domingo, 5 de abril de 2015

Confiando en los ayatolás

A medida que Irán continúa acercándose a desarrollar armas nucleares– una importante amenaza para toda la región de Medio Oriente, especialmente para el aliado estadounidense de largo tiempo, Israel– el presidente estadounidense ha salido en ayuda de la República Islámica, citando nada menos que una fatua islámica. En una grabación de video publicado en el sitio web de la Casa Blanca, Obama dijo, “El líder supremo de Irán, ayatolá Jomeini ha emitido una fatua contra el desarrollo de armas nucleares, y el Presidente Rouhani ha dicho que Irán nunca desarrollaría un arma nuclear”.
Confiando en los Ayatolas - Enlace Judio Mexico
Este es el mismo Rouhani que después de mostrar hace poco los misiles recientemente desarrollados de Irán, describió las conversaciones diplomáticas de su nación con Estados Unidos como una “yihad” activa: “Nuestras negociaciones con las potencias mundiales son una fuente de orgullo nacional. Ayer [durante la Guerra entre Irán e Irak], sus valientes generales hicieron frente al enemigo en el campo de batalla y defendieron su país. Hoy, sus generales diplomáticos están defendiendo [a nuestra nación] en el campo de la diplomacia — esto, también, es yihad”.
Otros funcionarios de la administración – como el Secretario de Estado John Kerry y el Asesor Adjunto en Seguridad Nacional, Ben Rhodes — se han referido anteriormente a la fatua informada del ayatolá en el contexto de las negociaciones nucleares en curso con Irán.
La cita de esta fatua por parte de la administración Obama es absolutamente errada en muchos niveles.
En primer lugar, la doctrina islámica de taqiyya permite a los musulmanes engañar a los no musulmanes. El mismo profeta islámico, Mahoma, mentía regularmente a sus enemigos infieles, resultando a menudo en el asesinato de éstos (tal como el caso de Ka‘b ibn Ashraf). También proclamó que mentir era permisible en tres contextos, siendo la guerra uno. Además, a lo largo de los siglos y debido a circunstancias históricas, la taqiyya se volvió la segunda naturaleza del Chiísmo — la secta que gobierna actualmente Irán.
Luego está el hecho que el derecho islámico toma en cuenta las circunstancias. Cuando Mahoma estaba débil y superado en número en La Meca, el predicó la paz y tolerancia (de ahí el por qué las suras de Meca parecen pacíficas); cuando se volvió fuerte en Medina, predicó la guerra y fue a la ofensiva (he ahí el por qué las suras de Medina son violentas e intolerantes). Esta dicotomía — alcanza la paz cuando estás débil, libra la guerra cuando eres fuerte .. ha sido el modus operandi islámico durante siglos.
Hablando de fatuas, el Dr. Yusuf Burhami, un prominente clérigo islámico en Egipto, hace poco dijo que destruir iglesias en Egipto es permisible aunque no es recomendable – pero no si hacerlo provoca que los infieles occidentales intervengan y ocupen Egipto, lo cual podrían hacer “debido a la condición de los musulmanes en la época actual es bien conocida por las naciones del mundo – son débiles”. Burhami agregó además que la circunstancia es todo,“así como el profeta permitió a los judíos permanecer en Jaibar después que la abrió [conquistó], una vez que los musulmanes crecieron en fuerza y número, [el segundo califa] Omar al-Jattab los expulsó según la orden del profeta, ‘Expulsa a los judíos y cristianos de la Península”.
¿Y quién puede olvidar la referencia de Yasser Arafat al pacto hudaybiya de Mahoma? En 1994, poco después de negociar un tratado de paz criticado como concediendo demasiado a Israel, Arafat dio un discurso ante una asamblea de musulmanes y dijo: “Veo este acuerdo no siendo más que el acuerdo firmado entre nuestro profeta Mahoma y los [infieles] quraysh en La Meca”. En otras palabras, como Mahoma, Arafat dio su palabra sólo para anularla una vez que sus filas se volvieron lo suficientemente fuertes como para salir a la ofensiva.
En resumen, es muy común para los líderes islámicos decir que están buscando energía nuclear para propósitos pacíficos mientras son más débiles que sus enemigos infieles – como Irán es hoy – pero una vez que adquieren armas nucleares la yihad puede reanudarse en serio.
Luego está el hecho que la teología chiíta está llena de aspiraciones apocalípticas. Un informe de agosto del 2007 recopilado por el Servicio de Investigación del Congreso decía: “Ahmadinejad [anterior presidente de Irán] cree que su misión es prepararse para el regreso del 12º Imán ‘Oculto’, cuyo retorno de la ocultación [es decir, “ocultamiento”] sería acompañado, según la doctrina chiíta del Doceavo, por el establecimiento del Islam como la religión global”.
Al igual que otros iraníes, Ahmadinejad citó la hadith escatológica (y canónica) por la cual Mahoma dijo: “La Hora [el Día del Juicio] no llegará hasta que los musulmanes combatan a los judíos y hasta que los judíos se oculten detrás de los árboles y las piedras y los árboles y piedras dirán, ‘Oh musulmán, oh servidor de Dios! Aquí hay judíos! Ven y mátalos!”.
De hecho, durante un discurso reciente, el líder supremo Jomeini — cuya fatua está citando ahora Obama — alardeó sobre el enriquecimiento de uranio por parte de Irán, incluso cuando sus comandantes militares gritaron, “Allah Akbar. Jomeini es el líder. Muerte a los enemigos del liderazgo. Muerte a Estados Unidos. Muerte a Inglaterra. Muerte a los hipócritas. Muerte a Israel”.
Sin embargo, a pesar de todo esto – a pesar del hecho que la doctrina islámica ordena mentir a los infieles; a pesar del hecho que el Chiísmo – liderazgo de Irán — ha perfeccionado la taqiyya en un arte; a pesar del hecho que la ley islámica sostiene que los musulmanes deben predicar la paz cuando son débiles, la guerra cuando son fuertes; a pesar del hecho que el liderazgo iraní se jacta abiertamente que sus negociaciones nucleares son una “yihad” contra los infieles; a pesar del hecho que Irán ha sido expuesto anteriormente desarrollando enriquecimientos de uranio idóneo para ojivas nucleares – aquí están Obama y su gobierno confiando en la “palabra” del ayatolá de Irán.

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