Soldados chinos en formación con equipo y casco alemán.
La Guerra Civil China en 1927 obligó al presidente Chiang Kai-Shek a la creación del Ejército Revolucionario Nacional (NRA) contra el peligroso comunismo que prolongaba una guerrilla en la zona norte del país encabezada por su líder Mao Tse-Tung y que crecía cada vez más.
Chiang Kai-Shek, Presidente de China y del movimiento nacionalista del Kuomintang, se dió cuenta de que el Ejército Revolucionario Nacional necesitaba mejoras urgentes y modernas procedentes de Occidente. Sin embargo China no tenía muchos simpatizantes en Europa por su carácter revolucionario. Ante la imposibilidad de recibir equipo, el Presidente chino pensó en Alemania. Pero por aquel entonces Alemania estaba muy lejos de ser lo que era, pues el Tratado de Versalles la había hundido en la ruina y en los conflictos sociales. Milagrosamente en 1927 el famoso general Erich Ludendorff, héroe de guerra y que años antes había organizado el Putsch de Munich junto a un político llamado Adolf Hitler, se puso en contacto con Chiang Kai-Shek interesado en aquella propuesta. Para Alemania era muy ventajoso enviar a China a algunos oficiales con el fin de que obtuvieran experiencia de combate a la vez que enseñaban tácticas combativas a los chinos. Como era de esperar Ludendorff no pudo acceder a las peticiones chinas a la República de Weimar por culpa del Tratado de Versalles, pero igualmente en secreto envió a China un número muy reducido de militares y empresarios especializados en armamento.
Avión Heinkel He 111 chino obtenido gracias al envio de material alemán.
Para 1933 Hitler llegaba al poder en Alemania, rompiendo los nacionalsocialistas el Tratado de Versalles. Con la nueva situación favorable, nuevamente se presentó la propuesta de Chiang Kai-Shek esta vez al Gobierno del Führer. Tanto el Ejército Alemán (Wehrmacht) como el Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes (NSDAP) les pareció muy bien la propuesta, ya que el Gobierno de Chiang Kai-Shek estaba en guerra civil contra su mismo enemigo, el comunismo, en este caso el de Mao Tse-Tung. A cambio de esa ayuda Alemania obtendría materias primas del país asiático.
Durante el año 1934 el general alemán Hans Von Skeet propuso a China el “Plan División 60” consistente en la creación de un ejército de 60 divisiones totalmente germanizadas en armamento, organización, ideología, táctica y equipo. Sin embargo nunca se llevó a cabo tan ambicioso plan, pero a pesar de todo se consiguieron construir con esta idea 8 divisiones chinas y otras 20 recibieron armamento y equipo alemán. El plan no se realizó porque en 1937 Japón declaró la guerra a China y esto retardó las operaciones de modernización. Aunque el retraso fue decisivo durante la etapa entre 1934 y 1940, el Ejército Revolucionario Nacional fue entrenado con tácticas militares alemanas, dotándose de unidades de tanques Panzer más la enseñanza en su utilización, se motorizó a sus unidades de transporte y la aviación fue equipada con bombarderos Heinkel He 111. A lo largo de este período algunos alemanes combatieron junto a los chinos contra el comunismo de Mao y posteriormente contra los japoneses hasta la firma del Pacto Tripartito, siendo una de estas zonas de operaciones Shangai y Manchukuo.
Vehículos blindados chinos Sdkfz-222 comprados al Tercer Reich con dos soldados del Kuomintang que llevan uniformes alemanes.
Tanto China como Alemania habían tenido muy buenas relaciones, pero todo cambió cuando se firmó el Pacto Tripartito entre Alemania, Japón e Italia. Alemania al estar en guerra en varios frentes ya no podía seguir armando a China, además Hitler siempre había simpatizado con Japón y lo había ayudado militarmente como a China. Ante esta situación el 7 de Diciembre de 1941 Japón atacó a Estados Unidos en Pearl Harbor. Dos días después, el 9 de Diciembre, China declaró la guerra a Alemania por su alianza con el Imperio Japonés y Thailandia mientras se adhería a los Aliados. La alternativa de tercera China, la llamada China de Nanking liderada por el filofascista Wang Jing Wei, fue la nueva aliada de Alemania contra la China Comunista y la China del Kuomintang.
China y Alemania, los dos países que habían sido amigos y habían combatido juntos en alguna ocasión en China contra el comunismo ahora se verían las caras como enemigos en los campos de batalla.
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