El terrorismo Ultraislámico perdió un paso vital hacia Turquía. Se lo arrebataron los kurdos. Los ultraislamistas usaban la zona para el trasiego de combatientes, víveres y el petróleo con el que se financian.
Las tropas kurdas le dieron ayer un duro golpe al Estado Islámico (ISIS) al arrebatarle la ciudad fronteriza de Tal Abyad, un paso de tránsito clave entre Siria y Turquía que era vital para el abastecimiento de la banda yihadista. Su caída implica, además, un eficaz movimiento militar que atenaza las operaciones de los terroristas en la región. Según los analistas, es la peor derrota militar del grupo en toda su historia.
La ciudad reconquistada le servía a los ultraislámicos del ISIS como vía de aprovisionamiento de armas y combatientes extranjeros, pero también como puerta de embarque hacia el exterior de su producción de petróleo barato, principal fuente de financiación del grupo.
La ofensiva de los combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) se inició el jueves pasado, y fue respaldada por ataques aéreos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. Ayer las milicias kurdas lograron ingresar y tomar la ciudad de Tal Abyad, pero sólo después de cruentos enfrentamientos.
“Hubo combates muy violentos con Daesch”, admitió Sherfan Darwish, vocero de un sector rebelde que lucha junto a las tropas kurdas, utilizando el nombre en árabe que le dan al ISIS. Los kurdos rodearon Tal Abyad y luego tomaron casa por casa. También cortaron la ruta que une esa ciudad con Raqqa, principal bastión del Estado Islámico en Siria y capital del proclamado califato.
Una vez que la ciudad cayó, los kurdos bajaron la bandera negra del Estado Islámico e izaron la suya. “Hay minas y bombas por todos lados, y los cuerpos de los yihadistas ultraislámicos quedaron en las calles”, señaló Darwish. De esta manera le quitaron un paso clave hacia Turquía. En esa frontera ya sólo le queda el de Jarablos, en la provincia de Aleppo (norte), así como otros secundarios. “En adelante, los yihadistas tendrán que recorrer cientos de kilómetros para llegar a la frontera turca”, explicó Abdul Rahman, director del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
“Es, ciertamente, la mayor pérdida del Estado Islámico hasta ahora”, afirmó Aymenn Jawad al Tamimi, del centro de investigación Middle East Forum. “Tal Abyad era una importante ruta de tránsito para los combatientes, las armas y las mercancías desde Turquía al territorio controlado por el ISIS”, precisa el analista.
El ISIS comenzó a formarse en Irak como resultado de la invasión de EE.UU. de 2003. Poco a poco comenzó a ocupar territorio en ese país, hasta expandirse a Siria, donde creció con la guerra civil que desangra a esa nación desde 2011. En suelo sirio e iraquí instaló un califato donde aplica la ley islámica.
Desde hace tres meses las fuerzas kurdas le vienen arrebatando territorios en la provincia siria de Raqqa, que en un momento estaba bajo su absoluto control. La sangrienta batalla de Tal Abyad provocó un nuevo drama humanitario, con la huida de al menos 16.000 personas hacia la vecina Turquía. Tras haberles prohibido durante varios días la entrada a su territorio, Ankara volvió a abrir su frontera en forma provisoria. Este éxodo dio lugar a escenas caóticas con padres aterrorizados intentando, con sus hijos entre los brazos, forzar las barreras que separan Siria de Turquía.
El golpe contra el ISIS fue festejado por la mayoría de los países vecinos, excepto por Turquía, quien no ve con buenos ojos tener a los kurdos del YPG en su frontera. “Esto podría llevar a la creación de una estructura que amenace nuestras fronteras”, advirtió el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Los combatientes YPG tienen vínculos con el PKK turco, que desde hace décadas mantiene una fuerte disputa con el gobierno de Turquía, y es considerado por Ankara como un grupo “terrorista”.
Los kurdos del YPG, en tanto, no prestan atención a Turquía. Con una organización y logística propia, hasta el momento fueron los más efectivos en la lucha contra el ISIS. Las tropas del régimen de Bashar Al Assad, contra el que luchan la banda ultraislámica, no pueden detener su avance. La intención de los terroristas es ampliar su califato, capturando nuevos espacios en irak y Siria. Pero en los últimos meses sufrieron varias derrotas a manos de los kurdos. La de ayer fue la más contundente en toda la existencia del ISIS.
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