jueves, 21 de marzo de 2019

Elecciones en Indonesia, más que una revancha


Los indonesios parecen estar viviendo un déjà vu, pues los candidatos a la presidencia son los mismos de hace cinco años, pero en realidad los comicios del próximo 17 de abril serán más que una revancha.


Joko Widodo, ganador de los sufragios en 2014 y actual mandatario, y el exgeneral Prabowo Subianto medirán sus fuerzas en las urnas en un contexto marcado por el aumento del conservadurismo islámico y la intolerancia, así como el nacionalismo económico.

El presidente y su compañero de fórmula Ma'ruf Amin cuentan con el respaldo de nueve partidos, que representan alrededor del 60 por ciento de los escaños en la legislatura nacional, mientras que Prabowo y su vicepresidente, Sandiaga Uno, reciben el apoyo de cinco organizaciones políticas.

Predecir una pareja ganadora se hace complejo debido a algunas diferencias en la dinámica política y el formato de la elección este año, cuando unos 187 millones de ciudadanos podrán elegir por primera vez de forma simultánea al jefe del ejecutivo y a sus representantes en el legislativo.

Desde que asumió la presidencia en octubre de 2014, Jokowi -como se conoce popularmente al mandatario- logró una reputación favorable a partir del lanzamiento de programas de infraestructura y reformas para mejorar el acceso a servicios de salud y educación.

Los resultados económicos, pese a estar por debajo de lo previsto, favorecen también la imagen de Widodo, quien por otro lado intenta pulir sus credenciales islamistas en un país que alberga la mayor población musulmana del mundo.

RELIGION Y ECONOMÍA, FACTORES DETERMINANTES 


La creciente influencia religiosa en la política ha sido determinante para que el actual gobernante lleve al líder musulmán Ma'ruf Amin, jefe del consejo de clérigos de la nación, como su vicepresidente para un posible segundo mandato de 2019 a 2024.

El director ejecutivo de la consultora Charta Politika, Yunarto Wijaya, dijo a medios locales que aunque Ma'ruf no ofrece un gran incentivo electoral, su presencia ayuda a minimizar los ataques contra el jefe del ejecutivo.

En las elecciones de 2014, los partidarios de Prabowo Subianto dijeron que su contendiente aunque declarado abiertamente musulmán era un 'cristiano de armario'.

Ese tema volvió a la luz en 2017, cuando grupos islamistas forzaron la caída del gobernador de Yakarta, Basuki Tjahaja Purnama -seguidor de Cristo y estrecho aliado de Widodo- tras una acusación de blasfemia que le supuso una condena de 2 años de cárcel.

Alexander Raymond Arifianto, investigador de la Escuela de Estudios Internacionales S. Rajaratnam en Singapur, dijo a medios internacionales que a pesar del presidente ir al frente en las encuestas de opinión, Prabowo tiene más partidarios incondicionales en el campo islamista.

La economía de Indonesia es otro factor que pesa mucho en las posibilidades de reelección de Widodo, quien prometió aumentar el PIB al siete por ciento al final de su primer mandato, pero no lo logró, aunque mantuvo un crecimiento estable entre el cinco y el seis por ciento.

Ahora, de cara a los comicios, ambos candidatos prometen políticas que favorezcan el control doméstico de los recursos económicos.

A juicio de Colin Brown, profesor del Instituto Griffith de Asia, Prabowo tiene una posición mucho más nacionalista y si llegara a ser presidente, 'creo que veríamos al proteccionismo con un papel predominante'.

ENCUESTAS 

El actual gobernante lidera las intenciones de voto con el 58 por ciento, mientras que su contrincante tiene 42 por ciento de apoyo, indican los resultados del sondeo de la compañía de investigación de mercado australiana Roy Morgan.

'El desempeño de la economía en los últimos cinco años y la excepcional confianza expresada por los indonesios, son indicios importantes del éxito del liderazgo político del presidente Joko hacia las elecciones de abril', dijo Michele Levine, ejecutivo de la encuestadora Roy Morgan, en un comunicado.

Sin embargo, el equipo de campaña de Prabowo y su compañero de fórmula Sandiaga Uno, impugnaron los resultados de la investigación al decir que sus pesquisas internas indicaban que la carrera presidencial estaba mucho más apretada.

No obstante, otros estudios también arrojan que Jokowi tiene entre el 53 y 60 por ciento de aprobación, mientras que su oponente cuenta con alrededor del 30 por ciento.

Widodo alcanzó la victoria en 2014 con 6,2 puntos de ventaja sobre Subianto y las pesquisas más recientes indican que pudiera repetirse ese escenario.

Matizadas por el impacto de las redes sociales, las elecciones indonesias de este 2019 son mucho más que un desquite debido al nuevo contexto en que se desarrollan, con aumento de grupos islámicos conservadores radicales, la persecución religiosa y hasta casos de corrupción.

Estos comicios adquieren un significado adicional porque, según los analistas, se enfrentan un hombre fuerte en busca de ejercer el liderazgo por la fuerza y un candidato cuyo compromiso democrático parece estar debilitado aunque aún cuenta con gran respaldo popular.

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