Eslovaquia fue una parte de la República de Checoslovaquia, uno de esos nuevos países creados tras la I GM, igual que lo fueron Polonia o Yugoslavia.
Checoslovaquia tuvo la desgracia de ser vecino de la Alemania de Hitler y de tener entre sus habitantes a muchos descendientes de alemanes. Así que tuvo que aguantar la política cada vez más ofensiva del III Reich alemán, la cual dio lugar a la llamada Crisis de los Sudetes, por la que Alemania se apropió de una serie de territorios fronterizos, alegando que allí vivían muchos descendientes de alemanes que deseaban volver a estar dentro de Alemania.
Esto fue un duro golpe para la joven república checoslovaca, pues de esta manera le quitaban sus zonas más ricas y más desarrolladas.
Realmente, esto ya se intentó tras la I GM, pues Austria intentó unificar todos los territorios del antiguo Imperio donde vivieran alemanes, para intentar unirse, posteriormente, con Alemania. Los aliados no lo consintieron y dividieron esos territorios, imponiendo, además, a Austria la prohibición de unirse a Alemania.
Aprovechando el tirón, los partidos de Eslovaquia, unidos alrededor de monseñor Josef Tiso y de acuerdo con los nazis, exigieron una mayor autonomía dentro de la república.
Como las exigencias eran desorbitadas, Praga no cedió ante Tiso y éste huyó a Alemania.
Allí le entregaron unos informes falsos donde se decía que había tropas húngaras preparándose para invadir Eslovaquia a fin de dividírsela con Polonia.
Tiso fue enviado a Eslovaquia para dar a conocer estos informes a la Dieta eslovaca. Esto hizo que todos se unieran para proclamar la independencia de Eslovaquia, bajo el protectorado de Alemania.
Al día siguiente, las tropas nazis invadieron el territorio checo, proclamando el nuevo Protectorado de Bohemia-Moravia.
Hungría también aprovechó la fragilidad de la nueva república eslovaca para invadirla y quedarse, tras una semana de guerra, con unos territorios que, según decían, les pertenecían desde muy antiguo. Unos 1.700 km2.
Eslovaquia siempre fue a remolque de Alemania, la cual le hizo participar en todas la guerras donde estuvieron los alemanes. Así el territorio eslovaco se vio libre de tropas alemanas durante casi toda la guerra.
Intentó varias veces recuperar, por vía diplomática, el territorio perdido frente a Hungría, pero no pudo, pues los alemanes prefirieron apoyar a los húngaros. Aunque sí pudieron recuperar una estrecha franja perdida frente a Polonia, tras la invasión de Checoslovaquia. No hay que olvidar que, en aquel momento, Polonia estuvo del lado de Alemania.
Como no era otra cosa que un país satélite de Alemania, le obligaron a firmar el famoso Pacto Tripartito, del cual, sus principales firmantes fueron Alemania, Italia y Japón. Los estados satélites firmantes fueron Eslovaquia, como ya he dicho antes, Hungría, Bulgaria, Yugoslavia y Croacia. Sin embargo, otros países de la misma órbita, como Finlandia o España, se negaron a firmarlo.
Aunque parezca mentira el sistema de gobierno se podría llamar un fascismo clerical, pues su gobernante formaba parte del clero. Era un régimen de partido único. Tenía un presidente y una Dieta elegida cada 5 años. El Consejo de Estado era la cámara alta y el Gobierno tenía sólo 8 ministros.
Aunque había un solo partido, tenía dos alas, la católica, presidida por Tiso y la nacionalsocialista del primer ministro Tuka. La mayoría de la población respaldó a Tiso por ser Tuka demasiado pro-alemán.
Desde el principio, el Gobierno se planteó expulsar a los judíos y fomentó su emigración. Posteriormente, comenzaron a encerrarlos en guetos, pero, en principio, no quisieron enviar a sus judíos a los campos de exterminio nazis.
Ya en 1942, a causa de las presiones alemanas, se decidieron por deportar a los judíos a Alemania, pero en calidad de eslovacos enviados a campos de trabajo. Por supuesto, luego los alemanes no lo respetaron. Incluso, aceptaron enviar a las familias enteras.
El Vaticano llamó la atención de Tiso, oponiéndose a esas expulsiones, pero se le dijo que iban a campos de trabajo, aunque ya sabían de sobra cuál era su destino.
Aunque las deportaciones de judíos comenzaron en marzo del 42, un grupo de ciudadanos, comandado por Gisi Fleischmann, al frente del llamado Grupo de Trabajo de Bratislava, consiguió que el gobierno las parase en octubre, demostrando que los anteriores deportados habían sido asesinados.
Este Grupo, junto con la campaña promovida en Suiza por George Mantello, cónsul del Salvador, consiguieron parar la deportación masiva de miles de judíos de Hungría hacia los campos de exterminio. Esto le sirvió a Raoul Wallenberg para salvar muchas vidas, como ya expuse en otra entrada anterior.
En 1944 ante la llegada de las tropas soviéticas, los alemanes y el Gobierno eslovaco se plantearon que las tropas nazis invadieran el país. Sin embargo, la resistencia, capitaneada por el Consejo nacional eslovaco provocó una insurrección en agosto del 44, la cual llegó a tener en sus manos gran parte del país, pero no Bratislava, la capital. Se llamó el Levantamiento Nacional Eslovaco.
En aquel momento, otros países como Rumania, se habían cambiado de bando para permitir el avance de los rusos y en Varsovia también se intentó rebelar a toda la población contra el poder nazi.
Ante ese levantamiento en Eslovaquia, el Gobierno pidió ayuda a Hitler, el cual le envió suficientes tropas para que en dos meses triunfaran sobre la revuelta.
Tras esta ocupación nazi, los judíos eslovacos fueron deportados sin ningún obstáculo que lo impidiera a los campos de exterminio. En total, se calcula que de unos 70.000 judíos que vivían allí antes de la guerra, murieron unos 65.000 por las deportaciones a los campos.
Hitler no quiso darle gusto a la minoría alemana que vivía en Eslovaquia, pues le habían pedido que Alemania se anexionara su territorio, igual que habían hecho con los checos, pero él prefirió tener contentos a los eslovacos.
Tras el Levantamiento Eslovaco el Gobierno alemán quiso organizar una evacuación de los alemanes eslovacos hacia Alemania, pero ellos no quisieron moverse de sus tierras. La razón de la evacuación estuvo basada en el maltrato dado por los eslovacos a los alemanes durante el Levantamiento.
Parece ser que en la posguerra se cometieron muchas atrocidades, por parte de los checos y los eslovacos, contra los alemanes que habían vivido siempre allí y que tuvieron que abandonar sus casas para siempre y refugiarse en Alemania.
Alemania dio orden a sus tropas estacionadas en Eslovaquia para que abandonaran el país y fueran a defender los pozos petrolíferos de Hungría y los caminos hacia Viena. Así que el Gobierno de Tiso se fue con ellos hacia Austria.
El 04/04/1945 cayó Bratislava en manos soviéticas y así terminó la historia de la República Eslovaca, pues, por acuerdo entre los aliados, el territorio pasó de nuevo a manos de la nueva República de Checoslovaquia, ahora dentro de la zona de influencia soviética.
El Gobierno eslovaco de Tiso se rindió en Austria a las fuerzas USA, con la esperanza de no ser entregados a los rusos. No obstante, los aliados los entregaron a la Justicia de su país.
Tras los juicios contra ellos, tanto Tiso como Tuka fueron condenados a muerte y ejecutados por traición a su país.
Actualmente, existe la república de Eslovaquia, tras haberse separado en 1993 de la república de Checoslovaquia.
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