La ira del régimen de Israel y Arabia Saudí por los resultados de los diálogos nucleares entre Irán y el Grupo 5+1 muestran que el consenso de Viena ha conseguido restaurar los derechos del país persa al respecto.
Así ha especificado este viernes el Imam del rezo de Teherán, el Ayatolá Muhammad Ali Movahedi Kermani, para luego destacar que el único acuerdo aceptable para la nación iraní será uno que salvaguarde sus derechos y respete las líneas rojas de la República Islámica.
"El pueblo iraní, resistiendo ante las dificultades económicas impuestas por los enemigos mediante las sanciones, les hizo comprender que no dejará de luchar por sus derechos y consiguió que las potencias mundiales respeten a los iraníes”, ha dicho el Ayatolá Kermani.
“El pueblo iraní, resistiendo ante las dificultades económicas impuestas por los enemigos mediante las sanciones, les hizo comprender que no dejará de luchar por sus derechos y consiguió que las potencias mundiales respeten a los iraníes”, ha señalado.
El clérigo iraní, también, ha agradecido los incansables esfuerzos de la delegación nuclear y su firme lógica, que han llevado a este grupo a triunfar en la defensa de los derechos nucleares de Irán.
Sin embargo, ha aclarado que, aún, queda un largo camino para el acuerdo nuclear, teniendo en cuenta que tiene que ser ratificado, tanto por el Congreso de los EE.UU. como por la Asamblea Consultiva Islámica (Mayles) y el Consejo Superior de Seguridad Nacional de Irán.
En este contexto, ha considerado que los próximos días serán difíciles para los miembros de la delegación nuclear iraní, debido al historial de la contraparte, que en cualquier momento puede incumplir sus promesas.
Del mismo modo ha alabado la dirección del líder de la Revolución Islámica, el Ayatolá Saiied Ali Jamenei, a lo largo de los diálogos nucleares; un factor importante en los logros conseguidos.
Los representantes de Irán y el G5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, China y Rusia, más Alemania), y la jefa de la Diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, aunciaron el martes las conclusiones de los diálogos nucleares, después de 22 meses de intensas conversaciones para superar las inquietudes y eliminar las crueles sanciones impuestas por el programa nuclear iraní.
Los logros de Viena, capital de Austria, fueron considerados por los líderes de todo el mundo, incluidos los países regionales como “un acuerdo histórico”.
Sin embargo, estos causaron la furia del régimen de Israel que lo calificó de "un error histórico", así como Arabia Saudí, que aunque en apariencia dio su bienvenida a los resultados, ha lanzado una campaña mediática para socavarlo.
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