La Liga Árabe no tuvo una reunión de emergencia para discutir lo que los palestinos describen como “masacres” contra los refugiados en un campo sirio; hogar para más de 50,000 personas. Aquellos que se inmiscuyen en los asuntos internos de países árabes no deben sorprenderse cuando las bombas empiecen a caer sobre sus casas. Los palestinos no siempre son víctimas inocentes. Traen la tragedia sobre ellos mismos y luego quieren culpar a alguien más en lugar de a sí mismos. Más de 800 palestinos fueron asesinados y otros cientos heridos desde el comienzo de la crisis en Siria, hace cerca de dos años.
En las últimas dos semanas, miles de palestinos fueron forzados a huir del campo de refugiados de Yarmouk, cerca de Damasco, luego que aviones sirios bombardearon sus hogares, matando docenas de personas. Más de 3000 refugiados huyeron a la vecina Líbano, donde algunos políticos y ministros del gabinete llaman a cerrar la frontera para detener el influjo de palestinos hacia el país. Mientras tanto, el mundo árabe no ha hecho nada para ayudar a los palestinos en Siria.
Los palestinos tienen un largo historial de involucrarse en los asuntos internos de países árabes para luego quejarse cuando caen víctimas de la violencia. Ellos se quejan que son asesinados pero no dicen por qué siguen metiéndose en problemas.
En Siria, un grupo terrorista palestino - llamado Frente Popular para la liberación de Palestina – Comando General- encabezado por Ahmed Jibril, ayuda al régimen sirio en su intento por suprimir a la oposición. Los terroristas de Jibril fueron reportados secuestrando, torturando y asesinando cientos de sirios anti-régimen a lo largo de los últimos dos años. La última vez que un ejército árabe bombardeó un campo de refugiados palestino fue en Líbano. En 2007, el ejército libanés destruyó la mayoría del campo de Nahr al-Bared después que otro grupo terrorista, Fatah al-Islam estableció allí bases y atacó puestos de control del ejército, matando varios soldados. En los setentas y ochentas, los palestinos jugaron un papel importante en la Guerra civil en el Líbano, que cobró la vida de más de 150,000 personas.
Los palestinos pagaron también un precio por inmiscuirse en los asuntos internos de Irak. Después de la caída del régimen de Saddam Hussein, miles de palestinos fueron forzados a salir de Irak por haber ayudado al dictador a oprimir a su pueblo por muchos años.
Después de la liberación de Kuwait hace más de 20 años, cientos de miles de palestinos fueron expulsados del minúsculo emirato y otros países del Golfo. Su crimen fue haber apoyado la invasión a Kuwait de Saddam Hussein – un país que por muchos años proveyó con billones de dólares en ayuda a la OLP.
Jordania fue el primer país árabe en castigar a los palestinos por inmiscuirse en sus asuntos internos. En 1970, al fallecido Rey Hussein ordenó a su ejército aplastar a las organizaciones armadas palestinas que socavaron su monarquía. La violencia resultó en las muerte de miles de palestinos y terminó con la expulsión de la OLP a Líbano.
Lo que pasó, hace pocos días, en el campo de refugiados de Yarmouk muestra que los palestinos no aprendieron de sus pasados errores y continúan inmiscuyéndose en los asuntos internos de los países árabes. Eso es tal vez el por qué los árabes están renuentes a ayudar a los palestinos a superar sus dificultades financieras.
Los ministros de exteriores de la Liga Arabe prometieron proveer a la Autoridad Palestina con 100 millones de dólares al mes para resolver su crisis financiera. Pero los palestinos aun no vieron un solo dólar de la ayuda prometida. Y si continúan inmiscuyéndose en los asuntos internos de sus hermanos árabes, lo único que verán serán más bombas cayendo sobre sus hogares y miles de personas forzadas a salir de sus campos de refugiados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario