Un considerable número de fracasos en las ofensivas realizadas por las bandas yihadistas en Siria, y un incremento de ataques terroristas, con el uso de coches-bombas operados por suicidas, marcaron el inicio de este fin de semana en Damasco.
Uniformados sirios destruyeron dos coches dinamitados en la zona oriental de la provincia de Homs, a unos 300 kilómetros de Damasco, uno de ellos en la carretera que va de Palmira a al-Tifour, antes que lograra llegar al punto de control militar del poblado de Shadar.
También lograron neutralizar otro intento de atentado cerca de una estación de transporte de petróleo, a unos 80 kilómetros al este de la ciudad de Homs.
En la provincia de Hasaka, a 709 kilómetros al este de la capital, se reportaron cinco ataques con coches-bombas, cuatro de ellos contra posiciones de las milicias kurdo-sirias, conocidas como Unidades de Protección del Pueblo (YPG).
Mientras, otro vehículo conducido por un suicida del grupo Estado Islámico (EI) explotó cerca de una concentración del ejército sirio, en el distrito de Sadkub, en las afueras de Hasaka. localidad sacudida por ataques con morteros, los que provocaron graves daños materiales en el edificio del Registro Civil.
Algunos analistas consideran que el incremento de los ataques suicidas responde a las últimas derrotas sufridas por las bandas takfiritas, principalmente el grupo EI y el Frente al-Nusra, este último arriconado en la ciudad de Zabadani, después de cortárseles todas las vías de suministro en la frontera sirio-libanesa.
Por su parte, las milicias kurdo-sirias de YPG recuperaron en las últimas semanas el control de 22 aldeas en el norte de la provincia de Raqqa, principal bastión del EI y autoproclamada capital del califato islamista impuesto por los rebeldes armados.
También lograron neutralizar otro intento de atentado cerca de una estación de transporte de petróleo, a unos 80 kilómetros al este de la ciudad de Homs.
En la provincia de Hasaka, a 709 kilómetros al este de la capital, se reportaron cinco ataques con coches-bombas, cuatro de ellos contra posiciones de las milicias kurdo-sirias, conocidas como Unidades de Protección del Pueblo (YPG).
Mientras, otro vehículo conducido por un suicida del grupo Estado Islámico (EI) explotó cerca de una concentración del ejército sirio, en el distrito de Sadkub, en las afueras de Hasaka. localidad sacudida por ataques con morteros, los que provocaron graves daños materiales en el edificio del Registro Civil.
Algunos analistas consideran que el incremento de los ataques suicidas responde a las últimas derrotas sufridas por las bandas takfiritas, principalmente el grupo EI y el Frente al-Nusra, este último arriconado en la ciudad de Zabadani, después de cortárseles todas las vías de suministro en la frontera sirio-libanesa.
Por su parte, las milicias kurdo-sirias de YPG recuperaron en las últimas semanas el control de 22 aldeas en el norte de la provincia de Raqqa, principal bastión del EI y autoproclamada capital del califato islamista impuesto por los rebeldes armados.
Fuente: Al Mayadeen
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