El grupo armado kurdo Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), que se presenta como escisión del PKK, ha reivindicado este jueves la autoría del atentado suicida que el domingo se cobró la vida de 37 personas en Ankara a través de un comunicado colgado en su página web. El grupo describe el ataque con coche bomba como una "acción de venganza" por las operaciones de las autoridades turcas en el sudeste kurdo de Turquía desde el pasado julio, que han dejado centenares de muertos entre civiles, fuerzas de seguridad y militantes de grupos radicales y han obligado a más de 350.000 personas a huir de sus hogares.
El grupo kurdo, que ha amenazado con perpetrar más ataques, ha alegado que su intención era atentar contra las fuerzas de seguridad. En este sentido, ha atribuido las bajas civiles a la intervención policial para evitar que el atentado se dirigiese a su objetivo. Pero lo cierto es que el hecho de que el vehículo cargado de explosivos fuese detonado al pasar junto a una parada de autobús provocó que la práctica totalidad de las bajas fuesen civiles, muchos de ellos jóvenes estudiantes universitarios.
En su comunicado, TAK confirma que la autora de la masacre es Seher Çagla Demir, cuya identidad fue anunciada previamente por el Gobierno turco como una joven militante del PKK que había recibido entrenamiento por parte de las milicias kurdas de Siria. Lo extraño es que la organización kurda no identifica al hombre que se cree viajaba con Demir a bordo del BMW blanco en el que se inmolaron, del que las autoridades turcas tampoco han dado su nombre. El padre de la joven suicida explicó a los medios turcos que la familia había perdido contacto con la hija desde el momento en que inició sus estudios universitarios en 2012, un año antes de que presuntamente se enrolase en el grupo armado. Los progenitores, además, han asegurado que repudiarán el cadáver de Demir si se confirma que es quien causó la matanza de Ankara.
TAK ya había reclamado la autoría de otro ataque suicida con coche bomba que en febrero dejó 29 muertos también en la capital del país, Ankara. Aunque está formalmente escindido del PKK, los analistas de seguridad creen que sigue manteniendo estrechos lazos con la guerrilla kurda y que ha sido utilizado para los atentados que más reacciones en contra pueden causar, de la misma forma en la que Septiembre Negro era usado por la palestina OLP.
Los Halcones de la Libertad del Kurdistán ya habían amenazado con ataques contra "ciudades del oeste de Turquía" y "objetivos turísticos" en represalia por las operaciones militares en el sudeste kurdo del país. “Hasta que finalice la dictadura fascista del Gobierno del AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo, islamista) nadie puede considerar su vida segura. Nuestra lucha contra las masacres de República de Turquía y la invasión del Kurdistán continuará decididamente”, añaden en su último comunicado.
Sin embargo, acciones como esta lo único que refuerzan es la polarización social y una estrategia de la tensión en la que parecen interesadas ambas partes. Tras el atentado suicida de Ankara, el Gobierno ordenó bombardear las bases del PKK en el norte de Irak y el Ejército penetró en tres localidades kurdas –Yüksekova, Sirnak y Nusaybin- donde militantes vinculados a la guerrilla controlan varios barrios en los que han cavado trincheras y túneles y erigido barricadas. Estas tres localidades se unen a las cuatro –Cizre, Silopi, Idil y el distrito Sur de Diyarbakir- que se encuentran bajo toque de queda, en algunos casos desde hace más de tres meses, y buena parte de cuyos edificios han sido reducidos a escombros debido a la utilización de artillería pesada por parte del Ejército y de potentes explosivos por cuenta del PKK. En Diyarbakir, esta semana los combates se han extendido del distrito de Sur (Ciudad Vieja) al de Baglar, donde también se ha decretado el toque de queda.
El Ejecutivo, además, ha prohibido los festejos de Newroz , el Año Nuevo kurdo, en Estambul, la ciudad que más kurdos alberga en Turquía, si bien el Partido de la Democracia de los Pueblos (HDP), formación prokurda y tercer mayor grupo parlamentario en la Gran Asamblea Nacional de Turquía, ha asegurado que lo celebrará tal como estaba previsto. El presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, ha instado a los tribunales y a los diputados a levantar la inmunidad parlamentaria de los líderes del HDP para que sean juzgados por sus supuestos lazos con el PKK y ha exigido que “los terroristas que no van armados”, en referencia a políticos, académicos y periodistas que exigen se vuelva a la mesa de negociaciones con el grupo armado kurdo, también sean “castigados”.
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