“Israel no tendría la capacidad, por si solo, de lanzar ataques definitivos y sustanciales a 200 millas de distancia (contra Irán) con las armas que tiene”, ratifica el exmandatario estadounidense.
Israel no tendría la capacidad, por si solo, a lanzar ataques definitivos y sustanciales a 200 millas de distancia con las armas que tiene”, dice Carter.
Durante una entrevista con The Diane Rehm Show, difundida el jueves, Carter enfatizó en que el régimen de Tel Aviv no posee bombarderos de largo alcance, ni tampoco la capacidad de repostar aviones.
Teniendo en cuenta la incapacidad militar de los israelíes, insiste Carter, cualquier ataque contra el país persa conllevaría efectos “importantes” a largo plazo y, en caso de ser necesario, es EE.UU. quien debe empezar.
A continuación, Jimmy Carter dijo que está al tanto de las preocupaciones del régimen israelí, pero la manera en que las expresa el premier israelí, Benyamin Netanyahu, es “demasiada dramática y, a veces, alejada de la realidad”.
A su juicio, pese a su comportamiento teatral, el primer ministro del régimen de Israel pudo convencer a muchos de los legisladores estadounidenses, especialmente los que pertenecen al Partido Republicano, sobre sus inquietudes hacia Irán.
Lo que más le preocupa Netanyahu es un eventual acuerdo definitivo entre Irán y el Grupo 5+1, ya que podría neutralizar la campaña propagandística del régimen de Israel contra el país persa por su programa de energía nuclear.
Teherán y el G5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia, más Alemania) tratan en estos días de llegar a un acuerdo final sobre el programa pacífico de energía nuclear de Irán. Los equipos negociadores de ambas partes se encuentran en la capital de Austria, Viena.
Lo que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, intentan hacer en Viena, enfatiza Carter, “es lo correcto”.
El viernes, John Kerry informó de algunos avances en los diálogos: “Creo que hemos resuelto algunos de los asuntos que estaban pendientes y hemos hecho algunos progresos”.
Durante una entrevista con The Diane Rehm Show, difundida el jueves, Carter enfatizó en que el régimen de Tel Aviv no posee bombarderos de largo alcance, ni tampoco la capacidad de repostar aviones.
Teniendo en cuenta la incapacidad militar de los israelíes, insiste Carter, cualquier ataque contra el país persa conllevaría efectos “importantes” a largo plazo y, en caso de ser necesario, es EE.UU. quien debe empezar.
A continuación, Jimmy Carter dijo que está al tanto de las preocupaciones del régimen israelí, pero la manera en que las expresa el premier israelí, Benyamin Netanyahu, es “demasiada dramática y, a veces, alejada de la realidad”.
A su juicio, pese a su comportamiento teatral, el primer ministro del régimen de Israel pudo convencer a muchos de los legisladores estadounidenses, especialmente los que pertenecen al Partido Republicano, sobre sus inquietudes hacia Irán.
Lo que más le preocupa Netanyahu es un eventual acuerdo definitivo entre Irán y el Grupo 5+1, ya que podría neutralizar la campaña propagandística del régimen de Israel contra el país persa por su programa de energía nuclear.
Teherán y el G5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Rusia, China y Francia, más Alemania) tratan en estos días de llegar a un acuerdo final sobre el programa pacífico de energía nuclear de Irán. Los equipos negociadores de ambas partes se encuentran en la capital de Austria, Viena.
Lo que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, intentan hacer en Viena, enfatiza Carter, “es lo correcto”.
El viernes, John Kerry informó de algunos avances en los diálogos: “Creo que hemos resuelto algunos de los asuntos que estaban pendientes y hemos hecho algunos progresos”.
Kerry informa a la prensa de los progresos en asuntos pendientes en los diálogos Irán-G5+1.
El pasado 3 de marzo, Netanyahu cuestionó ante el Congreso estadounidense los diálogos nucleares entre Irán y el Sexteto, advirtiendo del peligro de un “mal acuerdo” que, a su juicio, no evitará que el país persa obtenga la bomba atómica, y acusó además a Teherán de apoyar el terrorismo y amenazar no solo la seguridad del régimen de Tel Aviv, sino la de todo el mundo.
Su discurso ha levantado duras críticas en todo el globo, incluido dentro de los territorios ocupados palestinos, pues miles de israelíes salieron a las calles de Al-Quds (Jerusalén) para protestar por considerarlo belicista, al mismo tiempo que muchos judíos se congregaron ante el Congreso de EE.UU. como una señal de rechazo.
El régimen israelí acusa a Irán de perseguir fines militares en su programa de energía nuclear, pero con entre 200 y 400 ojivas nucleares almacenadas en sus arsenales, se niega a adherirse al Tratado de No Proliferación (TNP) y no ha permitido inspecciones a sus instalaciones nucleares. Irán, por el contrario, ha firmado el TNP y autorizado continuas inspecciones de sus instalaciones nucleares.
El pasado 3 de marzo, Netanyahu cuestionó ante el Congreso estadounidense los diálogos nucleares entre Irán y el Sexteto, advirtiendo del peligro de un “mal acuerdo” que, a su juicio, no evitará que el país persa obtenga la bomba atómica, y acusó además a Teherán de apoyar el terrorismo y amenazar no solo la seguridad del régimen de Tel Aviv, sino la de todo el mundo.
Su discurso ha levantado duras críticas en todo el globo, incluido dentro de los territorios ocupados palestinos, pues miles de israelíes salieron a las calles de Al-Quds (Jerusalén) para protestar por considerarlo belicista, al mismo tiempo que muchos judíos se congregaron ante el Congreso de EE.UU. como una señal de rechazo.
El régimen israelí acusa a Irán de perseguir fines militares en su programa de energía nuclear, pero con entre 200 y 400 ojivas nucleares almacenadas en sus arsenales, se niega a adherirse al Tratado de No Proliferación (TNP) y no ha permitido inspecciones a sus instalaciones nucleares. Irán, por el contrario, ha firmado el TNP y autorizado continuas inspecciones de sus instalaciones nucleares.
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