jueves, 6 de agosto de 2015

Se inicia el diálogo sirio-saudí bajo mediación rusa

En los últimos días han tenido lugar en varios acontecimientos en lo tocante a la crisis siria que indican una aceleración de los contactos entre los países de la región y fuera de ella para tratar de lograr una solución política al conflicto.
Estos contactos dieron comienzo el pasado 19 de junio con la visita del hijo del rey saudí, Mohammad bin Salman, que ocupa los cargos de ministro de Defensa y segundo príncipe heredero, a Moscú. Esta visita tuvo lugar en el contexto de una agudización del conflicto de Yemen, que se ha convertido en una peligrosa y ruinosa ciénaga para los saudíes.
Al mismo tiempo, algunos expertos han percibido una progresiva pérdida de control por parte de Arabia Saudí de los terroristas que ha patrocinado en Siria, Iraq y otros países. Existe también un alto nivel de frustración en los líderes saudíes por ver el fracaso de sus planes dirigidos a derrocar al gobierno del Presidente Bashar al Assad.
Este momento fue el escogido por el Presidente ruso, Vladimir Putin, para promover su visión para una solución global de los conflictos de la región.
Putin confirmó a Bin Salmán el firme apoyo de Rusia a Siria bajo el liderazgo de Bashar al Assad y le explicó su visión de la realidad sobre el terreno en Siria, donde el Ejército sirio mantiene una clara ventaja en el campo de batalla. El presidente ruso afirmó la existencia de un triángulo de seguridad saudí-sirio-egipcio y dijo que si los terroristas logran desbordarlo, ellos invadirán toda la región y llegarán a Europa y Asia Central. Al final del encuentro, el príncipe saudí expresó su aprobación a una iniciativa rusa para mediar entre Riad y Damasco.
Diez días más tarde, el 29 de junio, tuvo lugar la visita a Moscú del ministro sirio de Exteriores, Walid Muallim, de su adjunto Faisal al Mekdad y de la consejera de medios del presidente Assad, Buzaina Shaaban. Fue entonces cuando Putin habló de una colaboración entre los países de la región, incluyendo Arabia saudí, contra el terrorismo. La delegación siria no pudo ocultar su sorpresa. Esto llevó a decir a Muallim que esto precisaría de un “milagro”.
Pero Putin insistió en que esta demanda fuera transmitida a su homólogo sirio. Sólo tres personas estaban al corriente de esto: Assad, Muallim y el jefe de la Seguridad Nacional de Siria, mayor general Ali Mamluk.
Según el periódico Al Akhbar, los servicios de inteligencia rusos fueron los encargados de comunicarse con Mamluk al que expresaron el interés que los saudíes por celebrar un encuentro. Estos últimos sólo plantearon una condición: que la reunión tuviera lugar en Riad, algo que Damasco no rechazó.
Al cabo de algunas semanas, Mamluk viajó a Riad a bordo de un avión ruso y se reunió allí con Bin Salmán en presencia del jefe del servicio de Inteligencia saudí, Saleh al Hamidan.
Al Akhbar señaló que un responsable ruso abrió el encuentro pronunciando un discurso sobre la coyuntura en la región, el peligro del terrorismo y la necesidad de confrontarlo.
A continuación tomó la palabra Mamluk. Él señaló que el terrorismo es una amenaza para toda la región y se aproxima al territorio saudí.
Achacó también la entera responsabilidad de lo que pasa en Siria a Arabia Saudí y otros países por su apoyo al terrorismo y su financiación del mismo y acusó al régimen saudí de haber incitado a deserciones en el Ejército sirio. Lamentó el cambio producido en la política de Arabia Saudí con respecto a épocas pasadas y que este país hubiera seguido la vía de Qatar, cuyo papel ha sido totalmente destructivo en países como Túnez, Libia, Egipto y otros estados.
La situación del Ejército sirio mejora sobre el terreno y nadie espera ahora poder lograr el derrocamiento del Presidente Assad, ni siquiera Arabia Saudí. De este modo, el terrorismo obliga ahora a todos los países a colaborar frente al enemigo común, señaló Mamluk, que concluyó manifestando su esperanza en un cambio de postura de Arabia Saudí.

El príncipe heredero pareció convencido, bien aunque le pese, que el régimen sirio va a perdurar. Esto animó al visitante a proponerle un encuentro con un alto responsable sirio, algo que Bin Salmán pareció aceptar.
Por su parte, Ben Salman dijo que el problema de Arabia Saudí con Siria es que este país “ha marchado durante mucho tiempo detrás de Irán, contra el que mantenemos una gran confrontación a nivel de la región, y forma parte de la alianza iraní”. “En el Líbano, habéis seguido a Hezbolá, que gravita en la órbita de Irán y controla el Líbano para  hacer que este país se convierta en un protectorado iraní”, afirmó Bin Salmán. Él deseó, sin embargo, que su encuentro con Mamluk fuera “un preludio” y que “nos escuchemos los unos a los otros”.
Los dos protagonistas se pusieron de acuerdo en proseguir sus contactos, aunque sin designar ningún representante para ello por el momento.
La pasada semana, una delegación de los Emiratos Árabes Unidos visitó Damasco, en lo que parece una reactivación de los canales de contactos entre los gobiernos sirio y emiratí desde hace cuatro años. Parece ser también, según Al Akhbar, que Mamluk ha visitado varias veces Abu Dhabi en estas últimas semanas y ha recibido a numerosos visitantes de los EAU en Damasco.
Encuentro en Mascate
El siguiente paso ahora parece ser un encuentro tripartito en Mascate, capital de Omán, entre los ministros de Exteriores de Siria, Walid Muallim; Irán, Mohammad Yavad Zarif y Arabia Saudí, Adel al Yubeir.
Los sirios están convencidos de que la necesidad que tiene Arabia Saudí de tales contactos es mayor que la de Siria. En este sentido, Muallim puso como condición para que Siria aceptara el encuentro de Mascate que éste sea público y que muestre la voluntad de los saudíes de detener su apoyo al terrorismo en varios niveles. La parte siria parece a cambio dispuesta a transmitir a los saudíes información pertinente a la seguridad en su país.
Irán, por su parte, apoya esta iniciativa y está interesado en proponer la creación de un Grupo de Soluciones para la región con el fin de luchar y eliminar el terrorismo en la misma y buscar soluciones pacíficas a los conflictos.
En este contexto también, el jefe de la Inteligencia de Arabia Saudí podría visitar Damasco a finales de agosto, según fuentes bien informadas.
No cabe duda de que una de las razones de la visita será la de obtener información sobre los saudíes que actúan en Siria. Más de 200 de ellos están encarcelados por las autoridades sirias y otros 700 se han unido a los grupos militantes que luchan contra el Ejército.
Todos estos esfuerzos diplomáticos podrán tener éxito o no. Sin embargo, parece que los norteamericanos y europeos han dejado en manos de Rusia los esfuerzos de mediación entre saudíes, por un lado, y sirios e iraníes, por otro. En este contexto, se espera antes de fin de año la visita del rey saudí, Salman bin Abdulaziz al Saúd, a Moscú. Esto es visto como otro esfuerzo suplementario más de Rusia para favorecer el proceso de acuerdos políticos en la región.


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