martes, 1 de septiembre de 2015

¿Ha perdido el norte Amnistía Internacional? (Primera parte)


Análisis forense de los informes de Amnistía Internacional sobre la Operación Muro Protecto

Amnistía Internacional (AI) es una de las organizaciones de derechos humanos más importantes del mundo. Sus declaraciones modelan la opinión pública, mientras que los Estados se sienten obligados si no a tenerle en cuenta, cuando menos a responderle. Un movimiento a favor de la justicia que aspire a llegar a un público amplio y a influir en la política de Estado no se puede permitir ignorar a AI si esta se equivoca o cuando lo hace. Esta monografía considera que AI ha perdido verdaderamente el norte y su objetivo es documentarlo con la esperanza de que AI haga una corrección o de que sus miembros de base le obliguen a hacerla.

En lo últimos años AI ha publicado informes de derechos humanos meticulosamente documentados y legalmente impecables sobre el conflicto israelo-palestino, por ejemplo Operation “Cast Lead”: 22 days of death and destruction [Operación Plomo Fundido: 22 días de muerte y destrucción] [1], una virulenta crítica del ataque de Israel a Gaza en 2008-9. Pero este no ha sido siempre el caso. Durante muchas décadas esta venerable organización de derechos humanos dio de hecho carta blanca a Israel para su práctica generalizada de la tortura en los territorios palestinos ocupados [2]. A juzgar por sus informes publicados después del ataque israelí a Gaza en el verano de 2014, la Operación Margen Protector, AI está volviendo a sus disculpas anteriores. Para quienes han llegado a fiarse de AI y citarla como fuente de un correcto informe de derechos humanos esta evolución es inquietante y profundamente frustrante. El principal objetivo de esta monografía no es dar cuenta del aparente retroceso de AI, aunque en la conclusión se aventurarán algunas conjeturas al respecto, sino documentarlo exhaustivamente y centrarse en particular en la acusación global que hace AI a Hamas [3] en el informe Unlawful and Deadly: Rocket and mortar attacks by Palestinian armed groups during the 2014 Gaza/Israel conflict [Ilegales y mortales: ataques con cohetes y mortero de grupos armados palestinos durante el conflicto Gaza/Israel de 2014] [4].

Un balance falaz
El cuadro 1 presenta los datos brutos con los que empieza necesariamente una valoración desde el punto de vista de los derechos humanos de la Operación Margen Protector (en adelante OMP) [5].

TABLE 1 Civilian Losses in Operation Protective Edge

Víctimas totales
(de las cuales son niños)
Civiles
(% del total de víctimas)
Combatientes
(% del total de víctimas)
Daños directos a infraestructuras civiles (en dólares)Viviendas civiles destruidas /inhabitables
Israel 73 (1)
6 ** (8)67 (92)55.000.000 [6]1 *** 
Gaza 2.200 (550)*1,560 (70) [7])640 (30)4.000.000.000 [8]18.000 ****


· * Las cifras de Gaza se han redondeado. En toda esta monografía las cifras altas se redondean en decenas, centenas o miles.

· ** Uno de los civiles era un trabajador inmigrante tailandés.

· *** Otras 11 sufrieron algún daño.

· **** Otras 38.000 sufrieron algún daño.

“Una vez más los civiles de ambas partes fueron los más castigados por la tercera guerra a plena escala en menos de seis años”, observa AI en in Unlawful and Deadly. Aunque se podría decir que esta afirmación es cierta[9], oculta la abismal diferencia entre la magnitud del sufrimiento infligido a los gazíes en comparación con el de los civiles israelíes [10]. Resulta difícil encontrar un ejemplo más gráfico de una diferencia cuantitativa que se convierte en cuanlitativa que el único niño israelí frente a los 550 niños gazíes asesinados y no merma el carácter sagrado de cada vida el indicar que si la muerte de un niño israelí es terrible, entonces, según el mismo cálculo, la muerte de niños en Gaza es 550 veces más terrible. Una Misión Médica de Investigación internacional reclutada por la filial israelí de Médicos por los Derechos Humanos y formada por eminentes profesionales médicos concluía su informe sobre OMP con esta advertencia: “Sin querer minusvalorar en modo alguno los traumáticos efectos de la guerra sobre los civiles israelíes, estos palidecen en comparación con las consecuencias de la destrucción generalizada provocada a Gaza”[11]. Incluso el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon, que en el pasado deshonró su cargo con su apología a favor de Israel [12], diferenció claramente entre los ataques letales de Israel a instalaciones de la ONU durante OMP, los cuales “deplora”, y el mal uso que hizo Hamas de las instalaciones de la ONU, por el que “está consternado” [13]. Se busca en vano un reconocimiento o matización similares por parte de AI.

En conformidad con esta imagen de imparcialidad AI transmite la impresión de que Israel y Hamas fueron igualmente culpables de haber violado las leyes de guerra. Publicó dos informes después de la guerra que documentaban los crímenes de Israel y otros dos que documentaban los crímenes de Hamas (cuatro informes en total), aunque sorprendentemente dedicó en total muchas más páginas a acusar Hamas (107) que a Israel (78)[14]. En su informe Operation “Cast Lead” AI formuló más acusaciones contra Israel (60 páginas frente a 13), con lo que la distribución del espacio relativo de este informe anterior era más acorde, aunque todavía no lo fuera totalmente, con la muerte y destrucción infligidos por cada parte [15]. La introducción a cada uno de estos informes de postguerra sobre OMP equilibra metódicamente la distribución de la culpa. Como si esto no fuera suficientemente problemático, en Unlawful and Deadly se detalla a lo largo de más de dos páginas la muerte de cada niño israelí a consecuencia de los ataques de Hamas. Si AI hubiera buscado verdaderamente ser equilibrado, ¿acaso no debería haber dedicado 1.100 páginas a los niños gazíes asesinados? AI incluso sugiere que Hamas fue la parte más manifiestamente culpable en el conflicto. Así, la conclusión de Unlawful and Deadly deplora claramente “el flagrante desprecio por parte de Hamas del derecho humanitario internacional” mientras que uno de los informes recíprocos de AI, Families under the Rubble: Israeli attacks on inhabited homes[Familias bajo los escombros: los ataques israelíes a casas habitadas], concluye cautelosamente que la destrucción creada (18.000 viviendas gazíes fueron destruidas o quedaron inhabitables, lo que dejó a 110.000 personas sin hogar) “plantea preguntas difíciles al gobierno israelí que por el momento no ha contestado” [16]. Por supuesto, se puede imaginar que Hamas cometiera tantos crímenes como Israel, si no más, durante OMP, pero a primera vista sería una conclusión de lo más anómala. Tanto en términos absolutos como relativos, el grado de culpabilidad parece inclinarse fuertemente del lado israelí: Hamas mató a 73 israelíes, solo el 8% de los cuales eran civiles, mientras que Israel mató 2.200 gazíes un 70% de los cuales eran civiles; el daño causado a las infraestructuras civiles de Gaza (4.000 millones de dólares) multiplica por 70 el causado a las infraestructuras de Israel (55 millones de dólares), mientras que la proporción de viviendas civiles destruidas por Israel frente a las destruidas Hamas es de 18.000 a 1. La pregunta fascinante es cómo consigue AI convertir este balance tan enormemente desequilibrado en una acusación “ecuánime” de ambas partes en el conflicto.



Notas[1] 2009. [Se puede consultar en castellano en http://amnistiainternacional.org/publicaciones/80-israel-gaza-operacion-plomo-fundido-22-dias-de-muerte-y-destruccion.html].

[2] Norman G. Finkelstein, Knowing Too Much: Why the American Jewish romance with Israel is coming to an end(New York: 2012), p. 97.

[3] El nombre Hamas se utiliza aquí para indicar todos los grupos armados en Gaza.

[4] 2015. [Se puede consultar en castellano en https://www.amnesty.org/es/documents/mde21/1178/2015/es/]

[5] Para los antecedentes de OMP, véase Norman G. Finkelstein, Method and Madness: The hidden story of Israel’s assaults on Gaza (New York: 2014).

[6] La mayor parte de los datos de esta monografía provienen del Estado de Israel, The 2014 Gaza Conflict, 7 July-26 August 2014 (Mayo 2015). Esta informa de que las indemnizaciones totales por daños directos a civiles israelíes ascenderán a 40 millones de dólares, mientras que el Estado gastará una suma adicional de 15 millones para reparar las infraestructuras públicas dañadas (párrafos 112, 223).

[7] Las cifras de víctimas y daños en el caso de Gaza se basan en el informe de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés), Fragmented Lives [Vidas fragmentadas] (marzo de 2015). Las principales organizaciones de derechos humanos que trabajan en Gaza (Al Mezan, Palestinian Center for Human Rights) cifran la cantidad de civiles muertos entre 1.600 y 1.700. [El informe de] Israel 2014 Gaza Conflict afirmaba que de los 1.700 muertos gazíes que habían sido clasificados de un total de 2.125, 940 (44 %) eran “militantes” de Hamas, 760 (36 %) eran civiles y 420 (20 %) estaban “por clasificar”. También afirma que “en todos los casos excepto raras excepciones, las mujeres, niños menores de 16 años y los ancianos se clasificaban automáticamente como “no implicados” en sus cálculos”. Dejando de lado todas los demás absurdos de la contabilidad de Israel, la cantidad de mujeres y niños gazíes asesinados (esto es, sin incluir ningún hombre adulto) sumaba ya un total de 850 personas, según la OCHA (la única discrepancia leve es que la OCHA consideraba niño a toda persona menor de 17). El informe israelí culpa a la OCHA de basar su distinción combatiente/civil en “las listas diarias de muertos publicadas por el ministerio de Sanidad de Gaza controlado por Hamas”, que, continúa, “no identifica si la persona fallecida era un militante”. Es difícil imaginar cómo la OCHA se pudo basar en cifras desglosadas del ministerio si este no las había proporcionado. Véase2014 Gaza Conflict, p. 56n165; Anexo—Palestinian Fatality Figures in the 2014 Gaza Conflict, párrafos 9, 13, 26-27.

[8] Estado de Palestina, The National Early Recovery and Reconstruction Plan for Gaza (Octubre de 2014), p. 9.

[9] Por otra parte, solo un 8 % del total de las víctimas israelíes eran civiles

[10] En su último informe publicado, “Strangling Necks”: Abductions, torture and summary killings of Palestinians by Hamas forces during the 2014 Gaza/Israel conflict (2015 [se puede consultar en castellano con el título “Gaza: Palestinos torturados y ejecutados sumariamente por Hamás durante el conflicto de 2014 “, https://www.amnesty.org/es/latest/news/2015/05/gaza-palestinians-tortured-summarily-killed-by-hamas-forces-during-2014-conflict/]), AI menciona brevemente que “la magnitud de las víctimas y la destrucción causadas en Gaza por las fuerzas israelíes excede con mucho las causadas por los ataques palestinos a Israel, lo que refleja, entre otros factores, la mucho mayor potencia de fuego de Israel”.

[11] Jutta Bachmann et al., Gaza 2014: Findings of an independent medical fact-finding mission (2015), p. 101 (en adelante Misión Médica de Investigación)

[12] Finkelstein, Method, pp. 101-20.

[13] Los comentarios de Ban Ki-moon se publican adjuntos al sumario del informe final de una comisión de investigación de la ONU a la que encargó investigar “determinados incidentes ocurridos en la Franja de Gaza entre el 8 de julio 2014 y el 26 de agosto de 2014” (en adelante Comisión de Investigación de la ONU).

[14] Además de Unlawful and Deadly y de “Strangling Necks” AI publicó Families under the Rubble: Israeli attacks on inhabited homes (2014) y “Nothing Is Immune”: Israel’s destruction of landmark buildings in Gaza (2014). Conviene señalar que estos cuatro informes se publicaron entre el final de OMP y la publicación del informe del Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre esta operación en junio de 2015. Todo lo que AI publique después del informe de la ONU tendrá poco impacto político o ninguno. Casualmente, el informe de la ONU utiliza abundantemente estos cuatro informes de AI, una cuestión sobre la que volverá este escritor en una próxima monografía.

[15] Una yuxtaposición precisa arroja aún más sombra sobre las asignaciones espaciales de AI: en cifras absolutas, la escala de civiles muertos y de destrucción infligida por Israel durante la Operación Muro Protector fue mucho mayor mientras que en el caso de Hamas fue casi la misma.

[16] Por otra parte, “Strangling Necks” afirma categóricamente: “Las fuerzas militares israelíes cometieron crímenes de guerra y otras violaciones graves del derecho internacional durante la Operación Muro Protector”. Human Rights Watch (HRW) también condenó mucho más rápidamente a Hamas que a Israel. “Obviamente es más fácil denunciarlo como crimen de guerra, a saber, el lanzamiento por parte de Hamas de cohetes a zonas civiles”. El director ejecutivo de HRW Kenneth Roth comentó durante OMP: “Esto es abiertamente obvio. No se necesita una investigación exhaustiva para constatarlo. Para Israel hace falta más de una”.(http://m.democracynow.org/stories/9979).


Fuente: HAS AMNESTY INTERNATIONAL LOST ITS WAY? (PART 1)

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