Las fuerzas yemeníes han logrado destruir este martes un buque de guerra egipcio que apoya al régimen saudí en su ofensiva ilegal contra Yemen.
"Siete de los buzos de las fuerzas marítimas yemeníes, tras cruzar los puestos militares en el mar Rojo, han colocado artefactos explosivos en el buque de guerra egipcio y, luego, se produjo una fuerte explosión que provocó su destrucción por completo", ha informado el portal web yemení Lahjnews, citando a fuentes militares locales.
Además ha añadido que varios de los militares a bordo de la nave se hundieron en el mar Rojo debido a la explosión.
La fuente consultada, también, ha indicado que, desde el inicio de los ataques saudíes contra Yemen, el buque ha lanzado centenares de ataques contra la ciudad de Saná, la capital.
Por su parte, los medios saudíes han confirmado el incidente, pero han declarado que el buque de guerra egipcio fue alcanzado por un misil lanzado por desconocidos.
En ocasiones anteriores, buques de guerra de la Armada egipcia bombardearon también la ciudad de Adén, en el sur de Yemen, para tratar de detener los avances del Ejército yemení y los combatientes del movimiento popular Ansarolá.
Además, las naves egipcias han participado en el cerco marítimo impuesto por Arabia Saudí y sus aliados, y han dificultado la entrega de ayuda humanitaria al pueblo.
El Cairo ha enviado a miles de soldados a Arabia Saudí para participar en dicha agresión.
Arabia Saudí lanzó una ofensiva militar contra Yemen con el visto bueno de Estados Unidos, y prescindiendo del permiso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en un intento por eliminar de la ecuación a Ansarolá y restaurar en el poder al expresidente fugitivo, Abdu Rabu Mansur Hadi, un estrecho aliado de Riad.
Sin embargo, pese a recurrir a todo tipo de medidas, incluido el uso de bombas de racimo y de fósforo blanco en sus ataques, el régimen de Al Saud no ha logrado ninguno de sus objetivos principales: por un lado, siguen los avances de Ansarolá en el territorio y, por otro, Mansur Hadi, que ha huido a Arabia Saudí, parece aún muy lejos de retornar al poder.
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