Desde 1952, Turquía ha sido gobernada de facto por Gladio, un ejército secreto de la OTAN con sede en Alemania, una fuerza que ha estado detrás de todos los golpes de Estado y procesos controlados por el ejército en ese país. Abdullah Ocalan (1)
Desde entonces, los ultras “manteneros detrás”, apoyados por la OTAN conjuntamente con los servicios especiales, han organizado ataques terroristas regulares contra civiles con el fin de mantener la tensión alta y para desacreditar a los izquierdistas a los ojos de los turcos.
La red Gladio fue creada a finales de 1940 con el fin de llevar a cabo actividades subversivas y clandestinas en caso de una invasión soviética de Europa Occidental. El núcleo de la fuerza estaba compuesto por fascistas y anticomunistas, entre ellos ex colaboradores.
Gladio era tan secreto que la primera vez que alguien se atrevió a hablar abiertamente de ello fue a finales de 1990, cuando el primer ministro italiano, Julio Andreotti, se vio obligado a hacerlo después de casi seis años de investigación del juez italiano Felice Casson sobre los atentados organizados en Peteano en 1972. Inicialmente, los crímenes fueron atribuidos al grupo izquierdista Brigadas Rojas, pero Casson encontró que los atacantes habían usado bombas S-4. Finalmente, detectó a Vincenzo Vinciguerra, un neofascista de Ordine Nuovo, que admitió sus contactos con los servicios especiales italianos.
Resultó que los neonazis italianos eran una rama de una red que actuaba en secreto en la mayoría de países de la OTAN. Gladio es el nombre de una antigua espada corta romana, un arma de doble filo utilizada tanto para cortar como para arrancar, un nombre muy simbólico para una red que luchaba en dos frentes: contra la Unión Soviética y contra los izquierdistas nacionales.
Uno de los trabajos fundamentales sobre Gladio es “Los Ejércitos secretos de la OTAN. La Operación Gladio y el terrorismo en Europa occidental” de Daniele Ganser. Según Ganser, Gladio fue especialmente brutal en Grecia, Italia y Turquía. En este artículo hablamos de Turquía sólo en el sentido de que los últimos ataques terroristas en ese país también podrían estar relacionados con Gladio.
Uno de los factores que determinaron la vida de posguerra en Turquía fue su papel en la “guerra fría” liderada por Estados Unidos. A finales de 1940, Turquía se convirtió en puesto de avanzada anti-soviético de la OTAN. En marzo de 1947, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ayuda de 400 millones de dólares a Turquía y Grecia. En julio de 1947, los americanos hicieron un trato con los turcos para suministrarles armas y entrenar a sus tropas. En 1948, Turquía se adhirió al Plan Marshall. El mismo año fue admitido en el FMI. Según las estadísticas oficiales, bajo la Doctrina Truman los turcos recibieron 175 millones de dólares para su ejército, mientras que durante el Plan Marshal recibieron 656 millones de libras turcas (un 58% entregado al ejército). Durante ese periodo, Turquía gastó un total de 1,1 billones en su ejército (2). En 1959-1989 los Estados Unidos entregaron al país 2,9 billones de dólares (3).
La rama turca de Gladio se estableció a principios de la década de 1950 por el Coronel Alparslan Turkes. El Basbug (el líder) de los ultras turcos. Turkes había nacido en Chipre en 1917. En 1938 se unió al ejército turco. Durante la Segunda Guerra Mundial, era abiertamente anticomunista y pro-nazi. Tras la guerra, representó a Turquía en los Estados Unidos y en la OTAN (4).
La Gladio turca tenía su sede en la oficina de la CIA en Ankara. Estaba dirigida por el Departamento de Guerra Especial y consistía en cinco ramas: ‘Grupo de Entrenamiento, que incluía técnicas interrogatorias y de guerra psicológica; Unidad Especial, especializada desde 1984 en operaciones anti kurdas; Sección Especial, para operaciones especiales en Chipre; Grupo de Coordinación, también llamada la Tercera Oficina; y la Sección Administrativa’. (5).
Al igual que en otros estados miembros de la OTAN, en Turquía Gladio se basó en los ultras. En 1965, Turkes organizó el Partido Nacional de Campesinos Republicanos, que más tarde se reorganizó como Partido de Acción Nacionalista. Su ala militar era Bozkurtlar (Lobos Grises). Su emblema era una bandera roja con tres medias lunas y un lobo. El lobo ha sido el tótem de los turcos desde la Edad Media. De acuerdo con una leyenda turca, las hambrientas tribus turcas fueron conducidas por una manada de lobos hacia la fértil Anatolia. Por sus actitudes pro-nazis, Turkes fue llamado el “Mussolini turco”. Su ideología era de un belicoso panturquismo; su objetivo era el Gran Turan; su doctrina, los “nueve rayos”: idealismo, moralismo, cientificismo, sociabilidad, promoción de la agricultura, liberalismo, individualismo, orientación hacia el desarrollo, populismo y promoción de la industria y la tecnología. (6).
Según Turkes, tanto el capitalismo como el comunismo eran extraños a Turquía. Su doctrina se basaba en valores espirituales.
Su alternativa al comunismo era el nacionalismo turco. No es ni capitalismo ni comunismo, sino una doctrina basada en el Islam y el nacionalismo turco. (7).
Desde la década de 1940, Turquía ha experimentado una explosión demográfica: de 17 millones en 1940 a 46 millones en 1980, con la urbanización aumentando del 26% en 1960 al 46% en 1970 (8). La base social de los “lobos grises” era gente joven que se trasladaba de las aldeas a las ciudades en la década de 1960. Turkes organizó una red de campamentos de verano, donde se entrenó a los combatientes neofascistas (9). De acuerdo con Ganser, se trataba de un movimiento fascista nacional, que explotó y apoyó la CIA mientras entrenaba su ejército secreto en Turquía (10).
En su libro, Ganser dice que la Gladio turca estaba compuesta no sólo por el partido de Turkes sino también por la Organización Nacional de Inteligencia y el ejército secreto contraguerrilla (11). Ganser cita al Director Adjunto de la Organización Nacional de Inteligencia, Sabahattin Savasman, que dijo, tras su detención en 1977, que su servicio especial cooperó con la CIA desde la década de 1950. Su oficina fue construida por la CIA, con la mayor parte de sus agentes formados en el extranjero (12).
En 1975, el General turco Talat Turhan publicó una versión turca del Manual del Ejército deEE.UU. Feld FM 30-31, que dice: “La inteligencia del ejército de Estados Unidos debe tener los medios para lanzar operaciones especiales que convenzan a los gobiernos de los países anfitriones y a la opinión pública de la realidad del peligro insurgente. Para alcanzar este objetivo, la inteligencia del ejército de Estados Unidos debe tratar de penetrar la insurgencia por medio de agentes en misión especial, con la tarea de formar grupos de acción especiales entre los elementos más radicales de la insurgencia”.
“En caso de que no haya sido posible infiltrar con éxito tales agentes entre la dirección de los rebeldes, puede ser útil instrumentalizar organizaciones de extrema izquierda para fines propios con el fin de alcanzar los objetivos anteriormente descritos” (13).
En la década de 1960, el Director Adjunto de la CIA Ray Cline confirmó la autenticidad de este manual.
La contraguerrilla turca tiene muchos centros de formación en Turquía en los que reciben su entrenamiento: en Ankara, Bolu, Kayseri, Buca, cerca de Esmirna, Canakkale y, desde 1974, en Chipre (14). Se aprecia su mano en la matanza de Kizildir, donde mataron a uno de los revolucionarios turcos, Mahir Cayan, y a nueve de sus camaradas.
La estrategia de Gladio en Turquía iba de la inestabilidad a la estabilidad: cuando los izquierdistas ganan popularidad y están cerca del poder, los servicios especiales organizan un gran ataque terrorista. La gente se preocupa y se exigen medidas drásticas. Y los militares están ahí para impedir la guerra civil y poner las cosas en su sitio. Esto puede parecer simple, pero no olvidemos que, en la segunda mitad del siglo XX, Turquía se enfrentó a cuatro golpes: 1960, 1971, 1980 y 1997. Y en los cuatro golpes los ultras tuvieron un papel muy importante. En 1980 tenían unos 200.000 seguidores activos (15).
Una de las mayores contribuciones de Gladio a la democracia en Turquía fue el golpe de estado de 1980, precedido por el “domingo sangriento” del 1º de mayo de 1977, cuando francotiradores comenzaron a disparar contra casi 500.000 personas que se manifestaban en la plaza Taksim. No está claro quién organizó el tiroteo, pero hay muchas pruebas de que los ultras tenían algo que ver en el caso.
El golpe de estado del 12 de septiembre de 1980 fue la respuesta a una grave crisis económica (causada por un aumento de los precios del petróleo) y la inestabilidad política (16). La vida política en Turquía en la década de 1970 era una lucha constante por el poder entre el Partido de la Izquierda Democrática de Bulet Ecevit y el Partido de la Justicia de Suleyman Demirel. Ninguno de ellos logró formar un gobierno en solitario, por lo que se vieron obligados a aliarse con otros partidos. Entre 1974 y 1980, se formaron un total de siete gabinetes de coalición (17).
El organizador del golpe, el General Kenan Evren (más tarde encarcelado de por vida y muerto en la cárcel) era uno de los líderes del ejército secreto contra-guerrilla. En junio de 1978, visitó los Estados Unidos, donde Zbigniew Brzezinski sancionó abiertamente el golpe diciéndole al General turco que los estadounidenses necesitaban una Turquía estable, mientras que la situación se desarrollaba de forma contraria (18).
En 1980, el Comandante europeo de la OTAN Bernard Rogers aconsejó a los generales turcos que ampliasen sus poderes (19). Así pues, tanto en los Estados Unidos como en Europa no sólo estaban al tanto de los planes de Evren para organizar un golpe de estado, sino que lo animaban activamente para que los ejecutara.
Después del golpe, los generales comenzaron las represiones contra los izquierdistas. Como resultado, se detuvo hasta 43.140 personas. 57% de ellas con edades entre los 16 y los 25 años (20).
Activistas turcos pro derechos humanos informan que al menos 650.000 personas fueron detenidas tras el golpe. 230.000 fueron procesadas. 517 fueron condenadas a cadena perpetua. 50 asesinadas.
Turkes no era un títere y fue muy activo en la búsqueda del poder para su partido. Para Evren, los Lobos Grises eran un arma contra los izquierdistas, pero una vez los izquierdistas habían sido abatidos, llevó a 578 Lobos Grises a los tribunales y los acusó de matar a 594 personas, incluyendo el activista sindical Kemal Turkler (21). Los expertos en derechos humanos en Turquía hacen responsables a los Lobos Grises de más de 4.000 muertes, principalmente de kurdos, izquierdistas turcos y periodistas progresistas y sindicalistas (22).
Pero, unos años después, el régimen vuelve a apelar a los Lobos Grises nuevamente. Ahora los necesitaban para luchar contra el PKK. Gladio utilizó métodos muy diferentes contra los kurdos. Incluso tenía una unidad especial para la propaganda anti-kurda (23). En 1980, organizaron JITEM (Organización de Inteligencia de la Gendarmería), una fuerza que es responsable de la muerte y pérdida de miles de kurdos en el sureste de Turquía. Una de las figuras clave de JITEM fue Cem Ersever, que describe las actividades de JITEM en un libro a principios de 1990. Según él, uniformados como si fueran miembros del PKK, agentes JITEM atacaron aldeas kurdas y violaron y mataron a aldeanos. Poco después de la publicación de su libro, Ersever fue encontrado muerto (24). En 2015, JITEM fue una de las fuerzas clave que participaron en la nueva campaña anti-kurda de Erdogan (25). Agentes de JITEM mataron a tres mujeres kurdas en Sinopi en enero de 2016. Esa matanza fue simbólica: se cometió tres años después de la matanza de París, cuando un agente del servicio especial de Turquía mató a tres mujeres activistas kurdas (26).
En su Manifiesto para una Civilización Democrática, Ocalan dice que más de 10.000 delitos inadvertidos han sido cometidos por JITEM y Hezbollah turco, incluyendo el asesinato de Ozan Sefkan y su grupo (1985), el asesinato de Mahsum Korkmaz (1986) y la crisis causada en el congreso del PKK en 1986 (27).
Los ultras volvieron a estar activos de nuevo a principios de 1990, cuando el líder kurdo Ocalan se enfrentó a una serie de ataques. El 3 de noviembre de 1996, el guerrillero ultra y traficante de drogas Abdullah Catli murió en un accidente de tráfico cerca del pueblo de Susurluk. En el interior del coche también viajaban su novia, la modelo Gonca Us, el Subjefe de la Policía de Estambul, Huseyin Kocadag y el diputado pro-gubernamental y jefe de la milicia kurda pro-turca Sedat Bucak. Todos, excepto Bucak, murieron. El hecho de que un criminal como Catli estuviera en el mismo coche con funcionarios de alto rango del gobierno provocó un escándalo. Decenas de miles de turcos se echaron a las calles para protestar contra la política del gobierno de utilizar neofascistas y fuerzas secretas de la contraguerrilla.
La corona de las actividades de Gladio fue la detención de Ocalan en 1999. Inicialmente, los americanos negaron la participación de sus servicios especiales en esa operación, pero más tarde los medios de comunicación de Estados Unidos publicaron pruebas de ello. Resultó que la inteligencia de Estados Unidos ejerció presión sobre los países en los que buscó refugio Ocalan (Siria, Rusia, Italia y Grecia) e intervino su teléfono. Y fue por medio de sus agentes que los turcos se enteraron de que Ocalan estaba en Kenia (28).
¿Y qué hace hoy la Gladio turca?
Durante los últimos dos años, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha evitado la aplicación de medidas punitivas graves contra los kurdos, aunque no ha tomado ninguna medida para liberar a los presos políticos kurdos. Erdogan comenzó a retirar las tropas del sureste, pero dejó claro que sólo serían posibles concesiones cuando las guerrillas kurdas capitularan. Y ahí fue donde las conversaciones llegaron a un callejón sin salida.
Las autonomías kurdas en Irak y Siria eran contrarias a los planes de Erdogan. Y la única manera para él de ponerles fin era romper su alto el fuego con los kurdos. El 20 de julio de 2015, un ataque suicida mató a 32 personas en Suruc. El objetivo no fue una coincidencia. En ese mismo momento, Suruc era anfitriona de un congreso de la Federación de Asociaciones de Jóvenes Socialistas y su objetivo era restaurar Kobani, una ciudad kurda destruída por los islamistas. Tras el ataque, el Vicepresidente del Partido Popular Republicano Kemalista, Veli Agbaba, dijo que había sido organizado por el gobierno y los servicios especiales (29).
El contraataque kurdo fue el asesinato de dos policías yihadistas en la vecina localidad de Ceylanpinar. Y ese paso sirvió como pretexto para que los turcos lanzaran ataques aéreos contra las bases del PKK en las montañas de Qandil. El asesinato de dos policías difícilmente puede ser un pretexto para tal actividad. Simplemente, Erdogan necesitaba la reacción de los kurdos al ataque terrorista en Suruc.
En junio de 2015, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) perdió su mayoría parlamentaria (258 de cada 550 escaños). Un mes más tarde, se produjo una explosión en Suruc, seguida de una guerra con el PKK. Aquí, uno no puede evitar recordar la cita de Friedrich Engels: “Pero allí donde en la superficie de las cosas parece reinar la casualidad, ésta se halla siempre gobernada por leyes internas ocultas, y de lo que se trata es de descubrir estas leyes” (30). Una vez que los turcos rompieron su alto el fuego de dos años con los kurdos, su capital se vió abrumada por una serie de ataques terroristas. El 10 de octubre, un atacante suicida hizo estallar una bomba cerca de la estación central de ferrocarril, provocando 102 muertos y 246 heridos. En las elecciones legislativas a principios de noviembre, el Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP) gana por mayoría absoluta -317 escaños (57,64%)- y la oportunidad de formar gobierno en solitario. Esto cuadra bien con la estrategia de tensiones aplicadas por Gladio en muchos países europeos. Casi siempre una alta tensión empuja a una sociedad desorientada hacia su regidor como garante de la estabilidad y el orden.
Aquí la pregunta pertinente es: ¿deberíamos esperar un nuevo golpe militar en Turquía? Las cosas son mucho más complicadas. En la década de 2000, Turquía fue testigo de una serie de demandas contra militares de alto rango. Uno de ellos fue Ergenekon. Como resultado, Erdogan ha decapitado el ejército, el protector de la herencia de Ataturk. El lema de todos los golpes militares en Turquía hasta ahora ha sido “Volver a Ataturk”, es decir, a la Turquía laica republicana. Según el General turco Cevik Bir, en Turquía el Islam y la democracia están casados y su hijo es la secularidad. A veces, el niño enferma y el ejército actúa como un médico y lo cura. “El remedio elegido depende de la gravedad de la enfermedad del niño,” dice Bir (31).
Erdogan ha aprendido de los errores de sus predecesores ideológicos del Partido Democrático de Adnan Menderes, que fue derrocado y ejecutado por los generales. Su medida preventiva ha sido realizar recortes en el MIT (el Servicio Nacional de Inteligencia). A principios de 1990, los militares constituían el 35% del personal del MIT; hoy en día, su porcentaje se ha reducido a sólo el 5% (32). Por tanto, hoy, el presidente turco controla casi todas las fuerzas que cooperan con los ultras.
Y la única fuerza a la que aún teme es el movimiento kurdo de liberación nacional, con sus partidarios de izquierda. Con el fin de suprimirla, Erdogan necesita limpiar la población kurda en el sureste de Turquía y destruir la autonomía kurda en el norte de Siria. Aquí, se basa principalmente en el ISIS y otras fuerzas yihadistas. Pero los Lobos Grises también pueden ser útiles aquí.
Al analizar las actividades de los servicios secretos o especiales, uno siempre puede perderse en teorías de la conspiración. Los pragmáticos antiguos romanos plantearían una sola pregunta en la investigación de un crimen: “¿Cui Prodest?” (¿Quién se beneficia?) La respuesta a la Turquía plagada de terrorismo es obvia: Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que siempre ha sido anti-izquierdista y pro-derechista.
Lista de referencias:
1. Abdullah Ocalan. Manifesto for a Democratic Civilization. The Kurdish Issue and the National Resolution. 2016. page 697
2. Ramzan Kadyrov. Turkey as a Strategic Ally of the United States of America in the 1950s volume 3, page 234.
3. Ramzan Kadyrov. Turkey as a Strategic Ally of the United States of America in the 1950s volume 3, page 237.
4. Rafael Muhammetdin. Evolution of Turkism, 1996, page 175
5. Daniele Ganser. NATO’s Secret Armies: Operation GLADIO and Terrorism in Western Europe. Translated by M. Krasikova. 2012, page 269
6. Rafael Muhammetdin. Evolution of Turkism, 1996, page 177
7. Zaman quoting Rafael Muhammetdin’s Evolution of Turkism, 1996, pages 177-178
8. Rafael Muhammetdin. Evolution of Turkism, 1996, pages 194-195
9. Guruli Vachnadze. The Backstage of an Act of Sabotage, 1985, pages 11-12
10. Daniele Ganser. NATO’s Secret Armies: Operation GLADIO and Terrorism in Western Europe. Translated by M. Krasikova. 2012, page 272
11. Daniele Ganser. NATO’s Secret Armies: Operation GLADIO and Terrorism in Western Europe. Translated by M. Krasikova. 2012, pages 273−274
12. Daniele Ganser. NATO’s Secret Armies: Operation GLADIO and Terrorism in Western Europe. Translated by M. Krasikova. 2012, page 275
13. Daniele Ganser. NATO’s Secret Armies: Operation GLADIO and Terrorism in Western Europe. Translated by M. Krasikova. 2012, page 278
14. Serdar Celik Turkey’s Killing Machine: The Contra-Guerrilla Force http://www.hartford-hwp.com/ archives/51/017.html
15. Vitaly Menshikov. Grey Wolves // Vokrug Sveta, #8, 1983. URL:http://www.vokrugsveta.ru/vs/ article/2039
16. Dr. İhsan, Dr. Sedat The rise of ideological-revolutionary terrorism: the Turkish experience, 1960−1980 // The Journal of Turkish Weekly (2014 14 March). URL: http://www.turkishweekly.net/ article/226/
17. Vladimir Danilov. Turkey in the 1980s: from Military Regime to Limited Democracy, 1991. page 18.
18. Vladimir Danilov. Turkey in the 1980s: from Military Regime to Limited Democracy, 1991. page 44.
19. Vladimir Danilov. Turkey in the 1980s: from Military Regime to Limited Democracy, 1991. page 51.
20. Keles R., Unsal A. Kentvеsiyasalsiddet. Ankara. 1982. F. 58−59 // quoting Vladimir Danilov. Turkey in the 1980s: from Military Regime to Limited Democracy, 1991. pages 28−29.
21. Vitaly Menshikov. Grey Wolves // Vokrug Sveta, #8, 1983 URL:http://www.vokrugsveta.ru/vs/ article/2039/
22. Turkish Fascists: The MHP http://www.hartford-hwp.com/ archives/51/019.html
23. Serdar Celik Turkey’s Killing Machine: The Contra-Guerrilla Forcehttp://www.hartford-hwp.com/ archives/51/017.html
24. Daniele Ganser. NATO’s Secret Armies: Operation GLADIO and Terrorism in Western Europe. Translated by M. Krasikova. 2012, page 286
25. https://undercoverinfo. wordpress.com/2016/01/11/ jitem-secret-turkish-death- squad-responsible-for-recent- executions-of-kurds/
26. http://en.rfi.fr/europe/20 150 723-french-inquiry-implicates- turkish-secret-services-paris- kurds-murder
27. Abdullah Ocalan. Manifesto for a Democratic Civilization. The Kurdish Issue and the National Resolution. 2016. page 454
28. B. Grey. Hunting for Ocalan: How Washington Ignores International Law and Democratic Rules URL: http://www.wsws.org/ru/1999/ feb1999/ocal-f24.shtml (access date: 01.12.2013)
29. http://nk.org.ua/geopolitika/ terakt-v-suruche-v-kontekste- politicheskoy-borbyi-v- turtsii-16 863
30. Friedrich Engels. Ludwig Feuerbach and the End of Classical German Philosophy, volume 21, page 306
31. https://lenta.ru/articles/ 2015/11/13/turkish_army/
32. http://arsiv.sabah.com.tr/ 2007/07/19/haber, 4D36E8C34C434B5880E8E8BE1D3FF3 28. Html
Escrito por Maksim Lebskiy
Traducido por Rojava Azadî
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