La pobreza de acciones de la coalición que se enfrenta al grupo Estado Islámico (EI) no está relacionada con el hecho de que los estadounidenses apoyen a los terroristas o no quieran combatirlos, sino en sus intentos de frenar el ya excesivo antiamericanismo en la región, considera el director del Instituto de Estudios Orientales, Vitali Naumkin.
"Los ataques aéreos no son tantos, su mísera cantidad se explica con el hecho de que los norteamericanos aprendieron la vieja experiencia, comprenden que el antiamericanismo está por encima de nivel en la región y no quieren que hayan demasiadas víctimas entre la población civil que incremente este antiamericanismo y permita reclutar más población en la lucha contra EEUU", declaró Naumkin a los periodistas.
Por tanto, según el profesor, "la limitación que tanto se critica en Rusia, no siempre está relacionada con el hecho de que los norteamericanos apoyen al EI, no quieran erradicarlo; ellos quieren hacerlo,; en primera instancia, quieren hacerlo con mucho cuidado, en segunda, tienen pocos aliados, y en tercera, nadie quiere combatir en tierra".
No obstante, el experto está convencido de que ya se observan ciertos frutos de los golpes aéreos de la coalición.
"El contrabando de crudo de Siria y, correspondientemente, los ingresos, se redujeron en tres veces, lo cual es un caño considerable a pesar de que existen otras fuentes, sin embargo, golpearon el petróleo; el crudo se dirigía principalmente a Turquía y a través de esos canales a otros países", señaló el director del instituto.
Además, el experto señaló que pese a las declaraciones de muchas agrupaciones extremistas, en realidas no existe una unión formal de los grupos islamistas bajo la bandera del EI.
"Vemos una especie de franquicia, en la que los grupos radicales desperdigados por todo el mundo, o íntegramente o parte de ellos declaran que asumen la bandera del EI; de tal modo, no ocurre una unión formal", declaró.
Naumkin explicó que "por un lado anuncian estas franquicias, declaran su lealtad al EI y se ponen a su amparo, pero por otro lado, actúan independientemente; en el peor de los casos, si el EI se esparce mucho más allá de las fronteras que ahora tiene, no puede existir una unión organizada que presuponga el control desde un centro; eso no existe".
El propio hecho de que existan declaraciones de lealtad y existan ciertas células "dormidas" es parte de la estrategia del EI.
"Esto les impone determinadas limitaciones; ellos asumen la ideología del EI, la comparten y en determinadas circunstancias están dispuestas a actuar bajo mando del EI", añadió.
Según el analista, el EI resulta especialmente peligroso para Tayikistán y Uzbekistán, ya que esta agrupación está interesada en tomar esos territorios.
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