En las últimas semanas, se han producido distintos acontecimientos que permiten hablar de un cambio progresivo en la actitud de Egipto hacia Siria. El primero de estos factores es el combate común que ambos países están llevando a cabo la actualidad contra el grupo terrorista EI, los Hermanos Musulmanes y otros grupos similares. El segundo factor es la actitud de la prensa egipcia y su cobertura de la crisis siria. El tercer factor son las declaraciones de algunos responsables egipcios, como el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi.
Una delegación de los periódicos oficiales Al Ahram, Al Akhbar y Yumhuriya, encuadrados en una institución semioficial, el Club Egipcio, visitó recientemente Siria con el fin de realizar reportajes y entrevistas con responsables sirios. La delegación visitó Latakia, Tartús y Damasco y mantuvo una entrevista con el ministro del Auqaf (Legado Religioso), Muhammad Abdul Sattar, en la que éste envió mensajes directos a Al Azhar en los que llamó a enfrentar lo que calificó de "crisis de la jurisprudencia islámica" y pidió unificar el discurso religioso para confrontar al enemigo takfiri. La delegación también se reunió con el presidente de la Asamblea Popular, Mohammad Yihad al Laham, y otros responsables.
Al Akhbar realizó asimismo una entrevista con el ministro de Exteriores sirio, Walid al Muallim, donde éste respondió, en especial, a cuestiones sobre las relaciones bilaterales. Durante la entrevista, Muallim se refirió a la existencia de una cooperación extensa con Egipto en el terreno de la seguridad, un hecho que consideró como un preludio para la normalización de relaciones. Él consideró también que Egipto mantiene una postura independiente y no sigue las posturas de los países del Golfo en el tema de Siria.
Muallim se refirió también al tema de los Hermanos Musulmanes señalando que ambos países consideran a este grupo como terrorista y denuncian el apoyo de Turquía al mismo. "Nosotros rechazamos el establecimiento de una zona colchón en Siria, como quiere Turquía, porque esto representaría un asalto contra la soberenía de Siria", señaló.
Él señaló que la venganza turca contra Siria comenzó cuando Damasco rechazó las demandas del actual primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, para incluir a los Hermanos Musulmanes en el gobierno de Siria, como sucedió en Egipto.
Muallim dijo que la evolución de la situación había llegado hasta el punto de que Nabil al Arabi, secretario general de la Liga Árabe, había abandonado su posición de sumisión a los países del Golfo y había expresado su disposición a reunirse con el ministro de Exteriores sirio en cualquier momento. Arabi expresó también de forma indirecta su apoyo a la devolución del sitio de Siria en la Liga Árabe al Estado sirio y su rechazo a la participación de la Coalición Nacional Siria en la Liga, incluso a nivel de miembro observador.
Las autoridades egipcias, bajo la presidencia de Abdul Fatah al Sisi, se han distanciado de la política del antiguo Presidente Mohammed Mursi hacía Siria y mantienen una guerra contra los Hermanos Musulmanes similar a la que libra el gobierno sirio contra el grupo y sus patrocinadores, Turquía y Qatar. Mursi cerró la embajada egipcia en Damasco y llamó al "yihad" en solidaridad con los grupos armados sirios poco antes de ser derrocado por el Ejército egipcio.
Sisi no cuestiona la legitimidad del gobierno sirio y ha mantenido los vuelos entre los dos países. En este sentido, no se excluye la apertura futura de la embajada egipcia en Damasco. También impidió a los representantes de los Hermanos Musulmanes participar en una conferencia en El Cairo dirigida a buscar una solución política al conflicto. En este sentido, no sería sorprendente si Egipto fuera el siguiente país árabe, tras Omán, en ser visitado por Muallim.
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