Un camión de 7,5 toneladas de una empresa de alimentación y con matrícula húngara se convirtió este jueves en el último escenario del drama migratorio. La policía austriaca lo encontró abandonado en una zona especial para vehículos averiados del arcén de la autopista A4, cerca de la localidad de Parndorf (Austria). Se calcula que las víctimas llevaban muertas entre 36 y 48 horas. El hallazgo desató una batida nacional en busca de su conductor, que a las 21.00 de este jueves aún no había sido localizado. La policía sospecha de un grupo de criminales “vinculado a una empresa eslovaca de construcción” que ya habría abandonado el país, del que se puede salir fácilmente por carretera.
El camión fue visto el miércoles en los alrededores de Budapest (Hungría) y se cree que entró a territorio austriaco en la noche del miércoles al jueves, por lo que los migrantes ya habrían fallecido cuando el vehículo fue estacionado en la cuneta.
La cautela en las informaciones era tal que a última hora de la tarde de este jueves aún se desconocía el número exacto de cadáveres que había en el anterior del camión. La cifra se hará pública este viernes por la mañana, después de que los agentes hayan extraído los cuerpos de su interior, una tarea a la que dedicarán toda la noche. La causa de esta demora reside, según las autoridades austriacas, en que solo se pudo podido abrir el camión una vez. Para proceder de nuevo a su apertura, el compartimento de carga debía alcanzar un determinado grado de refrigeración, para lo cual fue enviado a una instalación veterinaria fuera de servicio que cuenta con los equipos necesarios para llevar a cabo esta operación, informa Efe.
“Podrían ser 20 los fallecidos, pero también podrían ser 40 o 50”, señaló un alto mando policial en una rueda de prensa televisada. “A primera vista no fue posible calcular el número de cuerpos”, apuntó el director de la policía de Burgenland, el Estado federado en el que apareció el vehículo, quien remarcó que, cuando llegaron los agentes al lugar, del camión salía un líquido propio de la descomposición de los cuerpos. Una vez recuperados, los cadáveres serán trasladados al centro de medicina forense de la capital del país, Viena, donde se tratará de determinar la causa de la muerte y se intentará identificarlos. La policía de Hungría ha enviado a varios agentes para cooperar con sus homólogos austriacos.
“Esta tragedia nos ha conmocionado a todos”, afirmó la ministra del Interior del país centroeuropeo, Johanna Mikl-Leitner. “Los traficantes de personas son criminales que sólo buscan el lucro”, añadió.
Nuevo naufragio
Un barco en el que viajaban centenares de migrantes pakistaníes, sirios, marroquíes, bangladeshíes y de varios nacionalidades del África subsahariana habría naufragado este jueves por la tarde en el Mediterráneo, según informó a Reuters una fuente oficial de la ciudad libia de Zuwara. Alrededor de 100 habrían sobrevivido, pero otros muchos habrían quedado atrapados en la bodega cuando la embarcación se fue a pique.
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