En todo el mundo árabe, los dictadores ilegítimos se han unido para apoyar el peor de todos ellos -el condenado y desesperado régimen de Al Saud. Su objetivo: mantener el Yemen y el resto del mundo árabe bajo el dominio saudí-estadounidense-sionista.
Es un espectáculo vergonzoso.
Mientras yo estoy escribiendo este articulo, los saudíes están bombardeando Yemen y preparan una invasión terrestre. Han llamado a su guerra contra Yemen “Operación Tormenta Decisiva” en homenaje al ataque de EE. UU. a Irak en 1991, llevaba el nombre de Operación Tormenta del Desierto y en su curso las tropas estadounidenses, en el camino hacia su cacería de pavos en la Autopista de la muerte que une Kuwait e Irak, pasaron por Arabia Saudí. Después de “cacería de pavos” – uno de los peores crímenes de guerra del siglo XX- EE. UU., dominado por los sionistas, asesinó un millón de iraquíes, la mitad de ellos niños, imponiendo sanciones draconianas contra Irak que impedían la reconstrucción y la puesta en marcha de la infraestructura de atención sanitaria en el país.
La entonces secretaria de Estado estadounidense, Madeleine Albright, se jactó en la televisión nacional de que “valió la pena” asesinar a medio millón de niños iraquíes. Albright es actualmente co-inversora, junto a Jacob Rothschild y George Soros, de una empresa por valor de 350 millones de dólares que instala antenas de telefonía móvil en África. (Teniendo en cuenta las cuestiones planteadas sobre no solo los efectos negativos que tienen las antenas de telefonía móvil en la salud, sino también su papel en las tecnologías de control mental encubiertas, uno se pregunta qué estarán haciendo exactamente estas antenas de Rothschild-Soros-Albright a los africanos, que tradicionalmente han servido como conejillos de indias en clandestinos experimentos sobre los seres humanos.)
Pero el ataque que ha lanzado el régimen títere de sionistas en Riad contra Yemen, le va a costar caro. A pesar de la diferencia de tamaño y riqueza que existe entre las dos naciones, los yemeníes son expertos guerrilleros y defienden su patria. Las tropas de Arabia Saudí, por el contrario, no tienen nada por el que luchar a parte del continuo saqueo de su región por sus depravados y decadentes amos reales y los banqueros gánsteres sionistas que están detrás de ellos.
La invasión sionista-saudí a Yemen podría terminar del mismo modo que la invasión israelí de 2006 a El Líbano. En aquella ocasión, a pesar de la enorme ventaja que tenían los israelíes sobre los combatientes de Hezbolá en cuestiones financieros y de tecnología militar, sufrieron una humillante derrota. ¿Por qué? Porque Hezbolá estaba librando una guerra defensiva en su propio terreno. Conocía bien el terreno; sabía por qué estaba luchando; y sus combatientes estaban dispuestos a arriesgar sus vidas por una causa justa.
Representante del imperio de los banqueros gánsteres del Nuevo Orden Mundial
Al igual que los libaneses en 2006 y los vietnamitas de los años 1950 y 1960, los huthíes yemeníes y sus partidarios están dispuestos a poner sus vidas en peligro para defender su país contra un invasor extranjero que representa el imperio de los banqueros gánsteres del Nuevo Orden Mundial. Los invasores saudíes, como los estadounidenses en Vietnam y los israelíes en El Líbano, no tienen tal soporte moral, por lo tanto, no tendrán ninguna razón para luchar fervientemente o correr grandes riesgos. El terreno montañoso en Yemen, además, favorecer a los defensores.
Teniendo en cuenta este pronóstico, la decisión de los dictadores árabes de respaldar a los saudíes no es solamente horroroso, sino potencialmente un acto de suicidio. La “coalición de los podridos” encabezada por Arabia Saudí incluye todos los emiratos del Golfo Pérsico que son parte de las propiedades de los corruptos banqueros gánsteres sionistas-Baréin, Kuwait, Catar y los Emiratos Árabes Unidos (un país ostensiblemente musulmán que es el principal importador mundial de bebidas alcohólicas). También incluye Jordania, que se controla desde la oficina de la CIA en Amán; Egipto, cuyo dictador Al-Sisi, de linaje de los judíos de Marruecos, es un agente encubierto sionista de toda la vida; y Marruecos, cuyo rey es un supuesto homosexual y uno de los principales traficantes de drogas del mundo, y que ha vendido Marruecos a los europeos y lo ha convertido en un burdel de gran tamaño.
Los medios de comunicación controlados por los sionistas, incluido los falsos canales “árabes” como Al-Jazeera, están tratando de utilizar el conflicto en Yemen para echar leña al fuego que ellos mismos prendieron: La farsa de conflicto entre suníes y chiíes. En realidad no existe tal conflicto. El único conflicto significativo que existe está entre el imperio de los banqueros gánsteres sionistas y la Resistencia. Si los sionistas pueden engañar a los suníes para que vean a los chiíes como un enemigo y viceversa, tendrán éxito en la destrucción de la región y mantener su hegemonía.
Es fácil ver qué fuerzas en Oriente Medio son esclavos del imperio sionista del Nuevo Orden Mundial, y cuáles se identifican con la Resistencia. Simplemente tenemos que hacernos esta pregunta: ¿Quién está realmente luchando contra el sionismo y para liberar a Palestina, y quién no?
Las respuestas son claras. EIIL, por ejemplo, nunca ataca a régimen de Israel. Por el contrario, ayudando a balcanizar el Oriente Medio, contribuye al plan de Oded Yinon y atacando a las fuerzas que el régimen de Israel acertadamente considera como amenazas, defiende el régimen usurpador . Se ve claramente que EIIL no es en absoluto un grupo musulmán extremista, sino uno de falsa bandera creado por los sionistas. Netanyahu visita abiertamente sus combatientes heridos que están siendo curados en hospitales israelíes.
Del mismo modo, el general Al-Sisi en Egipto finge ser un árabe musulmán, mientras no lo es. Durante la larga historia de colaboración existente entre los ejércitos de régimen israelí y Egipto, el trabajo de Al-Sisi era recibir órdenes israelíes y transmitirlas a sus subordinados egipcios. Es lo que él sigue haciendo hoy desde su palacio presidencial. No debe ser ninguna sorpresa que su tío, Uri Sibagh que sirvió en la Liga de Defensa Judía en 1948-50 luego emigrara a tierras de Palestina ocupada y empezara a trabajar para David Ben-Gurion.
Una imagen del folleto proporcionado el 26 de marzo 2015 por la Agencia de Prensa Saudí (SPA) muestra el ministro de Defensa saudí, el príncipe Mohamad bin Salman bin Abdul Aziz Al Saud recibiendo al fugitivo expresidente yemení Abd Rabu Mansur Hadi, a su llegada a una base aérea en Riad.
Al Saud también puede ser una familia de cripto-judío – una teoría que, de ser cierta, podría explicar su política exterior y su estilo de vida. (Arabia Saudí podría dejar a régimen de Israel fuera de juego mediante la imposición de un verdadero boicot del petróleo, no uno falso como el orquestado en 1973 por Henry Kissinger, pero por alguna razón se niega a hacerlo.)
De acuerdo con el periodista de investigación estadounidense Wayne Madsen, quien fue nombrado recientemente por el presidente francés Hollande como uno de los cinco más notables “intelectuales conspiracionistas” del mundo (me siento orgulloso de estar incluido también en esta lista), la familia Al Saud y sus partidarios wahabíes pertenecen a la secta Donmeh: uno de los satánicos herejes “judíos”.
Si es así, La Meca y Medina están en manos de una familia que se dedica a orgías rituales y al levantamiento de un falso mesías. El periodista de investigación israelí, Barry Chamish está de acuerdo con esta teoría, y agrega que la familia Rothschild son parte del mismo grupo herético. Esta hipótesis explicaría la alianza entre Al Saud y sus amos de familia Rothschild, que controlando Arabia Saudí controlan los banqueros gánsteres de petrodólar.
La razón de trabajar para los banqueros gánsteres sea una muestra de lealtad hacia otro miembro de Donmeh o sencillamente una muestra de defectos de carácter, el resultado de lo que hace Al Saud es lo mismo: Está vendiendo la fabulosa riqueza petrolera de su país por una fracción de su valor real con el fin de apuntalar el imperio del Nuevo Orden Mundial basado en la usura, y hacer que la daga sionista se hunda cada vez más en el corazón de Oriente Medio.
¿Acaso el imperio y su cada vez más sofisticada tecnología de control mental quitará de los árabes y musulmanes el poder de reconocer su situación real y defender sus intereses reales? ¿o será la Resistencia la que terminará por triunfar? Lo que sucede en Yemen puede darnos la clave de esta respuesta.
Sin duda alguna, como dice el proverbio chino, nos ha tocado vivir en interesantes tiempos.
* Dr. Kevin Barrett, un doctorado Arabista-islamólogo, es uno de los críticos más conocidos de Estados Unidos de la Guerra contra el Terror. Dr. Barrett ha aparecido muchas veces en Fox, CNN, PBS y otros medios de difusión, y ha inspirado reportajes y artículos de opinión en el New York Times, el Christian Science Monitor, el Chicago Tribune y otras publicaciones líderes. Dr. Barrett ha enseñado en los colegios y universidades en San Francisco, París y Wisconsin, donde se postuló para el Congreso en 2008. Él es el co-fundador de la Alianza entre musulmanes y cristianos y judíos, y autor de los libros La verdad Jihad: Mi lucha épica contra la Mentira 9/11 Grandes (2007) y El cuestionamiento de la Guerra contra el Terror: Una Guía para los votantes de Obama (2009 ). Su página Web es www.truthjihad.com
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