(No olvidar el rol de Francia en la destrucción y saqueo de Libia y ahora de Siria)
“En Siria, hay que reducir las influencias terroristas sin conservar a Al-Asad. Ambos están ligados. Al mismo tiempo, necesitamos buscar una transición política en Siria, eso es una obligación”, dijo ayer martes Hollande ante los embajadores franceses, reunidos en París, como refleja el medio local Égalité et Réconciliation.
Hollande añadió que la “primera” condición de la transición política es la “neutralización” de su homólogo sirio, y como segunda planteó “ofrecer garantías sólidas a todas las fuerzas de la oposición moderada, en particular suníes y kurdos, y salvaguardar las estructuras estatales y la unidad de Siria”.
El presidente sirio fue reelecto con holgura en las presidenciales de junio de 2014, en las que los refugiados en países vecinos formaron largas colas para participar, que en particular en Beirut causaron grandes atascos de tráfico durante días.
Pese a su llamado a “neutralizar” al jefe del Estado sirio, el presidente de Francia afirmó que el proceso de solución pasa sobre todo por la implicación de “todas las partes interesadas”, incluidas Rusia, Irán, Turquía y los países árabes del sur del Golfo Pérsico.
Aun así, Hollande señaló que París seguirá “ayudando a la oposición siria”, a la que calificó de “moderada”, en lo que aparenta ser una alusión a diversas facciones terroristas que reciben el apoyo de capitales occidentales bajo la denominación de “rebeldes moderados”.
“En Siria, hay que reducir las influencias terroristas sin conservar a Al-Asad. Ambos están ligados. Al mismo tiempo, necesitamos buscar una transición política en Siria, eso es una obligación”, dijo ayer martes Hollande ante los embajadores franceses, reunidos en París, como refleja el medio local Égalité et Réconciliation.
Hollande añadió que la “primera” condición de la transición política es la “neutralización” de su homólogo sirio, y como segunda planteó “ofrecer garantías sólidas a todas las fuerzas de la oposición moderada, en particular suníes y kurdos, y salvaguardar las estructuras estatales y la unidad de Siria”.
El presidente sirio fue reelecto con holgura en las presidenciales de junio de 2014, en las que los refugiados en países vecinos formaron largas colas para participar, que en particular en Beirut causaron grandes atascos de tráfico durante días.
Pese a su llamado a “neutralizar” al jefe del Estado sirio, el presidente de Francia afirmó que el proceso de solución pasa sobre todo por la implicación de “todas las partes interesadas”, incluidas Rusia, Irán, Turquía y los países árabes del sur del Golfo Pérsico.
Aun así, Hollande señaló que París seguirá “ayudando a la oposición siria”, a la que calificó de “moderada”, en lo que aparenta ser una alusión a diversas facciones terroristas que reciben el apoyo de capitales occidentales bajo la denominación de “rebeldes moderados”.
El presidente de Siria, Bashar al-Asad, se reúne en Damasco con el exdiputado y presidente del Partido Cristiano Demócrata (PCD) francés, Jean-Frédéric Poisson, 12 de julio de 2015.
Las declaraciones del presidente francés han suscitado la reacción inmediata de Damasco, que las calificó ayer de “flagrante injerencia en los asuntos internos”, estimando que “muestran cómo Francia contribuye a derramar la sangre siria”, en palabras de la Cancillería siria, citada por la agencia siria SANA.
El Ministerio de Exteriores de Siria acusó a París de “vender sus posiciones y valores en los mercados del petróleo”, y advirtió de que tal comportamiento impide que Siria acepte “ningún papel francés en la solución política” por venir.
La belicosidad de la postura francesa y su conjunción con la llamada a la participación en el diálogo multilateral sobre Siria de Rusia e Irán contrastan con las posturas recientemente reiteradas de apoyo a Damasco por parte de Moscú y Teherán.
El pasado viernes, el Gobierno sirio anunció la construcción de una nueva base militar en la ciudad costera noroccidental de Yable, a petición de Moscú, pocos días después de conocerse nuevas inversiones de las compañías rusas de hidrocarburos en proyectos de extracción en Siria.
La solidez de los lazos entre Damasco y Teherán ha sido también reiterada en los últimos días, tanto por parte de autoridades sirias —como el canciller sirio, Walid al-Moalem— como iraníes, ya sea el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica (Mayles), Ali Lariyani, o el presidente de la Organización de la Radio y Televisión de Irán (IRIB, por sus siglas en inglés), Mohamad Sarafraz.
Las palabras de Hollande parecen reincidir en lo expresado en agosto de 2012 por el ministro galo de Exteriores, Laurent Fabius, cuando declaró: “soy consciente de la fuerza de lo que estoy diciendo: el señor Bashar al-Asad no merece estar sobre la faz de la tierra”.
Las declaraciones del presidente francés han suscitado la reacción inmediata de Damasco, que las calificó ayer de “flagrante injerencia en los asuntos internos”, estimando que “muestran cómo Francia contribuye a derramar la sangre siria”, en palabras de la Cancillería siria, citada por la agencia siria SANA.
El Ministerio de Exteriores de Siria acusó a París de “vender sus posiciones y valores en los mercados del petróleo”, y advirtió de que tal comportamiento impide que Siria acepte “ningún papel francés en la solución política” por venir.
La belicosidad de la postura francesa y su conjunción con la llamada a la participación en el diálogo multilateral sobre Siria de Rusia e Irán contrastan con las posturas recientemente reiteradas de apoyo a Damasco por parte de Moscú y Teherán.
El pasado viernes, el Gobierno sirio anunció la construcción de una nueva base militar en la ciudad costera noroccidental de Yable, a petición de Moscú, pocos días después de conocerse nuevas inversiones de las compañías rusas de hidrocarburos en proyectos de extracción en Siria.
La solidez de los lazos entre Damasco y Teherán ha sido también reiterada en los últimos días, tanto por parte de autoridades sirias —como el canciller sirio, Walid al-Moalem— como iraníes, ya sea el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica (Mayles), Ali Lariyani, o el presidente de la Organización de la Radio y Televisión de Irán (IRIB, por sus siglas en inglés), Mohamad Sarafraz.
Las palabras de Hollande parecen reincidir en lo expresado en agosto de 2012 por el ministro galo de Exteriores, Laurent Fabius, cuando declaró: “soy consciente de la fuerza de lo que estoy diciendo: el señor Bashar al-Asad no merece estar sobre la faz de la tierra”.
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