Tres militares turcos han muerto en sendos ataques atribuídos al PKK, mientras el Gobierno de Ankara continúa con los bombardeos en Kurdistán.
Un comunicado del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Turquía ha confirmado la muerte de dos militares en un ataque contra un cuartel de la Gendarmería en Agri. Según se señala tras la explosión el cuartel fue tiroteado con armas automáticas. Un diario local asegura que en el ataque fue despedazado el militante que conducía el vehículo agrícola cargado de explosivos.
Aparte de los dos soldados fallecidos, otros 31 resultaron heridos, cuatro de ellos de forma grave, añade la institución castrense.
También durante la misma madrugada otro soldado murió al estallar una mina colocada al paso de un convoy militar en la provincia de Mardin, una táctica clásica del PKK.
Con estos ataques ya son 17 los muertos entre los cuerpos policiales y militares desde que la guerrilla, el 24 de julio pasado, dio por roto el alto el fuego.
Por su parte, el Ejército turco continúa su campaña contra los refugios del PKK. El sábado un ataque aéreo contra el pueblo de Zargali, en las montañas del Qandil, mató a 8 civiles.
Ankara rechaza alto el fuego
La polémica se añade a la tensión interna de Turquía, donde ayer, 20 intelectuales, parte de un grupo nombrado por el propio Gobierno hace dos años para respaldar el proceso de paz, firmó un comunicado para pedir el fin inmediato de los enfrentamientos armados y la recuperación del diálogo político y civil.
En la misma línea, el líder del partido izquierdista y prokurdo HDP, el cuarto del Parlamento, Selahattin Demirtas, ha reiterado su llamamiento a ambos bandos de hacer callar las armas.
«El PKK debe silenciar las armas y quitar el dedo del gatillo, y el Gobierno debe poner fin a sus operaciones. No digo que el Estado deje las armas pero otra cosa es quitar el dedo del gatillo», ha subrayado Demirtas.
Sin embargo, horas después el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, restaba autoridad a Demirtas, alegando que el PKK le permite «jugar el juego político» pero sin otorgarle «derecho a hablar», y «sin parar de desmentir al día siguiente lo que dice».
Davutoglu ha asegurado que «el mayor golpe al proceso de paz» fueron las protestas del parque Gezi, iniciadas en verano de 2013, «en la que se aprovechó un asunto ecológico para convertirlo en una gran anarquía social».
Durante las manifestaciones de Gezi, reprimidas mediante enormes cargas policiales, se unieron por primera vez izquierdistas, militantes kurdos, nacionalistas republicanos y colectivos de todo el espectro social, como feministas, activistas por los derechos de gays y lesbianas o ecologistas en un bando común enfrentado al Gobierno.
_______________________
El presidente de Kurdistán Sur insta al PKK a dejar la región tras los bombardeos turcos
El presidente de Kurdistán Sur, Massoud Barzani, ha pedido a los miembros del PKK que abandonen la región «de manera que los civiles no se conviertan en víctimas de esta guerra». La petición se produce después de la muerte de seis civiles en un bombardeo de la aviación turca en la ciudad de Erbil.
|ERBIL|2015/08/01
Un miembro del PKK camina entre tumbas en un cementerio en las montañas de Qandil, en una imagen tomada el 29 de julio. (Safin HAMED/AFP PHOTO)
«El PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) debe mantener el campo de batalla fuera de la región del Kurdistán de manera que los civiles no se conviertan en víctimas de esta guerra», ha afirmado la oficina del presidente de la región, Masud Barzani, en un comunicado difundido tras la muerte de seis civiles en un bombardeo de la Fuerza Aérea turca en Erbil, capital de Kurdistán Sur.
Unos 260 miembros del PKK han fallecido y cientos han resultado heridos en una semana de bombardeos aéreos de la aviación turca contra las bases de la organización, según los datos difundidos este sábado la agencia gubernamental turca Anatolia.
La agencia, cuya información no ha podido ser contrastada con otras fuentes, asegura que el hermano del líder del partido prokurdo HDP Selahattin Demirtas se encuentra entre los heridos. Nurettin Demirtas se enroló en las filas del PKK con cuartel general en los montes Qandil, un hecho que Ankara aprovecha para esgrimir su tesis de la «colusión» entre el PKK y el partido prokurdo.
Ankara lanzó el 24 de julio una «guerra contra el terrorismo», supuestamente dirigida al mismo tiempo contra el PKK y los combatientes del Estado Islámico (EI) en suelo sirio.
Pero las decenas de bombardeos aéreos que han seguido a esa declaración se han concentrado en la organización kurda, y solo tres han tenido por objetivo el EI.
Según Anatolia, 28 F-16 turcos atacaron el viernes 65 objetivos del PKK; un día antes, 80 aviones habían golpeado un centenar de objetivos del PKK, según la agencia gubernamental. «Hasta ahora, 260 terroristas» han muerto y «otros 380 están heridos», ha indicado Anatolia, que asegura que los bombardeos continuarán.
Por su parte, el PKK ha respondido a los bombardeos multiplicando los ataques contra las fuerzas de seguridad turcas, de las que al menos 13 miembros han muerto desde el resurgimiento de los enfrentamientos, según fuentes oficiales turcas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario