Los partidos que apuestan por el diálogo han quedado fuera, y se ha reforzado el poder de los ultranacionalistas.
Esta noche tomó posesión el nuevo gabinete israelí encabezado por Benjamín Netanyahu, un gobierno que los palestinos y múltiples analistas consideran incapaz de llevar adelante negociaciones de paz.
La campaña electoral del pasado marzo está entre las que menos énfasis han puesto en la cuestión de la paz entre israelíes y palestinos y los pactos que siguieron para formar coalición de gobierno son los primeros en veinte años en los que no se menciona un posible proceso de paz.
El discurso de Netanyahu se ha centrado más en las cuestiones de seguridad que en las fórmulas para alcanzar la paz y llegó incluso a asegurar durante la campaña que mientras él esté al frente del país no habrá un estado palestino, algo que muchos consideran pre-requisito para el fin del conflicto.
"En los tres gobiernos previos encabezados por Netanyahu siempre contó con partidos centristas e incluso de izquierdas", pero "el nuevo gobierno no tendrá hoja de parra de centro o izquierda, ningún partido que llame al reinicio de las negociaciones y al establecimiento urgente de un estado palestino", afirma el periodista Raphael Ahren en el medio digital Times of Israel.
La ONG israelí Paz Ahora ha advertido de que los pactos de coalición indican que las intenciones del nuevo ejecutivo incluyen una masiva expansión de los asentamientos, el silenciamiento de la oposición a la ocupación, cambio de las reglas de juego democráticas y potenciar el poder de la derecha, lo que supone "un claro peligro a la posibilidad de llegar a la solución de dos estados".
En Palestina se han sucedido las declaraciones que consideran prácticamente imposible una negociación con este nuevo Ejecutivo.
"El Gobierno israelí es una coalición nacional por el apartheid y la colonización, donde la justicia, la paz y una solución de dos estados no tiene cabida", se lamentó hoy en declaraciones a Efe Xavier Abu Eid, portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
No se mostró más positivo el portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina, quién señaló tras conocerse los pactos de gobierno que "es obvio que Israel no busca la paz".
Hanan Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de la OLP considera que esta nueva coalición "promueve una agenda anti-paz y el lenguaje del racismo, el extremismo y la violencia", si bien le consuela pensar que fomentará "el aumento del aislamiento y deslegitimación de Israel".
En la misma línea opina el activista palestino y fundador del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel (BDS) Omar Barghouti, que precisó que los israelíes "han elegido el gobierno más fanático de su historia", que definió como un "indigerible cóctel de derecha, extrema derecha y partidos judíos fundamentalistas" que supone la adopción de "políticas coloniales sin disimulo".
Entre otros aspectos negativos destacan la entrega de la autoridad de la Administración Civil (organismo militar que controla los territorios ocupados) al ultranacionalista Hogar Judío y el nombramiento de Ayelet Shaked, de ese partido, como ministra de Justicia, desde donde participará en la selección de jueces y dirigirá el relevante comité parlamentario sobre legislación.
También critican el aumento de presupuesto para las colonias y el nombramiento como ministro de Agricultura de Uri Ariel, que en el pasado aprobó la construcción de miles de viviendas en asentamientos como antiguo titular de Construcción y tendrá ahora la llave para expandir los terrenos de cultivo en el territorio ocupado.
Aunque Netanyahu matizó sus declaraciones en contra de un estado palestino, esta semana un diputado de su partido, Tzahi Hanegbi, advirtió de que "no habrá nunca un estado palestino" si los palestinos continúan rehusando mantener negociaciones de paz.
Hanegbi adelantó que su país no iniciará ningún proceso de paz y denunció que los palestinos han abandonado la mesa de negociaciones en anteriores oportunidades y tratan de imponer a Israel el resultado de las negociaciones a través de los foros internacionales.
El último proceso negociador concluyó sin resultados en abril de 2014 y desde entonces los palestinos han solicitado la adhesión a decenas de tratados y organismos internacionales buscando reconocimiento internacional.
Esta semana, un grupo de 19 destacados ex-líderes europeos, entre ellos los españoles Miguel Ángel Moratinos y Javier Solana, instaron a la UE a tomar una "postura firme" frente el conflicto entre Israel y Palestina, dada la que consideran "escasa intención de trabajar por la paz" del nuevo gobierno que formará hoy Netanyahu.
Publicado en http://www.lavanguardia.com/
La campaña electoral del pasado marzo está entre las que menos énfasis han puesto en la cuestión de la paz entre israelíes y palestinos y los pactos que siguieron para formar coalición de gobierno son los primeros en veinte años en los que no se menciona un posible proceso de paz.
El discurso de Netanyahu se ha centrado más en las cuestiones de seguridad que en las fórmulas para alcanzar la paz y llegó incluso a asegurar durante la campaña que mientras él esté al frente del país no habrá un estado palestino, algo que muchos consideran pre-requisito para el fin del conflicto.
"En los tres gobiernos previos encabezados por Netanyahu siempre contó con partidos centristas e incluso de izquierdas", pero "el nuevo gobierno no tendrá hoja de parra de centro o izquierda, ningún partido que llame al reinicio de las negociaciones y al establecimiento urgente de un estado palestino", afirma el periodista Raphael Ahren en el medio digital Times of Israel.
La ONG israelí Paz Ahora ha advertido de que los pactos de coalición indican que las intenciones del nuevo ejecutivo incluyen una masiva expansión de los asentamientos, el silenciamiento de la oposición a la ocupación, cambio de las reglas de juego democráticas y potenciar el poder de la derecha, lo que supone "un claro peligro a la posibilidad de llegar a la solución de dos estados".
En Palestina se han sucedido las declaraciones que consideran prácticamente imposible una negociación con este nuevo Ejecutivo.
"El Gobierno israelí es una coalición nacional por el apartheid y la colonización, donde la justicia, la paz y una solución de dos estados no tiene cabida", se lamentó hoy en declaraciones a Efe Xavier Abu Eid, portavoz de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
No se mostró más positivo el portavoz de la Presidencia palestina, Nabil Abu Rudeina, quién señaló tras conocerse los pactos de gobierno que "es obvio que Israel no busca la paz".
Hanan Ashrawi, miembro del Comité Ejecutivo de la OLP considera que esta nueva coalición "promueve una agenda anti-paz y el lenguaje del racismo, el extremismo y la violencia", si bien le consuela pensar que fomentará "el aumento del aislamiento y deslegitimación de Israel".
En la misma línea opina el activista palestino y fundador del movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel (BDS) Omar Barghouti, que precisó que los israelíes "han elegido el gobierno más fanático de su historia", que definió como un "indigerible cóctel de derecha, extrema derecha y partidos judíos fundamentalistas" que supone la adopción de "políticas coloniales sin disimulo".
Entre otros aspectos negativos destacan la entrega de la autoridad de la Administración Civil (organismo militar que controla los territorios ocupados) al ultranacionalista Hogar Judío y el nombramiento de Ayelet Shaked, de ese partido, como ministra de Justicia, desde donde participará en la selección de jueces y dirigirá el relevante comité parlamentario sobre legislación.
También critican el aumento de presupuesto para las colonias y el nombramiento como ministro de Agricultura de Uri Ariel, que en el pasado aprobó la construcción de miles de viviendas en asentamientos como antiguo titular de Construcción y tendrá ahora la llave para expandir los terrenos de cultivo en el territorio ocupado.
Aunque Netanyahu matizó sus declaraciones en contra de un estado palestino, esta semana un diputado de su partido, Tzahi Hanegbi, advirtió de que "no habrá nunca un estado palestino" si los palestinos continúan rehusando mantener negociaciones de paz.
Hanegbi adelantó que su país no iniciará ningún proceso de paz y denunció que los palestinos han abandonado la mesa de negociaciones en anteriores oportunidades y tratan de imponer a Israel el resultado de las negociaciones a través de los foros internacionales.
El último proceso negociador concluyó sin resultados en abril de 2014 y desde entonces los palestinos han solicitado la adhesión a decenas de tratados y organismos internacionales buscando reconocimiento internacional.
Esta semana, un grupo de 19 destacados ex-líderes europeos, entre ellos los españoles Miguel Ángel Moratinos y Javier Solana, instaron a la UE a tomar una "postura firme" frente el conflicto entre Israel y Palestina, dada la que consideran "escasa intención de trabajar por la paz" del nuevo gobierno que formará hoy Netanyahu.
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