lunes, 25 de mayo de 2015

Imam Jomeini en la trinchera del combate y del levantamiento



El espíritu del combate y la lucha en el camino de Dios no tuvo sus raíces sólo en la visión y creencias religiosas de Imam Jomeini, sino también en su educación, entorno familiar y medioambiente social y político, durante toda su vida. 

La historia de las luchas sociales y políticas de Imam Jomeini se remontan, de hecho, a su adolescencia, y se fue perfeccionando simultáneamente a la elevación de los aspectos espirituales y científicos de su personalidad, por una parte, y por otra, paralelamente a la evolución social y política de Irán y de otras sociedades islámicas, continuando en distintas formas. 

En los años 1340 y 1341 del calendario iraní (1961 y 1962), la creación en Irán de asociaciones provinciales y departamentales constituyó una oportunidad para que Imam Jomeini jugase un papel determinante en el levantamiento popular y de los clérigos chiítas. Así, él se convirtió en el líder de los clérigos y del pueblo iraní en el levantamiento popular del 15 de Jordad de 1342, el cual tuvo dos características muy importantes: Primero, el liderazgo único de Imam Jomeini; segundo, la naturaleza perfectamente islámica de las motivaciones, consignas y objetivos de dicho levantamiento, el cual abrió una nueva página en las luchas del pueblo iraní, y que posteriormente se volvería célebre en el mundo entero, bajo el nombre de Revolución Islámica. 

Imam Jomeini describe en estos términos, sus recuerdos de la Primera Guerra Mundial, época en que no pasaba de los doce años: «Me acuerdo de dos guerras mundiales... yo estaba pequeño e iba a la escuela. Los soldados soviéticos se habían instalado en Jomein, y veía durante la Primera Guerra Mundial como nos oprimían» En otra parte, Imam Jomeini recuerda el nombre de algunos de los grandes terratenientes y malvados opresores de la época, que con el apoyo del gobierno central, saqueaban a los habitantes de la región, a quienes no vacilaban en deshonrar: «Desde mi infancia estuve en la guerra... dos grupos de nos oprimían: Los Zalghi y los Radyab-Ali... nosotros teníamos rifles. Yo no era más que un niño, pero me acuerdo cómo nos reuníamos con los demás habitantes de los barrios en nuestras trincheras para defendernos de la ofensiva y saqueos de esos malvados. Estábamos constantemente en nuestros refugios.»


El golpe de Estado de Reza Khan -el 3 de Esfand de 1299 de la Hégira solar (1921)- puso fin a la dinastía de los Gayaríes, que reinó en Irán de 1796 a 1925, y que fue fundada por Aga Muhammad sha, jefe de la tribu turcomana homónima. De acuerdo a los documentos históricos irrefutables, este golpe de Estado fue apoyado y programado por los ingleses. Es cierto que el nuevo régimen puso fin a las actividades del gobierno de los Gayaríes y de los grandes terratenientes, y reprimió en las diferentes regiones del país a los malvados, pero en su lugar se instauró un gobierno dictatorial bajo cuya sombra mil familias se tornaron poderosas y tomaron en sus manos el destino de la oprimida nación de Irán. La dinastía de Pahlavi sola reemplazó a todos los malvados y terratenientes anteriores.

En dicha situación, los clérigos iraníes que desde la revolución constitucional estaban bajo las constantes presiones de los sucesivos gobiernos y de los mercenarios ingleses, por una parte, y de las presiones y hostilidades de los seudos occidentales, por otra, redoblaron sus esfuerzos para defender al Islam y protegerse de todos estos enemigos. El Ayatolá al-Ozma Hadĵ Sheij Abdolkarim Haéri Yazdi dejó la ciudad de Arak y a invitación de los clérigos de la ciudad de Qom, inmigró a dicha ciudad. Poco tiempo después, Imam Jomeini que había probado ya su extraordinario talento en el aprendizaje de los cursos preliminares de ciencias islámicas, primero en su ciudad natal Jomein y posteriormente en Arak, inmigró también a Qom, donde participó activamente en la fundación y reforzamiento del nuevo Seminario Teológico de Qom. No pasó mucho tiempo para fuese reconocido como uno de los grandes y destacados maestros de mística, filosofía y principios de la doctrina islámica.

Después del fallecimiento del Ayatolá al-Ozma Haéri Yazdi, el 10 de Bahman de 1315 del la Hégira solar (1937), el joven Seminario Teológico de Qom, que él mismo había establecido estaba en peligro de desaparecer. Los clérigos comprometidos intentaron encontrar una solución para impedir la desintegración de dicha institución. Durante ocho años, un consejo estuvo encargado de la dirección del seminario. Entre los miembros de este consejo estaban: Ayatolá al-Ozma Seyyed Mohammad Huyyat, Ayatolá al-Ozma Sadreddin Sadr y el Ayatolá al-Ozma Seyyed Mohammad Taghi Jansari (Que Dios esté complacido con ellos). Mientras tanto y sobre todo después de la caída y exilio de Reza Khan, se habían reunido las condiciones para la designación de un gran líder. En efecto, el Ayatolá al-Ozma Boruyerdi era una destacada personalidad científica y religiosa que podía convertirse en el sucesor adecuado del difunto Ayatolá Haéri Yazdi, como director del Seminario Teológico de Qom. Así pues, un grupo de alumnos del Ayatolá al-Ozma Ha'eri, entre ellos el Imam Jomeini, propuso rápidamente que la dirección de dicho seminario fuese confiada al Ayatolá al-Ozma Boruyerdi. 

Fue así como Imam Jomeini participó activamente en la invitación hecha al Ayatolá al-Ozma Boruyerdi para trasladarse a Qom y encargarse de la gran responsabilidad de la dirección y liderazgo del Seminario. Durante todos esos años, Imam Jomeini vigiló atentamente la situación política de la sociedad iraní y la situación de los seminarios teológicos en todo el país. Para informarse de los eventos que se producían, él dedicó gran parte de su tiempo al estudio de las obras consagradas a la historia contemporánea, los periódicos y revistas de la época. 

Los frecuentes viajes de Imam Jomeini a la capital, Teherán, donde regularmente se reunía con grandes personalidades religiosas como el Ayatolá Moddares, le permitió entender bien que la única esperanza que existía para liberar al pueblo de las humillantes condiciones que se habían instaurado después de la malograda revolución constitucional, y sobre todo después de la toma del poder por Reza Khan, residía en el despertar de los seminarios teológicos de todo el país, y que el factor más importante en esta tarea sería establecer profundas conexiones espirituales entre los clérigos y el pueblo.

En 1328 (1949), Imam Jomeini para concretar estas valiosas ideas, en colaboración con el Ayatolá Morteza Haéri, elaboró el plan de reformas estructurales del Seminario Teológico de la ciudad santa de Qom, presentándoselo enseguida al Ayatolá al-Ozma Boruyerdi. Después de este hecho, tanto los alumnos de Imam Jomeini como los brillantes estudiantes de ciencias religiosas apoyaron con entusiasmo las reformas propuestas en dicho plan.

Por otra parte, el régimen Pahlavi cometía un gran error en sus cálculos. Su proyecto de ley sobre la formación de asociaciones provinciales y departamentales tenía por objetivo enmendar ciertas cláusulas ya existentes con relación a las condiciones impuestas a los candidatos que debían ser musulmanes, de sexo masculino y que debían prestar juramento sobre el noble Corán. Esta ley fue aprobada el 16 de Mehr de 1341 de la Hégira solar (1962), por el gabinete del Primer ministro de la época, Assadollah Alam. En este proyecto de ley, el derecho otorgado a las mujeres para participar en las elecciones era un pretexto para ocultar los verdaderos objetivos del régimen Pahlavi, que consistían en legalizar la presencia de elementos bahá'í en los puestos públicos del país. 

Como se sabe, una de las condiciones que Estados Unidos le impuso al Shah para ayudarlo era que estableciese relaciones entre Irán e Israel, que apoyara al régimen sionista y desarrollase dichas relaciones. Por tanto, la infiltración de elementos de la secta bahá'í -que había sido creada por los colonizadores británicos- en los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de Irán proporcionaría el terreno favorable para cumplir las condiciones impuestas por Estados Unidos al Shah. Justo después del anuncio de la aprobación de este proyecto de ley, Imam Jomeini y otros grandes sabios de las ciudades de Qom y Teherán se pusieron de acuerdo para protestar enérgicamente contra la aprobación de esta nueva ley.

En este contexto, Imam Jomeini jugó un papel principal en el esclarecimiento de los verdaderos objetivos del régimen del Shah y en el recordarle a los clérigos y a los seminarios teológicos del país su responsabilidad frente a esta gran amenaza. Posterior a las iniciativas de Imam Jomeini, los grandes clérigos del país dirigieron telegramas y cartas abiertas al Shah y a su Primer ministro Assadollah Alam, lo que suscitó una ola de apoyo entre los diferentes grupos sociales a la postura adoptada por Imam Jomeini y los clérigos musulmanes. El tono de los telegramas que el mismo Imam Jomeini dirigió al Shah y al Primer ministro era fuerte y de advertencia, en uno de ellos escribió: «Os aconsejo que obedezcáis a Dios Todopoderoso y que obedezcáis la constitución. Os aconsejo que temáis a las graves consecuencias que la desobediencia al noble Corán y a los decretos de los clérigos del Islam o la desobediencia a la constitución puedan acarrearos. Os aconsejo que no pongáis en peligro al país deliberadamente; de lo contrario, los clérigos del Islam no dudarán en expresar abiertamente su opinión sobre vosotros y vuestros actos.»

De este modo, el asunto de las asociaciones provinciales y departamentales se convirtió en una preciosa experiencia para la victoria del pueblo iraní frente al régimen tiránico del Shah, especialmente porque los iraníes conocieron las características de una gran personalidad que era perfectamente digna de guiar a la Umma islámica. A pesar de la derrota que el régimen del Sha había sufrido en el caso de las asociaciones provinciales y departamentales, Estados Unidos continuó presionándolo para que aplicase el proyecto de reformas dictadas por ellos. Bajo estas presiones, el Shah anunció en el mes de Dei de 1341 (1962) los seis principios de su proyecto de reformas, pidiendo la organización de un referéndum para su aprobación. En reacción a esta medida, Imam Jomeini llamó nuevamente a los clérigos y a los grandes Muyatahid de la ciudad de Qom, para reunirse a fin de encontrar una solución apropiada para este tema.

En este contexto, a pedido de Imam Jomeini, se prohibió la celebración del Año Nuevo iraní, el 1º de Farvardín de 1342 (21 de marzo de 1963) como protesta contra las políticas adoptadas por el régimen. En un comunicado emitido en esta misma ocasión, Imam Jomeini calificó de «revolución negra» el proyecto presentado por el Shah bajo el nombre de «revolución blanca» y denunció enérgicamente la posición adoptada por el régimen Pahlavi en perfecta coordinación con Estados Unidos e Israel. Por otra parte, para el Shah que les había garantizado a los dirigentes de Washington la preparación de la sociedad iraní para llevar a cabo las reformas dictadas por Norteamérica, la oposición de los clérigos musulmanes y en particular de Imam Jomeini constituía un gran obstáculo.
Imam Jomeini, en un discurso pronunciado en publicó, denunció sin reservas al Shah, a quien no sólo presentó como la causa principal de principal de la infiltración de Estados Unidos e Israel en la vida política de Irán, sino también como un socio y cómplice de los crímenes cometidos por los israelíes. De esta manera, Imam Jomeini invitó a la gente a levantarse. 

En un discurso histórico pronunciado en la ciudad santa de Qom, el 12 de Farvardín de 1342 (1º de abril de 1963), Imam Jomeini criticó enérgicamente el silencio de los grandes clérigos de las ciudades santas de Qom y Nayaf, así como de otros países musulmanes, con respecto a los nuevos actos criminales perpetrados por el régimen imperial, enfatizando que en este contexto, el silencio ante estos trágicos acontecimientos era sinónimo de colaborar con los opresores. El día siguiente, el 13 de Farvardín de 1342 (2 de abril de 1963), Imam Jomeini publicó su célebre comunicado titulado «Amar al Shah significa saquear».

Para conocer el secreto de la influencia del mensaje y el propósito de Imam Jomeini en las almas y corazones de sus interlocutores, que estaban dispuestos a sacrificar sus vidas para concretizar los ideales de Imam Jomeini, se debe reflexionar en la originalidad de sus ideas y pensamientos, su firmeza en la acción, su sinceridad y franqueza con la gente.

El año de 1342 de la Hégira solar (1963), comenzó con la prohibición de las fiestas de Año Nuevo y se tiñó con la sangre de los oprimidos en Feyzieh. Mientras más insistía el Shah en realizar los proyectos de reformas que le había dictado Estados Unidos, más denunciaba Imam Jomeini las verdaderas intenciones del régimen y llamaba al pueblo a levantarse contra la intervención ilegítima de Estados Unidos en los asuntos internos del país y contra las traiciones del Shah. El 14 de Farvardín de 1342, el Ayatolá al-Ozma Hakim envió desde Nayaf varios mensajes telegráficos a los clérigos y Muytahid de Irán para pedirles que emigrasen en grupo hacia aquella ciudad, para poner a salvo al Seminario y la vida de los sabios, de las opresiones del sanguinario régimen del Shah.
Sin embargo, Imam Jomeini que no hacía mucho caso a las amenazas proferidas por el régimen, redactó un telegrama respondiéndole al Ayatolá al-Ozma Hakim en Nayaf, que la emigración colectiva de grandes clérigos iraníes y el dejar vacío el Seminario Teológico de Qom no era conveniente.
Imam Jomeini, en un mensaje emitido el 12 de Ordibehesht de 1342, en ocasión de los cuarenta días de la tragedia del Seminario Teológico de Feyzieh en Qom, hizo énfasis en que los sabios y el pueblo de Irán, y los jefes de países islámicos y árabes debían enfrentar al régimen usurpador de Israel, condenando asimismo los pactos del Sha con Israel.

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