Un grupo terrorista sirio, que comprende a combatientes formados por el Ejército de EEUU, se ha negado a luchar contra el Frente al Nusra, la filial local de Al Qaida, tras una serie de secuestros de sus militantes.
Una fuente en el seno de la llamada División 30, que ha sufrido una campaña de secuestros efectuada por el Frente al Nusra, anunció que el grupo se ha opuesto también a los ataques aéreos llevados a cabo por los estadounidenses en los últimos días contra los militantes vale vale de Al Qaida.
"No tenemos nada que ver con los ataques de la coalición. Nos hemos opuesto a los bombardeos lanzados contra las posiciones del Frente al Nusra", indicó la misma fuente. "Nuestro objetivo es claro. Es el EI y el régimen sirio".
Estas declaraciones complican la estrategia estadounidense en Siria, que ha conocido ya varios fracasos y pone en duda la capacidad de Washington de controlar a los militantes que entrena sobre el terreno. "Con la potencia militar inmensa que EEUU tiene a su disposición, el inicio de la misión ha sido una humillación", señala Charles Lister, experto del Brookings Center de Doha.
El Frente al Nusra lanzó una campaña de secuestros y ataques contra la División 30 poco después de la llegada de su primer contingente, compuesto de 54 combatientes, procedente de Turquía.
El Frente al Nusra acusó a la División 30 de propagar la influencia estadounidense. El grupo, cuyos militantes han jurado fidelidad a líder supremo de Al Qaida, Aiman al Zawahiri, secuestró un Comandante de la División y a otros ex combatientes.
Poco después del secuestro, el grupo terrorista lanzó un ataque contra el cuartel General de la División 30, causando cinco muertos y 18 heridos. Poco después, esta última pidió una tregua. Aparentemente como represalia, EEUU bombardeó poco después las posiciones del Frente al Nusra en Siria.
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