Los elementos takfiríes del grupo terrorista Daesh viajan a Europa entre los refugiados libios que huyen del caos agravado por la presencia de los terroristas de este grupo ultraviolento en este país norteafricano, ante la ausencia de un gobierno poderoso en su país.
“Daesh utiliza barcos de inmigrantes en el mar Mediterráneo, así que la Policía europea no puede distinguir entre un inmigrante corriente libio y un elemento de Daesh”, ha indicado este domingo, el asesor del Gobierno libio, Abdol Basit Harun, a la agencia británica de noticias BBC.
Aduce que consiguió esa información de los dueños de esos barcos que trabajan en las zonas bajo el control de los terroristas de Daesh.
De igual manera, Harun ha adelantado que los elementos de Daesh, según consta, autorizan a los traficantes de personas para que continúen sus actividades en las partes ocupadas de Libia, a cambio de la mitad del ingreso que reciben de cada embarcación que zarpa hacia Europa.
Es posible que los elementos que envía Daesh a Europa sean los mismos que viajaron a Siria para luchar por ellos.
El pasado 8 de marzo, el primer ministro de Francia, Manuel Valls, advirtió que hasta el fin del año podrían llegar a haber 10.000 europeos en las filas de este grupo terrorista.
El mar Mediterráneo es considerado como una de las rutas principales para los refugiados residentes en África y en algunos países de la región de Oriente Medio que huyen de los conflictos, en un intento por pisar el continente verde.
El pasado 11 de mayo, el director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, Philip Luther, advirtió de las “espantosas” condiciones de los inmigrantes, junto a la espiral de caos y de conflictos armados en Libia.
Lamentó que los libios hayan sido objeto de crueldad y violencia, por lo cual se ven obligados a arriesgar su vida en una peligrosa travesía en el Mediterráneo rumbo a Europa.
El pasado 19 de abril, una portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) anunció que unos 700 emigrantes podrían haber muerto en el naufragio de un barco frente a las costas libias; una tragedia que provocó las críticas contra los países europeos por su falta de responsabilidad ante tales sucesos.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), criticó el pasado mes de abril a la UE por adoptar medidas minimalistas que no resolverán la crisis de la inmigración.
En lo que va de año, más de 1750 personas han perdido la vida en las aguas del Mediterráneo.
Desde la intervención militar extranjera y el posterior derrocamiento del dictador Muamar Gadafi, el 20 de octubre de 2011, Libia se debate en el caos político, con dos gobiernos y dos parlamentos, además de ser testigo de numerosos enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y grupos armados rivales que compiten por el poder.
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