martes, 7 de abril de 2015

Al Shabab amenaza a Kenia con una guerra larga y espantosa tras el ataque de Garissa

Miembros de la Cruz Roja ayudan a una familiar de una de las víctimas de la masacre de Garissa. (AFP / TONY KARUMBA)
Los islamistas armados somalíes Al Shabab amenazaron este sábado a Kenia con una "guerra larga, espantosa" y un "nuevo baño de sangre", dos días después de haber matado a 148 personas en la universidadde Garissa (este).
"No sólo dejan a su gobierno aplicar sus políticas represivas sin protestar, sino que las refuerzan eligiéndolos", dice este grupo afiliado a Al Qaeda en un comunicado. "Pagarán el precio con su sangre".
"Todos los musulmanes recibieron permiso para abandonar el lugar antes de que procedieramos con las ejecuciones de los infieles. La sangre de un musulmán es inviolable, la del infiel no tiene protección alguna", hace saber Al Shabaab, antes de extender sus amenazas al resto de la población.
"Las ciudades kenianas se teñirán de rojo con sangre", ha hecho saber el grupo menos de una semana después del ataque contra el campus, el más letal en suelo keniano desde el atentado de Al Qaeda contra la Embajada de Estados Unidos en Nairobi en 1998, que costó la vida a más de 200 personas.
Al Shabaab asegura que estos ataques son una represalia contra "las atrocidades históricas cometidas por el Gobierno keniano en Garissa, donde decenas de miles de musulmanes han muerto ejecutados" y por los crímenes cometidos, según el grupo, por el Ejército keniano en Somalia.
"Con la aprobación de su Gobierno, los militares kenianos perpetraron miles de asesinatos en masa, torturas y violaciones, aplastando los sueños y esperanzas de una generación", añade el texto.
El mensaje dirigido al Gobierno de Kenia advierte de que "no estará escrito con palabras, sino con la sangre del pueblo keniano". "Id preparando ataúdes", declara la organización. "No hay precaución o medida de seguridad que pueda garantizar vuestra seguridad o desbaratar otro ataque o impedir otro baño de sangre en vuestras ciudades".

Kenia, conmocionada un día después 

Familiares de estudiantes de la universidad keniana de Garissa, donde yihadistas somalíes shebab mataron a 148 personas, siguen intentando obtener información sobre sus seres queridos, mientras se conocían nuevos detalles sobre lo ocurrido en el atentado.
El saldo de víctimas aumentó este viernes en una víctima. En total murieron 142 estudiantes, tres policías y tres militares, informó el ministro keniata de Interior, Joseph Nkaissery.
El ministro prometió que el país no se dejará "intimidar por los terroristas" y que será capaz de "ganar esa guerra". El presidente estadounidense, Barack Obama, llamó este viernes a su homólogo keniano, Uhuru Kenyatta, para expresarle su apoyo frente a la "lacra del terrorismo".
"Conozco la extraordinaria tenacidad del pueblo keniano", indicó Obama en un comunicado, evocando la tierra paterna, que debe visitar en julio.
Los shebab, vinculados a Al Qaida, asaltaron en la madrugada del jueves el campus de la universidad de Garissa (noreste), a unos 150 kilómetros de la frontera somalí, donde estudian cientos de jóvenes originarios de distintas regiones. El asalto, que derivó en una feroz toma de rehenes, duró hasta la noche, cuando las fuerzas gubernamentales abatieron a los cuatro asaltantes.
Este viernes, centenares de supervivientes y familiares se agolpaban ante las rejas de la universidad, acordonada por las fuerzas de seguridad. En el interior, se recogían los últimos cadáveres y el ejército rastreaba el campus para asegurarse de que ya no había ningún peligro.
"Estoy tan preocupado, tengo un hijo que estaba entre los estudiantes atrapados en la universidad y no tengo noticias suyas desde ayer", explicó Habel Mutinda, entre sollozos.
"He intentado identificar su cuerpo entre los muertos", añadió este anciano. "Tengo que hacerlo antes de que se descomponga con el calor (...) He pasado toda la noche aquí, ha sido muy difícil, es doloroso".
Unos 70 cuerpos llegaron el viernes a la morgue de Nairobi y se sumaron a los 20 trasladados la víspera. Unas 100 personas, sin noticias de sus familiares, esperaban larga y dignamente para poder identificar los cadáveres, observando fotos de sus caras o sus cuerpos. Según la Cruz Roja, los cuerpos serán repatriados a la capital.

El cerebro y sus guerrilleros

Un keniata, exprofesor en la ciudad de Garissa, ha sido señalado por el Gobierno del país como el autor intelectual del ataque terrorista llevado a cabo este jueves en el Garissa University College.
El Ejecutivo de Uhuru Kenyatta ha puesto precio a su captura, haciendo hincapié en que Mohamed Kuno, que ha estado prófugo desde diciembre del año pasado, se identificó como comandante de Al-Shabaab al reivindicar el asesinato de 58 compatriotas en Mandera.
Un informe de seguridad difundido en el país africano revela que Kuno esexprofesor y exdirector de la Madarasa Najah en Garissa y tiene tres alias; Sheikh Mahamad, Dulyadin y Gamadheere.
Kuno se unió a Al-Shabaab en Somalia en el momento de la Unión de Cortes Islámicas, que más tarde se transformó en Al-Shabaab. Suele utilizar a sus familiares para la realización de actividades terroristas en el norte de Kenia.
Kuno es el actual líder de Al-Shabaab para la región de Juba en Somalia, y actualmente estaría a cargo de las operaciones contra Kenia desde el exterior. La región de Juba comparte una extensa frontera con Kenia.
Además, y según ha informado CNN, las fuerzas de seguridad de Kenia han detenido a ocho personas en relación con la masacre cometida por Al Shabaab en Garissa, además del miliciano que fue arrestado en el momento del ataque, cuando intentaba escapar de la zona.
Joseph Nkaissery, titular de la cartera de Interior keniata informó de las detenciones, añadiendo que solamente después de los interrogatorios se podrá conocer qué implicación tienen estos ocho individuos con el sangriento ataque.

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