sábado, 6 de junio de 2015

Elecciones turcas: pequeñas formaciones amenazan cambiar el tablero electoral


Partido Popular Democrático (HDP)

A pocos días de las elecciones parlamentarias turcas, el ascenso del prokurdo Partido Popular Democrático (HDP) y su posible influencia en la conformación del escenario postelectoral centran los debates y avivan expectativas y preocupaciones.

Fundada en 2012, el HDP, primera formación prokurda que presenta una candidatura nacional, es observada con recelo y considerada por algunos una amenaza para los planes del gubernamental Partido de Justicia y Desarrollo (AKP).

De alcanzar el 10 por ciento requerido para llegar al Parlamento o más, el HDP podría atentar contra los objetivos de la agrupación del primer ministro Ahmet Davutoglu de lograr la mayoría absoluta y promover cambios en la Constitución, así como una posterior implementación de un sistema presidencialista.

Según las encuestas, el AKP podría, incluso, perder la posibilidad de gobernar en solitario y tendría que optar por el establecimiento de alianzas con otras agrupaciones.

Codirigido por Selahattin Demirtas y Figen Yuksekdag, el HDP es considerado por algunos grupos políticos como el indicado para encabezar la mediación en las negociaciones enfocadas a impulsar el proceso de paz con los kurdos.

El fin de más de tres décadas de conflicto entre el Gobierno y la guerrilla kurda, que causó más de 40 mil muertes, es uno de los elementos catalogados de fundamentales para el desarrollo del país en los próximos años.

El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), creado por Abdullah Ocalan, anunció en marzo de 2013 un cese unilateral de las acciones bélicas y en mayo de ese año comenzó la retirada de unos dos mil insurgentes a campamentos en el norte de Iraq.

La jefatura del PKK criticó al ejecutivo por incumplir compromisos acordados durante las pláticas como el uso de la lengua turca en la educación y proceso judiciales y la concesión de mayor autonomía a una comunidad de 15 millones de personas.


El ascenso del HDP es visto por muchos como un avance en la búsqueda de soluciones a ese diferendo, sin embargo, Demirtas asegura que su formación no es solo defensora de la minoría kurda, sino una opción para la izquierda progresista de toda Turquía.

Con solo 42 años, el joven político, es reconocido por su carisma y ganó popularidad tras presentarse como candidato a las elecciones presidenciales de 2014.

De cara a los comicios del domingo 7, su formación aboga por la libertad de prensa y de sectores como los jóvenes y las mujeres, quienes representan el 50 por ciento del total de sus miembros.

Asimismo, se opone a la discriminación de cualquier tipo y se proclama defensora de los derechos de las minorías.

También se declara contraria al cambio de régimen político y al desarrollo de programas nucleares en esta nación.

Al igual que otras fuerzas opuestas al actual Ejecutivo, ha criticado los planes del AKP por considerarlos autoritarios y se ha negado a establecer una coalición con esa agrupación, en caso de que ninguna gane la mayoría necesaria.

No obstante coincidir en ese aspecto, el carácter prokurdo del HDP es cuestionado por varias formaciones opositoras, entre ellas el Partido Movimiento Nacionalista (MHP), liderado por el Doctor en Economía de 67 años, Devlet Bahceli.

Conocido por su hostilidad hacia las minorías étnicas y el rechazo a cualquier iniciativa de diálogo con los kurdos, Bahceli critica también el establecimiento de un sistema presidencial y cuestiona fuertemente a la dirección del país.

El líder del MHP acusa al presidente Recep Tayyip Erdogan y al AKP de intentar subvertir los principios constitucionales de la separación de poderes, al tiempo que critica la parcialidad del mandatario.

Además, asegura que, si su formación ganara los comicios (lo cual es considerado muy poco probable por los analistas), iniciaría un proceso judicial contra Erdogan y su formación por corrupción y violación de la ley.

Como otras fuerzas opositoras, rechaza la posibilidad de una alianza con el AKP por considerarlo un partido que "debe ser eliminado de la vida política de Turquía".

El programa de su agrupación aboga también por mejoras económicas y la lucha contra la pobreza.

Su desempeño y avance tras las elecciones parlamentarias, como el del resto de los partidos del país, depende de los 56 millones de ciudadanos convocados a las urnas.

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