jueves, 4 de junio de 2015

Rand Paul busca desclasificar informe que implicaría a Arabia Saudí en 11-S, algo que es un secreto a voces



El senador estadounidense Rand Paul se ha unido a un grupo de congresistas para promover una legislación que obligue al presidente Barack Obama a desclasificar un documento clasificado que implicaría a Arabia Saudí en la financiación de los atentados del 11-S.
Paul, senador republicano de Kentucky, está patrocinando la llamada “Acta de Transparencia para las Familias de las Víctimas y Supervivientes del 11-S” que requeriría que la Casa Blanca desclasifique y haga público el informe de 28 páginas que demuestra, según algunos, que Arabia Saudí financió los atentados del 11-S.

Las 28 páginas forman parte de un informe mayor del Congreso sobre inteligencia del 11-S publicado en 2012 llamado Investigación Conjunta de las Actividades de la Comunidad de Inteligencia, que fue realizado por el Comité Selecto del Senado sobre Inteligencia y el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre Inteligencia.

Paul apareció en una conferencia de prensa en el Capitolio el martes junto con un grupo de congresistas de ambos partidos así como miembros del grupo Familias del 11-S Unidas por la Justicia contra el Terrorismo, según el Washington Post.

“No podemos dejar que página tras página de documentos marginados se vean escondidas por un velo, dejando así a los miembros de estas familias preguntarse si existen informaciones adicionales que rodean a estos horribles actos”, dijo Paul.


Los aliados actuales de Paul en la Cámara de Representantes están presionando también en favor de la publicación del informe junto con los demócratas co-patrocinadores de la ley, los senadores Ron Wyden y Kristen Gillibrand.

La Administración de George W. Bush decidió mantener clasificadas ciertas partes del informe. Cabe señalar que la familia Bush tenía estrechos contactos con los miembros de la familia real saudí, incluyendo el príncipe Bandar bin Sultan, uno de los grandes patrocinadores del terrorismo internacional.

Una de las causas de que dicho informe continúe considerado como secreto es que en él se contienen informaciones sobre la financiación saudí de los atentados y los vínculos del gobierno saudí con los terroristas.

La Casa Blanca ha señalado ahora que está considerando si publicar el informe por propia iniciativa. El presidente Barack Obama había prometido hacerlo durante la campaña electoral.

Según datos oficiales de EEUU, los atentados del 11-S causaron la muerte de casi 3.000 personas y un perjuicio económico de 10.000 millones de dólares en pérdida de propiedades y daños a las infraestructuras. EEUU responsabilizó de los mismos a Al Qaida, pero muchos analistas afirman que se trató de una operación de falsa bandera llevada a cabo por círculos sionistas para abrir la vía a las agresiones norteamericanas contra países musulmanes.

Al menos un dato ha demostrado ya ser falso. El atentado contra el Pentágono fue llevado a cabo por un misil y no un avión Boeing cuya envergadura (38 metros) es justo el doble del agujero causado por la explosión en el edificio (19 metros). No pudo verse ningún rastro del supuesto avión en el Pentágono ni en las miles de fotos tomadas en los segundos siguientes al ataque.

Tampoco se ha explicado como unos pilotos aficionados que apenas tenían unas pocas horas de vuelo en avionetas pudieron realizar una compleja maniobra en un gran Boeing para estrellarse contra las torres del World Trade Center, que precisaría de miles de horas de vuelo de experiencia en esos aparatos, según los expertos.

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