El testimonio de varios fiscales y gendarmes turcos, obtenido por Reuters, ha demostrado una vez más que el gobierno turco miente sobre su apoyo a los terroristas en el norte de Siria.
El testimonio de estos funcionarios revela que el servicio de inteligencia turco, MIT, ha enviado cargamentos de armas a lo largo de la frontera.
El testimonio señala que el MIT acompañó a los cargamentos de armas a través de la frontera hacia el territorio controlado por los terroristas en enero de 2014 y amenazó a los policías fronterizos que pusieron objeciones.
Los cargamentos de armas fueron distribuidos entre las diversas facciones rebeldes y se cree que han jugado un papel importante en las últimas ganancias obtenidas por el EI y otros grupos terroristas en Siria.
Los fiscales turcos han denunciado este proceso de entrega de armas como “una total violación de la ley”, aunque el presidente Recep Tayyip Erdogan insistió en que los camiones de la agencia estaban llenos de “ayuda humanitaria” y que estas informaciones buscaban situar al gobierno en una posición embarazosa.
La acusación contra la agencia de inteligencia turca procede de testimonios de agentes de la gendarmería recogidos por tribunales y fiscales. Estos testimonios señalan que partes de lanzagranadas, municiones y granadas de mortero fueron llevados en camiones acompañados por el MIT hace más de un año a partes de Siria bajo el control de los grupos armados.
Cuatro camiones fueron registrados en la provincia sureña de Adana en asaltos de la gendarmería y la policía, uno en noviembre de 2013 y otros tres en enero de 2014 por orden de fiscales que recibieron denuncias de que ellos estaban transportando armas, según el testimonio de los propios fiscales que hacen ahora frente a un juicio.
Mientras que el primer camión fue confiscado ,los otros tres recibieron permiso para continuar su viaje después de que los oficiales del MIT que acompañaban al cargamento amenazaran a la policía y se resistieran físicamente al registro, según el informe de los fiscales.
Los fiscales –Oscan Sisman y Aziz Takci- que ordenaron el registro de los camiones han sido detenidos por “desvelar secretos de estado” y “dañar la imagen del gobierno”.
Por otro lado, más de 30 gendarmes que participaron en el registro de los camiones hacen frente a cargos de “espionaje militar” e “intento de derrocar el gobierno”, según un documento de un tribunal de Estambul de abril de 2015.
En el momento de los registros, el lado sirio de la frontera, en la provincia de Hatay, estaba controlada por el grupo terrorista Ahrar al Shams.
Este grupo salafista incluía comandantes como Abu Jalid al Suri, también conocido como Abu Omar al Shami, que luchó junto al fundador de Al Qaida, Osama bin Laden, y era un hombre cercano a su actual líder, Aiman al Zawahiri. Al Suri murió en un ataque suicida en la ciudad siria de Alepo en febrero de 2014.
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