Una enorme tasa de muertos se han producido en la Península del Sinaí en Egipto después de que las fuerzas del EI lanzaran una serie de ataques respaldados por lanzamiento de cohetes y coches bomba contra bases y posiciones de las fuerzas de seguridad egipcias leales al presidente Abdul Fattah al Sisi.
En la ciudad de Sheij Zuwayid una enorme tasa de muertos (alrededor de 200) se ha producido en los combates que siguieron al lanzamiento de un ataque del grupo Wilaya Sinai del EI. Los terroristas estuvieron apoyados por coches bomba y cohetes.
Según los últimos datos, al menos 64 militares egipcios murieron y 25 resultaron heridos. Seis civiles fueron también muertos, según el recuento. Unos 100 terroristas habrían muerto también en esta acción.
En total, hasta 15 objetivos, en especial puestos militares, fueron atacados por el EI. Dos posiciones del Ejército fueron destruidas por coches bomba causando un gran número de muertos en las filas militares. Los terroristas capturaron armas y vehículos blindados. Uno de estos últimos fue destruido en el ataque de un helicóptero Apache. Aviones F-16 intervinieron también bombardeando posiciones de los terroristas.
Según los expertos, el ataque muestra que el EI quiere capturar una ciudad egipcia. “Este ataque específico es el peor que hemos visto en años. No se trata de golpear y huir. Es lo mismo que hemos visto en Siria e Iraq: capturar y mantener territorio”, dijo un experto, Daniel Nisman, al New York Times.
El ataque fue hecho coincidir con el segundo aniversario del derrocamiento del presidente Mohammed Mursi. Desde ese día, el Sinaí ha vivido una efervescencia terrorista que ha culminado con la que será, sin duda, la mayor acción terrorista en el país hasta el momento.
Estado de guerra
“Estamos en un real estado de guerra”, dijo el primer ministro Ibrahim Mahlab en una reunión semanal del gabinete.
“Todo lo que el Ejército ha estado haciendo en el Sinaí, incluyendo la destrucción de túneles y la creación de una zona colchón con Gaza, ha demostrado ser inefectivo”, dijo Mustafa Kamal el Sayyed, un politólogo de la Universidad de Gaza.
Por su parte, Amr Darrag, un líder exiliado de los Hermanos Musulmanes, una organización que ha sido designada como grupo terrorista por el gobierno de Sisi y que ha sufrido una feroz campaña de represión a manos de las autoridades, ha acusado al presidente “de empujar Egipto hacia el abismo”. Esta fuente dijo en Twitter que era necesaria “la caída del régimen antes de que sea demasiado tarde”.
El miércoles, las fuerzas de seguridad egipcias mataron a nueve miembros de los Hermanos Musulmanes en un apartamento en El Cairo. Según fuentes de la organización en Londres, se trató de responsables de temas legales y de apoyo a las familias de los presos.
Al igual que ha sucedido en los atentados de Túnez, la situación actual en Egipto podría tener un impacto negativo sobre la economía y en especial para convencer a los inversores de que Egipto se está estabilizando después de años de protestas y terrorismo. Esta acción tendrá también, sin duda, un fuerte impacto negativo en la campaña turística actual.
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