherán.

El lunes, tras el anuncio del bloqueo árabe a Qatar, la agencia estatal iraní Fars anunció que un funcionario del gobierno en Teherán ofreció enviar un cargamento de comida "en 12 horas" a Doha, ya que el cierre de fronteras terrestres comenzó a perjudicar el abastecimiento de alimentos.


6-Riqueza y posición en el mundo

Qatar se encuentra en la península del mismo nombre, al noreste de Arabia, y rodeado por el golfo Pérsico. Con un área total de 11.000 kilómetros cuadrados y 2 millones y medio de habitantes, el país tiene el PBI per cápita más alto del mundo, ajustado por el poder de compra: 141.542 dólares, según datos del Banco Mundial.

Cuenta demás con un índice de desarrollo muy alto, del 0,850, y un equilibrado coeficiente de Gini, que mide la distribución del ingreso, del 41,1.

Su moderna capital, Doha, y su aerolínea de bandera, Qatar Airways, son algunos de los símbolos del crecimiento que ha experimentado esta pequeña nación petrolera, que en 2022 organizará el mundial de fútbol de la FIFA.

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