jueves, 28 de mayo de 2015

Al-Qaeda captura el último bastión del Ejército sirio en Idlib gracias a ayuda de Turquía y Arabia Saudita

El grupo terrorista “Frente Al-Nusra”, afiliado a Al-Qaeda, se ha apoderado este jueves de la ciudad de Ariha, en el norte de Siria.

La localidad era el último bastión del Gobierno sirio en la provincia de Idlib (noroeste), ha informado el jefe del llamado Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

Al-Nusra y sus aliados “han tomado el control total de la ciudad de Ariha, después de una ofensiva relámpago que terminó con una fuerte retirada de las fuerzas” del Ejército desde el oeste de la ciudad, ha subrayado.

El pasado miércoles, la televisión libanesa Almanar anunció que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, había conspirado con las autoridades saudíes y había poyado a los grupos terroristas para que ocuparan la ciudad siria de Idlib.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan y el rey saudí, Salman bin Abdulaziz (dcha).


Desde 2011, Siria sufre caos provocado por grupos terroristas apoyados por los países occidentales que han recurrido al terrorismo para derrocar al Gobierno de Damasco.

Como una nueva medida hostil hacia el presidente sirio, Bashar al-Asad, el Consejo de la Unión Europea (UE) ha lanzado este jueves un comunicado en el cual prolonga un año más las sanciones impuestas al Gobierno de Damasco y a quienes lo apoyan.

"Dado que la situación en Siria sigue deteriorándose, el Consejo extiende un año las medidas restrictivas de la Unión Europea contra los patrocinadores" del Gobierno sirio, subraya el comunicado oficial.

La Unión Europea (UE) anuncia también la inclusión de un comandante militar sirio en la lista de personas con activos congelados y con prohibición de entrar a este territorio.

El pasado 6 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordenó la continuación de las sanciones contra los individuos y entidades sirias como parte de las acciones de la “emergencia nacional” contra el Gobierno de Damasco.

Washington intensificó las sanciones tras el inicio de la crisis en Siria, en marzo de 2011, para obligar a Al-Asad a renunciar a su cargo, mientras sigue su apoyo financiero, logístico y armamentístico a los grupos de la oposición armada que no han conseguido derrocar al Gobierno de Damasco, pese a cuatro años de lucha armada.

En este sentido, Estados Unidos busca incluso ayudar al levantamiento de aquellas sanciones que impiden el envío de armas antiaéreas a territorio sirio, en un intento por fortalecer a estos grupos armados.

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