El expresidente israelí, Shimon Peres, dijo que el creciente boicot internacional contra Israel, se trata de una guerra unilateral, lo cual pone en riesgo la existencia de ese régimen.
La amenaza de boicot contra el régimen de Israel por parte de instituciones y organizaciones extranjeras es equivalente a la guerra, dijo el lunes Peres.
El expresidente israelí, muy molesto por la llamada campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra el régimen de Israel, que sigue ganando cada vez más apoyo a nivel internacional, advirtió que tales sanciones solo conllevarán al fracaso de las negociaciones de paz israelí-palestinas.
"La BDS quiere matar las negociaciones de paz a través de esta política y no van a lograr nada más que el odio", dijo y pidió al régimen de Tel Aviv decidir si está a favor o en contra de una solución de dos Estados.
"Tenemos que ir a la mesa de negociaciones lo antes posible", subrayó Peres durante su intervención ante la Conferencia anual de Herzliya, ciudad ubicada al norte de Tel Aviv, construida sobre las ruinas de Saidna Ali, una aldea palestina destruida en 1948.
Estas declaraciones se realizan después de que la compañía multinacional gala de telecomunicaciones Orange SA anunciara el pasado 3 de junio su decisión de cortar relaciones con el régimen de Israel por las actividades ilegales de dicho régimen en los territorios palestinos.
La medida de Orange respondía a un llamamiento hecho por los grupos franceses defensores de los derechos humanos para que la transnacional gala suspendiera su cooperación con la firma israelí Partner Communications, una compañía que participa en las actividades del régimen de Tel Aviv en la construcción de asentamientos ilegales israelíes en los territorios palestinos.
El primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, muy irritado por la decisión de la compañía gala de sumarse a los actos de boicot contra ese régimen, instó el pasado jueves “al Gobierno francés a repudiar públicamente la declaración miserable y la acción de una compañía de la cual tiene acciones”.
El pasado 31 de mayo, el premier israelí reconoció que la campaña internacional de boicot amenaza la existencia del régimen de Israel.
La BDS, un movimiento propalestino lanzado en 2005, exige el fin de la ocupación, la igualdad para los ciudadanos árabe israelíes y el derecho al retorno de los refugiados palestinos.
La comunidad internacional considera ilegales dichas colonizaciones israelíes en Cisjordania y Al-Quds (Jerusalén), ya que obstaculizan la búsqueda de una solución al conflicto entre israelíes y palestinos, a través de las negociaciones de paz.
El pasado 8 de mayo, el presidente palestino, Mahmud Abás, aseguró que Palestina dará continuidad a las denominadas negociaciones de paz con el régimen de Israel, si este acepta dos condiciones: suspender las construcciones ilegales y acabar con la ocupación.
Después de tres años de interrupción, israelíes y palestinos retomaron las llamadas negociaciones de paz en julio de 2013, con la mediación de Estados Unidos, pero todavía no han llegado a un acuerdo por el obstruccionismo de la parte israelí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario