miércoles, 13 de julio de 2016

Sobre farsas y crímenes de guerra


El informe Chilcot sobre la invasión de Irak en 2003, son la muestra palpable de la mentira y la impunidad de los políticos europeos y estadounidenses.

Las repercusiones del Informe del diplomático inglés John Chilcot, respecto a la intervención del Reino Unido en la guerra de agresión contra Irak, a partir del año 2003, e impulsada por el ex Primer Ministro Laborista Tony Blair, aliado de la administración estadounidense del ex presidente George W. Bush, son la muestra palpable que la mentira y la impunidad son parte del quehacer de los políticos europeos y estadounidenses, sean estos Laboristas o Conservadores, Populares o denominados Socialistas. Demócratas o Republicanos. Todos, cortados por la misma tijera.

Más Rápido se Pilla al Mentiroso que al Ladrón

Mentira e impunidad que se han convertido en la práctica habitual cuando se trata de hacer responder por sus crímenes a personajes como Tony Blair, el ex Presidente Español José María Aznar, el ex mandatario galo Jacques Chirac, el Primer Ministro Italiano Silvio Berlusconi o la Canciller alemana Angela Merkel, quienes se sumaron en forma entusiasta y titiritera a la agresión contra el pueblo de Irak, junto al bufón mayor en este circo genocida: George W. Bush. Todos ellos líderes de gobiernos que falsearon información, manipularon sus sociedades, acomodaron los informes de los servicios de inteligencia y los sometieron a maquillajes destinados a presentar un panorama sobre Irak, tan falso como los propósitos humanitarios que arguyen los regímenes occidentales cuando se trata de pueblos y culturas distintas a las suyas, pero que poseen riquezas y territorios que desean ser apropiados. 

Fue George W. Bush quien puso en práctica la denominada Acta de Liberación de Irak del año 1998 – Iraq Liberation Act, S. 2525, 105th Congress, 2d Session, 29 de septiembre de 1998 – surgida bajo el gobierno de su antecesor, el ex presidente demócrata Bill Clinton, iniciando un proceso de colonización de Irak en una de las agresiones más violentas y criminales que recuerde la historia reciente de la humanidad contra un pueblo. Apelando para ello a una supuesta amenaza a la seguridad mundial, por la fantasiosa presencia de armas de destrucción masiva por parte del régimen de Sadam Hussein. Información amplificada sin análisis alguno por parte de gran parte de los medios de comunicación occidentales, transformados en coro bélico de la administración de Bush y sus aliados incondicionales.

Un Irak, que tras 8 años de ocupación directa por tropas estadounidenses – entre los años 2003 y 2011 - y posteriores acciones desestabilizadoras tras el derrocamiento del ex Dictador Sadam Hussein, llevadas a cabo por grupos takfirí; ha devenido en un Estado fragmentado, dividido en tres zonas bajo la política de generar la imposibilidad de reunificarlos: Una, la zona bajo dominio kurdo. La segunda, una región donde operan los grupos salafistas – principalmente EIIL – Daesh en árabe - con fuerte presencia Sunita. Y, finalmente la región bajo control del gobierno de Bagdad y con mayoría chiita. Ese fue el objetivo occidental desde el inicio de sus acciones utilizando, bajo la política del Leading From Behind a sus aliados de la triada conformada por Ankara-Tel Aviv y Riad. 

Esa intervención en Irak, ya sea mediante las acciones de soldados occidentales primero y posteriormente el actuar de los movimientos terroristas con el aval y el apoyo financiero y militar de la Casa al Saud y las Monarquías Ribereñas del Golfo Pérsico ha significado, según cifras conservadoras, la muerte de 500 mil iraquíes, 2 millones de heridos, 3 millones de desplazados internos y 2.5 millones de refugiados, sobreviviendo en precarias condiciones en campamentos situados en las fronteras con los países vecinos. Sumemos a lo consignado el saqueo de sus riquezas culturales e hidrocarburíferas y un retroceso en todos los indicadores de desarrollo humano, la destrucción de su infraestructura vial, sanitaria, industrial y la fuga de decena de miles de profesionales y técnicos que implican una pérdida enorme para el futuro del país. Resultados estremecedores, efectuados en franca violación de las leyes internacionales, en una conducta claramente criminal, que ha tenido como resultado la violación de los derechos humanos de millones de hombres y mujeres. 

Nada Nuevo bajo el Sol pero…igualmente criminal

El día miércoles 6 de julio de 2016, los medios de comunicación dieron cuenta de los resultados de una investigación llevada a cabo en Inglaterra por John Chilcot y que se ha dado en llamar Informe Chilcot – entregada en diciembre del año 2015 al Parlamento Inglés - en el cual se informa detalladamente sobre la participación del Reino Unido en la Guerra de Agresión contra Irak a partir del año 2003, coordinada por Washington y sin el auspicio de la ONU. Una investigación que llegó a su fin tras 6 años de trabajo, cuando el sucesor de Tony Blair en el cargo de Primer Ministro Inglés fue tomado por el también Laborista Gordon Brown, quien determinó realizar una investigación sobre la participación del Reino Unido en la guerra contra Irak. 

El Informe Chilcot comprueba que gobiernos como el británico han sido responsable de sangrientos procesos desestabilizadores para el conjunto de Oriente Medio y la constatación que las instituciones internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas, su Consejo de Seguridad y la Unión Europea sólo han servido como pantalla e incluso encubridores de los crímenes cometidos contra el pueblo de Irak. Se presentó a Irak como una amenaza real, cuando no lo era en un juicio sobre sus capacidades militares con categoría de certidumbre que no estaba justificada. 

En su parte medular el Informe Chilcot reafirma lo que se sabía desde el inicio de la agresión contra Irak bajo los argumentos que ese país estaba dotado de armas de destrucción masiva: que todo era una gran farsa destinada a encubrir objetivos más ambiciosos: apoderarse y balcanizar a Irak, tender un cerco contra la República islámica de Irán, hegemonizar el transporte de gas y petróleo desde Asia central a Europa vía Turquía y al mismo tiempo, ampliar el radio de influencia occidental impidiendo que la Federación Rusa tratara de de saltar las vallas tendidas por Washington y la OTAN hacia sus objetivos más al occidente de los Urales. Labor que ha conseguido a través de su apoyo sostenido al actualmente agredido gobierno sirio y donde Rusia mantiene una base naval y una Base para su fuerza Aérea en lucha contra las fuerzas takfirí.

Ya el año 2004 el Senado estadounidense a través del Comité de Inteligencia inició su investigación en junio del año 2003 – a tres meses de comenzada la invasión - con una fase de conclusiones difundidas en junio del año 2004 y una segunda fase el año 2008. Investigación que reveló que la información de inteligencia no justificaba la invasión a Irak, que existía duplicidad de trabajos y que el tema de las Armas de Destrucción Masiva no era posible de confirmar fehacientemente. Dicho informe no profundizó en el papel que le correspondió a Bush en la agresión pero sí determino que el ex mandatario junto sus colaboradores exageró repetidamente la supuesta amenaza Iraquí, minimizando los análisis de inteligencia y las notorias discrepancias en torno a la real amenaza que representaba Saddam Hussein. 

A George W. Bush el Informe Chilcot no le quita el sueño y repite, como una letanía ya sea con relación a la investigación del senado de su país como el de Inglaterra que “el mundo está mejor sin Saddam pese a los fallos de inteligencia y otros errores cometidos y reconocidos previamente…no ha existido aliado más fuerte que el Reino unido bajo el liderazgo del primer Ministro Tony Blair”. Un verdadero salvavidas de plomo el enviado por Bush a Blair. 

En el mismo tenor, ahora en el caso de Inglaterra el polémico pero no tan novedoso Informe Chilcot señala que “hemos llegado a la conclusión de que el Reino Unido decidió unirse a la Invasión a Irak antes de que se agotaran las opciones pacíficas para el desarme. En aquel momento las acciones militares no eran la última opción…la acción militar se concretó cuando no había ninguna amenaza inminente por parte de Irak, que no tenía capacidad para crear una bomba nuclear y la base legal para la acción militar del Reino Unido estuvo lejos de ser satisfactoria. Una invasión cuyas consecuencias se pagan hasta ahora y que ha provocado la llegada de armas a manos de los terroristas”. Es decir, un Tony Blair responsable de la destrucción de todo un país, la muerte de cientos de miles de sus habitantes, en una decisión en base a informes falsos y confabulados en esta aventura criminal con su hermano mayor en materia de agresión: George W. Bush.

La investigación que tiene hoy por las cuerdas al ex Primer Ministro Blair incluye una serie de cartas privadas que intercambiaron ambos políticos. En una de ellas, la del 28 de julio del año 2002 – 8 meses antes del inicio de la guerra – Blair señala, cual loco enamorado “estaré contigo pase lo que pase”. Pero, igualmente, en aquella misiva Blair da a conocer que no todo era miel sobre hojuelas en su país y que sería difícil obtener apoyo en su país, para entrar en la guerra de agresión “La planificación y la estrategia de todo esto son difíciles. Esto no es Kosovo. Esto no es Afganistán. Ni siquiera es la Guerra del Golfo. Ahora mismo en el Reino Unido, no puedo estar seguro de contar con el apoyo del Parlamento, del partido, del público o incluso de algunos de mis ministros". Blair se defiende hoy de esa cercanía, las palabras plenas de ternura y admiración con Bush afirmando que cada uno de sus actos fue efectuado “de buena fe”, como si eso bastara para dar cuenta de la destrucción de un país y la muerte de cientos de miles de sus hombres y mujeres. 

Tony Blair ante la petición de Bush a sus socios de la OTAN de acompañarlos en su agresión e invasión a Irak señaló que lo haría “incondicional y ciegamente” en un juramento de fidelidad que lo tiene hoy compareciendo ante la sociedad y el parlamento inglés, para responder sobre aquellos puntos que Chilcot resumió en su presentación: Se manipularon los datos de inteligencia, no había base jurídica internacional ni nacional que avalara la intervención inglesa contra otro pueblo, no hubo decisión de agotar las vías políticas en el deseo de avanzar con decisiones militares. Las acciones de Blair han puesto en peligro no sólo a su país sino que al mundo entero con fallos estratégicos profundizando la división en Irak y amenazando su estabilidad, unidad y permitiendo el desarrollo de movimientos terroristas. En este último punto, el Informe Chilcot señala que “no sólo se le avisó a Blair que la presencia de Al Qaeda en Irak se vería fortalecida con la intervención de tropas inglesas, sino que la invasión misma de Irak se convertiría en una amenaza para el Reino Unido” 

El Informe Chilcot resalta, que uno de los efectos de esta invasión, de la cual no cabe duda que se trató de una acción criminal, sin aprobación del Consejo de seguridad de la ONU – donde sólo votaron a favor Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña – “ha significado que el pueblo de Irak sufra enormemente y millones de seres humanos resultaran desplazados. Una acción donde los fallos de la planificación por parte del Reino Unido siguen afectando la vida de los británicos hasta el día de hoy”. Es decir, un Tony Blair culpable de agredir al pueblo de Irak, apoyar su exterminio, generar millones de heridos y la huida de parte importante de su población cuyos efectos se dejan sentir incluso en el propio Reino Unido.

En un interesante documento publicado por el Daily Mail en octubre del año 2015 se dieron a conocer una serie de documentos donde queda claramente establecido el pacto entre George W. Bush y Tony Blair – denominado pacto Crawford – destinado a garantizar la invasión militar contra Irak preparado para ello el camino político, comunicacional y militar para concretar este plan. Dicho documento salió a la luz a partir de los correos privados de Hillary Clinton y que tuvo que entregar a un tribunal estadounidense. El pacto de Crawford es la prueba concluyente que la dupla Blair-Bush marcó como objetivo engañar al mundo y llevar a cabo sus planes de agresión, invasión y crímenes de guerra contra Irak. Y a la hora de las alianzas para delinquir el ex Presidente español José María Aznar, también deberá cuidarse ya que junto a Blair, en reunión efectuada entre el 27 y el 28 de febrero de 2003, para discutir la invasión de Irak, acordaron una estrategia de comunicación para dar la impresión de que "estaban haciendo todo lo posible para evitar la guerra" a pesar que la decisión ya había sido tomada en Washington. Una estrategia destinada a atenuar las críticas en sus respectivos países.

Frente a lo señalado ¿Qué más necesita esta supuesta comunidad internacional para llevar a Tony Blair a una Corte Internacional de Justicia que sea capaz de juzgarlo por crímenes de guerra? El camino puede ser conformar Un Tribunal Penal Internacional ad hoc como el que juzgó a Slobodan Milosevic por la Guerra de los Balcanes, instituido en febrero del año 1993 o aquel Tribunal Penal Internacional ad hoc donde se enjuició a los criminales de guerra por el genocidio en Ruanda, formado en noviembre del año 1994. Ambos, a instancias del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sobre farsas y crímenes de guerra se han levantado muros de injusticia, es hora de derribarlos.

Pablo Jofre Leal

¿Qué está pasando en Sudán del Sur?


La rivalidad entre fuerzas leales al presidente de ese país Salva Kiir y los aliados al vicepresidente Riek Machar, ha provocado el resurgimiento de la violencia en la nación más joven del mundo. 

El sábado 9 de julio de 2016 Sudán del Sur cumplió cinco años de independencia en medio de ataques violentos que ha dejado numerosas víctimas civiles tanto en Juba (capital), como en Wau y Bentiu. 

Considerada la nación más joven del mundo, el resurgimiento de la violencia en Sudán del Sur ha empeorado la situación humanitaria y miles de personas han huido hacia Etiopía, Kenia, Sudán y Uganda.
El dato: Sudán del Sur aporta el 85 por ciento de todo el petróleo y en gran medida proviene de los estados fronterizos de Bentiu y Alto Nilo, así como de Jonglei. Ocupa "el tercer lugar en África en términos de reservas de esta materia prima, algo que convierte a Sudán del Sur en un punto de fricción de los intereses geopolíticos", refiere Mundo Sputnik.
También es un país rico en yacimientos de hierro, cobre, cromo, zinc, volframio, mica, oro, plata y diamantes.

El presidente sursudanés Salva Kiir ordenó este martes a sus tropas el cese inmediato de las hostilidades junto al vicepresidente de ese país Riek Machar, quien también hizo lo propio con sus partidarios. 

La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur reportó que el armisticio en la capital sursudanesa, Yuba, "es respetado mayormente, salvo tiroteos esporádicos", manifestó portavoz del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric.

¿Qué está pasando en Sudán del Sur?

Al menos 300 personas han perdido la vida en los últimos cuatro días durante los enfrentamientos entre las fuerzas del gobierno y los rebeldes.

Las tropas del Gobierno dispararon el lunes contra civiles desarmados y contra la UN House, el edificio de Naciones Unidas al sur de la capital. Un vehículo blindado de cascos azules fue alcanzado y dos militares chinos y otros seis resultaron heridos. 

Causas del conflicto

Muchos justifican las raíces del conflicto en Sudán del Sur por razones “étnicas”, pero otros analistas sostienen que se debe a causas políticas y económicas enmarcadas en la rivalidad entre Salva Kiir y Riek Machar durante décadas.

Cuando el país logró su independencia en 2011 (apoyada por Washington) las facciones rebeldes acordaron repartir el poder en esa nación. Así, nombraron como presidente a Kiir y Machar asumió el cargo de vicepresidente.

Sin embargo, el 15 de diciembre de 2013 ocurrieron violentos enfrentamientos en los tres estados petroleros de esa nación: Alto Nilo, Unidad y Jonglei, refiere El Confidencial. Kirr llamó a la rebelión armada porque supuestamente Machar planificaba un golpe de Estado.

"Detrás de la situación actual en Sudán del Sur pueden estar algunas fuerzas interesadas en reducir la influencia de China en África. Objetivamente, se puede afirmar que contra el reforzamiento de China en África se pronuncian EE.UU. y sus aliados. Por lo tanto, podemos suponer que las agencias de inteligencia estadounidenses podrían haber alentado o contribuido al deterioro de la situación. Este tipo de influencia puede tener consecuencias bastante graves", explicó el analista político Vladímir Yevséev a Mundo Sputnik.

El sufrimiento de la población civil

Desde el resurgimiento de los combates ya suman cuatro días sin reparto de agua, en los mercados no hay alimentos, los soldados saquean a los civiles. Medios de ese país aseguran que varias mujeres intentaron entrar a uno de los pocos hoteles que tiene piscina (en Juba) para llenar sus botellas de agua y poder beber.

Datos de Oxfam destacan que un 87 por ciento de la población no tiene acceso a los sistemas de saneamiento y solo un 47 por ciento puede tener agua potable. Más de 686 niños menores de cinco años padecen desnutrición y una de cada tres personas se encuentra en situación inseguridad alimentaria.

Según el informe de marzo de 2016 del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la escala de la violencia sexual es aterradora en Sudán del Sur. De abril a septiembre de 2015, la ONU registró más de mil 300 casos de violación en uno de los 10 estados de ese país.



Desde 2013, la partes en el conflicto han llevado a cabo "ataques contra civiles, violaciones y otros delitos de violencia sexual, detención arbitraria, secuestro y privación de libertad, desapariciones forzadas y ataques contra el personal de las Naciones Unidas", refiere el informe.

La mayoría de las víctimas son civiles. Algunos de los abusos más graves ocurrieron en abril de 2014 en Bentiu y Rubkona en el estado de Unity cuando grupos armados aliados a las fuerzas de oposición entraron en las ciudades y mataron a cientos de civiles que intentaban protegerse de los combates. Las "iglesias, mezquitas y hospitales no se libraron de los ataques", agrega el documento.

Cifras de la Acnur señalan que hay 450 mil refugiados de Sudán del Sur en Etiopía, Uganda, Sudán y Kenia, y más de 1,2 millones de personas desplazadas internamente en ese país.

La nación africana tiene los más altos niveles de desplazamiento de población del mundo, es decir, 2,6 millones de personas desplazadas o refugiadas en un país vecino, la mayoría de ellas son niños.


Turquía busca un acercamiento con el régimen de Siria


El nuevo primer ministro turco Binali Yildirim ha dicho que Turquía “está decidida a desarrollar relaciones pacíficas” con países como Rusia e Israel hasta Egipto y Siria.

Hablando después del Consejo de Ministros del Partido por la Justicia y el Desarrollo (AKP) comentó acerca del reciente acercamiento con Israel y la petición de disculpas con Rusia después de derribar un caza Su-24 ruso el año pasado. En este sentido dijo que “estamos recobrando nuestras antiguas relaciones con Rusia y normalizando nuestras relaciones con Israel, tenemos sorpresas para nuestros ciudadanos”.

“Estamos decididos a desarrollar relaciones pacíficas y amistosas con países que van desde Rusia e Israel hasta Egipto y Siria o la UE y los EEUU. La situación en Siria, particularmente, no es sostenible pero es posible cambiarla. Todo el mundo necesita asumir su responsabilidad. Solo tenemos una condición; y es que se forme un estado justo, igualitario y bilateral (sunni-chií)” dijo el primer ministro.

Los comentarios de Yildirim confirman las especulaciones sobre reuniones secretas entre representantes turcos y sirios en Argel recientemente. Comentaristas kurdos han dicho que estas reuniones secretas tienen un agenda anti-kurda, con Turquía y Siria negándose a reconocer la autonomía kurda en Rojava/Norte de Siria.

La iniciativa reciente de Turquía para enmendar los problemas diplomáticos con los países vecinos y de la región, incluyendo a Iran, están siendo vistas como un nuevo proyecto diplomático para recuperar la influencia perdida en la región. También existen temores que el gobierno turco usará unos lazos diplomáticos más fuertes para aumentar la virulencia de la guerra contra los kurdos en Iran, Iraq, Siria y Turquía, en todos ellos con significativas poblaciones y territorios kurdos.

Antes, los representantes turcos pedían que el régimen de Assad fuese derrocado previo a cualquier conversación sobre una solución en Siria para alcanzar la paz.

El Nuevo-Viejo PKK

El PKK ha seguido luchando por la justicia en Kurdistán. Pero su transformación democrática deja mucho que desear.

Antes de la batalla de Kobane de 2014, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) era una fuerza casi desconocida en occidente. Pero junto al Partido de la Unión Democrática Kurdo-Siria (PYD) -una organización hermana del PKK- el heroico enfrentamiento contra el Estado Islámico de Irak y Siria, quedó claro que el partido y su fundador encarcelado, Abdullah Ocalan, no podían ser ignorados. Y no sólo en círculos izquierdistas.

La última vez que el PKK atrajo interés general fue durante la década de 1990, cuando libraba una guerra brutal con el estado turco por la autodeterminación de Kurdistán. Entonces las referencias ideológicas del PKK eran totalmente marxistas-leninistas. El apoyo a la organización desde la izquierda era muy fuerte entre los grupos que ponían su énfasis en la lucha de los movimientos de liberación en el Tercer Mundo.

El socialismo libertario y las corrientes anti-stalinistas eran más escépticas. Señalaban la orientación nacionalista del partido y su carácter antidemocrático, demostradas en las purgas letales de Ocalan. La violencia del PKK contra civiles -como las familias de miembros de la milicia probubernamental o profesores estatales- era uno de los puntos de mayor rechazo.

De Lenin a Bookchin

Entre los admiradores del “nuevo PKK”-en particular, anarquistas y socialistas libertarios- hay una narrativa común sobre la transformación del PKK. El PKK era un partido estalinista que lideraba una guerra de guerrillas en las décadas de 1980 y 1990 y, aunque disfrutaba de un soporte genuino entre la minoría oprimida kurda en Turquía, que lo veía como su héroe, su objetivo de lograr la autodeterminación era insuficiente para alcanzar la liberación.

Aún más, el PKK se debatía en formas que le impedían convertirse en una fuerza emancipadora genuina: era vanguardista, tenía una estructura autoritaria y equiparaba la conquista del poder estatal con la liberación. Estrangulada por tales defectos, la lucha del PKK se estancó a finales de los 90, antes del último arresto de Ocalan por las autoridades turcas en 1999.

Pero una vez en prisión, continúa la narrativa, Ocalan se vió forzado a confrontar los fallos del marxismo, el leninismo y el proyecto original del PKK. Comenzó a leer ávidamente más allá del canon marxista-leninista, repensando fundamentalmente su visión de la liberación, y formuló una drástica nueva visión para superar los fallos de su partido.

El autor más comúnmente citado como una influencia decisiva para Ocalan en su cometido es Murray Bookchin, un socialista libertario que vivía en los Estados Unidos. Bookchin había sido marxista, pero desarrolló su propia teoría del cambio social que identificaba la tensión entre la acumulación de capital -con su imperativo crecimiento eterno- y el entorno como la contradicción central del capitalismo. Según Bookchin, la lucha para salvar el ecosistema tiene una dinámica inherentemente anticapitalista y puede unir a los explotados y alienados del mundo.

La visión anticapitalista de Bookchin es una sociedad radicalmente reducida, organizada alrededor de municipios autónomos ecológicamente sostenibles. Estos municipios -llamados comunas- reemplazarían a las grandes ciudades que, según su visión, son un peligro para el entorno y un impedimento para la democracia directa.

Para llevar a la práctica esta sociedad, Bookchin apoya una combinación de acción política y organización prefigurativa -la creación aquí y ahora de estructuras tales como las cooperativas y asociaciones democráticas que pudieran augurar una sociedad mejor. La acción política y estos experimentos podrían, defiende Bookchin, comenzar a fortalecer a la gente común en sus comunidades.

Era un reto suficiente como para convencer a Ocalan, quien, en la imaginería popular, hizo un balance de los fallos del PKK y decidió reorientar sus objetivos a un tipo similar de socialismo libertario llamado “confederalismo democrático”.

Los abogados de Ocalan compartieron sus ideas con el PKK, quien lo apoyó y reformó radicalmente la teoría y la práctica de la organización. Hoy, concluye la historia, el PKK es el centro ideológico de una lucha de liberación mucho más amplia, una especie de fábrica de ideas dedicada a extender la visión socialista-libertaria de Ocalan por medio de un mayor movimiento kurdo. La toma del Estado por las armas ha sido reemplazada como objetivo, con el foco puesto en la construcción de estructuras prefigurativas en la sociedad civil.

Regreso al Futuro

Este cuento -de un revolucionario encarcelado que realiza un sobrio análisis de las experiencias pasadas y que no tiene miedo a realizar cambios reales, al tiempo que se mantiene fiel al objetivo de la emancipación humana- tiene un cierto atractivo romántico. El supuesto movimiento del PKK desde un marxismo-leninismo dogmático al socialismo libertario también tiene resonancias de la amplia opinión respecto al fracaso del socialismo del siglo veinte por la pérdida de confianza en el estado y el partido.

No obstante, hay otra posible interpretación de la evolución del PKK, una que presiona hacia la continuidad más que hacia la ruptura. En esta línea, el “confederalismo democrático” actual, si bien es un abandono del “viejo” PKK, no supone la ruptura que se pretende.

Consideremos la concepción de la liberación de la mujer según el PKK, un elemento central en la visión actual del cambio social del PKK. El interés por la liberación de la mujer se asocia a menudo al “giro al socialismo libertario” de Ocalan, pero realmente lo precede.

La lucha de las mujeres se convirtió en un asunto primordial en la década de 1990, cuando el PKK pasó de ser una guerrilla a un movimiento de masas. La expansión del PKK aumentó su influencia en un amplio espectro de organizaciones sociales y culturales y, como resultado, se unieron más mujeres. Ya en los noventa, un tercio de las guerrillas del PKK eran mujeres.

En 1994, se estableció el Movimiento de Mujeres Libes de Kurdistán (posteriormente denominado Unión de Mujeres Libres de Kurdistán, YAJLK”) y el PKK comenzó a formar unidades exclusivamente femeninas, en parte porque muchos guerrilleros se negaban a acatar órdenes de superiores femeninas. Otros esperaban que las unidades exclusivamente femeninas ayudaran a romper las ideas interiorizadas sobre la obediencia y servilismo de las mujeres. Actualmente, hay una cuota obligatoria de género en los grupos mixtos del PKK; el 40% de los superiores deben ser mujeres, mientras que los puestos ejecutivos son compartidos por un hombre y una mujer.

Las mujeres en el PKK atribuyen a Ocalan estas políticas. Según dice una activista:
Estábamos muy lejos de nuestra propia historia y siempre reprimidas. Por ello el movimiento necesitaba un líder. Estábamos enterradas y cubiertas de cemento y no podíamos escapar. Chair Apo (apodo de Ocalan) fue el único que se abrió camino. Fue la flor que atravesó el asfalto. Nos dio esperanza… Chair Apo nos mostró nuestra libertad personal como mujeres.
El concepto de Ocalan de la liberación de la mujer está conformado por mitos de un pasado neolítico matriarcal que fue supuestamente desplazado por el ascenso de la sociedad clasista y la formación de los primeros estados. Según Ocalan, esta opresión tiene sus raíces en las actitudes patriarcales, transferidas de generación en generación e internalizadas por las mujeres. Sostiene que estas ideas son transmitidas por la familia -especialmente por medio de las nociones del honor masculino y su control sobre los cuerpos de las mujeres- y que la liberación está en desaprenderlas.

Las ideas de Ocalan sobre la liberación nacional kurda se entremezclan con las de la liberación de la mujer, al tiempo que pretenden un regreso a un pasado antiguo idealizado. En este pasado neolítico, las mujeres no eran solamente libres, sino que también los kurdos como un todo eran un pueblo igualitario, amantes de la libertad. Con el ascenso de los estados y la religión organizada, los kurdos se alienaron de su propia identidad y lo que Ocalan llama “la mentalidad kurda” quedó distorsionada. Todos los problemas actuales se derivan de esta caída en desgracia original.

El PKK en los años 1990 hacía referencia a menudo a la historia kurda, como cuando Ocalan sostenía que la defensa de la “vieja patria milenaria” era el mayor honor y deber de todos los kurdos. Entonces el PKK era fuertemente nacionalista. Ocalan defendía que la “concepción de humanidad” no fundamentada en el patriotismo era un “crimen podrido”.

Más recientemente, Ocalan ha criticado las nociones ahistóricas de las naciones y los estados y declarado que son construcciones sociales. No obstante, lo que se ha mantenido constante es la idea de que la lucha del PKK es por la expresión de una “identidad kurda auténtica”. Mientras antes este objetivo se enmarcaba en términos de autodeterminación y construcción del estado nacional, hoy se presenta como el renacimiento de un pasado neolítico utópico.

A pesar del cambio de discurso, Ocalan aun insiste en la existencia de una identidad kurda transhistórica. En 2011 escribió: “muchas de las cualidades y características atribuidas a los kurdos y su sociedad actual ya podían verse en las comunidades neolíticas de la cordillera del Cáucaso, el área que llamamos Kurdistán”.

La visión esencialista de Ocalan de las identidades -tanto si habla de kurdos o mujeres- ha variado poco tras su “giro”. Para el PKK, “las mujeres” son el sujeto social que se encuentra en el centro de la emancipación, jugando un papel similar al del proletariado en el marxismo clásico, el sujeto universalmente oprimido cuya emancipación anticipa la emancipación universal. Según Ocalan, “el papel que una vez fue atribuido a la clase obrera, recae hoy sobre la mujer”.

Pero la categoría de las propias mujeres nunca es interrogada. Según Ocalan, las mujeres son biológicamente más compasivas y enfáticas que los hombres y tienen más “inteligencia emocional”. La femineidad está asociada con la maternidad, las mujeres “poseen vida en sí mismas” y, por tanto, se les supone más cercanas a la naturaleza que los hombres.

Esto lleva a ver a las mujeres como una categoría homogénea, con una ideología singular que se corresponde con su lucha de liberación. El partido de las mujeres del PKK -Partido de Mujeres Libres, PJA- ha declarado que “la ideología de la liberación de la mujer es una alternativa para todas las visiones previas del mundo, tanto de derechas como de izquierdas”.

El arresto de Ocalan en 1999 inauguró un período de confusión para el PKK. Muchos simpatizantes y miembros del PKK quedaron impactados por las declaraciones que Ocalan hizo tras su captura. En el juicio declaró:
Quiero continuar mi vida comprometido con dos juramentos: quiero servir a la realización completa de la democracia, la paz y la fraternidad. Creo que las intenciones del estado [turco] son similares. Además, quiero ver que el PKK abandona la lucha armada y deseo dedicarme a este objetivo. Quiero un PKK que no esté contra el estado y que asuma su status legal.

Ocalan negó que el PKK quisiera romper Turquía e insistió en que los kurdos pudiesen vivir en libertad dentro de una república turca reformada. Acusó de la guerra al “triunvirato de Agas, Sheiks y Asirets” -fuerzas premodernas que supuestamente han dividido a los kurdos y el estado turco- en lugar de a la opresión nacional de los kurdos.

Las afirmaciones de Ocalan en el juzgado turco se contradecían con el programa y los documentos fundacionales del PKK. En el pasado, el PKK había denunciado el apoyo a la autonomía kurda en lugar de a su independencia como una traición.

Pero a principios de 1990, Ocalan hablaba cada vez más de “un Kurdistán libre”, y sugería que la autonomía kurda dentro de Turquía, sobre la base de una “igualdad completa” en lugar de un estado kurdo, era posible.

“Libertad” pasó a significar el cultivo de la “verdadera identidad kurda” y la habilidad para expresar esta identidad. Tras su captura, Ocalan hizo explícito este cambio en el objetivo del PKK de una forma que no había hecho anteriormente. Declaró: “la cuestión kurda no puede ser considerada en esencia una cuestión de libertad de discurso y cultura”. Miles abandonaron el movimiento en desacuerdo y aquéllos que rechazaron seguir la nueva línea eran atacados como traidores y agentes enemigos.

Estando en prisión, Ocalan revisó la idea de “la libertad kurda” para referirse al objetivo del “confederalismo democrático”. Basándose en Bookchin, Ocalan ahora dice que rechaza la idea de relevar o derribar al estado para lograr su objetivo y argumenta que los movimientos emancipatorios deben evitar buscar el poder del estado y focalizarse en alcanzar la liberación por medio de la sociedad civil, no aplastando al estado, sino haciéndolo superfluo en el proceso. Una vez que la gente se dé cuenta de que “no necesitan al estado”, éste se diluirá progresivamente.

Ciertamente, Ocalan cambió sus opiniones tras su captura, pero no fue una ruptura tan limpia como la narrativa popular sugiere. Ya antes de ser arrestado, Ocalan había abandonado los conceptos asociados con el PKK marxista-leninista. En la década de 1980, el PKK declaró que su objetivo era un “Kurdistan socialista independiente”, basando su concepción de socialismo en líneas generales en los ejemplos de la Unión Soviética y China. Pero el partido redefinió esta visión de socialismo en su discurso de la década siguiente.

Ya en 1993, Ocalan afirmaba que el PKK, al discutir sobre “socialismo científico”, no se refería al marxismo sino a su propio peculiar socialismo que “supera los intereses de los estados, la nación y las clases”. El nuevo socialismo del PKK no era siquiera un sistema socioeconómico; por el contrario, era el nombre para la creación de un “hombre nuevo” -sin ego, valiente y patriótico- creado mediante la lucha.

La emancipación social y económica, ya ensombrecida por la liberación nacional, se hundió aún más en el fondo. En sus escritos actuales, Ocalan raramente discute las cuestiones sociales y económicas, declarando que “las cuestiones de una estructura social, clase y economía alternativas no son particularmente relevantes”. Su visión de una sociedad socialista se limita a un estado de bienestar fuerte con trabajo, sanidad y educación para todos.

En una entrevista en 1996, Ocalan señaló a Alemania como un ejemplo de su clase de socialismo.

No hay salvador en las alturas

El PKK no tiró por la borda su viejo programa ni abrazó sus nuevo objetivos y propia concepción por medio de un proceso colectivo de deliberación. En su lugar, los líderes del partido simplemente pusieron en práctica las directivas de Ocalan.

En la década de 1980, Ocalan se convirtió en el líder indiscutible del PKK. El PKK celebraba congresos en los que se decidía su programa, pero Ocalan se mantenía por encima de tales mecanismos. Creó una organización en la cual los cuadros ascendían a posiciones de liderazgo al demostrarle su lealtad.

En el PKK seguir a Ocalan se convirtió en sinónimo de dedicación a la causa de la liberación kurda. Aquellos que rechazaban aceptar esto eran purgados. Otros líderes del partido debían su legitimidad a la aprobación de Ocalan y sin ella perderían su posición. Incluso estando en prisión su poder se mantuvo sin fisuras.

Al igual que sus organizaciones hermanas en Siria, Irán e Iraq, el PKK es un miembro del Grupo de Comunidades de Kurdistán (KCK). Dentro del KCK, el PKK es responsable del “frente ideológico”; su tarea se define como “responsable de la implementación de la ideología y filosofía del presidente”; “cada miembro del KCK debe asumir los valores ideológicos y éticos del PKK como su base”.

La lucha kurda ha atraído la atención por buenas razones, y la dedicación de sus militantes en las peores condiciones no debe ponerse en duda. Pero la altamente elogiada transformación del PKK deja mucho que desear. No es el claro ejemplo de transición desde el leninismo autoritario al socialismo libertario que a menudo pretende ser.

Antes y después de la captura de Ocalan -antes y después de lo que el PKK denomina el “cambio de paradigma”- un elemento esencial del partido se mantiene sin cambios: Ocalan es “el líder” (önderlik). Pero la liberación no puede venir de los giros y vueltas de un solo líder; la liberación necesita de la lucha colectiva, apoyada en organizaciones de masas, que augure la democracia radical que deseamos ver en el mundo.


Alex de Jong

domingo, 10 de julio de 2016

Los ejércitos más inútiles del mundo

Les ofrecemos la clasificación de cinco ejércitos de África que otrora eran fuertes, pero ahora son los más inútiles del mundo.


Algunos países del mundo disponen de ejércitos solo para fines ceremoniales o de personal oficial de seguridad que, en realidad, no necesitan; por ejemplo, Liechtenstein solo dispone de Policía y consta de 120 agentes. Otros países que podrían incluirse en esta categoría son Islandia, Costa Rica o Andorra. Sin embargo, no están tan indefensos como podría parecer, debido a que potencias militares extranjeras garantizan su seguridad.

Por otro lado, algunos estados sí tienen y necesitan sus propias Fuerzas Armadas, pero se encuentran en una situación que hace pensar que resulta mejor que no las posean, porque están desperdiciando su dinero. El portal ruso Slovo y Delo ha seleccionado cinco ejércitos de ese tipo, todos ellos de países africanos a los que ayudaba la antigua Unión Soviética y que ahora no cuentan ni con el dinero necesario ni con el apoyo que recibían.

5.º: Libia


Hasta 2011, año a partir del cual Libia quedó sumido en el caos, este país disponía de un Ejército poderoso, compuesto por el Ejército de Tierra, la Fuerza Aérea y la Marina de Guerra. También poseía bastante equipamiento bélico, desde sistemas de defensa aérea hasta tanques, vehículos blindados, artillería y submarinos.

La URSS suministró la mayor parte de este material, pero su colapso detuvo ese abastecimiento y los libios no lograron reparar todo su arsenal por la escasez de personal técnico y la falta de mantenimiento adecuado.

En 2011, en Libia estalló una guerra civil y Muammar Gaddafi fue asesinado, mientras que las fuerzas rebeldes disolvieron el viejo Ejército y trataron de crear uno nuevo. Como resultado de esta situación caótica, en el país operan alrededor de 90.000 personas armadas y agrupadas en brigadas.

Parte de esos colectivos son fieles a autoridades reconocidas por la comunidad internacional, mientras que entre quienes luchan contra ellas se encuentran los terroristas del Estado Islámico y otros islamistas radicales.

Así, desde 2012 varias agrupaciones armadas libias se han enfrentado a la milicia de Zintán, la herramienta militar aliada a las fuerzas oficiales del general Khalifa Belgacem Haftar, del Gobierno fruto de las elecciones de junio de 2014 e internacionalmente reconocido.

Es posible que el principal grupo armado sea la milicia Misrata, la principal estructura militar del bloque islamista conocido como Operación Amanecer Libio, que mantiene su sede en Trípoli.

4.º: Zambia


Si evaluásemos el Ejército de Zambia en el contexto global, se podría afirmar con total seguridad que el ejército de este país africano tiene capacidades militares completamente miserables, pese a disponer de una amplia gama de armas, casi todas de procedencia soviética.

Así, su parque de tanques incluye cinco T-54 soviéticos, 20 carros de combate T-55 y 30 tanques ligeros PT-76, mientras que el país también dispone de un centenar de vehículos de combate blindados, 95 cañones remolcados, 93 morteros y alrededor de 50 instalaciones de lanzamisiles múltiples. Asimismo, cuenta con varios sistemas de defensa aérea —tanto portátiles como fijos—, además de con 150 cañones antiaéreos que compró a Yugoslavia y la URSS hace décadas.

La Fuerza Aérea de Zambia incluye cinco viejos cazas MiG-21 soviéticos y también otros cinco viejos aviones chinos J-6 —una copia de los MiG-19 soviéticos—, además de varias decenas de aviones de transporte y helicópteros.

¿Por qué todo ese potencial no suscita temor a nadie? Por el hecho de que está fuera de servicio desde hace tiempo, debido a que no ha sido mantenido, reparado ni actualizado de manera adecuada.

3.º: Mali


Hace tiempo, Mali disponía de un ejército relativamente grande, también gracias al apoyo de la Unión Soviética, cuya ayuda fue tremendamente importante. Como consecuencia de ello, en el país todavía es posible encontrar el equipo bélico y armamento obsoleto, como el tanque T-34 y los cazas MiG-21.

Tas el colapso de la URSS comenzó una rápida degradación de las capacidades defensivas de Mali, que alcanzó su punto culminante en 2012, cuando estalló su guerra civil y lo que quedaba del Ejército maliense no pudo sofocar los disturbios y enfrentamientos armados que tuvieron lugar en el país.

Hoy en día, el Ejército de Malí ha quedado reducido a la nada: solo cuenta con 7.500 uniformados y el orden se mantiene de manera relativa gracias a contingentes militares de Francia y Chad que se encuentran en su territorio. Sin embargo, muchos expertos indican que esa presencia de tropas extranjeras contribuye a aumentar el número de islamistas en el país.

2.º: Mozambique


Mozambique es uno de los países más pobres del mundo, pero en los años 70 y 80 era el mayor aliado de la Unión Soviética en África y mantenía una relación similar a la de Malí, Zambia y Libia: la URSS le suministraba armas y consejeros militares, que permitieron al Gobierno de entonces vencer en la larga guerra civil que azotó al país.

Poco después de esa victoria, la Unión Soviética se derrumbó y las entregas de armas cesaron. Como sucedió en otros estados africanos, la falta de dinero y la escasez de personal de mantenimiento y reparación provocaron que ese armamento comenzara a deteriorarse.

Sin embargo, a diferencia de Libia y Malí, en la actualidad Mozambique tiene una situación bastante estable, por lo cual, aunque es incapaz de garantizar su defensa, no corre el riesgo de que lo agreda nadie.

1.º: Somalia


El líder en esta clasificación de los peores ejércitos del mundo fue desgarrado y estuvo dividido en zonas de influencia de las potencias europeas durante largo tiempo. Somalia obtuvo la independencia en 1960 —al igual que muchos otros países africanos— y, tras dar ese paso, presentó reivindicaciones territoriales a Kenia, Etiopía y Yibuti.

En los años 70, Somalia recibió una ayuda militar significativa de la Unión Soviética y decidió atacar a Etiopía, que también era un aliado soviético. Moscú tuvo que elegir y se decantó por los etíopes porque consideró que eran más fiables, con lo cual los somalíes sufrieron una derrota rotunda.

Esta circunstancia provocó una crisis política y, en los años 80, en el norte de su territorio estalló una sublevación. Como resultado, en 1991 fue derrocado el presidente de Somalia y el país se sumió en el caos total de una guerra civil, que continúa hasta hoy pese a tener un Gobierno reconocido por la comunidad internacional en Mogadiscio, la capital.

De todas sus Fuerzas Armadas, en Somalia solo ha quedado la Policía: la antigua Fuerza Aérea desapareció por completo, mientras que la Marina está compuesta por una plantilla de 200 marineros y algunas lanchas de patrullaje, que son alquiladas por el Estado.