El último asalto israelí a un buque humanitario con rumbo a Gaza no se saldó, esta vez, con víctimas mortales. Los tripulantes del 'Marianne', perteneciente a la III Flotilla de la Libertad, corrieron mejor suerte que sus compañeros del 'Mavi Marmara', cuando en mayo de 2010 fue abordado en aguas internacionales por militares israelíes, en lo que fue considerado por la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar como un acto de piratería. El abordaje acabó con la vida de diez activistas turcos.
Aquel día, las fuerzas militares de Israel dispararon misiles contra la flotilla, mientras miembros de los servicios especiales asaltaban el buque desde varios helicópteros de guerra. La ayuda humanitaria, unas diez mil toneladas de productos, fue requisada. La negativa de Tel Aviv a disculparse enfrió las relaciones de cordialidad que hasta ese momento Turquía e Israel mantenían.
El cese de la diplomacia, se expulsó al emabajdor israelí de Ankara, y la congelación de acuerdos comerciales, precedieron al cruce de declaraciones y hostilidades que desde entonces se han dedicado Tayyip Erdogan y Benjamin Netanyahu.
El primer precedente
Uno de los primeros precedentes de las hostilidades de Israel sobre quienes cuestionaron el bloqueo que sufre la población de Gaza data de 1988, durante la Primera Intifada. En plena 'guerra de las piedras contra las balas', el que fuera presidente palestino, Yasser Arafat, promovió el viaje del 'Sol Phryne', un barco humanitario, que en un primer momento contaría con varias figuras diplomáticas como tripulantes.
Sin embargo, un ataque del Mossad, los servicios secretos israelíes, hundió la embarcación, que debía de haber partido desde Limasol, en el suroeste de Chipre.
Tanto en el último caso, como en los anteriores, Israel siempre ha argumentado con su habitual discurso, justificando que su uso de la fuerza viene motivado por los supuestos intereses espúrios de la tripulación.
"Las intenciones de la flotilla eran ilegales y desoyeron las advertencias hechas de forma pacífica por Israel", alegaron representantes del Gobierno de Tel Aviv para explicar el asesinato de los diez activistas turcos.
La estrategia israelí es clara. No solo restar autonomía por tierra, sino también por mar. Israel pretende estrechar su control marítimo con el objetivo de apretar el lazo que Gaza lleva al cuello desde hace ya ocho años. De hecho, los pescadores palestinos no pueden faenar más allá de las tres primeras millas de costa ni exportar sus productos.
Los últimos bombardeos sobre la Franja fueron en enero de 2015. Meses antes, en verano de 2014, 2.251 palestinos murieron bajo las bombas de Israel, de los cuales más de 500 eran niños. Muchos de ellos ya habían sufrido hasta cuatro ataques desde 2006.
Desde El Cairo se iniciaron negociaciones para aflojar la soga de los habitantes de Gaza. Sin embargo, la totalidad de la ayuda prometida sigue sin llegar y según la ONU, más de 100.000 personas siguen sin techo. Desde 2008, varias organizaciones de Derechos Humanos han calificado de "cárcel" la situación del territorio.
Según un informe de Amnistía Internacional, elaborado junto a otros organismos, el bloqueo impuesto por Israel repercutió negativamente en la economía, causando un 40% de paro, y una suspensión del 90 % en la actividad industrial. Los cortes de electricidad, combustible, agua y otros suministros, han provocado que el 80% de la población dependa de la ayuda humanitaria.
Las otras flotillas asaltadas por la 'piratería' de Israel
Desde Chipre también partió en enero de 2009 el 'Arión', pero tuvo que regresar al puerto desde el que zarpó cuando fue recibido por fuego israelí, hiriendo a algunos de sus tripulantes.
Dos años más tarde, catorce barcos, dos de carga y doce de pasajeros, partían desde Grecia en junio de 2011 rumbo a Gaza. La conocida como II Flotilla de la Libertad reunió durante su viaje a miles de activistas, así como un cargamento de ayuda humanitaria.
Sin embargo, el Gobierno de Atenas, bajo presión del Ejecutivo de Benjamin Netanyahu, bloqueó la iniciativa. Solo una embarcación francesa logró el objetivo, pero fue asaltada en alta mar por las fuerzas israelíes.
Justo un año después, desde Suecia partió 'Estelle', en el que viajaban tres españoles, entre ellos el diputado de IU Ricardo Sixto. En octubre de 2012, seis buques de la armada israelí frenarían las aspiraciones del velero, que fue remolcado hasta el puerto de Ashdod, una base militar en la costa sur de Israel.
Pese a haber navegado por aguas internacionales en el momento de su intercepción, a sus tripulantes se les conminó, según Rumbo a Gaza, a firmar un documento en el que declararían haber intentado entrar de manera ilegal a la región.
Fuente: Marcos Teixeira, Lainformación.com
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