“Los terroristas del Estado Islámico (EI) tomaron el campamento a la fuerza y nosotros vamos a recuperarlo con nuestras fuerzas”, afirmó hoy un combatiente palestino que defiende el campo de refugiados de Yarmuk, en esta capital.
Prensa Latina visitó las instalaciones del campamento, ubicado a solo cinco kilómetros del centro de Damasco, y conversó con Alá Assad, un miliciano del Frente Popular para la Liberación de la Palestina (FPLP), residente aquí.
Assad, de 40 años, y conocido como Abu Gadab (padre de la furia), es el jefe de una unidad ingeniera a cargo del uso de explosivos, que enfrenta a las bandas terroristas del EI y el Frente al Nusra que desde la semana pasada ocupan las instalaciones del campamento.
“Contra los terroristas no se puede usar otra cosa que la fuerza. Su mentalidad no permite establecer un diálogo con ellos, no entienden ni aceptan el diálogo, por lo tanto, hay que usar la fuerza para acabar con ellos, no hay otro remedio, subrayó el combatiente palestino.
“Nosotros no somos amantes de la muerte y la destrucción -agregó-, pero tenemos que defender a nuestro pueblo”.
Durante el recorrido entre edificios devastados, calles destruidas y el intermitente sonido de los disparos de los francotiradores que acechan los movimientos de los grupos de resistencia, vimos a un joven con muletas y vestido de camuflaje.
Resultó ser el palestino Abdul Mansur, de 21 años, integrante de las milicias del FPLP, y conocido como Abu Kifah (padre de las luchas por las causas justas), quien todavía convalece de una herida de bala en una pierna, provocada durante los ataques terroristas de 2012 en Yarmuk.
“Siento mucha tristeza por la tragedia que sufren nuestros hermanos palestinos que tuvieron que salir del campamento -dijo Mansur-, o están atrapados dentro por los terroristas, o a los que murieron aquí”.
Prensa Latina conversó además con un general de brigada al mando de las tropas sirias que protegen la periferia del campamento de refugiados de Yarmuk y que prefirió omitir su nombre.
El alto oficial confirmó que el ejército sirio se mantiene en la periferia del campamento para garantizar la seguridad de la ciudad de Damasco y que los combates contra los terroristas los protagonizan las milicias.
Reiteró además que el Ejército sirio está al margen de estos combates, a pesar de las falacias divulgadas por medios occidentales que acusan a las fuerzas armadas de bombardear la zona de combate.
“Todo eso mentira, el Ejército sirio está fuera del campamento”, aseveró el general.
En los últimos tres días -agregó- dos mil civiles palestinos lograron escapar del campamento y fueron alojados por el gobierno sirio en centros de socorro donde se les proporcionan alimentos y atención médica.
“La seguridad de Damasco está garantizada y las tropas están listas para repeler cualquier intento de ataque. Los terroristas saben que hay una línea super roja para acercarse a la ciudad”, reiteró el jefe militar. |
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