Ha causado estupor la falta de lógica demostrada por el gobierno estadounidense al plantear una gran “preocupación” debido a que Rusia ha comenzado a lanzar ataques cada vez más efectivos contra el grupo terrorista Daesh y sus aliados desde una base iraní, lo que triplica la acción de bombarderos en Siria. Según el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner, en su conferencia de prensa diaria el día martes 16, ha informado sobre la llamada telefónica entre Kerry y Lavrov, donde el secretario de Estado de los Estados Unidos expresó al ministro de Exteriores ruso su inquietud por el uso de una base aérea iraní para embestir posiciones extremistas en Siria.
Al respecto, la contradicción absoluta en la supuesta “preocupación” de este funcionario es evidente en tres puntos.
Primero, si EE.UU. está comprometido en destruir al terrorismo, la lucha efectiva contra éste debería ser motivo de regocijo ya que se está logrando la destrucción masiva de esa banda. Por el contrario, molesta sobremanera dicho avance lo que deja una interrogante respecto a si dicho gobierno está realmente disgustado por otra razón cual es que no posee ningún deseo de destruir al takfirismo genocida en Medio Oriente.
Segundo, las razones de la molestia parecen ser que: “Es algo desafortunado y solo complica más aún una situación ya compleja", sin explicar porqué la victoria sobre el enemigo puede ser exactamente lo contrario, es decir, una derrota. La pregunta es si no se desea aceptar públicamente que eliminar a quienes causan masacres afecta sus propios intereses, ya demostrado en la teoría del caos controlado para mantener a la región en una crisis permanente.
Tercero, Toner reiteró la intranquilidad de Washington pues los ataques de Rusia también afectan a sus aliados, los “rebeldes moderados”, bandas asociadas a Al- Qaeda, FrenteFath-al-Sham oAl-Nusra y Estado Islámico
Parece ser que el Pentágono desconoce que, después de varios años agrediendo a la sociedad civil, los autodenominados “insurgentes con moderación diferente” son apoyados por el gobierno Obama y Hillary Clinton, los cuales se destacaron recientemente por cortar la garganta y luego la cabeza a un niño de 10 años, publicando un video en el cual se solazan con dicha masacre debido supuestamente a que el menor sentía simpatía por el presidente sirio Bashar al-Assad. También son autores de atentados tóxicos con material facilitado por agencias de inteligencia (tal como lo ha reconocido el secretario de Estado Kerry), asaltos a comunidades indefensas y destrucción de colegios, hospitales y centros de desarrollo social, así como propiciadores de terror en la sociedad siria. Su posición es lejana a políticas de diálogo lo que la caracteriza como organización destructiva.
Cabe destacar que la airada reacción de Estados Unidos viene después que el Ministerio de Defensa de Rusia informara que sus bombarderos habían despegado desde una base aérea en Hamedán (oeste de Irán), para realizar el primer ataque que lanza Moscú desde territorio iraní contra el EIIL, complementada con la información internacional según la cual esta nación “habría posiblemente” violado resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, sin aportar prueba concreta sobre ello por enésima vez nuevamente.
Para la mayoría de analistas serios lo que existe no es una inquietud por la “complejidad” del conflicto sino que, definitivamente, la intranquilidad surge de lo acertado de la lucha que lleva a cabo el ejército sirio con el aporte de fuerzas liberadoras y que conduce indefectiblemente a la derrota de Daesh. Si fuese una preocupación verdadera, la concertación de una política conjunta entre la Coalición Occidental y el ejército sirio sería ya un hecho probado. De este modo, a agosto de 2016, la unidad de ambas fuerzas ya habría expulsado a los terroristas. En cuanto a la supuesta violación, ya el gobierno ruso ha solicitado al Departamento de Estado que se someta a un examen de conocimientos sobre legislación internacional puesto que la ignorancia de cánones jurídicos la ha llevado a afirmar reiteradamente equivocaciones legales que rayan en un desconocimiento a nivel escolar básico. Esta situación si es preocupante pues primero se ha debido educar al gobierno estadounidense en normatividad ya que desconoce que las resoluciones del CSNU, específicamente la número 2231, castiga cuando se suministra, vende o transfiere, aviones de combate a la República Islámica de Irán, situación que no ha ocurrido.
En realidad, lo que inquietaría a un gobierno responsable, que desea eliminar definitivamente el terrorismo, es si su conducta ha permitido la financiación de Estado Islámico, creando una guerra interminable y la muerte de cientos de miles de inocentes producto de su torpeza política al considerar que las guerras son el preámbulo del orden y la paz.
No sin razón la afirmación del aspirante a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, ha suscitado también una reacción inmensa y fuerte de las élites más afectas a la violencia en dicho país: la acusación a Hillary Clinton de ser la cofundadora de la banda delincuencial terrorista Daesh, con documentación ya probada, ha sido el motivo de una compulsiva respuesta opositora que demuestra el efecto causado por dicha constatación ya que de ser falsa no habría provocado tal grado de exasperación. En esa dirección, John Kerry debería sentirse preocupado de la autorización para el uso de armas químicas a la “oposición moderada”, la que causa genocidio o del apoyo con armas y mercenarios a Arabia Saudí en contra de Yemen. Cuando se conoce que en estos días las denominadas Fuerzas Democráticas Sirias, apoyadas por Estados Unidos, dejaron escapar a los terroristas de Daesh en la ciudad de Manbiy (norte de Siria), aunque se “desconoce cuántas personas viajaban en los vehículos como rehenes” según el coronel Chris Garver, portavoz de la Coalición, el terror se incrementa. Así, la estrategia de Obama para alimentar los conflictos es evidente y debería ser objeto de preocupación de este funcionario, la Unión Europea y la ONU…lo que no ha sucedido.
Al respecto, todas las evidencias anteriores indican que la Administración estadounidense debe utilizar la investigación y la razonabilidad para enfocarse en el desarrollo y bienestar correcto de su propio pueblo, ya que tiene demasiados problemas internos para dedicarse a construir conflictos artificiales en otras naciones agudizando problemáticas ajenas.
Tal vez lo inteligente para un gobierno es hacer caso a la historia y dedicar sus esfuerzos a la democracia real, a la paz y a la consolidación de amistad internacional por sobre la codicia, el atentado y el chantaje, tácticas amorales para ser considerado el “policía del mundo libre”. Ese sería el camino elegido por un gobierno sabio y soberano.
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