El empeoramiento de la situación y las amenazas de seguridad en el Oriente Medio están en la línea política del régimen de Israel, recuerda el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani.
“Las crisis presentes en la región, sobre todo en Siria e Irak, han debilitado a los musulmanes y favorecen únicamente los intereses del régimen de Israel y de sus aliados”, advirtió el martes el jefe del Parlamento iraní en un reunión con el nuevo embajador jordano en Teherán, Abdolá Abu Raman.
Lariyani, por tal motivo, llamó a los países de la región a hallar una salida a la compleja y grave situación en Siria e Irak.
En sus declaraciones, además, se refirió a la instrumentalización del terrorismo por varios países regionales (sin nombrarlos) en pro de sus metas y ajenos a las consecuencias de sus actos.
“Las crisis presentes en la región, sobre todo en Siria e Irak, han debilitado a los musulmanes y favorecen únicamente los intereses del régimen de Israel y de sus aliados”, advirtió el martes el jefe del Parlamento iraní.
“Algunos países regionales, con la errónea idea de que pueden valerse estratégicamente de los terroristas, los entrenan y les entregan armamentos, pero dichos grupos son incontrolables y crearán graves problemas de seguridad a toda la región”, advirtió.
El representante jordano en Irán, a su vez, expresó el interés de su país en cimentar sus relaciones con el país persa y cooperar con otros países en la lucha contra la pesadilla takfirí, en especial, el EIIL (Daesh, en árabe) y el Frente Al-Nusra, rama siria de la organización terrorista de Al-Qaeda.
Miembros del grupo terrorista Frente Al-Nusra en Siria.“Los grupos takfiríes constituyen una amenaza para toda la región, por ello todos los países, dejando de un lado sus discrepancias políticas, deben fortalecer sus cooperaciones en la lucha antiterrorista”, señala Abu Raman.
Según Abu Raman, la postura de Jordania ante la crisis en Siria no ha variado, es decir, apuesta por una solución política.
“Los grupos takfiríes constituyen una amenaza para toda la región, por ello todos los países, dejando de un lado sus discrepancias políticas, deben fortalecer sus cooperaciones en la lucha antiterrorista”, señala Abu Raman.
Siria desde el 2011 está viviendo su peor crisis de seguridad. El caos provocado por la violencia de los grupos terroristas ha dejado más de 215 mil muertos, además de millones de desplazados internos.
Más de 20 mil personas procedentes de más de 90 países del mundo han viajado a Siria e Irak para unirse a los grupos takfiríes, entre ellos el Frente Al-Nusra y el Daesh.
Por otro lado, el Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono) anunció en mayo el inicio del entrenamiento militar de los llamados terroristas “moderados” sirios en Jordania, Turquía y Arabia Saudí (países patrocinadores regionales del terrorismo) con el fin de derrocar el Gobierno de Damasco.
Según informes y documentos, contra las afirmaciones del Occidente y de sus aliados regionales, buena parte de los llamados “rebeldes moderados” se une a grupos extremistas como el EIIL.
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