sábado, 20 de agosto de 2016

¿Daesh y los talibanes se convertirán en aliados?


Diversos reportes sugieren que los fundamentalistas talibanes y los yihadistas de Daesh han encontrado una causa común luchando contra la coalición liderada por EEUU en lugar de entre ellos. Esta podría ser una alianza muy peligrosa, explican los expertos políticos.

El Departamento de Estado de EEUU ha confirmado que diversos grupos en Afganistán están entrando en las filas de Daesh —organización terrorista proscrita en Rusia y otros países—.

"Estamos monitoreando de cerca la presencia de grupos afiliados a Daesh en Afganistán. Estamos trabajando conjuntamente con el Gobierno de Afganistán y con nuestros aliados en la región para prevenir que eso suceda. No queremos que ellos [Daesh] consigan un lugar seguro o apoyo material de los talibanes o de cualquiera", explicó Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado.

A principios de agosto, The Wall Street Journal había reportado que los talibanes y los terroristas de Daesh habían logrado un cese el fuego en gran parte del este de Afganistán, abriendo así el camino para que los grupos insurgentes repelieran ataques de la coalición. De esta manera, Daesh pudo avanzar desde la provincia de Nangarhar hacia el norte, a la provincia de Kunar.

La situación en Afganistán empeoró notablemente en los últimos meses: el movimiento Talibán, que antes controlaba una parte considerable de las zonas rurales, empezó a lanzar ofensivas contra las grandes ciudades; además, también aumentó la influencia de Daesh en el país.

"Antes Daesh libró encarnizados combates contra el Talibán, pero durante los últimos dos meses no se han reportado enfrentamientos entre ellos", dijo Mohammad Zaman Waziri, comandante de las tropas afganas locales, a The Wall Street Journal.

Los insurgentes de Daesh se han aproximado a los talibanes para hablar de sus ambiciones mutuas de imponer un sistema basado en la ley islámica. Además, han visitado mezquitas para hablar de su fe y ofrecer comida mientras discuten sus ideas.

Daesh, a pesar de que su brutalidad le ha hecho perder apoyo, continúa expandiéndose gracias al ofrecimiento de pequeños salarios en las zonas más pobres de la región.

El nuevo líder talibán —después de que el antiguo líder, Akhtar Mansour, fuera asesinado en un bombardeo estadounidense— es mucho más abierto y está más inclinado hacia un compromiso con Daesh, mientras que Kabul es incapaz de lanzar ataques contra los terroristas sin la ayuda de EEUU, explica Andréi Kazántsev, director del Centro Analítico de Estudios Internacionales del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú.

"Es absolutamente claro que cualquier clase de cooperación entre los talibanes y Daesh puede debilitar la ya enclenque posición de Kabul", explicó el experto a Gazeta.ru.

Los talibanes controlan la mayor cantidad de fronteras y rutas de transporte en Afganistán, lo que podría ser usado por Daesh para transladar reclutas, armas, comida, etc.

Sin embargo, por ahora la ideología de los dos grupos es diferente. Mientras que los talibanes quieren que las fuerzas internacionales abandonen Afganistán y que se imponga la ley islámica, Daesh busca la imposición de un califato mundial. Y ninguno de los dos quiere entregar el control al otro.

Por ahora, The Afghanistan Times asegura que "los talibanes han declarado una guerra a gran escala contra el Estado Islámico" y los militantes talibanes están dispuestos "a eliminar a Daesh de Afganistán".

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